* Ruptura teatral y pactada * Beltrones
recula * Más audios que exhiben a Yunes Landa * “Mi jefe político
es el gobernador” * El palacio en Valle de Bravo * Los
prestanombres y la familia * La hija del candidato y el zeta * UV:
se arruga el gobernador * PRI emite convocatoria * Víctor Rodríguez
contra Amado.
Mussio Cárdenas Arellano | 27
febrero de 2016
Tribuna Libre.- Patético, no hay
secreto que guarde Javier Duarte. Hasta las rupturas pactadas las revela, hasta
la simulación de un deslinde lo ventea, hasta la farsa de que el precandidato
del PRI es un crítico de su gobierno, la desnuda. “Yo mismo le pedí (a Héctor Yunes)
que empezara a criticarme”.
Se incrimina y se
absuelve, ajeno al impacto de sus palabras, destrozando la estrategia mediática
del precandidato Yunes Landa de un alejamiento, el castigo para los que han
saqueado a Veracruz, cárcel para los pillos que podrían generarle una derrota
al PRI.
¡Critícame,
Héctor, critícame!
No hay veracruzano
aguzado que crea en la ruptura oficial. Subido el tono del discurso
hectoryunista, refiere que hay que sanear y castigar. Lo dice primero sin
alusiones personales, apenas de refilón, imitando tímidamente a su rival y
primo, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, que promete cárcel a los que
desviaron el dinero tomado de las arcas públicas. Sólo que Yunes azul sí los
identifica: Javier Duarte, Fidel Herrera y sus pandillas.
Es el discurso
carcelario el que vende y como buen árabe, Héctor Yunes también también es dado
a traficar con la esperanza.
Luego le pregunta
Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula si encarcelaría al gobernador de
Veracruz, Javier Duarte, compañero en el PRI.
A él también,
sentencia Héctor Yunes sin mencionarlo por su nombre, sin mayores juicios, sin
hincar el diente en la deuda pública, los 120 mil millones de pesos, en los 35
mil millones de pesos detectados por la Auditoría Superior de la Federación,
parte de los cuales han merecido ya denuncias penales ante la Procuraduría
General de la República.
Sacudido Veracruz
por Don Beltrone, el líder nacional del PRI, que expresara que Javier Duarte
debe dar la cara, hablar con la verdad a los veracruzanos y rendir cuentas, en
declaración al periódico Reforma, el martes 23, Javier Duarte ni se inmuta.
Le cuestionan a
Javier Duarte la embestida que ahora le dirige Héctor Yunes y lo explica con
una simpleza: “Yo le pedí que empezara a criticarme”.
Debe, según el gobernador,
evitar cargar con el peso de su gobierno. O sea, con la violencia sin freno,
con la complicidad de la policía veracruzana con el crimen organizado, con los
levantados y secuestrados, con las ejecuciones diarias, con el endeudamiento
criminal y el desvío de recursos públicos, los que contabiliza la ASF y los que
provienen de otras fuentes, destinados a comprar elecciones, a construir
fortunas malhabidas y generar impunidad.
¡Critícame,
Héctor, critícame!
Descarada, la
farsa entre Héctor Yunes y Javier Duarte queda a la vista. La exhibe el
desgobernador con un desliz, uno más, como aquel de que Peña Nieto, el
presidente de México, le pidió encargarse de la sucesión en Veracruz.
Entonces explicó
por qué: él, Javier Duarte, es el único amigo que tiene Enrique Peña Nieto en
Veracruz.
No se sabe si es
mitómano o está desquiciado, o las dos, pero a raíz de tanto desliz la prensa
nacional comenzó a poner los ojos en Veracruz, hurgó en su vida, desentrañó sus
alcances, atenta a las locuras de un enfermo que detenta el poder sin freno y
sin mesura.
Manlio Fabio
Beltrones Rivera lo había puesto contra las cuerdas. Debe rendir cuentas y
hablar con la verdad, expresó el líder del PRI.
Sentenciaba su
suerte. Era el mensaje de que debía salir del gobierno de Veracruz y mitigar la
presión sobre el precandidato Héctor Yunes, trasladados los negativos de su
gobierno al abanderado del PRI.
Eso fue el martes
23. Un día después, don Beltrone matizaba, corregía, reculaba. No hablaba de
Javier Duarte sino de cualquier gobernador que debe entregar buenas cuentas. Lo
está haciendo bien y debe esmerarse en hacerlo mejor, dijo el líder del PRI.
Pues no. Lo que
Beltrones había dicho fue un golpe directo al gobernador. Cuando le preguntó la
prensa que si apoyaba a Javier Duarte, su respuesta fue tajante: “Nosotros
estamos respaldando a Héctor Yunes como candidato”.
Se entendió que el
PRI le daba la espalda, que debía retirarse a tiempo, que tomara una salida
airosa. Y así fue el martes 23.
Algo echó para
atrás a Beltrones. Alguien, quizá Peña Nieto, lo mostró como difícilmente se le
ha llegado a ver: obligado a retroceder. El capo político dando reversa.
Complacido, decía
el miércoles 24 Javier Duarte: “¿La declaración de hoy? Creo que mata a la
declaración de ayer, y la declaración de hoy deja muy clara la postura del
presidente del Partido Revolucionario Institucional a nivel nacional”.
Nadie se precia de
haber sometido a Beltrones. Javier Duarte sí. No deja el gobierno o lo dejará
cuando quiera. Quizá cuando se lo pida Peña Nieto, quizá ni entonces. Quizá
cuando le hayan garantizado una cuota de impunidad.
¡Critícame,
Héctor, critícame!
Vilipendiado,
zarandeado como nunca, Héctor Yunes simula un rompimiento con Javier Duarte,
endurecido el discurso, reclamando cárcel para los pillos que le podrían
provocar una derrota, hablando por los desvalidos.
Le responde Miguel
Ángel Yunes, el virtual candidato de la alianza PAN-PRD, que es una farsa, que
Héctor Yunes pertenece a esa mafia, que hay acuerdo entre quienes siempre han
tenido el mismo proyecto, el mismo interés, agraviando a la sociedad, quebrando
a Veracruz.
Dice Yunes Linares
en MVS, en el espacio de Alejandro Cacho, que la campaña de Héctor Yunes la
paga Javier Duarte y que los “supuestos enfrentamientos entre ellos son
acordados”.
Yunes azul fue a
más. Exhibió audios en los que se escucha a Héctor Yunes respaldando las
acciones de gobierno de Javier Duarte, lanzando elogios desmedidos, serviles.
Pésimo día para el
precandidato del PRI, objeto de burla porque los desfogues verbales de Javier
Duarte revelan que la ruptura es una farsa pactada.
“El candidato del
PRI se volvió antiduartista. Es antiduartista recién nacido. Va muy abajo en
las encuestas. Le recomendaron que se lanzara contra mí y que se lanzara contra
Duarte”, dijo Miguel Ángel Yunes.
Y exhibió dos
audios en que se escucha a Héctor Yunes. El primero refería:
“Lo que Javier
Duarte ha hecho por Veracruz, que es mucho. Javier Duarte tomó al estado en
terribles condiciones financieras y ha sido de lo que mejor ha hecho:
transparencia, orden, la gente le tiene confianza. La ONU, el Banco Munidal le
ha hecho un reconocimiento mundial particularmente por lo que ha hecho por
parte del combate a la pobreza”.
Uno más de Héctor
Yunes:
“Si en algo sirvo
al gobierno del estado y en lo particular al señor gobernador… Yo estoy a las
órdenes. Se lo he dicho a él en lo personal y lo he dicho en privado y en
público: Javier Duarte es mi jefe político, porque es mi gobernador y es de mi
partido”.
Yunes Linares
resumió:
“Queda muy claro
que evidentemente no hay en él (Héctor Yunes) ningún ánimo de sancionar a
Duarte. Por el contrario, él tiene una vinculación totalmente orgánica con el
PRI y con Duarte”.
Agregó:
“El PRI está
totalmente podrido en Veracruz. Hay ocho ex secretarios de finanzas denunciados
ante la PGR…
“Decirle a los
veracruzanos que el PRI va a cambiar, que el PRI es vengador, no se puede. La vinculación
del PRI con Duarte es estructural, y la vinculación del candidato del PRI con
Duarte es estructural, es orgánica. Él (Héctor Yunes) es el candidato de Duarte
y del PRI”.
Otros dos frentes
le abre Yunes azul al desgobernador: su transformación de oruga a murciélago y
el uso de sus familiares y amigos para encubrir el latrocinio, el saqueo, el
robo.
Entró sin un peso
al gobierno de Veracruz, refiere Yunes azul, y hoy posee, vía Moisés Manzur, un
palacio en Valle de Bravo, el mejor de los palacetes, con dos helipuertos, con
caballerizas que ya quisiera la reina de Inglaterra, alberca para caballos. Si
algo corrompe es el poder.
No es tonto Javier
Duarte aunque lo parece. No se quema la manos atesorando riqueza. Para eso
están, dice el candidato de la alianza PAN-PRD, sus amigos y la familia, están
Manzur, Jaime Porres, Franky García, los del cobro de derecho de piso a
inversionistas, los que ya no volvieron a Veracruz.
Mal y malas, a
Héctor Yunes le cae de todo: los embates de Yunes azul, las infidencias de
Javier Duarte, su pasado vergonzoso, servil a Fidel Herrera y al mismo
gordobés. Y ahora la fotografía de su hija con un Zeta.
Circula la imagen
en las redes sociales. Se trata de Pepe Gallina, alias José Francisco Camacho
León, en prisión unos días, entonces al servicio del líder sindical cañero
Modesto Trujillo Herrera, eterno dirigente de la Sección 23 del sindicato
azucarero con sede en El Potrero. Otros dos supuestos malosos estaban ahí.
Se viraliza la
fotografía. Reacciona la hija de Héctor Yunes y aclara. “Fui en representación
de Hector Yunes Senador de la República, a darles un saludo a todos los obreros
cañeros que celebran el fin de la Zafra”.
Luego las frases
con que se exime:
“Desconozco quien
sea Pepe Gallina y desconocemos sus cartas de buena conducta”.
Otra:
“Somos una familia
muy unida, que trabajamos por ayudar a mi papá a poder llegar a la mayor
cantidad de lugares posibles para estar cerca de la gente que confío y confía
en él”.
Apeló a sus
valores, a su formación, a su ignorancia de quién estaría ahí, cerca del líder
cañero, cerca de ella misma.
Hay más, pero el
tema arde. Sacude a Atoyac y alrededores. Sacude al PRI y a su precandidato.
No bajó la
fotografía. Pidió la joven Yunes Yunes no agregar más. Y ahí quedó.
Molido a golpes, a
Héctor Yunes lo destroza su primo Miguel Ángel, lo desnuda Javier Duarte y una
fotografía compromete a su hija. Nada le sale bien.
¡Critícame,
Héctor, critícame. Y la farsa quedó al aire.
Archivo muerto
Políticamente
destrozado, recula Javier Duarte. Lo sacuden los universitarios, sus razones,
sus reclamos, su fuerza moral. Salen ellos a las calles, en Xalapa, repudian el
asedio insultante a la Universidad Veracruzana, que pague lo que debe, unos 2
mil millones de pesos, que cese la agresión, la soberbia del Ibero que no
entiende el sentido de la universidad pública, el afán de acabarla, ahogándola
en deudas, inviable su vida académica sin el subsidio oficial, federal y
estatal. No pudo el gordobés impedir que los universitarios ejercieran su
derecho a protestar, tomando Plaza Lerdo o Plaza Regina Martínez, y mientras
ellos se pronunciaban, mientras expresaban cuanto lo detestan, dio a conocer su
iniciativa para dotar de autonomía presupuestaria a la UV. Ajá. Primero que
pague lo que debe, que no maquille su fobia y el desprecio que trasluce hacia
lo que representa la UV. Recula en su actitud altiva, retadora, intransigente,
cuando el Senado de la República lo conmina a liquidar lo que adeuda. Recula
Javier Duarte en medio del escándalo, atrapado en el ridículo, el descrédito,
vapuleado por el embate de los universitarios, la integridad de la institución,
la fragilidad del desgobierno duartista. Jueves 25, mal día para Javier Duarte,
denostado en la marcha oficial, la que sí validó la rectora Sara Ladrón de
Guevara. Viernes 26, mal día para el gobernador si los universitarios de todo
Veracruz, como se espera, salen a exigir que dé fin a la agresión y deje de
hostigar. Esa es la marcha no oficial. Como en el 68, cuando la base
universitaria habló y cimbró a un país… Emite el PRI su convocatoria y abre el
juego de las postulaciones. Jugará solo en 17 distritos; en cinco más tendrá
prioridad, apoyado por los partidos con los que se ha coaligado, y los ocho
restantes la nominación se la deja a los partidos de la alianza “Para Mejorar
Veracruz”. Reserva candidatos a diputados locales surgidos de sus filas en los
distritos Tuxpan, Álamo, Poza Rica, Papantla, Xalapa I y II, Boca del Río,
Medellín, Cosamaloapan, Santiago Tuxtla y Minatitlán. Algunos priistas llegarán
a propuesta de los partidos satélites con los que conforma la alianza “Para
Mejorar Veracruz”, el Verde, Panal, AVE, Partido Cardenista, las rémoras de la
democracia, de alto costo para el erario público. Ritual con tintes de
burlesque en el que se verán caras fidelistas y duartistas, sólo para confirmar
que Héctor Yunes no representa nada nuevo, atado a sus patriarcas y padrinos, a
sus verdugos de 2010, Fidel Herrera y Javier Duarte, a los que les debe la
senaduría que le sirvió, también con un altísimo para el erario, como
plataforma hacia la candidatura a gobernador… Paso al vacío el que da Víctor
Rodríguez Gallegos. “Estamos listos”, dice el operador número uno de Marcelo
Montiel, emulando a Héctor Yunes Landa, acérrimo enemigo del marcelismo desde
siempre, cuando Gonzalo Guízar Valladares era su referente en Coatzacoalcos,
pero al que MMM y Rodríguez Gallegos usan para llegar al Congreso y luego a la
alcaldía. “Estamos listos”, pregona el ex subdelegado administrativo de la
Sedesol en Veracruz, quien aparece en primerísimo lugar en las denuncias
interpuestas por el senador Alejandro Encinas Rodríguez, ex del PRD, por desvío
de recursos de programas sociales federales, vía robo en cajeros bancarios en
que fueron pillados un par de delincuentes con tarjetas y contraseñas, y obras
fantasma de las cuales dan santo y seña. “Estamos listos”, dice Víctor
Rodríguez para lo que será la madre de todas la batallas, enfrentado al efecto
Yunes Linares y a la figura de Amado Cruz Malpica, ex diputado federal del PRD,
abogado reconocido, de altísima solvencia moral, una figura de la izquierda que
pasó por el pantano de la política nacional y no se manchó. “Estamos listos”,
alardea Víctor Rodríguez sin pertenecer al distrito 29, el Coatzacoalcos
Urbano, por el que pretende contender, violando el Código Electoral, por lo que
ya fue denunciado y pronto habrán de aportarle más elementos de juicio al
órgano electoral…