* Un edificio a cambio de complicidad * El
auditor amagó con denunciarlo * Ayotzinapa se liga a Tierra Blanca
* Empleados municipales increparán al gobernador * Protestarán contra
reforma a Ley del IPE * Confirmado: Amado por Morena
Mussio Cárdenas Arellano | 23
febrero de 2016
Tribuna Libre.- Y si quieren les construye
un edificio. Y si quieren les comparte riqueza. Y si quieren les compra el
silencio. Qué más da. Hace todo Javier Duarte con tal de no resarcir el daño
patrimonial, los 35 mil millones de pesos que le birló al gobierno federal, con
tal de no encarar un conflicto legal. Un cohecho con tal de no ir a prisión.
Hacia el mes de
septiembre, en 2015, trascendió la historia, episodio que retrata y desnuda al
gobernador de Veracruz, su proclividad a los atajos legales, el soborno sutil o
el soborno sin pudor.
Frente al auditor
superior de la Federación, Juan Manuel Portal, sonrisa en los labios, el tono
de una broma, el estilo muy suyo, decía Javier Duarte que podía construirle un
edificio a la dependencia. Y volvió a sonreír.
Seco el tono, le
respondió el auditor. Le expresó que él no juega, que su trabajo es serio, que
en ese momento requeriría la presencia de un agente del Ministerio Público
Federal para que le repitiera el desgober lo que acaba de decir.
Se le desencajó el
rostro a Javier Duarte. Lo inundaba ese frío tétrico que hace sudar, impactado
el gobernador por la respuesta del titular de la Auditoría Superior de la
Federación.
Ni de broma
admitía Juan Manuel Portal una insinuación a canjear un inmueble por
complicidad.
De la oficina del
auditor se retiró Javier Duarte con el alma en un hilo, aporreado por su error,
por el desatino de pretender cohechar al funcionario que le ha venido
acreditando el despilfarro con recursos federales, su mala aplicación, su no
aplicación, su falta de soporte a las obras que dice hizo con las partidas
provenientes de la Federación.
Cuenta la historia
un político de alto nivel, allegado al auditor superior, que conociera detalles
y frases, su voz y su tono, la reacción de enfado ante la broma duartista que
tenía la intención de sobornar.
Quería el silencio
y el disimulo Javier Duarte. Halló, en cambio, un funcionario que lo atajó.
Agobiado y
acorralado, Javier Duarte ya es presa de la Auditoría Superior de la
Federación. Año con año, ejercicio presupuestal tras ejercicio, la historia es
la misma. Veracruz no cumple con la norma, gasta, dispone del dinero federal,
es conminada a devolver lo usado pero no demostrado, no acreditado con
documentación, obras fantasmas, obras infladas, obras que no cumplieron con los
requisitos de ley.
“Ojalá” pare en la
cárcel, dice el auditor al periodista Carlos Loret de Mola, en una declaración
que no se antoja casual ni impensada. Cuentan los enterados que Juan Manuel
Portal habló con línea y hasta entre el mismo duartismo lo conciben así.
Veracruz es
campeón del desastre administrativo, según el último reporte de la ASF, en que
lo ubica en el peor lugar en el uso de recursos federales.
Veracruz acumula
el peor desempeño entre los ejercicios 2011-2013 con 13 mil millones no
solventados.
Veracruz trae 15
mil millones no justificados en 2014, en pleno auge del duartismo.
Veracruz debe más
de 3 mil millones por sanciones resarcitorias, y a la fecha sigue sin cumplir.
Veracruz ha sido
conminada por la ASF a devolver 4 mil millones de pesos por simulación de
devoluciones, un ardid de Javier Duarte para retener los recursos federales.
Por este hecho ya existen denuncias penales en la PGR.
Y sostiene el
auditor superior que cuando le preguntó a Javier Duarte por qué su gobierno no
devolvió los recursos, simplemente dijo que los debió usar para seguirle
haciendo obra a los veracruzanos. Ajá.
Gravísimo el
conflicto que enfrenta Javier Duarte. Obligado a devolver los 4 mil millones de
pesos, decide mover a un grupo de diputados federales y enfrentar a Juan Manuel
Portal. Lo acusan de excederse en los términos usados para referirse al
gobernador. Los desquicia el “ojalá” Javier Duarte pare en la cárcel.
Hay duda que todos
los diputados federales hayan firmado la carta en que increpan al auditor.
Miguel Ángel Yunes Linares, el virtual candidato de la alianza PAN-PRD al
gobierno de Veracruz, tilda a Erick Lagos, Jorge Carvallo, Tarek Abdalá, Adolfo
Mota, de ser cómplices del gobernador, de estar denunciados por malversar
recursos en su paso por el gabinete duartista, de prestarse a la embestida.
Olvidan, dice
Yunes azul, que el auditor es autónomo y que sus juicios no pueden ser
interpelados.
Otros diputados
niegan haber suscrito la carta, sus firmas suplantadas, sus palabras ajenas al
contenido del documento.
Dice el periodista
Raymundo Riva Palacio, autor de Estrictamente Personal, que Javier Duarte ya
enloqueció.
“No había
necesidad, pero Javier Duarte tiene un problema de incontinencia. Carece de
autocontrol. Ahora se volvió loco porque la Auditoría Superior de la Federación
reportó la semana pasada que el gobierno de Veracruz simuló la devolución de
cuando menos cuatro mil 770 millones de pesos a fondos federales para evitar
que se le fincaran responsabilidades. La consecuencia fue que le interpusieron
una denuncia penal. El auditor Juan Manuel Portal fue mucho más allá y expresó
insólitamente, en una entrevista en televisión nacional, su esperanza de que
Duarte fuera a la cárcel. Está harto. Veracruz está a la cabeza de los
simuladores de devoluciones, supera tres a uno a los 10 estados que le siguen
en delitos federales, y el gobernador lo llena de promesas incumplidas.
“En respuesta a
Portal, el gobernador movilizó a la bancada veracruzana en el Congreso —de
quien depende el auditor—, para que le hicieran un extrañamiento por haber
declarado que era deseable que el gobernador terminara en la cárcel, sin
atender los tiempos de que dispone Duarte para responder las observaciones.
La carta fue
enviada el viernes 19 de febrero, pero no atemperó el ánimo del gobernador. De
la nada escribió en su cuenta de Twitter un mensaje al diario Reforma –que
desapareció después– donde, en clara molestia por su línea editorial, increpó:
‘¿Y también van a urgir a la @PGR_mx a proceder contra su candidato en Veracruz
por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero?’.
“Como nadie de los
interlocutores a los que quería llamar la atención le hizo caso, escaló con
otro mensaje, con el cual dejaba claro a quién se refería: “Miguel Ángel Yunes
está como el ratero que sale corriendo gritando ¡agarren al ladrón!” Al final
de todo, el hígado se enfocó en su enemigo, que ya ha dejado de ser un
adversario político y se ha convertido en una obsesión personal. Durante largos
meses Duarte ha pagado a un equipo, cuyo trabajo tiene tufo escatológico, para
que distribuya a través de correo electrónico y redes sociales fotografías de
propiedades de Yunes en México y Estados Unidos. Ya no se sabe qué es cierto y
qué no, pero lo que nunca hay es documentación que pruebe que esas
adquisiciones sean resultado de lavado de dinero o de enriquecimiento ilícito,
como lo acusan.
“Duarte ha dejado
de oír o escucha a quienes en su entorno son los más beligerantes o los más
incompetentes para aconsejarlo. Más grave aún, por lo que deja traslucir, es
que también ha perdido la estabilidad emocional. Este sábado, el gobernador ya
no se limitó a pagar para golpear a Yunes, sino lo acusó abiertamente de
delitos federales, sin pruebas detrás de su dicho. Lo que provocó fue un
incendio en las redes sociales, donde la palabra suelta e impune encontró en el
gobernador un objetivo fácil al estar imposibilitado para esgrimir una defensa
racional. Su disparatado comportamiento político se equiparó a la furiosa
metralla que recibió, preámbulo de la exigencia del PAN a la PGR para actuar
ante la denuncia penal que presentó la ASF en contra de funcionarios y
exfuncionarios del gobierno veracruzano por el desvío de más de 35 mil millones
de pesos.
“Duarte sigue
profundizando la crisis política en Veracruz, rompiendo con todos los sectores.
Afirmar que se volvió loco no es un exceso retórico o un calificativo, es una
descripción. Según el diccionario de la Real Academia Española, entre las
primeras cuatro acepciones de “loco” figuran: de poco juicio, disparatado e
imprudente; que excede en mucho a lo ordinario o presumible. Duarte se ha
convertido en un sujeto impredecible y un riesgo para la gobernabilidad. Pero
para el PRI, que necesita mantener la gubernatura del estado en las elecciones
de verano para tener una mejor correlación electoral en 2018, es una bala
perdida que impacta directamente en el cuerpo tricolor, por lo corrosivo de su
odio hacia Yunes.
“El problema del
PRI es profundo. A finales del año pasado se habló en los más altos niveles del
gobierno de la posibilidad de que fuera llamado a una comisión federal para
sacarlo de Veracruz. El presidente Enrique Peña Nieto nunca lo autorizó. Se
desconocen cuáles fueron los considerandos de ello, pero se sabe que Peña Nieto
tiene una enorme aversión a los cambios. De cualquier forma, Duarte vive en el
ostracismo dentro del gobierno federal. Una anécdota que revela cómo lo ven es
cuando hace unas semanas fue a buscar al presidente sin tener cita, y lo dejó
esperando horas sin atenderlo. Sus propios colegas priistas no encuentran
explicaciones que iluminen el porqué actúa de esta manera”.
Más adelante Riva
Palacio afirma:
“Duarte se ha
vuelto un hombre en llamas y Veracruz se perfila para ser el nuevo dolor de
cabeza presidencial y del PRI, acicalado por un gobernador cuya única explicación
a sus reacciones podría ser el temor de ir a la cárcel con la nueva
administración. Yunes, el priista, anunció que perseguirá a los corruptos del
gobierno de Duarte, y ha dicho públicamente que nunca entendió por qué lo
impusieron como candidato y como gobernador. Yunes, el panista, dice a quien lo
quiere oír que requiere únicamente de seis meses para ponerlo tras las rejas.
La atomización de la oposición en el estado le da respiros al PRI en la
elección, pero las condiciones favorables no se trasladan a Duarte, que quizás
termine, efectivamente, en la cárcel”.
No le admitió el
auditor un cohecho. No cayó en su juego. Endureció la línea. Lo exhibió por un
daño patrimonial de 35 mil millones de pesos. Expresó que “ojalá” Javier Duarte
pare en la cárcel. Y la respuesta fue una embestida legislativa.
Trata Javier
Duarte con un ejército de proclives a la corrupción. Quizá a todos les obsequió
edificios, viajes, obsequios, pagados con dinero público, lo que hay en las
arcas, para obtener la complicidad, el silencio, el disimulo, lo que le permite
evadir la ley y sus efectos. Esa ha sido su norma.
Con el auditor
superior erró el tiro. Entre broma y veras deslizó el soborno y la reacción ha
sido una tormenta de 35 mil millones, medalla de oro en ineficiencia y
corrupción, las trampas del gobierno de Veracruz al descubierto y el riesgo de
parar en la cárcel.
Falló el cohecho y
está perdido.
Archivo muerto
No puede caer en
el olvido Tierra Blanca, los cinco jóvenes desaparecidos, el levantón
policíaco, la entrega al crimen organizado, la verdad histórica que pocos
creen, los restos de dos víctimas que despiertan dudas, el escándalo que trae a
la memoria la tragedia de Ayotzinapa. Este lunes llegan a Tierra Blanca, donde
desaparecieron a los cinco jóvenes, familiares de los normalistas de Ayotzinapa
y el comisionado de la ONU para derechos humanos México. Siguen los pasos del
caso Moisés Sánchez, el periodista levantado y asesinado en Medellín de Bravo,
en enero de 2015, que no se movía hasta que los familiares acudieron al cuerpo
diplomático acreditado en México y a la ONU. Se reactiva actualizando que la
policía de Veracruz levanta, entrega las víctimas al crimen organizado,
que es corrupta, que es cómplice, proclive a la corrupción. Y que los elementos
que no aprobaron el examen de control y confianza siguen ahí, solapados por el
secretario de Seguridad Pública, el gobernador Javier Duarte y cuando cae en la
esfera judicial, por “Culín”, alias el fiscal, alias Luis Ángel Bravo
Contreras. Se liga Tierra Blanca a Ayotzinapa… Suma Javier Duarte. Suma en
contra. Este martes 23 lo van a increpar empleados municipales, maestros,
pensionados, todos en una protesta por la reforma a la Ley del Instituto de
Pensiones del Estado con la que el Estado abdica de sus obligaciones, traslada
la responsabilidad a los patrones o a las instituciones de gobierno, quebradas
por su mala administración. Desde Plaza Lerdo, quizá sobre calle Enríquez,
convulso el escenario frente a palacio de gobierno, rechazarán la pretendida
reforma, una más de las torpezas del gobernador de Veracruz. Es una revuelta en
abierto, la de los empleados municipales, los de Salud, los maestros, los de
todas las dependencias, el Tribunal Superior de Justicia, el Órgano Público
Local Electoral, la Universidad Veracruzana, proveedores y contratistas, medios
de comunicación que se sirvieron y luego les cerraron la válvula —bien merecido
que se lo tienen los textoservidores—. Y hay otra. Quiere Javier Duarte
disponer de los últimos recursos del IPE, 2 mil millones de pesos, y entregar a
cambio bienes inmuebles, entre ellos el estadio Luis “Pirata” de la Fuente. Y
si el Congreso “cómplice” de Veracruz lo aprueba, ¿con qué recursos hará frente
el IPE al pago de pensiones y adeudos? Un alto magistrado del TSJ confió hace
unas semanas a este reportero: lo que hace falta es un buen piloto que evite
que esta nave se termine de hundir. Así de mal anda el gobernador… Amado va.
Oficializa el partido del Peje, Morena o Movimiento de Regeneración Nacional,
que su candidato en Coatzacoalcos será Amado Cruz Malpica. Se recuerda al
abogado laboral que en 1994 logró el primer triunfo del PRD en el distrito, con
votación abrumadora, la de los petroleros despedidos, muchos de ellos
defendidos por Amado, lo que potenció sus aspiraciones. Contendía contra Edel
Álvarez Peña, quien dejara la alcaldía de Coatzacoalcos para ir en busca del
sueño y despertó en medio de una pesadilla, acorralado por un fantasma llamado
Marcelo Montiel Montiel, operando la caída de un Edel descompuesto, soberbio,
soez con los hijos políticos de Carlos Brito Gómez, también ex alcalde, ex
secretario de gobierno, ex diputado federal, luego líder PRI, líder del
Congreso veracruzano, un santón en la política veracruzana. Ese día, con el
voto de los petroleros y sus familias, los izquierdosos, los cuauthemistas, y
con el no voto de los priistas que después serían los marcelistas de hoy, se
gestó el triunfo de Amado Cruz Malpica, convirtiéndose así en el primer
diputado federal del PRD por Coatzacoalcos. Aquí, el martes 16, se adelantó que
sería el candidato de Morena a diputado federal. Y así fue…