José Miguel Cobián | 24
junio de 2013
Tribuna Libre.- No, querido estado, no me refiero a las
desgracias traídas por Barry la tormenta tropical. No… me refiero a algo mucho
más grave y permanente. Sé que muy
pronto te vas a recuperar de Barry y de cualquier huracán que quiera afectarte.
Tienes una población maravillosa, el veracruzano es digno de ser ejemplo a
nivel nacional, por su solidaridad, su alegría, su inteligencia. Y es por eso
que más me duele como estas, querido estado.
Eres una potencia en potencia. Ja, ja.
Sí, podrías ser el motor de México. Tienes agua, tienes tierra fértil,
tienes petróleo y minerales en tu subsuelo, tienes mucha población que podría
explotar tu potencial, pero tienes un problema muy grave. Desde hace mucho
tiempo padeces una enfermedad que se llama improvisación complicada con un
padecimiento crónico que se llama saqueo.
Cuando circulo por tus carreteras, lloro de
tristeza pensando que el norte de México con mucha menor riqueza, tiene mejores
venas y arterias. Las tuyas están mal hechas, construidas al vapor para saquear
lo más posible de la contratación, y no importa que por mal hechas maten a tus
hijos, los veracruzanos, eso a nadie le importa. Paso por tus ciudades, y veo
pueblos, otra vez, comparados con las ciudades del norte de México. ¿Será que allá hay patriotas y acá piratas?
¿O es que tu pueblo es apático, mientras que el norteño es exigente con sus
autoridades?
Tienes políticos y gobernantes que le mienten
descaradamente al pueblo de Veracruz, pueblo noble que cada tres años se vuelve
a esperanzar y a creer en las mentiras (perdón debí decir promesas) de campaña.
Se comprometen (esos políticos y gobernantes) a trabajar por ti y tu pueblo, y
no lo hacen, en su mayoría porque son incapaces, pero algunos no lo hacen
porque a pesar de ser capaces, están muy ocupados incrementando su fortuna
personal, o besándole los … pies a alguien para conseguir un puesto mejor.
No hay
nada que moleste más a un ciudadano que el compromiso incumplido, la promesa
fallida, la deslealtad del funcionario ante una persona común que requiere de
su atención. Y en Veracruz tenemos a muchos jovencitos que se sienten parte de
la divinidad del Olimpo, simplemente porque llegaron a un puesto por amistad,
pues por sus propios méritos no habrían llegado a ningún lado.
Funcionarios que se comprometen a resolver
tal o cual problemática en una fecha determinada, llegan a un arreglo con el
particular, y luego resulta que no cumplen, ni hoy, ni mañana ni nunca, y
además se molestan si como mulas los arrea la población, pues se consideran por
encima del resto de los mortales, debido al privilegio de llenarse los
bolsillos con dinero mal habido, dinero robado impunemente.
Curiosamente muchos de esos funcionarios que
ayer, o quizá hoy, ignoran y maltratan a los ciudadanos, el día de mañana
habrán de enfrentarse a la búsqueda de un voto, y allí es cuando el ciudadano
debe recordar los desaires, los malos tratos, la impuntualidad, las faltas de
respeto, el incumplimiento de compromisos, la palabra dada jamás cumplida. Y no sólo para el funcionario que no cumple,
también para su equipo, su camada, su pandilla, sus compañeros de partido.
La única arma que tiene el ciudadano de la
calle, ese que no tiene relaciones con los dioses del ayuntamiento, los de
Xalapa en palacio de gobierno o con los dioses federales, es su voto. Para
aprobar al partido o al candidato, o para reprobarlos según sea el caso.
Mi estimado Veracruz, me comprometo a hacer
buen uso de mi arma, de mi voto. Hoy como nunca, me niego a abstenerme. Puedo votar por el mejor, o también puedo
votar por aquél que me garantice que el que considero el peor no llegue a un
puesto de elección popular. Y sobre
todo, puedo votar por distintos partidos políticos, un voto para un partido a
la alcaldía y un voto para otro partido para la diputación. Todavía no sé por quién votaré, pero lo que
si te garantizo es que no voy a desperdiciar mi única arma para señalar lo
bueno y reprobar lo malo de nuestros gobernantes.
Ánimo mi querido Veracruz. No hay malos
funcionarios y gobernantes que duren cien años, y tú eres más fuerte que todos
aquéllos que tanto daño te hacen a ti y a tu gente. www.josecobian.blogspot.com Miguelcobian@gmail.com
@jmcmex