*Un
lastre llamado Javier Duarte
*Demandas
contra GobVer siguen vigentes: ASF
*Fidelistas
con todo descrédito a la campaña de HYL
Marco Antonio Aguirre Rodríguez | 02
marzo de 2016
Tribuna Libre.- Javier Duarte es un lastre para Héctor Yunes,
y este así lo dice.
La Real Academia Española entre las
definiciones de lastre consigna: “Persona o cosa que entorpece o detiene algo”.
Y Javier Duarte realmente lo es para el
aspirante priista.
No sabe cómo quitárselo de encima.
Es un peso que cada día lo hunde más.
En una entrevista con Ciro Gómez Leyva
resaltó que “le da mucha pena como veracruzano ver un debate entre Javier
Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares para ver quién es el más corrupto”.
Pero es que además Miguel Ángel Yunes ya
encontró eso, a Javier Duarte, como el lado más débil de la campaña del PRI, y
el que más lo fortalece; la repulsa hacia el gobernador es de tal tamaño que
cada día hay votos que se transfieren en la idea de qué el aspirante panista
“sí podrá” ajustarle las cuentas al ahora gobernador.
Pero Héctor Yunes dice que aún así ganará la
elección. Pero ¿cómo?, ¿utilizando la maquinaria de compra de votos y de fraude
electoral del fidelato?.
Porque ese lastre que lo hunde es
precisamente el que hace que sus expectativas reales de triunfo se alejen.
Miguel Ángel Yunes pegó bien, al exhibir los
bienes a nombre de Mónica Ghihan Macías Tubilla y de su esposo José Armando Rodríguez
Ayacache, los cuales fueron adquiridos durante el presente sexenio,
casualmente.
Los esposos enviaron una cara pública donde
desmienten ser prestanombres de Javier Duarte y/o de su esposa Karime Macías,
hermana de Monica Ghinan, pero aceptan ser los propietarios de los inmuebles,
los cuales dicen adquirieron con el producto de sus negocios y que no están
ligados con el gobierno del estado: ¿Y qué empresas tienen que les han
permitido comprar bienes por casi 50 millones de pesos en 6 años?, eso, además
del estilo de vida de multimillonarios.
A Mónica Ghinan sólo se le conoce una
pizzería en Monterrey, con la cual incluso pudo haber facturado al gobierno del
estado.
Su marido, en cambio, si estuvo ligado
evidentemente al gobierno del estado (aún cuando dicen que nunca lo han
estado), pues fue nombrado apoderado legal de los Tiburones Rojos el 7 de junio
de 2011, cuando el gobierno del estado retomó el equipo; esa fue la etapa en la
que se le dejó de pagar a los futbolistas y se quedaron a deber múltiples
servicio.
Pero a ellos les fue bien. Al matrimonio la
fortuna le sonrió y adquirió un departamento de lujo, valuado en 10 millones de
pesos, el 2 de abril de 2012.
Si no son prestanombres de Javier Duarte, ¿de
dónde sacaron tanto dinero en tan poco tiempo?.
Miguel Ángel Yunes enfrenta las acusaciones
de corrupción que le hacen sólo no contestando, porque la animadversión está
hacia todo lo que huela a Javier Duarte.
Por eso es que el aspirante panista reenfiló
sus baterías hacia el mandatario estatal.
Y porque le es mucho más fácil encontrar
actos de corrupción.
DEMANDAS
CONTRA LA ADMINISTRACIÓN DE JAVIER DUARTE SIGUEN VIGENTES: ASF. La Auditoría
Superior de la Federación ratificó que las 15 denuncias que presentó ante la
PGR se encuentran vigentes, en respuesta a una solicitud de acceso a la
información.
La respuesta sintética y lacónica fue: “la
información solicitada se encuentra clasificada como reservada, toda vez que se
relaciona con el estado que guardan las Averiguaciones Previas iniciadas y
presentadas por la Auditoría Superior de la Federación ante el Ministerio
Público de la Federación”.
Así pues, la afirmación de que ya habían sido
desechadas, es falsa.
FIDELISTAS
CON TODO DESCRÉDITO A LA CAMPAÑA DE HÉCTOR.
Cada día son más los fidelistas que llegan a buscar a Héctor Yunes y a
ofrecerle “todo su apoyo”.
En este encuadre están los diputados
federales Erik Lagos y Jorge Carballo Delfín, que andan teniendo reuniones en
sus distritos y diciendo ahí que ellos están con Héctor Yunes.
A los votantes les quieren vender que están
bien con quien será gobernador y al aspirante le dicen que tienen control de la
zona. O sea, una vez más quieren quedarse con todo.
En cambio los nuevos integrantes del fidelato
que quieren subirse al carro de Héctor Yunes son Guillermo Herrera,
subsecretario de Turismo (¿ha hecho algo bueno por Veracruz en ese cargo?) y el
secretario de Desarrollo Económico, Erick Porres Blessa.
Guillermo Herrera está en la idea de que
puede construir para ser candidato a la presidencia municipal de Veracruz el
próximo año, o que por lo menos podría incrustarse nuevamente en el gabinete de
Héctor Yunes.
Pero los hectoristas no lo quieren, porque su
gran aportación a la campaña de Héctor Yunes (igual que la de otros
fidelistas), es el descrédito por su mala fama.
Guillermo Herrera se ganó la inclusión entre
las huestes del fidelato levantándole la mano a Fidel Herrera (no son
parientes) y dejando a Dante Delgado, con quien estuvo desde el inicio de su
carrera, colgado de la brocha.
Pasó de vivir en una casita de 150 metros
cuadrados, a un condominio de 10 millones en el nuevo boulevard de Veracruz, y
ahora a una mansión en Rincón del Conchal, además de haberse apropiado de
varias hectáreas en la llamada Riviera Veracruzana, las cuales tienen un valor
de varios millones de pesos.
Su fortuna con Fidel Herrera comenzó con la
Notaria 54 de Boca del Río, otorgada el 13 de abril de 2010; después el 11 de
Julio de 2011 lo nombró Secretario de Comunicaciones, donde algunos
constructores decían el 20-30, porque les pedía entre el 20% y el 30% del monto
de la obra asignada para pagárselas. ¿Difamaciones de los constructores no
beneficiados?.
Pero además tiene la marca (nunca aclarada)
de haber sido señalado por Alfonso del Rayo de haberlo obligado a trabajar para
los zetas, lo que dijo durante uno de los juicios en contra de Francisco
Colorado:
“Del Rayo aseguró que el secretario de
comunicaciones en el sexenio de Fidel, Guillermo Herrera, fue quien le presentó
al hombre que lo forzó a viajar a Estados Unidos para participar en una subasta
de caballos cuarto de milla, se trataba de Carlos Nayen”, se asienta en un
reportaje de Aristegui Noticias (el texto completo lo puede ver en http://goo.gl/0j7K4Q ).
Así pues, ¿qué puede aportarle Guillermo
Herrera a la campaña de Héctor Yunes?.
De entrada, desprestigio; después, ¿dinero?,
¿dinero limpio o sucio?.
Quien sabe que materiales le entregó
Guillermo Herrera a Fidel Herrera para que lo mantuviera en la Secretaría de
Turismo todo el sexenio de Javier Duarte.
Erik Porres en cambio, ahora se promociona
como amigo de Aurelio Nuño, diciendo que son de la misma banda egresada de una
de las universidades privadas más conocidas del país.
Erik Porres quiere que lo pongan en un buen
lugar de la lista plurinominal de alguno de los partidos que apoyan a Héctor
Yunes, para ser diputado el próximo bienio, o que lo dejen ser candidato a
diputado por Córdoba, en la seguridad de que Juan Manuel del Castillo, de la
burbuja de Javier Duarte, no gana ni en su casilla en esa zona.
Erik Porres llegó al gobierno de Veracruz
como parte de las cuotas a Vicente Fox, quien apoyó a Javier Duarte, en una
cofradía que se ha mantenido durante todo el sexenio. ¿Qué clase de arreglos
existen entre el expresidente y el exgobernador como para que sigan unidos?.
Erik Porres es amigo de Javier Duarte de la
infancia, y en el gabinete actual su trabajo ha sido de lo más oscuro y poco
eficiente. Sus antecedentes panistas se evidencian más porque fue secretario
particular de Manuel Espino, cuando éste fue presidente del PAN nacional.
NI UN
MUERTO MÁS A LA CAMPAÑA. A la campaña de Héctor Yunes también se quiere integrar
Edmundo Martínez Zaleta, El Muerto (¿porqué le habrán puesto este apodo?).
Vaya, incluso Héctor Yunes “lo llamó” durante una ceremonia de la
desfalleciente CNOP.
Pero Edmundo también arrastraría un mar de
descrédito hacia la campaña priista, porque es el cómplice de Arturo Bermúdez
en todo lo concerniente a tránsito del estado, comenzando por las grúas que
levantan vehículos sin ton ni son, y ahora los aparatos para las fotomultas.
Edmundo Martínez también es señalado de haber
metido mano en la elaboración del actual reglamento de tránsito del estado.
Por eso es que los mismos hectoristas dicen:
Ni un muerto más a la campaña.
¿Creé Héctor Yunes poder soportar más lastres
encima?