* “Nuestro país aún tiene una llaga abierta en este
tema, tenemos mucho trabajo por delante”: Hannia Novell en la FUL 2015
Pachuca de Soto, Hgo. | 08 septiembre de 2015
Tribuna Libre.- Al presentar su
libro “Bitácoras de guerra, experiencias de una reportera”, editado por Trillas
y Círculo Editorial Azteca, durante la Feria Universitaria del Libro que
organizaron la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su Patronato, bajo
el auspicio del Consejo Nacional para la cultura y las Artes, del 21 al 30 de
agosto, la periodista Hannia Novell expresó que existen líneas muy delgadas al
hablar de libertad de expresión; sin embargo, dijo, es un tema pendiente en la
agenda nacional.
“Los ataques a
periodistas está ocurriendo frecuentemente en nuestro país, es algo que está
ocurriendo todos los días justamente por dedicarnos a lo que nos dedicamos, por
trabajar y hablar con la verdad. Es triste y lamentable porque hoy tenemos más
periodistas caídos en México que soldados en Irak”, detalló.
Añadió que “el
deber del periodista es siempre hablar con la verdad, cueste lo que cueste, ya
que representa el puente que acerca las demandas ciudadanas con las
autoridades, pero debe quedar claro que ninguna nota es más importante que la
vida”, apuntó.
Sobre su libro, la
también titular de un noticiero televisivo, comentó que guarda sus vivencias
durante los conflictos en Irak, Afganistán y Nueva York después del ataque a
las Torres Gemelas y Haití. “Comencé este libro porque siempre viajo con una
libretita, a pesar de los adelantos tecnológicos me gusta trabajar con una
libreta porque en ella reconozco mi letra, mis emociones y, a su vez quién soy,
aunque ha cambiado la bitácora donde anotó los datos duros, además de mapas
para saber dónde estoy y cómo salir del lugar donde me encuentro”.
Ante un auditorio
lleno y atento, Hannia Novell compartió como fue que con trabajo y disposición
logró ser corresponsal de guerra, una responsabilidad que como mujer sería aún
más difícil de llevar a cabo: “Fue difícil incursionar en esto, pero al final
tiene su recompensa, te queda la satisfacción de conocer amigos, informar a la
gente, pensar que puedes cambiar el mundo para bien; aunque haya lágrimas
siempre recomendaré el oficio”.
En este sentido
indicó a los estudiantes de comunicación que se encontraban en el auditorio las
recomendaciones que se deben seguir cuando se es corresponsal de guerra:
“guardar en una pequeña mochila todos los documentos importantes y cargarla a
donde quiera que vayan, no se sabe cuándo vas a ser víctima de un asalto,
pueden robar tu visa para salir del país, venderte o cualquier otro tipo de
situación”.
Agregó que el
periodismo es un oficio que se debe llevar en las venas y se debe respetar, por
lo que exhortó a los estudiantes a trabajar con ética, pasión y compromiso:
“Nunca acepten una moneda, un soborno por una nota porque no sabemos qué puede
pasar el día de mañana, tal vez al que la paga no le gusta y luego vienen las
consecuencias”.
Afirmó que la
responsabilidad de quien se dice ser periodista es siempre transmitir la
verdad, y tener la firme convicción de lograr lo que uno se proponga, ya sea
radio, medios impresos, televisión o medios digitales. “Les vengo a platicar de
estas experiencias, porque los verdaderos reporteros son los que van a la
calle, los que salen en busca de la nota”.
Finalmente, la
ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2003 que otorga el Club de
Periodistas de México, subrayó que actualmente nuestro país atraviesa por
situaciones de excesiva violencia, pero confió que aún existen mexicanos con el
valor de cambiar las cosas.