Veracruz escondió 6,664 Millones a la SHCP
Héctor Y. Responsabilidad a quien desvió deuda
Evangélicos: Rechazan apoyar a Duarte
Marco Antonio Aguirre Rodríguez | 29 agosto de 2015
Tribuna Libre.- El gobierno del estado de
Veracruz escondió más de 6,664 millones de pesos de deuda pública con
instituciones financieras a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP),
de acuerdo con el “Informe de la Auditoría realizada al conjunto de
obligaciones garantizadas del sector público del gobierno del estado y
municipios, al 27 de mayo de 2015”.
En ese “Informe de la
Auditoría…” realizado por el Organo de Fiscalización del Estado (Orfis) en
total se reportan 48,326 millones 757 mil pesos, como total de la deuda del
gobierno del estado y de los municipios, mientras que en el informe de
“Obligaciones financieras de entidades federativas, municipios y sus
organizaciones” al segundo trimestre del año, que lleva la SHCP conforme a los
reportes que le presentan los gobiernos estatales, el monto total que se
reporta son 41,661 millones 900 mil pesos.
Es decir, el balance
entregado a la Secretaría de Hacienda tiene un déficit de 6,664 millones 858
mil pesos.
¿Por qué el gobierno del
estado escondió estos montos a la Secretaría de Hacienda?.
El documento del Orfis
revela que la deuda total con instituciones financieras del gobierno del estado
son 44,470 millones 801 mil pesos, que es la cantidad que reconoció Javier
Duarte como deuda publica el 17 de agosto del 2015, el día que Enrique Peña
Nieto anunció la entrega de la legislación secundaria para regular la deuda de
estados y municipios.
En cambio, como deuda del
estado se reportó ante la Secretaría de Hacienda 38,271 millones 500 mil pesos.
Más de 6,664 millones de
pesos de diferencia.
En contraste con la deuda
pública de los municipios la diferencia no fue tan grande, pues de 3,390
millones 400 mil pesos reportados a la SHCP, el Orfis en cambio encontró 3,855
millones 956 mil pesos. Con los municipios el déficit es de 465 millones 556
mil pesos y corresponde sobre todo a la deuda por 428 millones que la Comisión
Municipal de Agua de Xalapa arrastra desde el trienio de Reynaldo Escobar y que
luego fue ratificada por Ricardo Ahued, y que hasta ahora el gobierno del
estado no había integrado a los pasivos.
Los resultados entregados a
la Secretaría de Hacienda corresponden al último día de junio de este 2015,
mientras que el Informe del Orfis se concluyó el 27 de mayo de 2015, un mes
antes.
¿Por qué no cuadraron el
balance del Orfis con el registro de deuda que la Sefiplan debía entregar a la
SHCP?, ¿por qué Javier Duarte se atrevió a evidenciar la diferencia de cifras?.
¿Por qué las cuentas del
Orfis tienen una mayor cantidad que lo reportado ante Hacienda?.
Pues así como antes nunca se
había integrado la deuda de la CMAS de Xalapa, también nunca se habían sumado
en las cuentas bancarias pendientes de pago, 4 créditos que el gobierno del
estado tiene con Banobras, incluso desde el 2011 y que están como parte de los
llamados “Bonos cupón cero”.
Son 5,981 millones de pesos,
compuestos por 4,747 millones 64 mil pesos del Fondo Nacional de Reconstrucción
(Fonarec) y 1,234 millones 499 mil pesos del Fondo de Apoyo para
Infraestructura y Seguridad (Profise).
En el caso del Profise,
cuando se autorizó que se contratase la deuda, el 6 de septiembre del 2012, se
dijo que era para financiar 80 obras en 50 municipios; pero nunca se informó
sobre esto.
Hasta ahora estos créditos
aparecían sin información alguna en los estados de cuenta que presenta la
Secretaría de Hacienda, y los créditos, reconocidos como tales, fueron
contratados a un plazo de 20 años, o sea que el primero de estos
financiamientos estará pagándose, si las cosas van bien, en el 2031.
¿En qué condiciones estarán
para entonces quienes utilizaron estos créditos?.
Entre el Informe del Orfis
sobre la deuda financiera de Veracruz y el reporte entregado a la Secretaría de
Hacienda al segundo semestre del año, existen más diferencias, que demuestran
la forma poco estricta en que llevan las cuentas de los pasivos financieros.
HÉCTOR YUNES,
RESPONSABILIDAD A QUIEN DESVIÓ DEUDA. El problema de la deuda del gobierno del
estado de Veracruz tiene un peso muy fuerte, tanto que los dos senadores
priistas se preocupan ampliamente por la misma.
Héctor Yunes en específico,
se ha reunido con Guillermo Ortiz Martínez, quien fue gobernador del Banco de
México y Secretario de Hacienda con Ernesto Zedillo, para explorar las
posibilidades de apoyo a la reestructura de la deuda financiera de Veracruz.
Héctor Yunes se pronunció el
24 de agosto porque se pague la deuda que se tienen con proveedores, sobre todo
los del estado, muchos de los cuales –apuntó- son acreedores desde hace varios
años.
Dijo que el próximo
gobernador deberá revisar el uso de los dinero contratados y el Fiscal deberá
fincar responsabilidad si existe algún desvío de recursos.
EVANGÉLICOS RECHAZAN APOYAR
A DUARTE.
El martes 25 de agosto
Javier Duarte tuvo una reunión con representantes de asociaciones religiosas
para la firma de un convenio con el Consejo Estatal de Seguridad Pública.
El gusto les duró muy poco,
pues este jueves 27 de agosto, Alfredo Luna Murillo, presidente del Consejo
Representativo de Iglesias Evangélicas en el Estado de Veracruz se desmarcó del
mismo, por considerarlo invalido.
El convenio, no tuvo además
la firma de ningún representante de la Iglesia Católica, mientras que otras
religiones llegaron representantes, no los dirigentes de los grupos.
Alfredo Luna apuntó que esto
sólo era una manipulación de Luis Bustos, quien trabaja en la oficina de
Asuntos Religiosos del gobierno del estado y se dice dirigente evangélico.
La reunión fue convocada por
el grupo inter religioso de mujeres “Por una sociedad mejor” AC., dirigido por
Patricia Fierro Raffta, esposa de Luis Bustos.
Además de Luis Bustos y
Patricia Fierro, otro de los firmantes del convenio fue Carlos Bustos, hermano
del también funcionario público, mientras que el hijo de Luis Bustos y Patricia
Fierro, también signó el documento, aunque en calidad de representante de una
AC.
Así puesto esto que
anunciaron como la integración de las distintas expresiones religiosas en
Veracruz, quedó como un acto doméstico, entre una familia ligada al gobierno
del estado y funcionarios del mismo.