* Embolsados en Playa Vicente * Los datos
duros de Pepe Yunes * Veracruz, con el 8.03 por ciento de la deuda
nacional * Más broncas por la basura de Coatza * Maruchi y el papá
de Columba * “Culín” usa el conflicto para embestir a la bloguera *
Los perseguidos del fiscal * Adrián Ortega y Braulio López
Mussio Cárdenas Arellano | 01 agosto de 2015
Tribuna Libre.- A la deriva, Veracruz se proyecta en una espiral de violencia, los
muertos a diario, la tortura, las ejecuciones, los cuerpos desmembrados y los
que aparecen embolsados. Es el Veracruz de Javier Duarte, el del fracaso en
seguridad.
Cada día, teléfono
en mano, Javier Duarte escucha el mismo reporte. Le cuentan las cifras, los
números, a detalle la violencia, la ola roja, de rojo sangre, que avasalla su
gobierno, su estrategia de seguridad, el sueño de la Prosperidad.
Así oye el
gobernador, o lee el reporte fatal que describe la violencia en su mayor
expresión, que ya marcó para la posteridad a un sexenio brutal para los
veracruzanos, como nunca la criminalidad, perdido el control, rebasadas las
instituciones, las corporaciones policíacas, la imagen de aquel estado ideal
que un día fue Veracruz.
Javier Duarte sabe
que su desgracia se fincó en tres frentes: las finanzas, la corrupción y la
violencia. Son sus tres batallas, destrozado en todas, con saldos funestos, las
cifras en contra, las bajas en todo el territorio, pulverizado en imagen y
convertido en el peor gobernador de México.
Sucumbe ante la
oleada de sangre. Naufraga porque el poder del crimen organizado lo rebasó,
golpeando el discurso del optimismo, que cuando no corresponde a la realidad se
transforma en el discurso de la mentira.
Decía el
gobernador de Veracruz que se iban superando las expectativas, el proyecto de
seguridad, los operativos recuperando la tranquilidad del pueblo, volviendo
todo a la normalidad.
Veracruz, según el
evangelio de San Javier, pudo constituir el mejor cuerpo policíaco de apoyo, la
Fuerza Civil, equipada como un cuerpo de élite, los mejores ahí, los más
capaces, los mejor adiestrados, los más comprometidos.
Presumió Javier
Duarte de la capacitación para constituir la policía más acreditable de todas
las acreditables, con altos niveles de confianza, preparación, sentido común,
criterio para manejo de crisis, comprometida con la sociedad.
Fortaleció la
seguridad pública para hacer realidad la prevención, para desmantelar bandas
delincuenciales, células del crimen organizado, para abatir el delito y
disminuir sus niveles.
Equipo a todos. Le
dio a la Fiscalía General elementos para investigar. Depuró sus filas. Se
fueron los transas, los rebuscados, los holgazanes, los halcones, los espías.
Desapareció la Procuraduría y convirtió a Luis Ángel Bravo Contreras en el
fiscal transexenal, reservado para él nueve años, no para garantizar la justicia
sino para impedir que le apliquen la ley a la pandilla duartista.
Casi el paraíso,
Veracruz estaba en el umbral de la justicia divina, libre de delincuencia, de
crímenes y delitos, de corrupción y enjuagues, de torceduras y triquiñuelas.
Era el proyecto de Javier Duarte y sólo era cuestión de sentarse a esperar que
la realidad llegara.
Van cuatro años y
medio. No llegó la justicia. Permaneció el crimen organizado que ya existía,
que Fidel Herrera Beltrán dejó pasar, que se adueñó de todo, que hizo de
Veracruz su casa, su corredor, la vía expedita del sur al norte, pues ninguna
otra entidad lleva va de Centroamérica a Estados Unidos como lo hace Veracruz.
Javier Duarte
sigue punteando. Es el recordman de la violencia. Lo sigue la violencia, sin
control, él en la cresta de la ola roja, viendo hecho añicos su proyecto de
seguridad.
En 36 horas fueron
asesinadas 11 personas, apenas el fin de semana, en una jornada de sangre que
será difícil de olvidar. Los mataron en Veracruz, en Yanga, en los municipios
aledaños a Xalapa, todos bajo los signos del crimen organizados, la mano de los
sicarios, la brutalidad de la guerra entre las bandas.
Día y medio
terrible, golpeado el orgullo duartista porque volvió a la escena nacional para
ser vapuleado de nuevo. Luego se sabría que fueron 16 muertos en el fin de
semana
En dos días, sin
embargo, la cifra creció a 19 asesinados. En Playa Vicente, en el sur de
Veracruz, fueron hallados tres cuerpos embolsados.
Se trató de tres
varones. Quienes los ultimaron los envolvieron en bolsas negras, sujetas con
cinta canela.
A los 19 muertos
se agrega la muerte de un asaltante de bancos, que recibió a la policía a
balazos en Cosoleacaque, a unos kilómetros de Coatzacoalcos, abatido por el
embate de los uniformados.
De esto ya no se
repone Javier Duarte. Su gobierno ha sido así, incapaz de atender el tema de al
seguridad, rebasado en todos los órdenes, infiltrado por el crimen organizado y
corrupto hasta la médula su aparato judicial.
Lo marca la
violencia. De nada sirve el alarde, la expresión insultante, el “no pasa nada”,
el “caiga quien caiga”, el “se hará justicia hasta las últimas consecuencias”,
cuando la realidad es brutal.
Fallido, el
gobernador de Veracruz vuelve a asumir el ridículo institucional, viendo su
aparato de justicia desmoronarse ante la impunidad con que opera el crimen
organizado.
Acudió a la
milicia, a los navales, a la entrega de la estrategia policíaca, a la
militarización de las calles como fórmula para recuperar la tranquilidad.
Fracasó por falaz
y tacaño. No pagaba los salarios a los efectivos de las corporaciones
federales. Los tuvo viviendo en condiciones deplorables, infrahumanas,
hacinados, vulnerando su dignidad. Por eso ocurrió el éxodo.
Muchos regresaron
a sus cuarteles y olvidaron que tenían que recuperar Veracruz para el
duartismo, más que para los veracruzanos.
Su gobierno hoy
está peor. Fue una farsa la depuración policíaca. Pasan por la Academia El
Lencero, la mazmorra oficial, el castillo de la tortura, y no aprueban los
exámenes de confianza. Aún así, un ejército de policías sigue incrustado en las
nóminas estatales y municipales, fingiendo que cuidan al pueblo, que lo
preservan de la delincuencia, que están al servicio de la ley.
Dice Causa Común:
Veracruz tiene los agentes policíacos menos confiables, pues el 40 por ciento
reprobó los exámenes de confianza.
“Veracruz,
que es la entidad con más policías señalados como no aptos desde que se dieron
a conocer los resultados de las evaluaciones, también es la que menos policías
ha destituido. De acuerdo con Morera (María Elena Morera, presidenta de Causa
Común) el 41 por ciento de los reprobados sigue trabajando en dicha
corporación”, refiere el portal Animal Político.
Ahí la lleva
Javier Duarte. Su policía no sirve. A las fuerzas federales no les paga. Los
malosos hacen cuanto quieren. Y él, trepado en la ola, el oleaje rojo, el
oleaje sangriento.
Van 19 muertos a
manos del crimen organizado. 19 en tres días. Y lo que falta aún.
Archivo muerto
Más sal en la
herida del duartismo. Lanza Pepe Yunes datos duros: la deuda de Veracruz
representa el 8.03 por ciento de la deuda subnacional; a marzo de 2015, la
deuda oficial es de 40 mil 952 millones de pesos, 13 mil 15 millones de pesos
más de los que se reconocían en 2011, a inicio del gobierno de Javier Duarte;
el déficit rebasa el 4 por ciento del Producto Interno Bruto y respecto a sus
participaciones federales, supera el 100 por ciento; el desfalco impacta a
organismos como la Universidad Veracruzana y el Instituto de Pensiones del
Estado. Otros renglones como bursatilización, flujos asociados a proyectos y
proyectos de participación público-privados no se categorizan como deuda,
aunque hay que pagar, por lo que pueden comprometerse recursos a futuro sin
restricciones. El 91 por ciento de la deuda de la entidad es contraída por el
gobierno de Veracruz. La contratación de deuda es usada para cubrir la
diferencia entre egresos e ingresos, pero es nebulosa, sin claridad, sin
transparencia, proclive a actos de corrupción. Y eso le da calidad de ilegal.
Le da, pues, Pepe Yunes una nueva sacudida a la desvencijada carcacha del
duartismo, a la deriva la nave, sin rumbo, pidiendo recursos y desviándolos. Y
cuentan que el senador trae algo más pesado... Hecho un quecosaedro, el
conflicto por la basura de Coatzacoalcos. Trinan en Agua Dulce, Moloacán y Las
Choapas por el tiradero ilegal instalado en el rancho Monzoboa, propiedad de la
familia del delegado de la Profepa estatal, Rafael de Hombre López, a unos
metros de la super carretera Las Choapas-Raudales-Ocozocoautla. Ahí contamina
arroyos y genera mortandad de animales, riesgo de enfermedades y la alteración
del ecosistema. Pero no es sólo ahí. Hay irritación entre quienes habitan cerca
del predio El Rebozo, en los límites con Ixhuatlán del Sureste, sitio donde se
pretende construir el relleno sanitario regional. Le ponen trabas al proyecto.
Dicen que la contaminación es inminente. Se resisten a dar su anuencia. Y como
la ley es clara, que no se puede afectar a los núcleos poblacionales, crece el
riesgo de que en cuestión de meses no haya dónde tirar las 450 toneladas
diarias de basura de Coatzacoalcos. Once años después, quienes adquirieron el
predio El Rebozo se lamentan de no haber cristalizado el proyecto del relleno
sanitario. Así pasa cuando la visión política es nula, cuando la compra del
predio dejó ganancias bajo el agua... Atiza el fuego “Culín”, alias el fiscal
Luis Ángel Bravo Contreras. Dice que el padre de la joven Columba Campillo
González, Luis Miguel Campillo Pizano, se encuentra indignado por la difusión
en Facebook de una supuesta carta en que presumiblemente admitía haber mentido
en torno al crimen para implicar a quienes hoy se encuentran en prisión,
sujetos a juicio, por el secuestro y muerte de la jovencita, en Boca del Río.
Centra “Culín” el señalamiento en Maruchi Bravo Pagola, usuaria de las redes
sociales, maestra. Dice que ella difundió una carta falsa, supuestamente
elaborada por Luis Miguel Campillo, en la que exoneraba públicamente a los
presuntos asesinos de su hija. Y sí, la carta aparece en una cuenta a nombre de
Maruchi. Pero no es suya, según alega la maestra. Así como a Campillo le
elaboran una carta, a Maruchi le crearon una cuenta en la red social. En su
escrito, dirigido a Maruchi Bravo, Campillo señala directamente a los
detenidos, encabezados por Ileana Mortera Trolle; aún sin conocerse la resolución
del juez que lleva el caso, da por hecho su culpabilidad. Estudia interponer
una denuncia contra Maruchi por la difusión del escrito y le imputa que ella
tiene interés a favor de los procesados. Responde Maruchi Bravo que esa cuenta
de Face no es su cuenta, que revise su historial. Luego llega “Culín”. Dice que
el padre de la joven está en su derecho de proceder penalmente, o civilmente, o
como quiera. Da por sentado el fiscal que la cuenta de Facebook es de Maruchi
Bravo y que ella difundió. “Estaba altamente indignado por esas notas
mentirosas, espurias, pero no solo eso, ahora tendrán que enfrentar la denuncia
que por vía penal, vía civil por daño moral. La familia está determinando si la
presenta o no; el hecho de que se publicite datos a la ligera y máxime
señalando frontalmente al autor de esos supuestos comentarios o versiones”. Una
más del fiscal. Poco le importa el caso Columba Campillo al fiscal Bravo
Contreras. Lo usa para arremeter contra Maruchi Bravo, quien ya fue reprimida
por el duartismo, la refundieron en el penal de Pacho Viejo y luego la tuvieron
que liberar porque no había marco legal para procesarla. Una vez que se
esclarezca si la cuenta de Facebook pertenece o no a Maruchi Bravo, se verá
quién demanda a quién... Dos conocidos figuran en la lista negra del fiscal
Luis Ángel Bravo Contreras, sujetos a investigación: Adrián Eduardo Gómez
Ortega y Braulio López García, señalados de entorpecer investigaciones sobre
desaparecidos. Son 22 servidores de la ex Procuraduría de Veracruz, sujetos de
“procedimientos administrativos de responsabilidad”. De ellos, 11 están sujetos
a proceso por faltas graves. Adrián Eduardo Gómez Ortega fue agente del
Ministerio Público en Las Choapas, torpedeado por el grupo tronquista y
señalado de corrupción. Braulio López encabezó por años a los agentes de la
Agencia Veracruzana de Investigaciones en la zona sur. Obvio, también estarían
quienes filtraban datos que echaron a perder las telenovelas del fantasioso
perverso, caso Karime Alejandra. ¿Será que hay sustento o se trata de otra más
de las vendettas de Fisculín...
twitter:
@mussiocardenas