José Miguel Cobián | 04
agosto de 2015
Tribuna Libre.- Dentro de un año los veracruzanos ya sabremos
quién nos va a gobernar durante la minigubernatura de dos años, similar a la de
Puebla, también de dos años. Pero el
panorama está terriblemente confuso, en todos los partidos políticos e incluso
para los ciudadanos.
Si comenzamos con el partido en el
poder. Se escucha a muchos priístas
descontentos hablar de que la gubernatura se pierde, y las quejas van por el
mismo tono de las de los partidos de oposición.
Esto implica que dentro del PRI la famosa unidad que los ha
caracterizado, parece que está fracturada y sin visos de que mejore, pues quien
llegará a la dirigencia estatal es persona de confianza del gobernador, pero no
es un político en quien confíen todas las tendencias rojas en el estado.
Pepe Yunes se vislumbra como una posible
opción ante la falta de amarres y tacto político que comienza a sufrir el hasta
hoy destapado precandidato Héctor. Entre
los círculos priístas se escucha que sería una mejor opción, sin embargo, todo
parece indicar que Pepe ya se dio por perdido, aún antes de competir, pues no
se observa ni movimiento, ni actividad política, ni búsqueda de la mini
candidatura, y en estos tiempos la apatía o el exceso de disciplina se perciben
como madera de perdedor en lugar de considerarse cualidades. Mientras tanto hay otros tiradores, como
Erick Lagos que tuvo al mejor maestro y espera agazapado a que se presente la
oportunidad, e incluso como Flavino, quien en estos días tendrá una comida de
esas que sirven para decir ¨Aquí estoy yo¨.
Y de allí se desgrana una gran cantidad de posibilidades (según ellos),
comenzando por el propio cisne, quien considera que su amistad es el mérito que
lo puede llevar a la candidatura, y muchos otros que no vale la pena mencionar,
salvo a Tomás Ruiz que calladito está resolviendo los entuertos en que se haya
metido el gobierno del estado por las promesas incumplidas de los que antes que
él ocuparon la silla de la SIOP, y por
último Alejandro Montano, quien teje más en el altiplano que en la costa, la
posibilidad de ser el sucesor de Duarte.
En el azul, todo pinta para que sea Miguel
Ángel el candidato, o quizá por estrategia uno de sus hijos, aunque la imagen
más fuerte es la del papá, por encima de la de sus hijos. También está Juan Bueno cazando la posibilidad
y trabajando con mucha paciencia, tejiendo alianzas. Además de ellos dos, cualquier otro
candidato azul sería un candidato del PAN-Rojo, lo cual no les garantiza más
allá de ser una competencia digna. Sin
embargo la debilidad territorial azul que queda demostrada con los resultados
de la elección para diputados federales, dónde por razones misteriosas
perdieron distritos que tenían ganados, deja muchas dudas en el electorado.
El PRD nacional ya decidió hacer alianzas,
incluso con el diablo, si es necesario, para conservar posiciones. Pero todavía
tienen muchas asperezas con Morena, así que esa posibilidad tiene que
trabajarse, mientras tanto están dispuestos a ir con el PAN o con el PRI, según
convenga.
Movimiento Ciudadano tiene en la figura de
Dante a su mejor opción, quien podría abanderar también a Morena, siempre y
cuando limen asperezas Dante y AMLO.
Sobre todo porque Morena no tiene un candidato de la talla de Dante para
entrar a la competencia en el estado.
El verde irá con el PRI y Nueva Alianza
también, al igual que AVE. Y si Miguel Ángel se pone vivo y se une al resto de
los partidos de oposición podríamos ver una elección muy reñida, pues el PAN
iría con Morena, y quizá movimiento ciudadano y PRD. Con uno o varios candidatos independientes.
Buganza será candidato independiente cuando
reúna los requisitos y se dice independiente porque así lo define la ley, sin
considerar sus filias y fobias, tan solo por no ir abanderado por un partido
político. Pero también le pueden poner
uno o varios más, para contrarrestar su efecto.
De entrada Renato Tronco ha insistido en que le gustaría irse por la
libra para buscar la minigubernatura.
Así, aunque de entrada Buganza pudiera ser el plan ¨B¨ del gobernador,
la oposición también tendría armas para reducir su efecto. El problema es que no puede haber muchos
candidatos independientes pues reunir los requisitos es trabajo de titantes,
así que el pronóstico es que habrá dos o cuando mucho tres candidatos
independientes registrados. Buganza también le apuesta a que al haber comenzado
antes, pueda llevar cierta preferencia que se atractiva para algún partido
político y unan fuerzas generando bienestar, su agrupación política estatal y
el partido interesado en sumarse a su proyecto.
Curioso que los que pueden alcanzarla como
Pepe Yunes no se mueven mucho (o nada) , y los que aspiran y no tienen
posibilidad de ganar ni la interna ni la externa, son los que más activos
andan. Mientras los ya supuestamente ungidos,
dejaron de aparecer ante la población, pues parece que sus destapes les
acarrearon más golpes que beneficios y me refiero al independiente y al
rojo. El azul, todo mundo sabe quién es,
pero va a esperar a saborear las mieles de la coordinación de los diputados
federales, el trato incluso con el presidente de la República para hacer una
última valoración sobre su destino en el corto plazo.
La
clase política está inquieta, ante la incertidumbre del futuro a corto
plazo. Mientras a los ciudadanos les
vale una pura y dos con sal, ante el hecho de que Veracruz sigue rezagado
respecto a los estados del norte del país.
La costumbre es que llegue quien llegue no hay mucha mejoría, así que se
le presta atención a cuestiones más importantes, como el próximo partido de fut
bol o el capítulo diario de la telenovela...
Increíble, pero eso despierta más pasión que el hecho de comentar el
futuro gobernante y con ello el futuro del Estado.