Eduardo de la Torre Jaramillo | 01 diciembre de 2012
Tribuna Libre.- Después de lanzar la idea para concretar una
alianza entre el PAN y el PRD en Veracruz para las elecciones locales en el
2013 -el pasado 15 de junio-, a partir de allí
inicie una serie de reuniones con militantes del PAN, PRD, académicos,
organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos para concretar un polo
democrático para enfrentar el próximo proceso electoral bajo una plataforma
programática.
Dedo reconocer que después de esas múltiples
reuniones que realizamos en la Casa de la Transición, los diversos actores
políticos tendrán que plantearse que la política es un “acción colectiva” como
primera etapa, es decir, si la oposición política va separada en la próxima
elección local, le dejaremos al PRI que continué gobernando a Veracruz desde
hace 84 años, dicho sea de paso nuestra entidad es una de las 7 entidades que
no ha experimentado la alternancia local en el país.
Desde mi punto de vista, la segunda etapa de
los actores políticos será realizar un análisis de su “virtú” y “fortuna” (en
el sentido maquiavélico de los términos) para explorar las posibilidades de
triunfo a través de una coalición, y en el caso local, las dirigencias
estatales no serán las que decidan la definición de la coalición, ya que por
estatutos, tanto el PAN como el PRD la alianza la deciden sus dirigencias
nacionales respectivamente, por lo que a nosotros corresponde, ya cumplimos con
posicionar la idea de una coalición partidaria, una especie de concertación
entre partidos políticos locales.
Continuando con la línea de interpretación
anterior, entonces si la decisión es nacional en el nivel local, a quienes
militamos en un partido político o no, tenemos la obligación de hacer otro tipo
de política, ésta ahora de coaliciones, si bien como establece Torcuato Di Tella,
los “actores sociales tienen actitudes acerca de una serie de temas…de los
intereses”, y aquí es donde debemos acercarnos a las afinidades totales y
parciales, en nuestro caso, Xalapa desde hace 12 años experimenta una “docena
trágica”: el aumento de la deuda pública, la inseguridad pública, los problemas
estructurales de agua y vialidad, todo esto se expresa en la pérdida de la
calidad de vida de los xalapeños, estas son algunas de las afinidades totales
que se exponen en el interior del PAN y el PRD, pero no basta con tener una
visión partidista, tenemos que ir más allá, y por lo tanto estamos pugnando por
una coalición lo más amplia posible.
Retomando la iniciativa anterior, cuando
presenté la propuesta de la coalición, el modelo fue Oaxaca (donde por cierto,
ya anunciaron las dirigencias locales del
PAN y PRD continuar con la coalición en 2013 ampliando lo que hicieron
en 2010), allá armaron una coalición ciudadana y otra académica, en nuestro
caso propusimos fusionar la parte ciudadana con la vertiente académica, por
ejemplo: uno de los promotores de esta iniciativa es el Mtro. Javier Kuri
Camacho, exdirector de la Facultad de Antropología de la Universidad
Veracruzana, al igual que mi amigo Donato Flores Soto; ahora la tarea es que
los ciudadanos que sólo han sido espectadores de las decisiones de los partidos
políticos se puedan involucrar con sus ideas, acciones y sobre todo con su
visión sobre la capital del estado.
En esta coalición ciudadana tendrá que ser la
nueva acción política para la construcción de una diferente hegemonía política
en Xalapa, si bien es un concepto del
viejo lenguaje pero aquí la fuerza de la atracción entre partidos y ciudadanos
es apostarle a fortalecer una política democrática, ésta sustentada en el
diálogo, el respeto a la diferencia, la ampliación de la participación
ciudadana, en fin inaugurar una nueva gobernanza local.
La coalición que se propone para el 2013 es
táctica, y de allí ir caminando con los mayores actores sociales y políticos
rumbo a una coalición estratégica en el 2016, es decir que Veracruz a través de
un proyecto político prospectivo tenga el primer gobierno de la alternancia en
nuestra entidad.
Finalmente, si bien todos estamos “en el
mismo barco”, utilizo el libro de Peter Sloterdijk, y quien nos podría auxiliar
para entender este momento político: “Profesión: político. Domicilio principal:
la complejidad. Programa: convivir con aquellos con los que convivir resulta
difícil. Moral: trabajo de filigranas en retos pretenciosos. Pasión: tener una relación
con lo irrelacionable. Historial: autorreclutamiento por convicción, que se
transforma en iniciativa”. Retomando esta reflexión, en estos momentos en donde
existe un intento de prelegitimidad a través de un ilusorio pacto político
entre los partidos políticos, previo a la toma de posesión e Enrique Peña
Nieto, ante tal hecho político, yo comparto la idea del Ing. Cuauhtémoc
Cárdenas, “es el PRI de siempre”, ese es el adversario político, quizá no tanto
sus bases políticas, sino sus dirigencias que están fusionadas con los
gobiernos locales marcadamente autoritarios.