José Miguel Cobián | 03
septiembre de 2015
Tribuna Libre.- Sigue la caja china de Veracruz. Ahora con el asunto de las finanzas del
estado. En televisa un día sí y otro
también, promueven el estado de Veracruz, siempre con negativos. Lo cual se agradece, pues cuando un gobierno
está en el ojo del huracán, invariablemente tendrá que mejorar su
funcionamiento y volverse más eficiente.
Es indudable que la deuda pública en Veracruz
ha crecido, del sexenio de Miguel Alemán para acá. Sin embargo, las razones han sido diferentes
en cada caso. Con Alemán el asunto fue
un problema de caja al cierre de la administración. Con Fidel Herrera hubo tres factores
principales: El primero fue la construcción de infraestructura en todo el
estado, desde nuevas carreteras, puentes, etc., esto en cuanto a vías de
comunicación. También se apoyó a los
sectores productivos, y si bien algunas promesas no fueron cumplidas, como es
el caso de convertir a Córdoba en la Houston Veracruzana, (seguimos sin tener
puerto y sin haber logrado el desarrollo industrial ofrecido), los efectos de
la administración de Fidel Herrera en los sectores productivos de la entidad,
en su economía, y en el desarrollo generado, están a la vista de todos (los que
quieran ver, porque hay otros que solo critican para lograr votos para su
partido, y a esos nadie va a lograr que reconozcan nada de lo realizado). El segundo factor de incremento de deuda
pública en el sexenio de Fidel Herrera, fue el trato diferenciado de parte de
la administración de Felipe Calderón, que trajo al estado muy recortado en
cuanto a recursos de programas federales, mientras que las participaciones
federales llegaron completas, pero a cuenta gotas y en muchos casos, a
destiempo. En tiempos de Fidel Herrera,
el genio de las finanzas estatales, se llamaba Javier Duarte, y fue el
responsable directo de los logros económicos de dicha administración. Así, Javier Duarte, logró que sin recursos
suficientes, Fidel Herrera pudiera cumplir sus metas como gobernador.
Al final del sexenio de Fidel Herrera tuvimos
desgracias naturales muy graves que afectaron buena parte del territorio
veracruzano, y que ante la urgencia de atender a los damnificados se tuviera
que recurrir a un crédito de diez mil millones de pesos, que fueron usados en
su mayoría (no puedo decir todo, porque yo no los audité), en resolver esa
emergencia de la mejor manera posible.
Considerando que fueron mexicanos (y no suizos) los que manejaron dichos
recursos.
El responsable directo de manejo financiero
en el sexenio de Fidel Herrera obtuvo gracias a su eficiencia y desempeño, la
posibilidad de aspirar a la candidatura a gobernador, la obtuvo, y ganó la
elección.
Javier Duarte también ha tenido que enfrentar
diversos vaivenes, económicos y tragedias naturales. Pero la mayor tragedia con la cual ha tenido
que enfrentarse a lo largo de su gobierno, ha sido que tampoco ha tenido buenas
relaciones con los titulares de hacienda federal, y sobre todo, no ha podido
ejercer el debido control de las manos de sus subordinados.
Es innegable que el nivel de corrupción en
Veracruz se ha incrementado (o cuando menos la percepción de la ciudadanía
respecto al tema). Pero también es
innegable que Duarte ha debido enfrentar con un mayor gasto público, problemas
que requirieron gran cantidad de recursos y le voy a poner un ejemplo:
El problema de seguridad pública se agudizó a
finales del sexenio de Calderón. Veracruz no estaba preparado para enfrentar
con policías municipales a las poderosas bandas del crimen organizado que
prácticamente se adueñaron de la entidad.
Los recursos adicionales que se han gastado en Seguridad Pública de
algún lado tenían que salir.
Generar una policía con la capacidad de
enfrentar con éxito a las bandas criminales ha costado mucho dinero. El mando único le cuesta al gobierno del
estado, y a veces, algo aportan los municipios dónde se ubica. La presencia de la marina en los grandes
focos rojos, así como la presencia del ejército en dichos lugares le cuesta y
mucho al estado. No piense ud. que los
marinos sacan de su presupuesto para los operativos, ni el ejército
tampoco. De hecho, ni siquiera están a
gusto haciendo labores de seguridad interna, sin embargo disciplinados como lo
son, han aceptado que eran el último frente ante una embestida brutal por parte
de bandas criminales, que crecieron desde el sexenio de Fox, quien decidió no
prestarle atención al tema, y dejar que cada banda hiciera lo que quisiera,
obligando a Calderón a enfrentar el problema sin estar preparado para
ello.
Sí, la deuda pública de Veracruz es muy
alta. No tanto como la de otros estados
respecto a su producto interno bruto, pero si lo suficientemente alta como para
preocupar a los analistas económicos. Y
sí, hay deudas y problemas financieros.
La preocupación de Duarte en el tema queda de manifiesto, al haber
designado a uno de sus más cercanos y queridos colaboradores como subsecretario
de finanzas. Juan Manuel del Castillo es
quien se convierte en el principal operador financiero, ojos y oídos del
gobernador en Sefiplan. Su talento está
a prueba. No así su lealtad y amistad
con el gobernador, mismas que están suficientemente probadas.
Duarte ya demostró que es muy hábil en el
manejo de las finanzas públicas. Tiene la
obligación y la capacidad para terminar su sexenio con una reducción
significativa de la deuda pública del estado, y en particular de la deuda a
corto plazo que tanto descontento ha generado, y tanto ha llamado la atención. Le queda poco tiempo para definir su lugar en
la historia de Veracruz. Las cuentas se
entregan cuando uno entrega la llave de la casa, así, Javier Duarte debe
entregar buenas cuentas a los Veracruzanos cuando se despida de la gubernatura.
Mientras tanto, esperemos que la atención de
televisa siga en el estado. Ya sabemos
que el buen caballo se crece al castigo.
Y castigo también esperamos para aquéllos que hubieran usado su puesto
público para enriquecerse. Lo esperamos antes de que termine el sexenio, pues
sabemos que varias investigaciones ya están en marcha.
En otras colonias, , el asunto de la Narvarte
cada día queda más claro, como algo totalmente ajeno a gobiernos y censuras por
una foto desafortunada o afortunada.
También desnuda a las organizaciones preocupadas por la muerte de un
foto reportero (la cual indudablemente es lamentable), que ignoran al resto de los fallecidos y a
sus familias, como si ser periodista distinguiera del resto de los seres
humanos.
P.D. Fidel Herrera ofreció en un memorable
discurso de campaña en el casino español de Córdoba, ante lo más granado de la
sociedad criolla de esa ciudad, convertirla en el Houston Veracruzano… En broma, más de uno nos preocupamos por el
efecto del cambio climático, pues suponer que el mar subiría 750 metros de su nivel
habitual era la única opción de convertir a Córdoba en un puerto. Eso sin
considerar la industrialización de Houston, cuyo valor económico, supera el de
todos los activos de estado de Veracruz.
El discurso es memorable para quienes disfrutan de la habilidad de los
políticos para dirigirse a una audiencia y dejarla encantada. Fidel Herrera es conocido por encantar a
sus audiencias. Ese discurso fue una
clase de política en vivo y a todo color, para quienes así lo analizaron y no
se dejaron llevar por la ensoñación de las palabras del entonces candidato.