Héctor Yunes Landa | 27 julio de 2015
Tribuna Libre.- Durante mi recorrido a lo largo de
Veracruz, he visto la cara de la pobreza y la angustia de miles de veracruzanos
que viven al día y sufren carencias importantes.
En México se vive una situación difícil
ante la crisis económica mundial, el descenso en los precios del petróleo y la
depreciación del peso frente al dólar.
Recientemente, la CONEVAL publicó su
evaluación en la cual se advierte que entre 2012 y 2014 la pobreza aumentó un
3.7 por ciento, ubicándose el estado de Veracruz en el segundo lugar nacional
con un incremento de 492 mil 480 en el número de pobres.
Los datos son irrefutables, sin embargo,
debemos considerar que el panorama no es tan desolador como parece, pues los
efectos de las reformas estructurales se empiezan a hacer presente en la
economía familiar con la reducción en las tarifas de la energía eléctrica,
teléfono e internet.
Asimismo, aún no se ha considerado en dicha
evaluación el rediseño que se aplicó al programa Oportunidades para convertirlo
en Prospera con cambios significativos como: inclusión productiva; inclusión
financiera, inclusión laboral, educación, alimentación y salud, ejes
fundamentales para superar la pobreza y la pobreza extrema.
Estoy convencido que las reformas
estructurales seguirán dando buenos resultados, principalmente a Veracruz, pero
desde el gobierno estatal y municipal deben generarse transformaciones
importantes que aumenten la productividad y disminuyan la pobreza de forma
radical.
Durante mis intervenciones en el Senado de
la República y siempre que se me ha cuestionado sobre las necesidades de
Veracruz, he sido muy claro en que debemos priorizar la producción en el campo,
mediante la innovación y tecnificación, así como encauzar la producción de
acuerdo a la vocación productiva de las zonas. La gente no quiere dádivas,
exige mayores oportunidades.
No tengo todas las respuestas, nadie las
tiene: quien diga lo contrario pretende engañarnos. En lo personal me he
caracterizado por mi disposición y convicción de trabajar cercano a los
ciudadanos y a los diversos sectores, para dar soluciones puntuales basada en
información aplicada de forma estratégica, generando resultados y que conlleven
a mejorar la economía familiar.
Mi mayor deseo y compromiso es generar las
inercias para que Veracruz logre su transformación en un estado de primer
nivel, que pueda competir a nivel internacional, pero sobre todo, que los
ciudadanos vivan seguros y con sus necesidades cubiertas para acceder a una
vida digna y de calidad.
Mi política es hacer realidad lo que parece
imposible y dar resultados para el bienestar de los veracruzanos.