* El avioncito de Theurel, a Villahermosa * Intento
de violación acallado * A Marcelo se le
acaba la cuerda * La playmate de
Marcos * Todos metieron mano.
Mussio Cárdenas Arellano | 23 noviembre de 2012
Tribuna Libre.- Más por lo que sabe que por lo que vale, Adrián Pérez Martínez es un
joker en la baraja de Marco César Theurel Cotero, desde los días en que en la
Secretaría de Comunicaciones de Veracruz generaba fortunas bienhabidas, pero
sobre todo malhabidas, hasta su paso por la Secretaría de Obras Públicas en
Coatzacoalcos, cuando perpetró, según el alcalde, el robo de 4 millones de
pesos.
Atesora
información clave, nombres y rostros, cifras y quejas, de cada contrato y lo
que pagaron los constructores por obra asignada, el diezmo en lenguaje
coloquial, ese al que definió Theurel como “el sancho”, pues todos, dijo ante
el Congreso en una desafortunada comparecencia, todos hablan de él pero nadie
lo ha visto.
No necesitaba ser
un funcionario de alto nivel en la SECOM, pues ese rango lo tenía reservado el
secretario Theurel —“Te rompo tu puta madre”— para su burocracia técnica y sus
gatos de angora, un séquito especializado en vigilar que las obras carreteras y
el sueño de los mil puentes fuera material vendible en la desenfrenada oleada
propagandística de la fidelidad. Para él había algo mejor.
No hubo
contratista que le diera la vuelta a un extraño asesor del secretario Theurel,
que no opinaba sobre precios unitarios y proyectos ejecutivos, sino sobre quién
ya se puso, con cuánto, y a quién había que mandar al diablo. Hacía relaciones
públicas, don Adrián, comía por invitación y bebía sin moderación, a cargo,
invariablemente, del ejército de constructores que por un contrato de obra
daban un diezmo y algo más.
Su Waterloo, sin
embargo, lo vivió en Coatzacoalcos. Director de Obras Públicas Municipales,
primero, secretario después, subió al cielo Adrián Pérez y en un instante se
despeñó hasta tocar las puertas del infierno.
Salió por la
puerta trasera, maquillada por el alcalde Theurel como una renuncia por motivos
personales y para dedicarse a proyectos políticos. Pero cuando se desató el
escándalo por la difusión de un audio en que el presidente municipal de
Coatzacoalcos insulta al constructor Mario Alberto Escobar Guzmán, “Travis”, al
negarse a pagar trabajos pendientes, se escuchó decir al edil que su fiel
Adrián Pérez, alcahuete en mil trastupijes, era el responsable del robo del
presupuesto por 4 millones de pesos destinados a la limpieza de canales
pluviales.
“Se lo robó todo”,
repetía remarcando sus palabras Marcos Theurel —“Te rompo tu puta madre”— en
ese célebre audio que además desnudó sus problemas de conducta y una evidente
bipolaridad, explosivo carácter, violento, prepotente y lenguaje de arrabal.
“Adrián se chingó
todo, todo. Cobraron 4 millones de renta (de maquinaria para desazolvar
canales). Está pagado. 4 millones… 4 millones… está pagado”.
Días después,
hurgaba el alcalde en la llaga. Intentaba parar el escándalo suscitado por el
audio, todo un festín de leperadas del que ya no se pudo reponer. Insistía en
que Adrián Pérez había falseado información y cobrado por trabajos realizados
con personal del Ayuntamiento de Coatzacoalcos.
“Hay pruebas de un
fraude muy grande que descubrimos en Obras Públicas con el pasado secretario
Adrián Pérez Martínez. Eso causó que él saliera. Son múltiples pruebas de obras
que se querían cobrar cuando las hizo el Ayuntamiento y el personal
sindicalizado. Se detectaron facturas apócrifas”, dijo.
Ofreció que
denunciaría penalmente a su ex secretario de Obras Públicas, pero no lo hizo.
Tampoco exhibió las supuesta facturas apócrifas de Adrián Pérez. Era un show.
Documentos
internos de la Secretaría de Obras Públicas demostraron tiempo después que una
de las empresas que cobraron por trabajos de desazolve es Factores del Istmo,
S.A. de C.V., propiedad del director de Adquisiciones del Ayuntamiento de
Coatzacoalcos y protegido del alcalde, Brian Carlos López Mendoza, involucrado
tiempo atrás en la clonación de tapetes industriales y detenido por la Policía
Federal Preventiva.
Otro documento,
demuestra que las rentas de maquinaria fueron avaladas y aprobadas por Marcos
Theurel, lo que contradice su argumento de que el arrendamiento está prohibido
en su administración. Se trata de un oficio suscrito por el ex coordinador del
Área Técnica, Rodolfo Morales Salas, enviado al secretario de Obras Públicas
Municipales, Daniel Aguilar Avendaño, el 17 de noviembre de 2011, tras ser
apretado por el contralor Rafael Tejeda Patraca para que explicara de qué
tamaño fue el atraco en el programa de desazolve de canales pluviales.
Morales
tácitamente responsabilizó al alcalde Theurel. Dice que debió ajustar en
precios unitarios los gastos de mano de obra y maquinaria con la ayuda del
ingeniero Miguel Angel Velázquez, “los cuales desde mi punto de vista fueron
excesivos, pero finalmente autorizados por el alcalde”. Morales, un fiel
escudero de Adrián Pérez, implicó así al presidente municipal en el supuesto
fraude de 4 millones de pesos, las “rentas prohibidas”.
Ese arrendamiento,
la tarifa fijada por Theurel Cotero y la revelación de Morales, implica también
a Factores del Istmo, del director de Adquisiciones Municipales, Brian Carlos
López Mendoza, y a otra empresa ligada al alcalde, Desarrollo de Construcciones
y Ecología (DECOE), a la cual el Ayuntamiento le arrienda maquinaria en el
basurero municipal y para el mantenimiento de vialidades, según revelan siete
contratos.
Un tercer
documento sobre el tema, suscrito por un constructor local, dice categórico:
“Robo es lo que cometió Adrián Pérez Martínez en la limpieza de canales, en
2011; robo que ascendió a 4 millones de pesos, según lo denunció en un audio el
alcalde Marcos Theurel. Será una persona sin escrúpulos, perversa y bipolar,
pero es el alcalde, y una denuncia de esta naturaleza contra su ex secretario
de Obras, Adrián Pérez Martínez, es demoledora porque se tipifica como robo al
erario público y al que comete un robo de esta naturaleza se le tipifica como
ratero de cuello blanco, que generalmente son solapados por los gobiernos y los
partidos políticos a los que pertenecen”.
Pasivos, el
Congreso de Veracruz y la Procuraduría de Justicia nada hicieron contra quien
fuera brazo derecho de Marcos Theurel, ni el alcalde denunció a Adrián Pérez
como lo ofreció.
Así se solapan
unos a otros, al tiempo que Adrián Pérez se enfrasca en una nueva aventura: ser
alcalde de Emiliano Zapata, municipio conurbado a Xalapa, sólo si a los
electores les pasan de noche que Marcos Theurel lo responsabiliza de un robo de
4 millones de pesos, categorizado como un raterazo, solapado por el PRI y a
centímetros que la oposición le active una denuncia por peculado, que implicará
de paso al cabildo de Coatzacoalcos, su síndico Roberto Chagra y quienes
aprobaron la cuenta pública.
Mientras, Adrián
cuenta a los suyos que Emiliano Zapata esta vez no se le va, pactada la
candidatura con el alcalde actual y con los grupos priístas, a los que con
antelación sometió.
Su historia no
termina ahí. Sin rienda, Coatzacoalcos fue para Adrián Pérez el desenfreno
total, el éxtasis. Se le supo atento, extremadamente caballeroso con una fémina
a la que le endilgó el apodo de La Loca, y otras dos de Acayucan, tan motivado
que les obsequió llantas para su Jeep Liberty, color verde, obviamente no pagadas
de su bolsillo sino que las hizo liquidar al constructor Daniel Aguilar
Avendaño, a la postre su relevo en Obras Públicas.
Su historia es
para llevarla al cine.
Archivo muerto
Presa del
escándalo, Marcos Theurel ordenó el traslado de su nuevo avioncito, un
Beechcraft Bonanza, del aeropuerto de Canticas a Villahermosa, Tabasco.
Entripado, en su estado natural, el alcalde de Coatzacoalcos sacó de la escena
la nave cuando aquí, en INFORME ROJO, se dio santo y seña de su nueva
adquisición, y en las redes sociales se lo comieron vivo. Nunca la imprudencia
ha sido buena consejera… ¿Quién es ese funcionario del Ayuntamiento de
Coatzacoalcos, implicado, hará dos semanas, en un intento de violación? Ocurrió
el viernes 10. Concluía un festejo de cumpleaños, cuando la joven secretaria
decidió retirarse y el rufián, muy solícito, le ofreció un aventón. Ella, sin
pensar lo que habría de ocurrir, aceptó de buena gana. El, que debió llevarla
al fraccionamiento Las Gaviotas, no paró ahí. Se dirigió al motel La Hacienda,
pese a los reclamos de la joven, quien en el trayecto mensajeaba desde su
celular pidiendo ayuda. Ya en su interior, el funcionario theurelista insistía
en tener un agasajo del tercer tipo. Súbitamente, y para fortuna de la chica,
irrumpieron en el motel sus amigos y la rescataron de lo que tácitamente era un
secuestro, a punto también de ser violada. Ahí quedó el tema. La denuncia está
en suspenso, por si el funcionario reincide. No es la primera que hace. Una tal
Isabel, en otros tiempos, lo pescó en el trance, forzando a una joven en un
baño, y lo reventó… Sueño efímero de Marcelo Montiel Montiel de ser secretario
de Desarrollo Social. Prepara ya las maletas y deja, contra su voluntad, la
política estatal. Nada le garantiza ser alcalde de Coatzacoalcos por tercera
ocasión y sí, en cambio, enfrentado a todos los grupos priístas, un sonoro
descalabro. La SEDESOL de Veracruz, pensada originalmente para Erick Lagos
Hernández, líder actual del PRI, será para Alberto Silva, alcalde de Tuxpan, El
Cisne narcisista, ligado al hermano de Francisco Colorado, detenido y procesado
en Estados Unidos por vínculos con Los Zetas… Funcionarios de Obras Públicas y
ex funcionarios, un supervisor de SEDESOL, vínculo entre marcelistas y
theurelistas, Miguel, Adrián, Rodolfo y una joven y activa priísta, todos
implicados en la difusión de las fotos de la playmate del alcalde Marco César
Theurel Cotero. No son dos fotos, más que sugestivas, por cierto; son cinco. Y
pensar que la playmate, en un arranque de celos, hizo despedir a Luz, la
secretaria de cabecera de su marido, herida cuando supo de la infidelidad. Y a
todo esto, ¿pues qué se habría tomado —alcohol, droga o las dos— cuando posó,
así, para la lente?…