Héctor Yunes Landa | 02 agosto de 2013
Tribuna Libre.- Un Estado
que no es capaz de garantizar la seguridad de sus ciudadanos y mantener la
convivencia cordial entre ellos, es un Estado que ha perdido su principal razón
de existir.
El gobierno federal sabe que su fundamento es
mantener la paz social. Hoy en día, la seguridad pública es la principal
demanda de los mexicanos y anhelo de aquellos extranjeros que desean visitar a
nuestro país.
La estrategia del nuevo gobierno mexicano ha sido
clara y contundente enfocándose a combatir el fenómeno delictivo con una visión
integral, que sitúa a la persona y el respeto de sus derechos, en el centro de
los esfuerzos públicos.
La nueva estrategia del presidente Enrique Peña
Nieto contra el crimen organizado tiene un fuerte enfoque de desarrollo social
tendiente a la reconstrucción del tejido social por medio de la Cruzada
Nacional Contra el Hambre y la creación del Programa Nacional para la
Prevención del Social de la Violencia y la Delincuencia, buscando atender las
causas económicas, sociales y culturales que propician la actividad delictiva.
Coincido en que una estrategia de combate al delito
debe hacer énfasis en una justicia penal eficaz para que los delincuentes
tengan claro que el que comete un delito termina pagándolo y reparando el daño
a la víctima del delito. Uno de los principales problemas en nuestro país ha
sido la impunidad de los delitos que se cometen en México sólo el 5% se
denuncian y menos de la mitad tienen una resolución enfocada a resarcir el
daño.
Sin duda, la profesionalización y fortalecimiento
de los cuerpos de policía es primordial para mantener el orden en las calles y
crear el sentimiento de protección cercana al ciudadano, de ahí la concepción
de la Gendarmería Nacional, como una nueva decisión de la policía federal, a
partir de la integración de elementos civiles con formación militar y policial.
Otro aspecto importante es nuestro sistema
penitenciario, el cual debe ser eficiente. Las cárceles deben estar diseñadas
con niveles adecuados de seguridad y salubridad, con una distinción operativa
entre la prisión preventiva, la prisión durante el proceso y la prisión del
sentenciado y, en esta última, separar de manera lógica a los delincuentes
peligrosos como los homicidas y secuestradores, de los delincuentes de delitos
menores y los de cuello blanco.
En repetidas ocasiones hemos mencionado que el
éxito de las acciones gubernamentales depende en gran medida de la
participación y compromiso de los ciudadanos. Este tema de la prevención de
seguridad pública no es la excepción, por eso hay que promover y participar la
denuncia ciudadana, la creación de los comités vecinales y las labores de
servicio social y reconstrucción del tejido comunitario. Además, los ciudadanos
deben participar más activamente en la evaluación y seguimiento de las acciones
y esfuerzos del gobierno.
Últimamente hemos observado la trascendencia de la
cooperación internacional para detener a los principales delincuentes
mexicanos, principalmente con los países de la región como Estados Unidos y de
América Latina. La coordinación y trabajos de inteligencia conjuntos son la
base para lograr más detenciones importantes y debilitar a los grandes grupos
transnacionales de la delincuencia organizada.
Las acciones del gobierno federal están siendo
contundentes y arrojando resultados importantes, demostrando que vamos en el
camino correcto: 62 de los 121 presuntos delincuentes más buscados ya no son
una amenaza para la sociedad, pero más importante aún es que muchas de estas
detenciones se han logrado sin un solo disparo, lo que nos habla de un
importante trabajo de inteligencia. Asimismo, de diciembre de 2012 a julio de
2013, se redujeron 20% los homicidios vinculados con delitos federales respecto
del mismo periodo del año anterior.
Los mexicanos estamos cansados de observar
derramamiento de sangre innecesaria, ya no queremos más crueldad en las calles,
por eso resalto el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto de fortalecer y
lograr una mejor prevención del delito.
Por otra parte, el
Poder Judicial está enfocado en el debido proceso, a fin de poner tras
las rejas a todos aquellos delincuentes que han dañado el tejido social en
México y que han dejado heridas a muchas familias en nuestro país, sobre todo
ante las cuestionadas liberaciones de personas ligadas con el secuestro y el
narcotráfico en nuestro país.
Mi compromiso como Senador de la República es
legislar para tener más elementos legales que logren el restablecimiento de la
paz social y perfeccionar la reparación del daño a las víctimas del delito; no
existe mayor deseo en mí, que ver un país armónico, en sana convivencia
ciudadana y respeto al marco jurídico.
PD. Hoy, 1 de septiembre a las cinco de la tarde
sesionará el Congreso General para la apertura del Primer Periodo de Sesiones
Ordinarias del Segundo Año de Ejercicio de la LXII Legislatura. Asimismo, este
domingo se recibe el primer Informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña
Nieto, al que haremos la Glosa correspondiente.
Tw: @HectorYunes