* Hermetismo de la Fiscalía * 2 millones de
dólares por su vida * El fidelista que encabeza el 2 por ciento a la
nómina * La balacera de Villarín * Herido en una carrera de Los
Zetas * Guillotina en el ayuntamiento de Coatza * El comandante
Frank Munguía y lo que sabe *
Mussio Cárdenas Arellano | 28 septiembre de 2015
Tribuna Libre.- Gustavo Sousa,
aquel de Villarín, aquel de la carrera ilegal, de los caballos que suscitaban
apuestas, que tensaban a los zetas, el de la balacera y la rodilla herida, el
enviado por Fidel Herrera, está desaparecido, quizá secuestrado, quizá nunca
regrese.
Se le vio la tarde
del martes 22. Corría sobre el malecón de Veracruz, como habitualmente lo hace,
y no se volvió a saber de él, supuestamente plagiado y entre el mar de
versiones, se desliza que sus captores habrían exigido 2 millones de dólares
por su liberación.
A eso de las 6 de
la tarde caminaba sobre el malecón, cerca de su domicilio en Boca del Río,
después de reunirse con miembros de la Confederación Patronal de la República
Mexicana, la Coparmex.
El levantón
ocurrió cerca de la Torre Tajín, cercana a la Isla del Amor, donde solía acudir
a realizar su rutina sin ninguna protección personal Gómez.
Habría estado
durante la mañana en el café La Parroquia de Gómez Farías y malecón y luego
habría desarrollado su actividad normal hasta la tarde en que se dejó de tener
contacto con él.
Boquiflojo,
hablador sin freno, no se mide Gustavo Sousa para pregonar su amistad con el ex
gobernador Fidel Herrera Beltrán, pródigo el de Nopaltepec, generoso con sus
amigos, mucho más con sus cómplices políticos, y que gracias a él, al sultán
del Golfo, ha transitado años por el gobierno, asido a la ubre presupuestal, lo
que ha traducido en una fortuna personal.
Polémico, pues, el
notario número uno de Veracruz, tiene en vilo al duartismo y a la fidelidad y
al paso de las horas se va consolidando como un típico caso que apunta al
secuestro, o al autosecuestro, o a la conveniente desaparición pues en el
ámbito público ocupa el cargo de presidente del Fideicomiso del 2 por Ciento a
la Nómina, una de las cajas chicas de los hombres del poder, con sus asegunes,
con su normatividad violentada, con pagos irregulares, realizados, pero fuera
de procedimiento.
Dos días después,
en la Fiscalía General de Veracruz ocurría algo inusual. Tan afecto a hablar,
tan protagónico, tan fanfarrón, el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, alias
“Culín”, enmudeció ante el presunto secuestro de Gustavo Sousa.
¿Por qué?
Calla “Culín”
mientras a la prensa acreditada en áreas policíacas y la Fiscalía General se le
pide no tocar el tema, no indagar, no escudriñar para no poner en riesgo la
vida del titular del Fideicomiso del 2 por ciento de la nómina de las empresas.
Y si les piden no
informar, mucho menos especular, ni insinuar ni chistar, lógico es que el
secuestro es real.
Gustavo Sousa fue
secretario de Turismo en el régimen fidelista, a su alcance un fastuoso
presupuesto, los viajes, el lado amable del gobierno, las viandas y el drink,
las playas, los mejores hoteles, los grandes eventos, El Tajín, La Candelaria,
los carnavales, la vida de rey.
Pero nada le dio
tanta fama como aquel suceso violento en Villarín, poblado de Santa Fe,
municipio de Veracruz, el 3 de marzo de 2007, en una célebre carrera de
caballos cuarto de milla de la que no pudo el disfrutar el triunfo, menos saber
quién se llevó las apuestas, porque aquello terminó peor que el Rosario de
Amozoc y él, salió directo al hospital.
Apuntan los
relatos, reportajes y columnas políticas, que a Villarín acudieron Los Zetas. Y
Pancho Colorado Cessa, dueño de ADT Petroservicios, hoy procesado en Texas,
Estados Unidos, por lavar dinero para los zetas, vía la compra de caballos
cuarto de milla, quien hasta pagó desplegados para desestimar la versión. Y
Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, el célebre narco que fue trofeo de Genaro
García Luna en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa cuando se le capturó.
Tirante el
momento, resuelto el ganador, vino la desavenencia. Y las desavenencias las
resuelven los narcos a balazos. Y hubo dos muertos, uno de ellos Efraín
Teodoro Torres, La Chispa o Z-14, jefe de plaza, fundador de Los Zetas, uno de
los hombres más allegados a Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño Morales,
sentenciado en mantas de organizaciones rivales que fueron colocadas en varios
estados del país. De que lo iban a matar, lo iban a matar.
Del caso escribió
el periodista Jorge Fernández Menéndez, en su columna Razones, en Excélsior:
"En el fin de
semana, en Veracruz, se dio otro hecho peculiar. En una carrera parejera
participaron tres caballos: uno de Monterrey, otro de Chiapas y un tercero de
una cuadra de Paso Pital, localidad cercana a Nautla, éste, propiedad de
Francisco Colorado, un hombre apodado Pancho Colorado. Su caballo empató con el
de la familia Valdovinos de Chiapas y la gente de Colorado (que resultaron ser
de Los Zetas) comenzó una balacera que terminó con la muerte de dos personas y
varios heridos. Uno de los muertos se ha especulado que podría ser Heriberto
Lazcano, el líder de Los Zetas, o uno de sus más cercanos lugartenientes,
apodado el Z13. Francisco Colorado fue uno de los principales contribuyentes
para la campaña electoral del gobernador Fidel Herrera. En realidad, todos los
involucrados en los hechos tienen fuertes relaciones políticas en Veracruz,
Tamaulipas, Campeche, Tabasco, Oaxaca y Chiapas”.
El muerto fue
Efraín Teodoro Torres, el Z-14, a quien inicialmente se identificó como Roberto
Carmona Gasperín. Luego se determinó que era el ex fundador de Los Zetas. Llegó
a vivo al hospital Millenium, en Veracruz, pero poco después falleció. Su
cadáver fue sustraído por un comando armado, dando pie a suponer erróneamente
que se trataba de Lazcano o Treviño Morales, los líderes máximos de la
organización.
Fidel y su
gobierno negaban la presencia de Gustavo Sousa en la balacera de Villarín,
menos que hubiera resultado herido, pero las versiones, los testigos, los
reportajes dieron cuenta de la afición del más fidelista de sus amigos por el
juego y las carreras de caballos.
Hoy preside en
Fideicomiso del 2 por ciento a la nómina. Capotea acusaciones de malos manejos
y reconoce que por lo menos 3 mil millones de pesos en adeudo a proveedores los
pagó directamente la Secretaría de Finanzas del Gobierno de Veracruz sin pasar
por el Fideicomiso.
Hoy no aparece. Se
presume un secuestro. Se habla de un reclamo de 2 millones de dólares. Y si no,
su vida no vale nada.
No se acredita
aún, oficialmente, el secuestro. De ser así, es el primer golpe al gobierno de
Javier Duarte en un funcionario de alto nivel, consentido de Fidel Herrera, al
que le debe fortuna y poder. De ser secuestro, es aviso del crimen organizado
al gobernador de Veracruz, a estas alturas sin control la violencia y los que
la generan.
Pero no se
descarta el autosecuestro. O que sea simplemente un distractor.
Archivo muerto
No ha de ser por
ineficiencia, ni por baja productividad, ni por pérdida de confianza. Se van
100 empleados municipales por no ser joaquinistas, por militar en otras
corrientes del marcelismo, por ser antimarcelistas o por ser simplemente de
oposición. Y también se van porque el presupuesto no da más, no llegan a
Coatzacoalcos los recursos federales, retenidos en el gobierno de Veracruz.
Acuerda el cabildo suprimir esos 100 empleos, suprimir tres áreas de trabajo y
reducir salario a empleados de confianza. No es el primer guillotinazo. Varios
trabajadores, unos del ex alcalde Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta
madre”—, otros del mismo Marcelo Montiel, quedaron cesantes. En suma serían 200
empleados. Ahora, oficialmente, son 100. Cierran tres direcciones: Mercados,
adscrita a la Secretaría de Gobierno; Mejora Regulatoria, dependiente de la
Secretaría de Desarrollo Económico, y Proyectos, adscrita a la Secretaría de
Turismo, cuyos titulares son Salim Anthuán Contreras Balderas, Leslie Jane
Juárez Edwards y Lorenzo Castillo Pirrón. Reaccionan algunos. Salim Anthuán lo
resume en una frase: “despertaron al monstruo” y en las próximas hora ha de
explicarlo. Se prevé el reclamo de los locatarios de los mercados, que exigen
de tiempo atrás, mejores condiciones para expender sus productos, servicios
municipales, mantenimiento a los centros de abasto. Ahora están sueltos. Pronto
se les verá en las calles, saliendo a vender en la vía pública. Alcanza la
purga a los identificados con Víctor Rodríguez, ex subdelegado de Sedesol
federal en Veracruz y primer francotirador a la diputación local por el
distrito Coatzacoalcos Urbano. Rodríguez es la propuesta de Marcelo Montiel, el
jefe del clan; Jesús Moreno, director del DIF, es la carta del alcalde Joaquín
Caballero Rosiñol. Se va un buen número de empleados municipales —en total
serán 300 con los cesados meses atrás— que se traducen en votos contra el PRI
en la elección de 2016... ¿Qué motivó que el comandante de la policía
ministerial, Frank Munguía, fuera concentrado en la Fiscalía General, en
Xalapa? ¿Qué motivó que no lo cesaran por acusaciones de corrupción? ¿Qué tan
cierto es que amagó con abrir la boca, revelar secretos y provocar una
hecatombe de proporciones nacionales? Los insiders de la Fiscalía regional
cuentan que la información que atesora Frank Munguía evidenciaría quiénes en el
gobierno de Javier Duarte y en los dominios de Luis Ángel Bravo Contreras,
alias Fisculín, ofrecen y conceden protección a la delincuencia, de a cuánto y
cada cuánto. Por eso Frank Munguía sólo se fue a Xalapa,. Lo que es atesorar
secretos. Y si no, que le pregunten al “Pelón”, cuya declaración es una
bomba...