José Miguel Cobián | 10 diciembre de 2012
Tribuna Libre.- Por coincidencia, tuve la oportunidad de
hablar con Ángeles Corte, directora
general del centro de estudios para el adelanto de las mujeres y la equidad de género de la cámara
de diputados.
Resulta que hay seis tipos distintos de
violencia, según la ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de
violencia. Y estos tipos de violencia se
han incrementado sustancialmente de 2006 a 2011, según la encuesta nacional de
relaciones en los hogares. Así que si
usted piensa que no hay violencia en este país más allá de los balazos está
totalmente equivocado. Somos un país
violento en general.
Los tipos de violencia son: Física,
psicológica, sexual, económica, patrimonial y relacional. La física todos la entendemos. La psicológica se refiere a aquélla violencia
que afecta el pensamiento y los sentimientos de las mujeres, daña la
estabilidad psicológica de las mujeres. Puede ser celos, insultos,
humillaciones, devaluación, indiferencia, comparaciones destructivas, rechazo,
etc. Este tipo de violencia puede
llevar al aislamiento, a la disminución en la propia autoestima, y llegar hasta
el suicidio.
La sexual, es cualquier acto que degrada o
daña el cuerpo o la sexualidad de la víctima, en tanto que afecta su libertad y
su integridad física. La económica es
la afectación de la supervivencia económica de la víctima. Las limitaciones de ingreso, salario menor
por trabajo igual. La violencia
patrimonial se manifiesta en la sustracción (quitarle), destruir, retener,
documentos, recursos, y derechos patrimoniales de la víctima. Un ejemplo es cuando la mujer cobra un
salario o una herencia, el cónyuge se adjudica el bien o les quita el dinero.
La violencia relacional, es cuando afecta los
vínculos que tiene la víctima. Prohibiendo a la mujer relacionarse con su
familia, con sus amistades, y en general con sus relaciones.
Hoy por hoy, hay se ha definido una nueva
violencia, la política. La
discriminación en puestos públicos de primer nivel, la violencia que sufre una
mujer en el ejercicio de un servicio público.
En la propia cámara de diputados hay 36.5% de mujeres, sin embargo sólo
presiden el 12% de las comisiones ordinarias.
Si en nuestro propio congreso de la Unión hay discriminación laboral,
imaginemos en el resto del servicio público y privado.
El poder legislativo es el único poder que no
tiene unidad de género. Que significa
que en todos los poderes debe de haber una revisión para verificar que se
cumpla la igualdad de género.
En Veracruz hemos visto que incluso las
diputadas locales tienen menos juego político que los diputados locales, y las
presidentas municipales son mucho más perseguidas y atacadas, incluso por sus
preferencias sexuales. Mientras a un
hombre se le aplaude lo mujeriego, o se le dispensa la posible homosexualidad,
a una mujer en el poder se le exhibe brutalmente por cualquiera de ambas
causas. Incluso la tan acostumbrada difamación del servidor público, es mucho
más dura tratándose de mujeres que de hombres.
Lo invito o la invito, a analizar si es usted
víctima o victimario de algún tipo de violencia contra la mujer. La cual también puede ser ejercida en contra
del hombre en menor medida.
En el año 2006 de acuerdo a la encuesta
endire, el porcentaje total de mujeres de 15 años o más con algún incidente de
violencia a lo largo de su relación con su pareja era de 43.2%, para el 2011,
se tiene un 46.1%. En cuanto a
violencia emocional las cifras van de 37.6%, y en 2011 llegó al 42.4%. Respecto de violencia económica sube de
23.4% a 24.5% en el 2011 Hubo dos
notas alegres, en el caso de violencia física, ésta bajó del 19.2% al
13.5% y en el caso de violencia sexual
se pasó de 9% al 7.3%. Esto no podemos considerarlo como un
triunfo. Mientras haya un solo caso de
violencia y en especial, de violencia sexual, estamos mal como país y sobre
todo como sociedad.