* Dos fondos federales malversados * Apesta
la tesorería de Minatitlán * El cabildo cómplice * EPN no viene a
Veracruz * Mal augurio para Javier Duarte * La alianza PAN-PRD
avanza * Yunes Linares, candidato único: Franco * Mil 159 millones,
presupuesto de Coatza * 878 son recursos federales.
Mussio Cárdenas Arellano | 06 enero de 2016
Tribuna Libre.- L’enfant terrible es voraz. Tácitamente caza Saúl Wade León a los
contribuyentes, los intimida, aplica terrorismo fiscal en Minatitlán,
convertido en un tesorero sin llenadera, y también desparpajado para ocultar,
quizá malversar, más de 117 millones de pesos.
Tiene un empleado
eficaz, el alcalde Héctor Damián Cheng Barragán, que lo encubre y lo solapa,
que no le alza la voz, que secunda el historial de trapacerías que le sirve
para recaudar hasta lo que hay debajo de las piedras, pero que no sabe que uso
les da a lo cobrado.
Su Ley de Herodes
es ya de escándalo. Aplica mano dura a los minatitlecos, al empresario, al que
invierte y genera empleo, al ciudadano común, pues alguien tiene que nutrir el
insaciable apetito por los dineros públicos del cachorro sin remedio del líder
y cacique petrolero, Jorge Wade González, amo y señor de la Sección 10.
Un segundo
documento suscrito por el ex director de Obras Públicas Municipales, José Luis
Benítez Parga, de fecha 6 de octubre de 2015, revela que el agravio a las
finanzas del ayuntamiento de Minatitlán es peor de lo que el pueblo suponía.
Con número de
referencia DOP 0722/2015, el oficio alertaba sobre el estado que guardaban las
escasas obras realizadas y el riesgo inminente de no cumplir con lo estipulado
en el artículo 35 de la Ley de Fiscalización Superior y Rendición de Cuentas
para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave.
Señalaba que el
cierre del ejercicio de la obra pública debía estar “elaborado y firmado por
todos los funcionarios involucrados a más tardar e 15 de diciembre de 2015.
Para lograr lo anterior, la totalidad de los expedientes unitarios y el avance
físico y financiero en as obras deberá estar al 100%”.
Y luego abordaba
el punto medular: los recursos del Fondo de Apoyo a la Infraestructura Social
(FAIS), del orden de 56 millones 56 mil 29.54 pesos, y el Fondo de
Infraestructura Social Municipal (FISM-DF), por 60 millones 978 mil 213.50
pesos.
Más de 117
millones de pesos en obras que se realizaron a medias o no se realizaron, pero
que en reportes, documentos, estimaciones, se acreditan aunque sólo sea para
engañar al Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz y, peor aún,
a la Auditoría Superior de la Federación.
De acuerdo con el
documento, los más de 56 millones del FAIS debieron servir para realizar 39
obras. Los casi 61 millones del FISM-DF tendrían como destino la elaboración de
42 obras.
Pero todo quedó en
el papel.
En los hechos, las
obras no existen o presentan un avance mínimo, excepto unas cuantas que sí
fueron concluidas. Y eso es lo que planteó Benítez Parga al alcalde de adorno,
Héctor Cheng, y fue lo que provocó su destitución del cargo de director de
Obras Públicas Municipales.
Benítez Parga
anexó la relación de obras asignadas, el avance en cada una de ellas, los
montos pagados, el avance real, todo ello con tufo a corrupción.
Ahí consta la
discrecionalidad con que se conduce Saúl Wade, l’enfant terrible. Detalla el ex
director de Obras cómo se pagan anticipo y estimaciones cuando los trabajos ni
quiera han comenzado. Es el caso de la rehabilitación de la red eléctrica en la
escuela Sor Juana Inés de la Cruz, con una inversión 367 mil pesos, del que se
reporta un falso avance del 70 por ciento. La compañía beneficiada es Wall E
Constructora, S.A. de C.V.
Por el camino rural
La Michoacana al entronque con la carretera Díaz Ordaz-Filisola, se pagó el 90
por ciento de los 962 mil pesos del contrato, pero la obra se encuentra
suspendida. El contratista es José Celban Hernández.
Casi la totalidad
de las obras se hallan fuera de su período de ejecución, pese a que desde el 14
de noviembre de 2014 Banobras depositó a la tesorería municipal los 57 millones
798 mil 999.52 pesos del crédito otorgado al ayuntamiento de Minatitlán.
El 9 de enero de
2015 fue aprobada la propuesta de inversión del FAIS y las obras debieron
iniciarse en marzo de ese año. Pero los recursos los secuestró l’enfant
terrible, Saúl Wade.
Benítez Parga
explica donde radica el problema:
“No se empieza a
contratar de acuerdo con el calendario de ejecución. Pasa el tiempo y llega el
mes de marzo con solo 17 obras contratadas de 39 (menos del 50%), lo cual
obliga a la tesorería municipal a solicitar una prórroga de 120 días, misma que
se autoriza para concluir la totalidad de estas obras el 17 de julio de 2015”.
Lo que sigue es un
evidente caso de corrupción, engaño, simulación y malversación de recursos
públicos. Dice el oficio:
“Llega el mes de
mayo. Se contratan la totalidad de las obras pero no se les otorga el anticipo
a la mayoría de las empresas. Continúan los atrasos. Llega el mes de julio con
la misma situación y decide la tesorería municipal conjuntamente con los
auditores reportar a Banobras al 12 de julio de 2015 terminadas al 100%
todas las obras. Para ello se le pide a las empresas sus facturas con la
totalidad del monto de sus contratos, a efecto de elaborar el cierre definitivo
y provisionar el recurso de la totalidad de este préstamo”.
Y hay más:
“Con esta
problemática se termina el mes de septiembre de 2015 y sólo existen terminadas
al 100% 7 obras de un total de 39 y sólo se han ejercido 37 millones 408 mil
763.92 pesos de un total de 56 millones 56 mil 29.54 pesos. Es decir, sólo se
ha pagado el 66% del techo financiero, y falta por ejercer 18 millones 647 mil
265 pesos”.
Cita cuatro casos
gravísimos:
Rehabilitación del
camino rural Las Carmelitas, de 6.93 kilómetros, con un avance físico del cero
por ciento, “obra en la que se pagó el anticipo y estimación 1 por un total de
2 millones 98 mil 167.45 pesos y tiene más de 200 días de atraso”.
Rehabilitación del
camino rural Yucatecal-Mina Progreso, de 3.64 kilometros, con avance físico de
cero por ciento, “obra en la que se pagó anticipo y estimación 1 por un millón
86 mil 664.28 pesos, equivalente al 89.57% y tiene más de 200 días de atraso”.
Rehabilitación de
sistema de drenaje entre la calle General Charis y Cárcamo de Bombeo, colonia
Ejido Tacoteno, obra con avance físico cero, “obra por la que se pagó anticipo
por un total de 130 mil 211.15 pesos, equivalente a un 50% con 80 días de
atraso”.
Rehabilitación de
la calle Agustín Lara, colonia Sector Framboyán, con avance físico cero, “obra
en la que se pagó estimación finiquito por un total de 615 mil 384 pesos y
tiene más de 80 días de atraso”.
En el documento,
Benítez Parga precisa que la decisión de no realizar el pago oportuno a las
empresas contratistas fue de la tesorería municipal, o sea Saúl Wade León.
Del asunto se
enteró a Saúl Wade, con copia al alcalde de membrete, Héctor Cheng, como consta
en el oficio DOP 0359/2015, “sin haber recibido a la fecha ninguna respuesta,
explicación o comentario al respecto”.
La mecánica en el
caso del FISM es semejante. Hay retención de recursos, falta de pago a
contratistas, simulación en el avance de obras, datos falsos aportados para
hacer creer al ORFIS y en su caso a la Auditoría Superior de la Federación que
las obras fueron terminadas en tiempo y forma.
Empresas como
Orenta, Obras Municipales de Veracruz, Gómez y Suijas Construcciones,
Constrprover, Juan Alor Hernández, Jiménez Suministros y Servicios, Grupo AV
Asesoría y Construcciones y Grupo Raudales, entre otras, figuran en el
documento con anticipos y estimaciones pagadas, sin iniciar las obras y con
retraso de más de 150 días.
Del fondo FISM de
60 millones 978 mil 213.60 pesos sólo se habían ejercido 17 millones 368
mil 178.80 pesos. O sea, el 28.48 por ciento del techo financiero.
De las 42 obras
programas, sólo 26 recibieron anticipo. ¿Qué hizo con el dinero federal el
tesorero Saúl Wade León?
De esas 42 obras,
16 forman parte de las que serán auditadas y únicamente dos están terminadas al
100 por ciento. Saúl Wade transgredió la ley y fraguó el engaño a los entes
fiscalizadores.
Cuatro obras
presentan cero avance físico, pero el tesorero no repara en el pago a los
contratistas. Una de ellas es la rehabilitación del camino rural San Andrés
Loma Encantada-El Diamante-El Depósito, obra por la que se ha pagado un millón
201 mil 126.25 pesos.
Otra:
rehabilitación camino rural Díaz Ordaz-Las Cruces, a la que se le pagó la
estimación 1 por 2 millones 42 mil 557.09 pesos.
Una más:
rehabilitación del camino rural Mina Progreso-Ampliación Ceiba Bonita, obra por
la que se pagó estimación 1 por un total de 2 millones 73 mil 183.75 pesos.
Otra:
rehabilitación del camino rural Agua Fría-El Chiflido, por la que se pagó la
estimación 1 por un total de un millón 452 mil 660.17 pesos.
Son mas de 6
millones 700 mil pesos por obras que tienen avance físico cero.
A fin de cuentas,
Saúl Wade actuó con dolo en el manejo de los recursos federales. Dispuso a su
arbitrio de 117 millones de pesos, tan sólo en esos dos fondos, e involucró a
los constructores en un caso de corrupción de escándalo al obligarlos a
presentar documentos para provisionar pagos por obras que carecían de avance o
que ni siquiera habían comenzado a ejecutarse. ¿Quién se quedó con esos
recursos? ¿Saúl Wade o los constructores incumplidos?
Lo otro tiene que
ver con el terrorismo fiscal, su Ley de Herodes, el uso de prácticas al estilo
de la mafia siciliana, el envío de sicarios fiscales que invitan a dialogar con
l’enfant terrible en la oscuridad de un auto, a la sombra de la corrupción. Y
actúa con la complicidad de un cabildo que calla y deja robar.
Anda de cacería
Saúl Wade. Sus presas son los minatitlecos.
Archivo muerto
Sudan frío los
priistas. No viene a Veracruz Enrique Peña Nieto, convulso el ambiente por la
mitomanía de Javier Duarte, por usar el nombre del presidente para manosear y
enlodar la sucesión, por pregonar que el dedo es él, por mandar al diablo al
líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, cuya voz para el
duartismo ni cuenta ni es necesaria, y sólo lo quiere para que convalide al
candidato que el gobernador decida. Desaira EPN a quienes lo querían ver
presidiendo el evento de aniversario de la promulgación de la Ley Agraria, el 6
de enero, en el puerto de Veracruz. Lo querían ahí para celebrar los saludos y
los abrazos, las sonrisas y los mensajes, leyendo señales que sólo existen en
la imaginación de los duartistas y sus textoservidores, el predestape de Héctor
Yunes tras volver al redil del gobernador, el disfrute de la carcajada burlona,
el episodio de la comida de la complicidad. Pero resulta que Peña Nieto los
dejó vestidos, alborotados y en la total incógnita… Cosa de horas para que se
concrete la alianza PAN-PRD en Veracruz y Miguel Ángel Yunes Linares se enfile
hacia la candidatura al minigobierno de dos años. Inminente, la alianza avanza
y el jueves 7 se formalizará la sesión de pláticas entre los equipos nacionales
panista y perredista, según refiere el líder estatal del PRD, Rogelio Franco
Castán. Categórico dice: el PRD no tiene candidato y el único que presenta el
PAN es el diputado federal Yunes Linares. Juan Bueno Torio optó por irse a la
aventura, independiente, sin estructura para promover su imagen, para cuidar el
voto, para rescatar algo de votación; en el PAN pudo haber sido factor para
definir hacia dónde se habrá de inclinar la elección. Lo que tanto temían
fidelistas, duartistas, hectoryunistas, pepeyunistas, es un hecho: la alianza
PAN-PRD va y Yunes azul se confirma como el personaje mejor posicionado entre
un electorado que le compró el discurso de que habrá encerrar en una prisión a
Javier Duarte y también a Fidel Herrera Beltrán… Más de mil millones ejercerá
el ayuntamiento de Coatzacoalcos en 2016. Le aprobó el Congreso de Veracruz un
presupuesto de mil 159 millones 432 mil 189.12 pesos, incluidas participaciones
federales. Según el dictamen de la Comisión de hacienda Municipal, avalado por
el pleno de la Legislatura estatal, el gobierno de Coatzacoalcos solicitó mil
236 millones de pesos, pero sólo le autorizaron poco menos de mil 160 millones.
En el presupuesto están englobados los 878 millones 214 mil 398 pesos
correspondientes a participaciones y aportaciones federales. La buena es esa.
La mala es que esos 878 millones no se consideran con carácter definitivo pues
pueden variar a la hora que los asigne el gobierno federal tal como lo
establece la Ley de Coordinación Fiscal, que es la que determina con qué monto
se le asigna a las entidades federativas y a los municipios. Y a ese agréguese
lo que el gobierno duartista retiene, oculta y desaparece, el saqueo a las
arcas, la malversación de recursos federales destinados a las administraciones
municipales…