Héctor Yunes Landa | 24
agosto de 2015
Tribuna Libre.- Las políticas y comentarios racistas del
precandidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos de
Norteamérica, Donald Trump, representan una amenaza para nuestros paisanos
migrantes y para el propio país vecino, que en gran medida depende y se
beneficia de la mano de obra y derrama económica generada por nuestros
connacionales y de otros países.
Contrario a lo que algunos consideran, creo
firmemente que no es tiempo de ser temerosos, es momento de defender a nuestros
hermanos inmigrantes ante los ataques y amenazas de un hombre que pretende
fundar su plataforma política a través de un nacionalismo dañino y emprender
acciones en contra de los derecho humanos, como: requisarles los salarios a los
inmigrantes, revocar la 14 enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de
Norteamérica. Este precandidato pretende involucionar su sociedad a los tiempos
de Hitler.
Al precandidato republicano se le olvida
que ese país se ha caracterizado por su configuración multinacional, que no
existen nativos americanos desde hace mucho tiempo. El propio Trump es hijo de
Mary Anne Macleod, una inmigrante nacida en la isla Lewis en Escocia, y sus
abuelos paternos fueron inmigrantes nacidos en Kallstadf, Pfalz, Alemania. Que
contradicción.
La comunidad hispana representa el 17 por
ciento de la población total de ese país, superando los 50 millones de
habitantes, de los cuales más de 30 millones son mexicanos. Los lazos
familiares y comerciales entre los habitantes de ambos países, así como los
proyectos de infraestructura y cooperación entre los gobiernos fronterizos
hacen inviable el muro anti-migrantes propuesto por Donald Trump.
Los migrantes mexicanos en Estados Unidos
de Norteamérica, requieren el apoyo total de los representantes y autoridades
de México, porque ayudarlos es velar por los intereses de sus familias que se
encuentran en nuestro país. En ese contexto, visité el Estado de California,
E.U., por invitación de la Federación Veracruzana USA, lo que generó acuerdos
de colaboración y beneficios, como el hecho de que la Universidad Conde
otorgará 100 mil dólares en becas a estudiantes veracruzanos.
La comunidad mexicana radicada en el país
vecino considera necesario un pronunciamiento y una postura clara de los
gobernadores mexicanos de los estados fronterizos, como Tamaulipas, Chihuahua,
Coahuila, Sonora y Baja California. Aunque mi voz parezca solitaria, estoy
seguro que muchos coinciden en que es necesario unir fuerzas por el bienestar y
protección de nuestros hermanos migrantes.
Desde mi trinchera defenderé siempre a los
veracruzanos y mexicanos, incluso fuera de México, tengo la convicción y el
deseo para apoyar y gestionar un frente común en contra de ideas irracionales
como las de Donald Trump, que solo pueden traer retroceso a sociedades
avanzadas.