* ¿Violó la secrecía el gobernador? * Tronco
sólo calentó a los allendenses * Buganza no se fue * Adriana Sarur
y el esposo “incómodo” * Pepe Yunes en el autobalconeo * Esquilman
a ambulantes * Moreno, Rodríguez y Bustamante por diputación local
y alcaldía * Chagra, Lu-pilla y Mónica, las otras caras.
Mussio Cárdenas Arellano | 26 junio de 2015
Tribuna Libre.- Dueño del
micrófono, de las líneas que se escriben, de las imágenes televisivas, de las
voces en la radio, Javier Duarte exorcizó su gobierno. Lo exculpó. Dijo que sus
finanzas son sanas, que no extravió 5 mil millones, que no robó, que no hay
corrupción. Lo dijo él, pero no lo secundó la PGR.
Van cuatro días.
Javier Duarte sacudió a la opinión pública, el lunes 22, y en una suerte de
mago, se autoexoneró de las imputaciones que le hizo la Auditoría Superior de
la Federación por el desvío de recursos de origen federal, la aplicación
indebida, las trampas usadas en el proceso de reintegración de dinero a la
Federación y en su retención.
Ese día,
categórico, señaló que “por las evidencias obtenidas, y derivado de la
información que se ha puesto al alcance de la Fiscalía General, el titular de
este Órgano Autónomo del Estado hizo de mi conocimiento que las denuncias de
hechos han quedado sin materia, al comprobarse la correcta aplicación de los
fondos federales citados”.
También rechazó
que derivado de las denuncias de hechos presentadas por la Auditoría Superior
de la Federación (ASF) ante la PGR, se hubiera tipificado como “supuesto
peculado, impunidad, desvío y sustracción indebida de recursos públicos
federales para financiar campañas políticas”.
Dijo el gobernador
de Veracruz que al haber solventado las inconsistencias, la PGR quedó sin
materia para actuar en contra de funcionario alguno.
Festinaba el
gobernador en un acto de autoexoneración, pues en semanas y meses fue blanco de
señalamientos y acusaciones por el desaseo financiero y las imputaciones de
corrupción que atraparon a la pandilla duartista y a tres de los candidatos a
diputados federales: Adolfo Mota Hernández, Tarek Abdalá y Edgar Spinoso
Carrera.
Implicaban al
mismo Javier Duarte y casi 40 funcionarios del área educativa, de salud,
financiera y de contraloría, unos por el manejo directo de los recursos, otros
por el desvío de los mismos y unos más por no vigilar el cumplimiento de las
normas internas.
Ese lunes 22, sin
embargo, Javier Duarte era otro. Citaba cifras, conceptos, partidas, origen y
destino, en su inútil tarea de convencer a los veracruzanos de que su gobierno
se conduce con honestidad.
Disipaba, según
él, la sospecha de que los recursos enviados por la Federación se hubieran
usado para campañas políticas o que personajes de su gobierno hayan actuado con
dolo y ventaja.
Desmentía, según
él, las voces que acusaron que el desvío de recursos tenía intenciones
electorales o fines partidistas.
Dijo Javier Duarte
que la ASF actuó de acuerdo a sus atribuciones, la evidencia en la mano, sin
que le hubieran sustentado las inconsistencias halladas en la aplicación de los
recursos de origen federal enviados a Veracruz.
Fue, dijo el
gobernador de Veracruz, omisión por parte de funcionarios de su gobierno.
“Derivado —señaló—
de la falta de atención, de omisiones, negligencia e irresponsabilidad en que
pudieron incurrir servidores públicos, la imagen del Gobierno del Estado se ha
visto lesionada ante las instancias fiscalizadoras federales y la opinión
pública”.
Ofreció y aplicó
de inmediato sanciones contra 14 funcionarios que no integraron los expedientes
de respuesta al pliego de inconsistencias emitido por la ASF y que propiciaron
que el caso fuera materia de orden penal, consignado el expediente a la
Procuraduría General de la República, donde, según el gordobés, hubo
oportunidad de acreditar lo que no se pudo hacer ante la Auditoría Superior de
la Federación.
Suena magistral.
Javier Duarte habló con aplomo. Liberó a su gobierno de los demonios que lo
ataban y le dio cariz de gesta de honestidad.
Cuatro días
después persisten las dudas. La PGR no ha confirmado ni desmentido la versión
del gobernador de Veracruz, su pieza autoexculpatoria y el argumento de que
todo fue solventado, no ante la ASF por negligencia de los funcionarios que
debieron hacerlo, sino ante la PGR.
¿Era atribución
suya revelar estado de la investigación que realiza la PGR?
Javier Duarte lo
puso en el ambiente. La información proviene del fiscal general de Veracruz,
Luis Ángel Bravo Contreras.
Lo dice en una
parte de su exposición:
“Por las
evidencias obtenidas, y derivado de la información que se ha puesto al alcance
de la Fiscalía General, el titular de este Órgano Autónomo del Estado hizo de
mi conocimiento que las denuncias de hechos han quedado sin materia, al
comprobarse la correcta aplicación de los fondos federales citados”.
Queda la duda:
¿debió hacerlo público Javier Duarte o debió revelarlo la PGR, siendo su
materia, siendo el caso que investiga o investigaba la fiscalía federal a
partir de las denuncias que interpuso la ASF?
Tiene el caso que
ver con la figura jurídica denominada secrecía, que obliga a cualquiera a
guardar silencio y no divulgar aquello que corresponde a una investigación
ministerial.
¿Violó Javier
Duarte la secrecía? ¿Atropelló los derechos de la PGR, lo que implicaría ser
imputado, sancionado o llevado a juicio por tratarse de un asunto de orden
federal?
El mismo diputado
federal por Xalapa, Uriel Flores Aguayo, expresó sus dudas en torno al anunció
autoexculpatorio de Javier Duarte.
“No puede hablar
en nombre de la Procuraduría General de la República (PGR) y decir que las
denuncias contra el Estado fueron desechadas”, refirió en información difundida
por el portal e-consulta.
“En su habitual
rueda de prensa —reseñó el portal— indicó que hay que esperar la resolución no
tan solo de la PGR sino de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que
consideró será la encargada de determinar el cauce legal de este tema.
“ ‘Si el Gobierno
del estado ya solventó, la PGR ya no tendrá materia, habrá que ver. Han dicho
muchas cosas feas del gobierno, él mismo lo reconoce, lo dijo hace un mes el
senador (José) Yunes que cada mes les faltan 800 millones de pesos y no lo han
aclarado. El gobernador tiene que defender su administración’.
“El diputado
federal agregó que la Auditoría Superior de la Federación deberá decidir si se
dice satisfecha del presunto desechamiento de las denuncias en contra el
gobierno de Duarte de Ochoa, pues ‘el gobernador no puede hablar por la PGR.
Una vez que determine la PGR habrá que ver lo que hace la ASF’ ”.
Miguel Ángel Yunes
Linares, diputado federal electo del Partido Acción Nacional, también rechazó
el anuncio de Javier Duarte. Asegura que las denuncias aún se encuentran en la
PGR y que se les dará cauce penal.
“Javier Duarte
vuelve a mentir a los veracruzanos al señalar que han quedado solventadas las
observaciones de la Auditoría Superior de la Federación por la desviación de
recursos durante su gobierno y el de Fidel Herrera, en el cual él fungió como
secretario de Finanzas y Planeación. Tan no es así que la propia Auditoría
Superior ha presentado ya seis denuncias penales ante la Procuraduría General
de la República desde el pasado mes de noviembre contra un número importante de
funcionarios de ésta y de la anterior administración, culpables de desviar
—según se ha comprobado hasta hoy— más de 5 mil millones de pesos”, declaró
Yunes Linares.
“Duarte pretende
encubrirlos porque sabe que las sanciones en algún momento lo alcanzarán, ya
sea en la vía penal o en la de juicio político, como lo establece la
Constitución de la República”, precisó.
Uno de los
aspectos torales de la denuncia de la ASF tiene que ver con la reintegración de
fondos federales por no haber sido aplicados correctamente o por su desvío.
Según la ASF el gobierno duartista incurría en una simulación. Depositaba el
dinero y lo volvía a tomar. De eso no habla el gobernador de Veracruz.
“Simulaban
regresar el recurso para obtener los documentos comprobatorios de la ASF de que
resarcieron el daño y solventaron la irregularidad determinada; posteriormente
volvían a retirar el dinero en dos transferencias”, dice la denuncia de la ASF.
Javier Duarte
festina. Sanciona funcionarios de gobierno por haber incurrido en omisión. Los
exhibe y los sacrifica. Dice que “han dañado a Veracruz” Supone que pudo así
cerrar un capítulo de corrupción.
Le queda pendiente
explicar la violación de la secrecía y que la PGR le avale el show.
Archivo muerto
Renato Tronco no
llegó. Calentó el ambiente, sacudió a los allendenses, habría de encabezar el
reclamo por la pésima calidad del agua que se suministra a los habitantes de
Villa Allende, municipio de Coatzacoalcos, y no acudió. Justa la protesta
porque la calidad del agua es deplorable. Causa real, inobjetable, porque el
agua presenta un aspecto que invita a no consumirla, mucho menos a pagar el
recibo mensual. Parece té negro. Renato Tronco Gómez no acudió. Convocaba en
las redes sociales, se sumaba al reclamo ciudadano, pero en su agenda había
otra prioridad: una cabalgata en Chinameca. A los allendenses se les concedió
no pagar el recibo de agua sino hasta agosto y continuarán las obras de la
Comisión Municipal de Agua y Saneamiento para mejorar la calidad del
servicio. A Renato Tronco no le inquiera si el agua es de buena o mala
calidad. Le sirve el conflicto para posicionarse políticamente. Nada más...
Pues no. Renunciado por muchos, acribillado por otros, Gerardo Buganza Salmerón
reasumió funciones en la Secretaría de Gobierno de Veracruz. Al panista lo
aqueja un cáncer de piel. Lo combate con determinación. Su ausencia, sea por
esa razón o por otra, dio pauta a suponer que se retiraría del gobierno
duartista. No es así. Volvió a sus tareas habituales esta semana. Hubo voces
que decían que renunciaría para buscar ser candidato independiente al gobierno
de Veracruz, algo aventurado, fuera de toda proporción pues no es lo mismo
trabajar con la maquinaria panista que pedir posada al priísmo y que estos no
se la quieran dar. Ser candidato independiente es una apuesta al fracaso y
asegurar una derrota humillante... Adriana Sarur regresa al Congreso. Será
diputada federal plurinominal del Partido Verde por segunda ocasión.
Representante del gobierno veracruzano en el DF, ignorada por muchos, sin peso
político en la política jarocha, Adriana Sarur es la misma cuyo esposo, Alfredo
Moreno Quijano, accionista principal de Exciting Games, estuvo involucrado en
el escándalo con la asignación de concesiones de casinos al final del gobierno
panista. Fue aprehendido el 4 de marzo de 2013, acusado de fraude genérico. De
lujo la representa del gobierno de Javier Duarte en el Distrito Federal.
Regresa ahora Adriana Sarur a la telebancada, por sus nexos con TV Azteca,
según la describió la revista Proceso... Pepe Yunes vuelve al sur. Estará hoy
en Oluta y Acayucan. No deja de balconearse el senador veracruzano, en sus
afanes de ser gobernador de Veracruz. Será el invitado de honor en la Feria de
San Juan Bautista, en Villa Oluta. Luego dará una conferencia de prensa en
Acayucan. Ahí hablará José Francisco Yunes Zorrilla de la inversión federal en
los municipios, de lo que halló la Auditoría Superior de la Federación en
Veracruz, de la supuesta solventación de las inversiones por parte del gobierno
duartista, del festín mediático que hace el desgober Javier Duarte sin que
hasta la fecha la PGR le dé la razón o lo desmienta, y de su aspiración a
gobernador Veracruz, sea como candidato del PRI, independiente o apoyando “al
candidato de otro partido”, como publicó La Jornada Veracruz... Se nota el
cambio. Llega Fernando Vidal Segovia a la Dirección de Comercio del
ayuntamiento de Coatzacoalcos y se cimbra el ambulantaje. Les dicen en corto
que si quieren evitar “ser molestados”, deberán pagar 350 pesos al mes.
Contarán con un gafete que deberán exhibir a los inspectores de comercio. Las
protestas comienzan. Hay coyotes —y secretarias coyotas— que ofrecen que el
permiso baje a 300 pesos, sin recibo, pero con el gafete de identificación. Se
suponía que el cambio de director de Comercio sería para regular el
ambulantaje, no para esquilmarlo. También ahí se incuba una protesta... Se
reagrupa el marcelismo. Fracturado, diezmado, unos convertidos al joaquinismo,
otros chuchistas, algunos más victorinos, terminaron con una derrota en la
elección federal en el distrito de Coatzacoalcos, incapaces unos de levantar la
imagen del candidato del PRI, Rafael García Bringas, y metiendo votos en contra
otros. Fue la venganza de Marcelo Montiel contra Javier Duarte por haberle
vetado a su prospecto, Víctor Rodríguez Gallegos. Lo que viene los obliga a
reagruparse. Jesús Moreno Delgado, Víctor Rodríguez Gallegos y Alfonso Morales
Bustamante, con más defectos que virtudes, son las caras que se verán en la
contienda interna por la diputación local y por la próxima presidencia
municipal. Beto Chagra, a quien le vale su reciente derrota como candidato a
diputado federal suplente del PRI, estará en la contienda; Guadalupe Félix de
Theurel, alias Lu-pilla, igual; Mónica Robles de Hillman lo intentará por el
PRI, Partido Verde o Morena. Es el arte del reciclaje. Como si no hubiera
alguien más...
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