* “Por salud” y diferencias sale Tomás Ruiz
* Una presa de 8,000 MP sin licitación
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Cuauhtémoc Díaz Martínez| 12 marzo de 2013
www.tribunalibrenoticias.com
Tribuna Libre.- Pues bien, Tomás
Ruíz sí se va de la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado de Veracruz.
Y lo hace por un
desacuerdo en los manejos financieros con la administración de Javier Duarte de
Ochoa.
Por eso es que deja
el cargo por motivos de salud: salud profesional, salud administrativa, salud
de imagen pública.
Cuentan quienes han
estado en el proceso que la diferencia se evidenció con casi toda su fuerza
durante una reunión en la que estuvieron presentes algunos empresarios y
funcionarios en la que se le dijo a Tomás Ruiz que debía preparar todo para
entregar casi 8,000 millones de pesos a Felipe Ruíz Ortiz (¡Serán parientes?,
parece que sí, que hay alguna relación sanguínea como de tercer o cuarto
grado), para crear una sociedad entre este empresario, de los preferidos del
duartismo, y el gobierno del estado, para la construcción de una presa que
incremente el abasto de agua para la capital del estado.
Tomás Ruíz preguntó
ahí cuál sería el origen de los recursos y el proceso de licitación a seguir, y
la respuesta fue que serían recursos propios y que no habría licitación, porque
el esquema es que Felipe Ruiz construye la presa y se hace socio del gobierno
del estado en la operación y que el acuerdo ya estaba hecho.
El esquema
financiero, y administrativo, pues, no está nada claro, pues una obra de este
tipo se debe concursar, por ley, además de que el uso y manejo de las aguas le
corresponde a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La oficina de
Comunicación Social del gobierno del estado hizo el anuncio sobre la
construcción de la presa el 24 de febrero mediante el comunicado 0995, diciendo
solo que con una inversión de 7,400 millones de pesos se resolverá el problema
de agua para Xalapa y la conurbación, y se garantizará el abasto durante 25
años.
¿Dónde se
construirá la presa?, ¿qué río afectará?, ¿qué aforo tendrá?, ¿de dónde saldrán
los recursos?, todas fueron preguntas sin respuesta, en ese boletín.
La muestra de que
el asunto de la presa no camina tan bien como quisieran es que dos días después
del boletín, el 26 de febrero, llegó a Veracruz el titular de la Conagua, David
Korenfeld Federman, y junto con el gobernador Javier Duarte hablaron de
desarrollar “acciones que faciliten la adecuada operación de los ríos Pánuco,
Papaloapan, Jamapa y Coatzacoalcos”, entre ellas “la construcción de obras de
almacenamiento y conducción de agua que permitan incrementar la disponibilidad,
mejorar el abastecimiento de agua potable para la población y dar viabilidad
hídrica al desarrollo urbano y económico de la entidad”.
Pero de Xalapa nada
se dijo.
Y las operaciones
de los trabajos para esos cuatro ríos (Pánuco, Papaloapan, Jamapa y
Coatzacoalcos) correrán a cargo de la Conagua.
Ahora Tomás Ruíz
prepara su discurso de salida diciendo que ya concluyó la etapa más crítica en
la mejoría de las finanzas estatales y una vez terminada la reestructura de la
deuda pública.
Más bien Tomás Ruíz
huye porque sabe que con el ritmo de gasto que tiene el actual gobierno la
deuda pública nunca estará reestructurada y siempre habrá un dispendio de
recursos, promovido y operado por los funcionarios del duartismo que están en
la Sefiplan: Jorge Fernando Ramírez Tubilla, subsecretario de ingresos; Gabriel
Deantes Ramos, en la subsecretaría de Finanzas y Administración; Carlos Aguirre
Morales, en la Subsecretaría de Egresos; y Antonio Tarek Abdalá Saad, Tesorero.
Por cierto, Jorge
Fernando Ramírez Tubilla, es primo de Karime Macías Tubilla; ambos a su vez
tienen parentesco con Brenda Tubilla Muñoz, directora de Programas Especiales
del DIF estatal, productora de Cumbre Tajín, a quien señalan diversos grupos
artísticos de regatearles el pago por sus presentaciones en el Carnaval de
Veracruz, lo que antes ya había hecho en Cumbre Tajín.
Y los tres a su vez
están emparentados con Jorge Tubilla, director de la Comisión Municipal de Agua
y Saneamiento de Coatzacoalcos
Gabriel Deantes
Ramos es a su vez pariente de Alberto Silva Ramos, el alcalde de Tuxpan.
Todo eso son parte
de las fugas de recursos que hay en la Sefiplan, que es una de las causas principales por las que se
sigue endeudando al estado.
De hecho una de las
versiones dice que Gabriel Deantes, sobre todo, pero también Tarek Abdalá le
presentaron cuentas a Tomás Ruíz por varios miles de millones de pesos para que
las firmase autorizando el gasto.
Balances tan
burdos, que en la simple suma y resta no cuadran.
En la contraparte
la mención es que Tomás Ruíz se va porque –precisamente- no pudo reestructurar
la deuda pública y ésta en lugar de disminuir ha crecido al grado de que
Veracruz es hoy la tercer entidad federativa con mayor deuda pública del país.
También dejan
entrever que a Tomás Ruíz se le despide por su relación con Elba Ester
Gordillo.
Por mientras ya
está listo quien habrá de suceder a Tomás Ruíz, el todavía presidente municipal
de Boca del Río, Salvador Manzur Díaz, quien incluso se dio el lujo de difundir
desde el miércoles 6 de marzo que será el próximo Secretario de Finanzas.
A Salvador Manzur
le darán un puesto en el que se maneja muchísimo dinero y que será clave para
el proceso electoral de este año, por las múltiples cuentas a pagar.
Pero también le
tocará firmar cuentas no muy claras, tanto que son de esas que ponen en peligro
la libertad sin derecho a fianza y que implican la reparación del daño.
Para el puesto también
habían mencionado al actual director del IPE, Armando Adriano Fabre, porque ha
mantenido estable esa institución después del desorden y la poca disponibilidad
de recursos en que la dejó su antecesor, Gonzalo Morgado, sin embargo
prefirieron no moverlo para que se alborotase el avispero en esta víspera
electoral.
Así pues, la salida
de Tomás Ruíz no es por incapacidad, ni por la pérdida de dinero, si no simple
y llanamente por cuestiones de salud.
Más vale libre y
saludable, que en otras condiciones y sin los millones de pesos que
supuestamente se tendrían.
AGUA QUE FLUYE
INSENSIBILIDAD DE
CAROLINA. La alcaldesa de Veracruz, Carolina Gudiño, tiene muy poca
sensibilidad política.
De hecho su sensibilidad
es tan baja que un tema que podría darle buenos puntos lo deja de lado: el
certificar el municipio de Veracruz como seguro, ante la ONU.
Arturo Mattiello
Canales, es el presidente del Consejo Ciudadano de la PGR en Veracruz, y como
tal promueve la certificación del municipio porteño como un lugar seguro, pero
la presidente municipal no ha firmado los documentos, mismos que ya están en
poder del gobierno del estado.
La certificación
procede, más allá de la cuestión electoral, porque es un beneficio para la
ciudad, para el municipio.
Y por lo mismo
sería una estrellita en la frente para Carolina Gudiño, que además está muy
necesitada de un reconocimiento por algo positivo.
La ONU realiza el
trabajo de evaluación y autoriza la certificación a través del Instituto
Karolinska, que es el mismo que se encarga de seleccionar a los premios Nobel
cada año.
Así que ni para
decir que se puede comprar el trámite.
Pero Carolina
Gudiño carece de la sensibilidad política para ver una acción positiva para
Veracruz.
Para ella todos los
movimientos deben reportar algún beneficio económico.
Como ese desastroso
intento de meter un trolebús por la avenida Díaz Mirón.
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