México, D.F. | 27 octubre de 2015
Tribuna Libre.- México temía una
verdadera catástrofe por el azote del huracán Patricia, el más poderoso desde
que hay registros, pero apenas causó daños. La barrera natural de la Sierra
Madre Occidental, su cruce con una depresión barométrica y la prevención fueron
claves para evitar daños mayores, estiman expertos.
Hasta el momento,
las autoridades no han reportado muertos ni heridos por el monstruoso huracán
de categoría 5 que tocó tierra la tarde del viernes en Jalisco (oeste,
Pacífico) con vientos de 270 km/h.
Apenas 250 casas
quedaron afectadas por inundaciones y unas decenas fueron destruidas, mientras
hubo algunos deslaves en carreteras y árboles caídos.
Pero, si los
expertos habían advertido que Patricia era incluso más intenso que el tifón
Haiyan, que devastó Filipinas en 2013 y dejó más de 7.350 muertos y
desaparecidos, ¿por qué México se mantuvo incólume a su paso?
"La
naturaleza fue bondadosa, hizo que el huracán se introdujera a la
montaña", resumió el secretario de Comunicaciones y Transportes de México,
Gerardo Ruiz Esparza, en una rueda de prensa.
La interacción de
Patricia con una vaguada, una línea de presión baja que se extendía del norte
al oeste del país, se llevó parte de su nubosidad y "aceleró el movimiento
del ciclón hacia el noreste", desviándolo hacia la Sierra Madre
Occidental, dijo el presidente de la Organización Mexicana de Meteorólogos
(Ommac), Leodegario Sansón.
Esto hizo que los
vientos fuertes no pasaran de la costa y que, prácticamente en seis horas, el
fenómeno disminuyera su potencia desde el récord de 325 km/h hasta los 160
km/h, siendo actualmente ya una depresión tropical.
Además, Patricia
tenía una área pequeña y "muy concentrada" de vientos máximos con un
radio de 50 km frente a los 300 km de radio que tuvieron los fuertes vientos
del huracán Gilberto en 1988, que destrozó el balneario de Cancún y dejó unos 200
muertos, añadió el experto.
Otro factor que
favoreció que no hubiera pérdidas humanas fue la baja población en la zona
costera de Jalisco y Colima y la evacuación a tiempo de locales y extranjeros
de zonas turísticas como Puerto Vallarta.
"Las
condiciones de un país como Filipinas y México son muy diferentes. Ahí había
mucha gente viviendo arremolinados cerca de la costa y se los llevó el huracán.
Acá, desde luego, hay más orden en cuanto a la vivienda y hubo una buena
información", estimó el meteorólogo del Sistema Meteorológico Nacional
(SMN) Jaime Albarrán Ascencio.
"La población
respondió, los hoteleros respondieron, la navegación respondió (...) Si no
hubiéramos tenido esa respuesta, hubiéramos tenido otros incidentes",
coincidió el secretario Ruiz Esparza.
Aunque en las
redes sociales hay quienes ya acusan al gobierno de Enrique Peña Nieto de haber
sobredimensionado el huracán, lo cierto es que los peores augurios quedaron
rebatidos.
A la espera de
nuevos balances oficiales sobre los posibles efectos de inundaciones, los más
fervorosos creerán que la etiqueta îPrayforMexico -convertida en Trending Topic
mundial- también pudo haber tenido su efecto bondadoso en tierras aztecas.