* “Las nuevas leyes argentinas consienten a los
grupos de interés”, afirma el foto periodista, quien triunfó en el Concurso
Internacional de la imagen del FINI 2015 con su trabajo el “Costo Humano de los
Agrotóxicos”
Pachuca de Soto, Hidalgo. | 12 enero de 2016
Tribuna Libre.- Descubrir que hoy
en día el 60% del territorio cultivable en Argentina es sembrado con semillas
genéticamente modificadas, hechas en un laboratorio, con gran cantidad de
tóxicos y ha convertido a su país en una zona de experimentación, llevó a Pablo
Ernesto Piovano a realizar el foto reportaje que resultó ganador del primer
premio del Concurso Internacional de la Imagen en su V edición, organizado por
el Festival Internacional de la Imagen (FINI 2015), en la categoría de
Fotografía Profesional.
“El costo humano
de los agrotóxicos” es una serie fotográfica que retrata los estragos físicos
que a lo largo de 20 años han provocado a los pobladores rurales más cercano a
los cultivos transgénicos, químicos tales como el 2.4b (agente utilizado por el
ejército americano en Vietnam y el cual ha sido señalado como cancerígeno).
Así, el fotógrafo
argentino descubrió una causa más allá de la labor periodística, misma que
emprende de manera independiente, con sus propios recursos, para lo cual echa
mano, incluso, del tiempo de sus vacaciones y busca el apoyo en distintas
instituciones.
Una forma de
mantener sus proyectos es postular su trabajo fotográfico en diversos concursos
que le permitan los medios económicos para seguir el desarrollo de su labor de
denuncia social y hacerla visible cada vez a más personas.
A casi un año del
evento realizado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su
Patronato, Piovano platica su experiencia al obtener el galardón, los efectos
positivos de éste sobre su proyecto y la situación actual que envuelve hoy el
gran problema de agrotóxicos, con la entrada del nuevo gobierno en Argentina.
“El FINI para mí
fue un impulso para constatar que el trabajo estaba bien trazado, que tenía
fuerza y el tema es de interés. Sentí compañía y por su puesto la fuerza
económica. Poder llegar a México fue un gran paso, un espacio de fortaleza para
mi trabajo, para toda esta causa, porque entiendo que no sólo tiene que ver
conmigo, sino con lo que está sucediendo, la violación a los derechos humanos”.
Piovano afirma que
en estos nuevos tiempos el fotoperiodismo independiente resulta muy complicado
y para eso están todos estos premios y fundaciones que permiten a la fotografía
documental independiente seguir adelante.
“Sabemos que los
medios concentrados atienden a intereses y muchas veces son cómplices. Políticamente
nada bien, a pocos días de haber entrado el nuevo presidente Mauricio Macri, se
ha anunciado el retiro de la protección hacia los afectados y se ha
incrementado el apoyo a los sojeros (cultivadores de soja o soya), lo que
evidencia un modelo totalmente ciego ante los enfermos y totalmente a favor de
la industria tóxica”, explicó.
Aun así, con todo
en contra, reconoce que ha triunfado la conciencia y crecido la participación.
Sin embargo, continúa preocupado y triste porque esta problemática se agrava y
los medios de comunicación no hablan al respecto y, por el contrario, “se
silenciarán aún más”, advierte.
Pese a que la
solución del problema de los agrotóxicos se aleja con el nuevo modelo de
gobierno que recién se encumbró en Argentina, Pablo Ernesto sigue apoyando la
causa que ya le ha valido 5 reconocimientos, varias exposiciones
internacionales y la petición para postular su trabajo en varias agencias
internacionales.