Xalapa, Ver. | 30 agosto de 2014

En los
últimos meses hemos visto cómo desarrolla una frenética agenda de actividades
en diversos puntos del estado, lo que le ayuda a promover su imagen, situación
que no es ilegal pues su condición de Senador de la República se lo permite.
No por
nada algunas encuestas lo colocan como puntero en la carrera por la titularidad
del Ejecutivo veracruzano en 2016. Nadie puede regatearle ser uno de los
políticos más conocidos del estado. Su carácter “echado para delante” lo ha
llevado a aceptar pública y abiertamente su deseo por ser el próximo Gobernador
de Veracruz. No lo oculta ni anda con medias tintas.
Por esa
misma razón es que es él uno de los políticos a quienes se dedicó la propuesta
de reformar la Constitución de Veracruz para que el próximo periodo de la
gubernatura sea de solamente dos años. Sólo que dicha dedicatoria no es en
absoluto amigable.
Yunes
Landa es repudiado por el duartismo, que le ha colocado todos los obstáculos
posibles para evitar que llegue bien posicionado a la hora de la definición de
la candidatura del PRI a Gobernador. Lo del periodo de dos años lleva implícita
la intención de que ni él ni los otros dos Yunes interesados en la gubernatura
compitan en los comicios de 2016.
Por
supuesto, Yunes Landa se opuso a la idea de un gobernador de sólo dos años. En
cambio propuso que el periodo sea de cinco años para así homologar los procesos
estatal y federal hasta la siguiente elección. A fin de cuentas, mejor un
quinquenio que un mísero bienio en el poder.
Bronco
como es, y cansado de las trampas que en el camino le ponen sus “amigos”,
Héctor Yunes llegó al límite del rompimiento con el grupo gobernante en
Veracruz, al criticar públicamente la desastrosa situación económica del estado
y quejarse de que desde el Gobierno del Estado lo atacan.
No le
salió mal la jugada. Hace poco fue recibido en privado por el gobernador Javier
Duarte de Ochoa, con quien habría pactado una especie de tregua. De esta forma
cesaron, al menos momentáneamente, las hostilidades entre ambos grupos.
Tanto
así, que incluso el gobernador Duarte le mandó un mensaje político a Yunes
Landa al acudir a la asamblea estatal de Alternativa Veracruzana (Ave), un
partido estatal creado al final del sexenio de Fidel Herrera y que desde el
inicio del gobierno de Javier Duarte se ha manejado que podría ser el que
postulase en primer lugar a Héctor Yunes como su candidato a la gubernatura.
Las
coincidencias entre Yunes Landa y el Ave llegan al punto de que este partido
anunció que en el próximo periodo de sesiones de la LXIII Legislatura del
Estado, que arranca en septiembre, presentará una iniciativa para que el
próximo periodo de la gubernatura de Veracruz sea, precisamente, de cinco años,
tal como lo propuso ya el senador.
La
estrategia de Héctor Yunes ha sido no aflojar el paso en su promoción política
personal. Y juega el juego del estira y afloja, del golpeteo y el apapacho de
vuelta, hasta que llegue la siguiente confrontación.
Él sabe
bien que ser postulado únicamente por un partido de tan escaso alcance como el
Ave no le sirve de nada. Por eso ejerce presión, principalmente en el partido
en el que aún milita y del cual fue dirigente estatal, el PRI, para que no lo
margine ni lo ignore, pues su capital político y su estructura a lo largo del
estado no es de desdeñarse.
Porque si
bien fuera del PRI muy difícilmente ganaría la elección, sí podría hacer perder
a cualquiera de los “delfines” del duartismo, que siendo honestos, ni a charal
llegan.( http://www.informaver.com/ )