* Veracruz por los suelos; el gobernador
también * Escarnio en redes sociales * Queja ante la CNDH contra
Patricia Peña * De la Guardia y Marcelo, cónclave nocturno en 2004
* Asedio a funcionarios electorales * Segundo robo a la diputada *
Funcionaria y acosadora sexual
Mussio Cárdenas Arellano | 27 marzo de 2015
Tribuna Libre.- Literalmente,
Javier Duarte anda en los suelos, arrollado y maltratado, su imagen hecha
añicos, pieza de escarnio y mofas, pues no es común que un gobernador,
queriendo darse baño de pueblo, termine de rodillas y escuche la risa burlona
de todos a su alrededor. Qué oso, dirían los chavos.
Le sucedió en
Córdoba, su tierra adoptiva. Acudió a la inauguración del gimnasio Javier
Duarte Franco, que lleva el nombre de su padre, en la Secundaria General número
1. Habló y agradeció. Luego, cuando ya iba de salida, se le ocurrió tomarse la
foto —la selfie, le dicen ahora— con los estudiantes que se hallaban en las
gradas.
Se le ve en un
video que consigna el ridículo momento. Duarte observa a los jóvenes. Camina
entre ellos con paso ágil. Accede por la escalinata. Se coloca de frente a los
fotógrafos. Abraza a quienes tiene cerca. Se aprietan los espacios entre los
estudiantes, todos queriendo estar junto al gobernador de Veracruz.
De pronto, detrás
de Javier Duarte logra verse un movimiento hacia delante. La mancha humana comienza
a desplazar al gobernador y quienes están a su lado. Son tácitamente empujados
perdiendo el equilibrio, precipitándose de cabeza varios de ellos.
Con su traje
negro, descorbatado, camisa blanca, Javier Duarte se pierde entre la mancha de
cuerpos que ruedan en fracción de segundos que luego, gracias al video del
periódico El Mundo de Córdoba, habría de inundar las redes sociales.
Javier Duarte cayó
sobre algunos estudiantes, casi todas mujeres, y otros le cayeron encima. Se
escuchan algunos gritos. Luego un mar de carcajadas. Quienes están de pie
agitan sus pañuelos blancos. Y siguen las risas.
Allá en el fondo
sigue Javier Duarte, el desgobernador de Veracruz. Acuden a él sus guaruras y
personal docente de la Secundaria General número 1. No se pone de pie. Es
captado por las cámaras fotográficas aún de rodillas. Y la foto se vuelve viral
en internet.
Se incorpora.
Ayuda a otras estudiantes a levantarse. Toma a una de las jóvenes, la abraza y
exhibe el pulgar en señal de éxito. No cesan las carcajadas de los alumnos y
con ellos ríe el gobernador.
Surcan las redes
sociales, los sitios de internet, los espacios noticiosos independientes, la
prensa escrita, la radio, esas imágenes de apenas 17 segundos en el video de El
Mundo de Córdoba ( https://www.youtube.com/watch?v=7SYcF0WydLM
), o en el del portal Futbol al
Tope, en 1:04 minutos (https://www.youtube.com/watch?v=tTIFX6LrERk)
y otros más que registran la duartecaída (https://www.youtube.com/watch?v=Zy9TQ3G7PzM).
Paga entonces el
precio de su impopularidad, del desgobierno, de la soberbia, del poder usado
para el atropello, para el enriquecimiento de su pandilla. Lo atrapa una
avalancha de críticas, mofas subidas de tono, descalificaciones hirientes,
improperios y vulgaridades, analogías sin rubor en que se le imputa que así
como anda Javier Duarte, por los suelos, así anda el Veracruz que él
desgobierna.
Le hacen memes. Le
lanzan dardos. Hay quien dice con sorna: “¿Habrán encontrado a los niños
desaparecidos?... ¿Cómo habrán quedado, pobres niños, una tortilla?... ¿O se
los habrá tragado?... ¿Qué día mero fue?... ¿Por eso habrá temblado?”.
Se lleva las ocho
columnas de Notiver: “Cae Duarte y rebota”. Y remata el periódico de don
Alfonso Salces: “ni se poncha ni se desinfla”.
Nada impide que el
duartazo trascienda. Lo toma una parte de la prensa nacional. Lo divulga CNN
México, El Financiero, Eje Central. Se hace viral la caída del gobernador de
Veracruz.
Tiene su auge en
las redes sociales. La comunidad de Facebook y Twitter sacude a la pandilla
duartista, relajado el lenguaje, provocador e insultante porque Javier Duarte hace
tiempo que dejó de inspirar respeto.
Obvio, lo calla la
prensa vendida, la prensa duartista, la que antes hizo mofa de la caída de
Patricio Chirinos Calero, siendo gobernador, en 1999, al final de su gobierno.
Un resbalón lo puso en boca de todos, en las páginas de los medios
antichirinistas, en la televisión.
Decían que
Chirinos se hallaba tomado, que así amanecía y así se acostaba, que era su
estado natural. Hoy guardan silencio ante la caída del gobernador actual.
Es insoslayable la
analogía política. Veracruz también está por los suelos. Resume el episodio del
gimnasio de la Secundaria General número 1, lo que es el Veracruz de Javier
Duarte. Anda por los suelos, lo atropellan, lo tiran y lo sacuden, y termina de
rodillas.
Veracruz está de
rodillas ante el crimen organizado, postrado y sin una estrategia para acabar
con la pesadilla de la violencia.
Rueda Veracruz sin
recursos y los que tenía se los robó la pandilla duartista, acusados los
pupilos del gobernador Javier Duarte de desviar el dinero federal, aplicarlo
mal, no aplicarlo, según el análisis de la cuenta pública 2013 por parte de la
Auditoría Superior de la Federación, que resultó el retrato de la
irresponsabilidad, la corrupción y el cinismo de quienes disfrutan de la
“plenitud del pinche poder”.
Saqueó a Veracruz
el gang del duartismo. Acabó con lo que se tenía, sin importar llegar al
estancamiento, a cancelar las expectativas de gobierno, a incrementar la
desigualdad, a desatender las demandas sociales.
No se distingue
Veracruz por ser un estado con el nivel educativo que antes le dio prestigio.
Hoy se habla de una nómina inflada, de “aviadores” en la Secretaría de
Educación de Veracruz, del desvío de por lo menos 2 mil millones de pesos que
debieron servir para impulsar los programas educativos. Ahí anduvo Edgar
Spinoso, Gabriel Deantes, acusado ese episodio por el presidente de Mexicanos
Primero, Claudio X. González.
En el Veracruz del
encubrimiento, Javier Duarte echó a sus amigos, los denostó, filtró a la prensa
que habían faltado a la lealtad, que lo había traicionado y que los pescaron
con las manos en la masa.
¿Y luego qué?
Regresaron por la puerta grande: uno a la Secretaría del Trabajo y el otro
contenderá por su plaza de diputado federal en la elección del 7 de junio.
¿Pues con qué tienen agarrado al gobernador?
Rueda Javier
Duarte y rueda Veracruz. Cae el gobernador y quiebran las finanzas de Veracruz.
Se desmorona la estructura de gobierno, la obra pública no sirve, a los
veracruzanos se le cancela el futuro.
Mal reflejo. El
episodio del gimnasio Javier Duarte Franco, deja maltrecho al gobernador. Lo
expone al escarnio popular. Evidencia que intentando quedar bien, mezclarse con
el pueblo, tiene que ser rescatado cuando la avalancha humana lo dejó a ras de
piso, comiendo hormigas y en algunas escenas fotográficas, de rodillas.
Karma puro. La
inquina hacia los demás se ha vuelto hacia él.
Archivo muerto
Mal y de malas, la
diputada federal Patricia Peña Recio. Presentan queja contra ella 31
organizaciones no gubernamentales de derechos humanos por sus declaraciones en
que alude a los migrantes que ingresan irregularmente a México, como
asaltantes, matones y prostitutas. La queja fue interpuesta el miércoles 25,
ante el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González
Pérez. Le recuerdan que la diputada por Coatzacoalcos viola varios artículos de
la Constitución Mexicana y señala que también “acometió contra los centros de
ayuda humanitaria, de los cuales forman parte las casas del migrante y los albergues
existentes a lo largo de todo el territorio nacional, aludiendo sobre ‘el
cierre de una casa en donde se brindaba atención humanitaria a hombres y
mujeres procedentes de Centroamérica porque estos sitios se convierte un foco
de asaltos, prostitución y se mataban ahí’. La declaración de la diputada Peña
Recio es una clara muestra de una actitud xenófoba y discriminatoria en contra
de la personas migrantes, además de criminalizar y desdeñar el trabajo que
realizan las y los defensores en los albergues y las casas del migrante. Estas
afirmaciones violentan la Constitución Mexicana, la Ley de Migración y los
Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos”. Menudo lío en que se
metió Patricia Peña. Craso error el haber llevado al Congreso federal a quien
no tenía ni merecimientos ni capacidad para esa
responsabilidad... Marcelista amarillo, Rodolfo de la Guardia Cueto no
riñe en política, enfrenta y disputa, concilia y se arregla. Hoy contiende por
la diputación federal en el distrito de Coatzacoalcos bajo las siglas del
Partido de la Revolución Democrática. Presumiblemente independiente, en 2004
fue candidato a alcalde. Se enfrentó al priísta Iván Hillman Chapoy y en teoría
habría de ganar la elección. Pero no fue así. Una noche fue citado a la casa de
Marcelo Montiel Montiel, quien competía por ser diputado local, luego de
fracasar en su intento por imponer a Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu
puta madre”— como sucesor. Hablaron por horas, y allá cerca de la una de la
mañana salió de la oficina privada. Lo observaron decenas de operadores
priístas, el marcelismo en pleno, intrigados por saber qué acordaron, qué
negociaron. Rodolfo de la Guardia se justificaría con respuestas que no
tendrían justificación. Estaba en plena campaña y conferenciaba en privado con
el priísmo... Asedio, presiones, intimidación a ciudadanos que serán
funcionarios electorales en el distrito XI, con sede en Coatzacoalcos, son el
preludio de una elección al estilo de la dictadura perfecta. Lo denuncian
supervisores y capacitadores de la Junta Distrital del Instituto Nacional
Electoral, que advierten que hasta los domicilios llegan enviados “de todos los
partidos políticos” para coaccionar a los futuros responsables de las mesas de
casilla con la intención de que renuncien y se complique la elección por falta
de personal. Durante el curso que impartió la Fiscalía Especializada para la
Atención de Delitos Electorales (FEPADE), advirtieron que una institución
educativa —presumiblemente el ITESCO— otorga calificaciones a cambio de que
asistan a mítines de “un partido”. Así lo viene haciendo el PRI en complicidad
con esa institución educativa, como han denunciado alumnos y docentes. Y a todo
esto, ¿qué hace la oposición? Como siempre, nada, para luego gritar que son
víctimas de fraude... Habrase visto: roban por segunda ocasión en la casa de
gestión de la diputada Mónica Robles de Hillman y lo único que se le ocurre a
la legisladora es responsabilizar al Mando Único Policial. Si fuera una
ciudadana común, válido. Pero Mónica Robles se cuece aparte. Intragable,
intratable, doña Soberbia no tuvo el tino de contratar vigilancia privada para
salvaguardar sus recursos, unos mil 800 pesos, los paquetes de útiles escolares
y los cobertores que se llevaron los amigos de lo ajeno. Con un elemento del
IPAX, apostado por la noche, se habría ahorrado el bochorno de verse timada por
la delincuencia. Ah, pero eso cuesta y la diputada por Coatzacoalcos lo quiere
todo gratis o con cargo al erario. Mónica se va volviendo cliente frecuente de
la delincuencia. El 13 de junio de 2014 fue objeto del primer robo en su
oficina de gestoría. Y por lo que se ve, no aprendió la lección... ¿Quién es
esa priísta, ex funcionaria del ayuntamiento de Coatzacoalcos —ojo, ex
directora de área—, de quien sus secretarias, ayudantes y empleadas municipales
guardan un amargo y repulsivo recuerdo, pues las hacía objeto de acoso laboral
y en algunos casos sexual? Una pista: hoy es famosísima pues aparece en
portales de internet, radio, tv y medios impresos...
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@mussiocardenas