*Duarte: el peor gobernador de todos los tiempos
*Miseria que genera la deuda de Duarte
*Cleptomanía pública que no se cura
Marco Antonio Aguirre
Rodríguez | 28
julio de 2015
Tribuna
Libre.- Javier Duarte de Ochoa debe tener la seguridad de
que no será olvidado cuando deje el estado de Veracruz.
No necesitará
construir monumentos para que se le recuerde, porque en cada uno de los casi 5
millones de pobres que tiene Veracruz habrá un rostro que mantendrá viva su
imagen y recordará la terrible ineficacia de su gobierno.
Cada vez que haya
un problema financiero porque se tienen que pagar los casi 45 mil millones de
pesos de deuda bancaria documentada que tiene el estado de Veracruz al segundo
semestre del año, su nombre aparecerá con la sonoridad propia de quienes sufren
el momento (Místicos y Terrenales: La mayor deuda de la historia de Veracruz http://misticosyterrenales.blogspot.mx/2015/07/misticos-y-terrenales-la-mayor-deuda-de.html
).
Casi 45 mil
millones de pesos de deuda del estado, ¿eso podrá explicar porque el fuerte
incremento de la pobreza en Veracruz?.
Y las cifras de su
fracaso estruendoso no las da ningún malqueriente de su gobierno, sino que
provienen de mediciones oficiales hechas con el mismo rasero para todos los
estados del país.
Así el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), es el que
afirma que hoy Veracruz tiene 4 millones 634 mil 852 pobres.
Hoy el 58% de los
habitantes de Veracruz vive en pobreza, lo cual significa, de acuerdo con los
parámetros del Coneval que tiene un salario menor a 2,542.13 pesos mensuales,
en localidades urbanas o por debajo de 1,614.65 en rurales.
Esto lleva a que
la explotación de la mano de obra infantil sea intensiva.
Pepe Yunes, uno de
los más fuertes aspirantes al próximo gobierno del estado de Veracruz tiene
razón cuando dice que “el enemigo a vencer es la pobreza”, porque es uno de los
grandes males que permanecerá después de que Javier Duarte deje el gobierno del
estado.
Y José Yunes lo
dice apuntando que Veracruz es hoy el estado con el quinto mayor rango de
pobreza en el país.
Para acabar con la
pobreza, apuntó, hay que acabar con el desorden administrativo.
Como al grupo en
el poder no le gustó el señalamiento, mandaron a Fernando Charleston a decir
que no hay desorden administrativo, pero sin embargo él mismo -quien dejo la
Secretaría de Finanzas alegando estar enfermo y que se alivió una vez fuera de
la dependencia y volvió a ser diputado federal- reconoció que cuando fue
titular de la dependencia encontró gastos excesivos en muchas secretarías y
aplicó medidas de austeridad que provocaron que “muchos secretarios de
despacho” pidieran su renuncia.
Charleston también
aseguró que la deuda es manejable, y que sus intereses se pagan de forma
puntual. Sin embargo, las mismas cuentas de la Secretaría de Hacienda muestran
como hay préstamos que en lugar de disminuir crecen o que no se reducen, que
simplemente permanecen iguales.
Su búsqueda de
encubrir el desastre financiero llego a tal grado que incluso aseguró que
"este gobierno no ha pedido ni un solo peso de deuda (pública)”; los
préstamos al gobierno de Javier Duarte, aunque han llegado de instituciones
privadas y de Banobras, al ser deuda del gobierno del estado, se convierten en
deuda pública.
Fernando
Charleston buscaba cubrir algo en lo que también tiene culpa.
Héctor Yunes,
quien igualmente tiene grandes posibilidades de llegar al gobierno del estado
el próximo año, declara no ser partidario de más deuda: “Veracruz tiene un
terrible problema financiero. Mi posición al respecto no es nueva. Cuando era
diputado local y se propuso la bursatilización, decían que no era deuda, y yo
decía que es algo que te dan que tienes que devolver. No estuve a favor. Mi
posición es permanente, es histórica: no estoy de acuerdo con el
endeudamiento”, remarcó.
Ese desorden
financiero es lo que llevó a que el sábado 25 de julio deportistas veracruzanos
reclamaran la falta de pago de becas y salarios por 18 millones de pesos, a lo
cual el titular del Instituto Veracruzano del Deporte sólo dijo que la
Secretaría de Finanzas no había depositado los recursos.
La misma Sefiplan
hasta el viernes 24 de julio mantenía retenidas las participaciones de los
municipios de Veracruz.
Esa dependencia
también tiene pendiente el juicio que presentó la poderosa empresa ADO
requiriendo el pago de 21.4 millones de pesos por el servicio de transporte
prestado durante los Juegos Centroamericanos efectuados en el estado en 2014.
El hartazgo o la
necesidad es lo que hizo igualmente que Víctor Manuel Arcos Suárez, quien busca
ser alcalde de Emiliano Zapata, haya demandado al gobierno de Javier Duarte por
la falta de pago de casi 4 millones de pesos, un recurso que la administración
estatal ya reportó como pagado.
Este desastre
administrativo, esta generación de pobreza, también se finca en la fuerte ola
de corrupción que priva en las estructuras del gobierno del estado.
Y en ese sentido
Héctor Yunes durante su último Informe dijo que los ciudadanos “estamos hartos”
y habló de la “cleptomanía pública”, de esa que no se cura y por lo cual
propuso que a los servidores públicos ladrones se les inhabilite de por vida,
se les meta a la cárcel y que se les quite lo mal habido.
Y por esa
cleptomanía pública es que están las 21 demandas que la Auditoría Superior de
la Federación tiene contra el gobierno del estado de Veracruz, las cuales están
vigentes, porque por un lado simularon reintegrar a la federación el dinero que
no comprobaron como ejercido en gasto publico y por otro lo volvieron a sacar.
Pepe Yunes, sobre
este particular dijo una frase que resume muy bien como está la administración
de Javier Duarte “los acusados no pueden exonerarse solos”, cuando el
gobernador dijo que ya no había ese problema.
Javier Duarte, ni
por asomo, es el gran místico que dijo que podía ser para el gobierno de
Veracruz.
Pero ya se ganó un
lugar en la historia de Veracruz: El peor gobernador de todos los tiempos
RODRIGO MONTOYA,
VISION REVOLUCIONARIA. Rodrigo Montoya, político joven, cercano al presidente
municipal de Xalapa, Américo Zúñiga, pronunció un discurso la semana pasada
ante el Consejo Juvenil de Xalapa el cual comenzó retomando las palabras de
Salvador Allende: Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta
biológica.
En ese discurso
cuenta una historia interesante, que lo pinta, y que muestra al actual alcalde.
“Tengo que decir
que fui afortunado. Un día escuché de un político que quería ser alcalde de
Xalapa y le pedí una oportunidad laboral. Me dijo que de que quería trabajar,
le contesté de lo que sea. Me respondió de eso no tengo. Le platiqué que a mí
me gustaba la oratoria y si me daba la oportunidad de participar en su
precampaña y campaña no le iba a fallar. El que ese político me haya abierto la
puerta me comprometió, caminábamos la ciudad desde temprano hasta altas horas
de la noche”.
Eso fue en 2013,
cuando la candidatura se la dieron a Elizabeth Morales y Américo fue postulado
como candidato a diputado local: “El cambiar la dirección de la campaña no hizo
que decayera el ánimo, se trabajó con ahínco y sacrificio se llegó a la
elección y ese político fue electo Diputado con el segundo distrito mayormente
votado en el estado de Veracruz. Mientras el joven diputado legislaba y gestionaba
en favor de los xalapeños, un servidor fue distinguido con nuevas
responsabilidades en las bases juveniles de mi instituto político. Había voces
que decían:
Cambia de barco,
ahí no habrá oportunidad. Pero nunca las escuchamos. Otros comentaban, tu amigo
-el diputado de Xalapa Urbano- no será candidato a la alcaldía.
Hoy puedo decirles
que esas voces se equivocaron hoy puedo decirles que mi amigo, el amigo de
todos ustedes, los jóvenes de Xalapa, es el alcalde más joven que ha tenido
nuestra capital”.
Rodrigo tiene el
capital de su juventud y el apoyo de Américo. En sus manos está el camino que
construya para sí.