* Con los pensionados, el show * La foto viral
con Duarte * El senador y la carcajada del gober * Candidato del
duartismo * ¿Lava dinero Víctor Rodríguez? * ¿Cómo financia
farmacias del taxista? * Otra de Esteban Ramírez * Reclama Richy
nepotismo de Franco * ¿Y cuando su hijo iba a ser regidor?
Mussio Cárdenas Arellano | 05 enero de 2016
Tribuna Libre.- “Emputado” decía
andar Héctor Yunes por la represión a pensionados y se curó la ira con sólo
acudir al llamado de Javier Duarte, el “madreador” de los adultos mayores,
sentir el estruendo de su risa, la grotesca carcajada, la burla en la piel, e
integrarse al círculo de los que coinciden con el proyecto político que hundió
a Veracruz.
“Me emputó que los
madrearan”, les expresaba el senador el jueves 24 de diciembre, a los
pensionados que ese día lo increpaban por su presencia a destiempo, que se lo
comían con reclamos, que lo tildaban de oportunista, que se resistían a
escuchar razones, que lo trataban como uno más de los que horas antes, el 23,
los habían agredido, vía la policía estatal, los cuerpos antimotines, la Fuerza
Civil, con toletes eléctricos, a empellones.
“Eres del grupo
que nos hace daño”, escuchó el senador con el gesto adusto y la fingida
indignación como estandarte de lucha electoral.
“No tenemos que
hablar con gente como tú”, le expresó un ex maestro, de acuerdo con la reseña
de la periodista Gabriela Rasgado, del portal e-consulta.com,
mientras a otros en los videos se les veía manotear y prometer que no habría
votos para el PRI en la elección de gobernador y Congreso de Veracruz.
Anadaba en
Tuxtlilla en un informe, respondía Héctor Yunes. Y sostenía que no podía
imaginar que a la protesta de los pensionados por falta de pago del gobierno de
Javier Duarte, por sus quincenas retenidas, su aguinaldo, su retroactivo, el
gobierno les respondería con una acción represiva.
“No soy adivino.
En eso ando”, dijo el senador en algo que pretendió ser una desafortunada
broma.
Además, “Tuxtlilla
está en casa de la chingada”, agregó en otra desatinada expresión.
Le respondieron
los pensionados que su protesta no comenzó el 23, cuando Héctor Yunes andaba en
Tuxtlilla, sino ocho días antes, y entonces nadie lo vio por ahí.
“Tenemos ocho días
de protestas, y apenas llegas”, “Vamos a darle un voto de castigo al PRI”, “Nos
vemos en las urnas”, le expresaron, resume Eirinet Gómez, jefa de información
de e-consulta.com, al tiempo que Héctor Yunes
se justificaba.
Al saber de la
agresión a los pensionados, relataba el senador, emitió un comunicado y
difundió un video condenando los hechos y exigiendo que Javier Duarte
investigue quiénes son los responsables de la represión.
Concluyó el
diálogo cuando integrantes del Sindicato Unificador Magisterial (SUMA),
identificado con el secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, el brazo
ejecutor de la represión a pensionados, el 23 de diciembre, comenzó a gritar
consignas contra Héctor Yunes.
“No le hagan
plática, no tiene dignidad”, “Fuera Yunes, fuera Yunes”, le expresaban los de
SUMA, relata Eirinet Gómez.
“Me emputó que los
madrearan”, fue su frase cumbre y se retiró.
Cinco días
después, el “emputamiento” se disipó. Entonces acudió a Casa Veracruz, a la
residencia oficial de quien ordenó “madrear” a los pensionados: el gobernador
Javier Duarte.
Ahí era otro. Sí,
con el gesto helado, cara de pocos amigos, sin sonrisa que se le dibujara en el
rostro, sin ánimo más que de cumplir. Pero ahí estaba, a merced de Javier
Duarte, en el juego de los torpes y los vivales, la hipocresía y el cinismo
como plato mayor.
Acudía al llamado
del madreador de pensionados, capo de la mafia que ha dilapidado los recursos
de Veracruz, que desaparece el dinero y acrecienta la deuda, que empobrece a
los veracruzanos mientras los capos menores y los sicarios políticos de su clan
se enriquecen de forma insultante.
Diestro en el
robo, Javier Duarte se agandalla cuanta elección hay en Veracruz. Aplica la
máxima fidelista: en política lo que cuesta dinero es poco.
Pues allá fue el
senador oriundo de Soledad de Doblado. Acudió al llamado de su jefe político,
dejando atrás el “me emputó que los madrearan”, como dijo a los pensionados
luego de la represión policíaca del 23 de diciembre, y exhibió su doblez con el
gobernador.
Sabida su
asistencia al clan del duartismo, alardeaba Héctor Yunes Landa sin reparo
alguno. En el PRI, sostuvo, hay unidad cuando existen opiniones diferentes y
discrepancias. ¿También cuando madrean pensionados?
“A pesar de los
cuestionamientos que he realizado y seguiré haciendo cuando lo estime prudente,
en lo fundamental hay unidad, vamos juntos, no como los partidos de enfrente”,
dijo como si partido no les provocara ira y rencor a los veracruzanos.
Ya en la comida,
se vio ante por lo menos tres adversarios a la candidatura del PRI al
minigobierno de dos años en Veracruz.
Ahí estaba Alberto
Silva Ramos, alias El Pato de Tuxpan, diputado federal, ex vocero del
gobernador, rasurador de chayotes a los textoservidores del duartismo, líder
estatal priista, de quien dijo el senador que no había necesidad de que fuera
designado en el cargo. Luego habría de expresar que para la candidatura sólo
había dos sopas: él y el también senador José Francisco Yunes Zorrilla. Y ahora
no llegan ni a media sopa.
Otro de ellos era
Erick Lagos Hernández, diputado federal, ex secretario de Gobierno, ex líder
del PRI estatal, hechura de Fidel Herrera Beltrán, siniestro e intrigante,
quien con su propia prensa solía golpear a miembros del fidelismo cuando el
sexenio trágico comenzaba.
Uno más, Adolfo
Mota, el cachondo del fiscal, diputado federal, ex líder estatal del PRI, ex
secretario de Educación, involucrado en investigaciones de la Auditoría Superior
de la Federación por desvío de recursos federales.
Otro, Jorge
Carvallo Delfín, diputado federal, ex líder del Congreso en Veracruz, engañador
de alcaldes a quienes solía tramitarles cargos y candidaturas, previo pago
millonario, que nunca llegaban. ¿O no Marcos Theurel?
Todos fidelistas,
representan el proyecto que inició el derrumbe de Veracruz, cuando el saqueo se
convirtió en norma a seguir, abiertas las arcas para disponer de ellas, para
simular inversiones y obras públicas que jamás se ejecutaron, que se
disfrazaron con fideicomisos de manejo irregular.
Con ellos estaba
un alemanista, Tomás Ruiz González, secretario de Infraestructura y Obras
Públicas, primer secretario de Finanzas y Planeación del duartismo, a quien se
le liga con el empresario Carlos Slim y quien habría sido la llave para que el
magnate de las comunicaciones se apoderara del túnel sumergido de
Coatzacoalcos, vía el rescate del proyecto mediante la inversión de mil
millones de pesos para su conclusión a cambio de que a su empresa, FCC, se le
ampliara el plazo de concesión hasta por 45 años.
Y por último,
Flavino Ríos Alvarado, detractor de Javier Duarte al inicio del sexenio actual,
resentido por no probar las mieles del poder, difundiendo que la deuda
fidelista no era de 3 mil 500 millones de pesos como pregonaba Fidel Herrera
Beltrán, sino de 34 mil millones, como decía el Plan Veracruzano de Desarrollo
del propio gobernador.
Sonreía a placer
Javier Duarte. Soltaba carcajadas grotescas frente al rostro petrificado de
Héctor Yunes que acudió a la comida de año nuevo para “desemputarse" de
cómo “madrearon" los pensionados el 23 de diciembre. Y lo logró.
Difundían los
textoservidores, el área de prensa del gobernador, su prensa afín, las
fotografías del encuentro. Y soltaba Javier Duarte en un tuit:
“Tengo el gusto de
convivir con quienes comparto una misma visión de futuro por el desarrollo de
un mejor Veracruz”. Obviamente, incluido Héctor Yunes.
Lo vulgar no lo
pierde Javier Duarte. Sale en la foto como si quisiera devorar al senador
aspirándolo. Es la carcajada de saber que lo tiene en su bolsillo, la burla sin
freno, la risa del que siente que la impunidad está amarrada.
Corre la
fotografía por la redes sociales. Pero de inmediato se fabrican los memes. Y
entonces se inventan los diálogos, las expresiones del gobernador, lo de la
caña de pescar que le regaló a Héctor Yunes, ávido de atrapar peces gordos,
pero que comenzara por los Yunes azules, los parientes de Boca del Río, los que
residen en Alvarado.
En otro meme
Javier Duarte le dice que aguante, que en breve sirven el champán.
En uno más, la
carcajada a todo lo que da y la frase imaginaria: “¿Que vas a ser gobernador?
Jajaja”.
Nada tan viral
como esa fotografía, Héctor Yunes en papel del patiño del cómico que despacha
como gobernador.
Servía la comida
en Casa Veracruz para dejar constancia que aquel había sido un encuentro
partidista, con fines sucesorios y electorales, obvia la transgresión a la ley,
un auténtico peculado.
De ahí salió el
líder del PRI, Silva Ramos, a hablar de que uno de los presentes sería el
próximo gobernador de Veracruz y que Pepe Yunes no acudió porque ya se descartó
para esa contienda. O sea, Casa Veracruz y el dinero del gobierno estatal usado
para un evento priista.
Pepe Yunes lo
desmintió de inmediato. Dijo que él no se ha descartado, que sigue en la
contienda, que quiere gobernar Veracruz, pero no lo hará condicionado. De
todos, Pepe Yunes es el único que no le garantiza impunidad a Javier Duarte ni
a su pandilla.
Y ahí, Héctor
Yunes, el que decía que lo había “emputado” la madriza que le dieron a los
pensionados, con un objetivo: mostrar que los priistas caminan juntos, que se
ponen de acuerdo, que pactan, que son lo mismo.
Y es que el
senador, a fin de cuentas, volvió al duartismo.
Ya no tan
“emputado".
Archivo muerto
¿Lava dinero
Víctor Rodríguez? ¿O lo lava el Movimiento Territorial del PRI? Instala
farmacias del taxista en las principales ciudades de Veracruz, no para ayudar
al gremio de los trabajadores del volante sino para vender imagen, ocultar su
estampa de prefecto de la chamba sucia y el baño de lodo contra los adversarios
del marcelismo, o para maquillar el vilipendiado rostro del PRI que de la mano
de Javier Duarte llevaron a la quiebra al gobierno estatal, hundieron a Veracruz
en un océano de sangre y agravaron el conflicto social, reprimiendo a los que
protestan, matando a los que disienten, asediando a los que se indignan. ¿De
dónde sale el dinero para financiar los medicamentos en las farmacias del
taxista? Si es de Sedesol, es delito porque los recursos de los programas
sociales no pueden tener fines políticos. Es lo que dice la ley. Hay líderes de
taxistas que ya lo cuestionan, como Eusebia Cortés, quien públicamente lo viene
externando. ¿De dónde proviene el dinero para sostener las farmacias del
taxista? De acuerdo con la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC,
por sus siglas en inglés) las farmacias son codiciadas por el narco para
blanquear sus recursos por el manejo fácil de efectivo. ¿Cuál es la fórmula usada
por el líder del Movimiento Territorial del PRI? Porque si es dinero que
proviene de las arcas públicas, malo, y si es lavado, peor. Y todo porque
Víctor Rodríguez quiere lavar su maltrecha imagen… Promesas vanas las de
Esteban Ramírez. Ofrece acciones el director de Atención Ciudadana de la
Secretaría de Obras Públicas, sabedor que su palabra es demagogia pura y que a
los colonos de Coatzacoalcos se les pueden mentir pero difícilmente se les va a
engañar. Ocurre que en la colonia Benito Juárez Norte, el zampeado —concreto
hidráulico y mampostería de piedra— realizado por el ayuntamiento resultó
deficiente, se contabilizaron áreas que ya estaban construidas, afectaron
bardas y muros que amenazan con desplomarse, dejaron postes a medio caer.
Cuestionado por la pésima calidad de la obra, a Esteban Ramírez se le hizo
fácil ofrecer que habrían trabajos adicionales o la reparación de las
afectaciones, a sabiendas que, como siempre, era otro de sus habituales
embustes. Deja bombas de tiempo en cuanto lugar se para, en Villas de San
Martín, en Olmeca, en la Prolongación de Zaragoza. Es un producto balín del
marcelismo, propuesto por el delegado de la Sedesol federal en Veracruz,
Marcelo Montiel Montiel, pero para funcionar, no para reventar al PRI. ¿O sí?…
Por imprudente, Guille Alvarado González socava la alianza PAN-PRD. Sube un
tuit, dice que ha decidido contender por una d¡putación plurinominal y le arma
un mega broncón a su esposo, el líder estatal del PRD, Rogelio Franco Castán.
Nepotismo a la vista, gritan los del PRD rojo, contratados de nuevo para
sabotear el proyecto aliancista y evitar que el PRI valga queso en la elección
de 2016. Nepotismo grita, entre otros, Ricardo López Carrera, ex regidor por
Coatzacoalcos, el último edil del sol azteca en el puerto del sur. Pero
nepotismo no gritó cuando en 2013 insertó a su hijo, Ricardo López Cabañas,
como candidato a regidor primero en la planilla del PRD, intentando asegurar
que con cualquier votación lograra ingresar al cabildo. Infame la votación
obtenida por el PRD, el sol azteca no tuvo regidor por primera vez desde 1997
cuando se agenciara la alcaldía de Coatzacoalcos. Entonces no gritó nepotismo
Ricardo López Carrera. Y así los Romero Aquino, los Condado, las Rasgado, que
han usado al PRD como franquicia familiar. Lo de la esposa de Rogelio Franco,
mal. Pero lo de López Carrera, también…