Ángel Rafael Martínez Alarcón | 26
noviembre de 2015
Tribuna Libre.- El antiguo virreinato de la
Nueva España, fue explorado por el científico alemán de Alejandro de Humboldt,
a principios del siglo XIX, con autorización expresa del monarca Carlos IV. De sus pesquisas, pública su investigación
realizada por espacio de un año en la Nueva España, que contó con el apoyo del
virrey y de los intendentes de ese momento. La obra se titula : El ensayo
político sobre el reino de la Nueva
España. El barón de Humboldt es los pocos viajeros y exploradores que ingresa
al virreinato, en sentido contrario, desde el siglo XVI todos los europeos
llegan a estas tierras por el puerto de Veracruz, en cambio él lo hace por el
puerto de Acapulco procedente del virreinato del Perú. Dicha obra se publicó en
1808, y su circulación por los reinos europeos como en los Estados Unidos de
Norteamérica vieron la potencial riqueza de la Nueva España.
México ya como nación
independiente, los reinos de Inglaterra, Francia y los Estados Unidos de
Norteamérica son los primeros en
establecer vínculos diplomáticos y comerciales con la antigua Nueva España, que
luego de 300 años de dominio ibérico, México surgía como una nación joven, sin
instituciones políticas y económicas fuertes. De ahí que gran parte del siglo
XIX, México estuviera en los ojos de la
codicia de los norteamericanos, ingleses, españoles y franceses.
En México decimonónico
fuimos invadidos por los ejércitos de España, Francia y los Estados Unidos. Los
primero fueron de reconquista por parte de España, en 1825, luego con el
pretexto de las guerra de los pasteles Francia nos invade en 1839, y los vecinos del Norte, con la separación de
Texas en 1836, y diez años más tarde la invasión más dolorosa que haya tenido
nuestra nación. Entre 1862 a 1864, los franceses, logran imponer al emperador
Maximiliano de Habsburgo. En todas está intervenciones militares el General
xalapeño de Antonio López de Santa Anna, tuvo una destacada participación, hasta en la última, intentó organizar un
ejército para combatir al imperio de Maximiliano de Habsburgo, en 1866, pero es
engañado por un comerciante norteamericano en la compra-venta del armamento.
El pasado mes de marzo,
Vicente Espino Jara, presidente de la Unión Cívica Xalapeña, junto con
pobladores de Cerro Gordo, Ver, por vez primera rindieron un justo homenaje a
todos los caídos en dicha población al tratar de repeler a las tropas
invasoras. Así en septiembre la asociación de Xalapa antiguo, organizó un
conversatorio con Sergio Benavides, quien disertó sobre la vida y obra de los
tenientes del ejército mexicano: Ambrosio Alcalde (1827-1847) y Antonio García.
Así desde hace 167 años en Xalapa se le viene rindiendo homenaje a nuestros
héroes locales que murieron en defensa de la
patria.(https://youtu.be/xnvQvAhSB6s)
Es el escritor xalapeño de José María Roa Bárcenas, quien por medio de la historia rescató para
la inmortalidad las acciones de defensa
de estos patriotas mexicanos. En su trabajo: Recuerdos de la
intervención norteamericana 1846-1847. Con un capítulo especial, donde narra
las hazañas de estos jóvenes militares, ya que Ambrosio Alcalde, era prometido
de una de sus hermanas; y su
compañero de armas Antonio García. Roa
Bárcenas se casó con Maria Remigía Alcalde Herrera, hermana de Ambrosio
Los tenientes del ejército
Mexicano Ambrosio Alcalde y Antonio García,
habían capitulado en la toma del Puerto de Veracruz en el mes de marzo,
posteriormente se unen a la guerrilla nacional para atacar al enemigo invasor.
Son capturados por el ejército norteamericano
en las región de Jalcomulco, para ser transportados de inmediatamente
para la ciudad de Xalapa, que habían sido ocupada por los invasores.
Luego de su captura son
traídos a la ciudad de Xalapa, estuvieron presos en las instalaciones del Gobierno Norteamericano
en Xalapa, en la antigua Posada Veracruzana, hoy Centro Recreativo
Xalapeño. Dónde pasaron su última noche.
La sociedad xalapeño se movilizó en salvar la vida de los militares nacionales,
políticos, sociedad civil. hasta el mismo clero local también intervino para
salvarle la vida, ante la negativa de los invasores.
El 24 de noviembre de 1847,
son conducidos a extramuros del Cuartel de San José; levantado a principios del
siglo XIX, en uno de los barrios más antiguos y populares de la ciudad. Ahí
fueron fusilados los heroicos soldados que murieron con la dignidad de
mexicanos, antes de rendirle homenaje a la bandera del invasor. Ambrosio
Alcalde, pertenece a una familia novohispana, su abuelo había sido funcionario
importante de la Intendencia de Veracruz
de ahí su vocación por la carrera de las armas; su señor padre había
sido Gobernador de la Fortaleza de San Carlos Perote y Diputado constituyente
local de Veracruz, en 1825, por distrito de Jalacingo. En el caso de Antonio
García, se tiene poco información sobre su ambiente familiar.
No solamente han pasado a
historia por su fusilamiento, sino lo
escrito según cuenta la leyenda que con la sangre del propio Ambrosio
Alcalde: Mis amigos, me consta todo el empeño que han tomado por salvar mi vida
y hasta el último momento lo agradeceré, lo mismo que si hubieran tenido efecto
sus generosas reflexiones hechas al jefe de la fuerza existente en esta ciudad;
no se consiguió y muero conforme, porque muero por mi Patria; y sólo les
suplico que estos asesinatos no les enfríe para defenderla. Adiós mis amigos no
olvidéis mi súplica, en esta inteligencia muero y muero contento, su afectuoso
servidor
Q.B.S.M. Ambrosio Alcalde