Ángel Rafael Martínez
Alarcón | 15 abril de 2016
Tribuna Libre.- En la santa
historia oficial de México, donde los hombres son malos o buenos, y luego de
les etiqueta para siembre. Hemos sido capaz enterrar enemigos políticos en un mismo espacio y
levantar los monumentos para conmemorar a la independencia y la revolución y
sus héroes, que seguramente no soñaron con los mexicanos del siglo XXI. Sino
para mejorar situaciones inmediatas. En caso de la guerra de independencia hay
mucho que revisar y darle su justo valor histórico. Como la lucha interna entre
españoles gachupines contras criollos, que su único delitos es haber nacido en
suelo del nuevo mundo. Poco conocemos de las grandes pugnas entre Miguel
Hidalgo e Ignacio Allende, el primero carismático, y el segundo un militar de
carrera del ejército novohispano.
Hace 200 años fallece en una prisión de Cádiz, España, el militar
insurgente, José Mariano Abasolo Outón,
quien fue uno de los altos mandos del ejército española, y los 27 años
de edad se sumó al ejercito novohispano, siendo de los más altos rango del
movimiento libertario. Nacido en el pueblo de Dolores Guanajuato, en el primero
de enero 1783; hijo de Mariela
Outón y José Abasolo, un rico
hacendado, propietario de las haciendas: del Rincón, Espejo y San José de
las Palmas, donde pudo haber hecho carrera de comerciante, mejor siguió a
la carrera de las armas, como muchos de sus contemporáneos. Estuvo el
Regimiento del dragón de la Reina. En el 1808, estuvo acuartelado en la Villa de Xalapa, como muchos de su clases, entre ellos
destacan Agustín de Iturbide, Ignacio Allende, eran momentos cruciales pues en
la metrópolis ibérica había sido conquistada por el ejército Napoleónico.
Donde establece una amistad con Ignacio
Allende, por quien ingresa al grupo de criollos de conspiradores en
Querétaro, quienes el domingo 16 de
septiembre de 1810, iniciaran la aventura por la separación de la Nueva España
de la tutela del invasor de José
Bonaparte “Pepe Botella”
Como buen criollo, se une en matrimonio, con una mujer de su misma clases
social, en usos y costumbres de su época, con la señorita María Manuela de
Rojas y Taboada, hija de un hacendado
natural de las provincias de las vascongadas. El casamiento se realizó en el
año de 1809, luego de su breve estancia en la Villa de Xalapa. Las influencias
de su esposa con las autoridades del virreinato salvaron su vida del
fusilamiento en la primavera de 1811.
Al ser descubierta la conspiración de
Querétaro, los planes se realizaron como se había planeado, con la
salvedad de los tiempos. Miguel Hidalgo
y Costilla, párroco de Dolores, convoca a la rebelión contra el mal gobierno
(francés). El joven militar de Mariano
Abasolo, tiene una participación en
primera línea, con su grado de capitán del Regimiento de Dragones de la Reina,
fue encargado de conducir a las tropas del improvisado ejército insurgente.
Cabe destacar que también hizo
aportaciones económicas para la causa del movimiento insurgente.
Los escasos seis meses de la primera etapa de la guerra de la
independencia, siempre estuvo cerca del cura
Hidalgo e Ignacio Allende, en las
principales batallas que se dieron entre
16 de septiembre al 1810 al 21 de marzo de 1811. Logrando el grado militar de
Mariscal de Campo por el ejército libertador de Hidalgo y Costilla.
El viraje de ruta de Hidalgo, los conduce hacia la recién formada republica
de los Estados Unidos de Norteamérica, con el propósito de conseguir armamento
para continuar con la lucha, a pesar de las victorias de las tropas realistas. El 21 de marzo de 1811, son
apresados en Acatita del Baján, Coahuila, por el militar. Fueron capturados: Miguel Hidalgo y Costilla,
Ignacio Allende Mariano Abasolo, José Mariano Jiménez.
De los cuatro insurgentes detenidos, tres son fusilados, luego de los
sendos procesos judiciales e inquisitoriales,
siendo Mariano Abasolo,
sospechosamente él único que salvo la vida. Miguel Hidalgo y Costilla,
Ignacio Allende, José Mariano Jiménez
fueron sometidos a crueles juicios, pues significo una gran victoria
política y militar del Virrey José María de Callejas. Poco se habla sobre la negociación de María
Manuela de Rojas y Taboada, para salvar
la vida de su marido.
José Mariano Abasolo Outón, puedo evitar su fusilamiento, a cambio de
delatar la organización de la estructura de la organización insurgente, para
algunos han llamado como traición, cambiando su historia en la insurgencia. Las
autoridades virreinales lo enviaron presa a España, condenado a
cadena perpetua. En el año de 1814, partió del puerto de Veracruz con
destino al reino de Andalucía. En el
castillo de Santa Catalina de Cádiz,
donde estuvo preso. Muriendo de tuberculosis el 14 de abril de 1816.
Cabe destacar que su esposa le acompañó esta nueva etapa de su vida. La viuda
regresa a la Nueva España, para cuidar a
su hijo.
En el México independiente, a los
participantes en la lucha por la libertad, se honró declarando Beneméritos de
la Patria. Por medio del decreto 344 del 19 de julio de 1823, que la letra
dice: El congreso declara beneméritos de la patria en grado heróico, á los
Sres. D. Miguel Hidalgo, D. Ignacio Allende, D. Juan Aldama, D. Mariano
Abasolo, D. José María Morelos, D. Mariano Matamoros, D. Leonardo y D. Miguel
Bravo, D. Hermenegildo Galena, D. José Mariano Jimenez, D. Francisco Xavier
Mina, D. Pedro Moreno y D. Víctor Rosales: sus padres, mugeres é hijos, y asimismo
las hermanas de los Sres. Allende, Morelos, Hidalgo y Matamoros, gozarán de la
pension que les señalará el supremo poder ejecutivo, conforme á los
extraordinarios servicios que prestaron, guardándose el órden de preferencia
que previene en el artículo 10. Y
sus nombres fueron escrito en letras de oro en la Camara de Diputados-
Que la duda, sobre Mariano
Abasolo, Benemérito de la Patria o el
gran delator del movimiento insurgente.