En la presentación de la
reforma constitucional en materia de telecomunicaciones
Emblemática, reivindicatoria e histórica es la iniciativa que hoy se
firma.
México, D.F. | 12 marzo de 2013
www.tribunalibrenoticias.com
Tribuna Libre.- Emblemática
porque constituye una muestra de lo que la política es capaz de hacer;
reivindicatoria porque recupera la rectoría del Estado en la prestación de un
servicio público de interés general; e histórica porque la materia nunca había
sido regulada con tal hondura, y por la auténtica revolución que va a provocar.
El
Pacto por México, no sólo está vivo sino vigoroso, pues vigor, significa
“eficacia en la ejecución de las cosas”.
Suma de
voluntades ciudadanas y adhesión de fuerzas, el Pacto es el espacio de
neutralidad partidaria para la negociación política, en el que priva el
interés superior de México.
Reconozco
el patriotismo con el que han acudido a las mesas del pacto los representantes
de los partidos. Unidos en nuestra diversidad, trabajamos con Ejecutivo
Federal, con capacidad para plantear y disposición para escuchar. No se ha
pretendido que se legisle en contra de nadie, sino para favorecer a todos.
Ya hace
30 años el Premio Nobel de la Paz, Sean McBride en su célebre reporte para la
UNESCO titulado “Un solo mundo, múltiples voces”, destacó la importancia de la
libertad de expresión, pero también del derecho a la información, para elevar
la calidad de la democracia.
Ese
planteamiento que entonces parecía utópico, hoy cobra vida en México.
Las
telecomunicaciones, por su impacto en el Producto Interno Bruto y, sobre todo,
por su transversalidad en toda vida pública, son vitales para el desarrollo del
país y para la prosperidad de las personas.
Como la
educativa, esta iniciativa de reforma constitucional devuelve al Estado
mexicano la rectoría en la materia; involucra y articula el trabajo de los tres
poderes de la Unión, brinda certeza a las empresas pero, sobre todo, pone el
poder de los medios de comunicación al servicio de las personas. Es, en suma,
una decisión de Estado; una decisión democrática, de todos, para todos.
La
propuesta de reforma tiene tres puntos de apoyo:
Primero,
el reconocimiento de derechos fundamentales superiores;
Segundo,
un mejor diseño institucional del Estado en la materia; y
Tercero,
la garantía de competencia económica en el complejo mercado de las
telecomunicaciones.
Respecto
del reconocimiento de las antes llamadas “garantías individuales”, desde 1977
se estableció en el artículo 6° de la Constitución que “el derecho a la
información será garantizado por el Estado”, pero tuvieron que pasar cerca de
cuatro décadas para que pudiera consagrarse constitucionalmente, este derecho
de última generación; la forma en que el Estado se hace cargo de garantizar el
ejercicio de la libertad de pensamiento y de expresión, que comprende la
libertad de buscar, la libertad de recibir y la libertad de difundir
información e ideas de toda índole.
Estos derechos de las personas tienen correlativas
obligaciones del Estado: garantizar el acceso a las tecnologías de la
información; a la integración de los mexicanos a la sociedad de la información
y el conocimiento; a la inviolabilidad de la libertad de difundir
opiniones, información e ideas; y a la prohibición de censurar.
Por lo
que hace a un mejor diseño institucional, es trascendental la definición de la
naturaleza jurídica que se le asigna a la radiodifusión y las
telecomunicaciones, como servicio público de interés general, con
lo cual queda de manifiesto que si bien en este planteamiento se establecen
órganos reguladores autónomos e imparciales, lo es en aras de una mayor
especialización, transparencia y legalidad.
Dotar
de autonomía constitucional al naciente Instituto Federal de Telecomunicaciones
y a la Comisión Federal de Competencia, es congruente con la determinación
política de quien hoy gobierna al país, porque determina fortalecer las
capacidades institucionales de dichos órganos, a fin de que en el ejercicio de
sus funciones sean los criterios técnicos, ningunos otros, los que priven en
sus determinaciones.
De esta
suerte se propicia el equilibrio entre los agentes económicos, se acota el
poder y se pondera la rendición de cuentas.
En
relación con la garantía de competencia económica, se avanzará hacia la
desconcentración del mercado y se incrementará la competencia para bajar los
precios e incrementar la calidad de los servicios.
En
telecomunicaciones, el Pacto por México más que remendar, colma un vacío; más
que reformar el marco legal, con agallas y determinación, crea uno que va a
transformar radicalmente nuestra realidad.
El
propósito es que una más intensa y mejor comunicación, en el sentido más amplio
de la expresión, potencie la cohesión social; que en este clima de libertades,
aprovechemos la pluralidad de la nación mexicana, y se consolide nuestra
democracia.
Los
legisladores del país, que tendrán la última palabra, advertirán que esta
iniciativa es síntesis del poder incluyente, del poder audaz, del poder apegado
a la ley, del poder al servicio de las personas.
Comentarios
Publicar un comentario