Señor Ricardo Salinas con todo respeto: no sea mamila

Fue EGO servido en bandeja… le salió caro el buffet 100,000 dólares no es nada barato.

***Usted compró su boleto a un socio del campo de golf Mar-a-Lago  

**La cena en la Casa Blanca no fue una cena de gala, ni de tiempos ni de champaña.

**Fue, en realidad, un buffet informal para fans, influencers y socios golfistas del presidente.  

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                  Ciudad de México. | 22 diciembre 2025

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Tribuna Libre.- #SVNNoticias   En ese contexto apareció el magnate Ricardo Salinas Pliego, intentando colarse para ver si lograba una foto con Donald Trump. Nada más. Ni reunión de alto nivel, ni agenda bilateral, ni peso político real.

El nivel del evento es comparable a que en Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum organizara una cena navideña para youtubers y streamers, y Claudio X. González intentara colarse para tomarse una selfie con ella.

Así de absurdo. Así de fuera de lugar.

No fue diplomacia.

No fue política internacional.

Fue marketing personal, ego y foto.

Y ahora viene la parte verdaderamente importante:

Señor Salinas Pliego, pague sus impuestos. Aunque tenga que vender el yate. Aunque tenga que bajarle un piso al ego. Porque ningún buffet en la Casa Blanca, ninguna foto forzada ni ninguna narrativa inflada sustituyen una cosa elemental en cualquier país serio: cumplir con el fisco.

Intentar engañar a los mexicanos con la idea de una “cena” y una supuesta cercanía con Trump es todavía más burdo, cuando Trump no lo conoce, no lo recibe y no lo considera interlocutor político. Fue un evento social menor, no una cita de poder. Lo demás es cuento ojalá Claudia sí nos organizara una cena.

Aunque sea una taquiza.   

Y para que no haya confusión ni asegurunes:

Señor Ricardo Salinas Pliego, pagar impuestos no es opcional, no es ideológico y no es persecución. Es ley. Si para cumplir hay que vender el yate, cambiar el reloj o cancelar una que otra ronda de golf, ni modo. En México millones pagan sin yacht, sin foto y sin buffet.

Porque pretender venderle al país la idea de que una charola de canapés equivale a influencia internacional es insultar la inteligencia colectiva. Y querer hacer pasar una foto lejana como “cercanía” con Donald Trump es todavía más cómico: Trump no lo recibe, no lo consulta y no sabe quién es. Fue fondo de escenario, no actor principal.

Así que no: no fue diplomacia, no fue poder y no fue Navidad de Estado.

Fue ego servido en bandeja… le salió caro el buffet 100,000 dólares no es nada barato.

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