José Miguel Cobián | 08
abril de 2016
Tribuna Libre.- En nuestro querido México cualquier funcionario público podría
escribir todo un tratado del arte de hacerse penitendejo (lo escribo así para
evitar la censura). El P.U.P. aquél
famoso partido político inventado cuando no se podía votar por nadie más que
por el PRI sigue vigente, pero ahora sus máximos representantes son los
funcionarios públicos.
Cada vez que hay un problema que se puede resolver aplicando la ley,
pero que políticamente no conviene aplicar la ley, o no conviene a los de su
partido o a los de su grupo, o a los que se reparten el botín del presupuesto,
entonces el funcionario público encuentra la manera de darle una y mil vueltas
con tal de no enfrentarlo. No importa
que se dañe la economía de miles, no importa que se pierdan millones de pesos,
no importa que se exponga la vida, la salud y los bienes de miles de mexicanos.
En resumen, no importa cumplir con el deber para el cual fue elegido o
designado el respectivo funcionario.
Sí, si estás pensando que estoy enojado, tienes toda la razón. Estoy
seguro de que tú también estas enojado. Tú y yo y la mayoría estamos hartos de
que la autoridad actúe cuando conviene, o a voluntad del poderoso en turno, y
no cuando la ley la obliga a ello. Y si
tienes dudas de a que me refiero, te pongo algunos ejemplos:
¿Sabes porque en nuestro país no se denuncian los delitos que sufren
los ciudadanos? Porque los ministerios públicos practican el arte de hacerse
tontos. No tienen personal, no tienen capacidad humana ni técnica para atender
todos los casos que se les denuncian, y todos sabemos que presentar una
denuncia no sirve de nada, salvo que se aceite la maquinara y se gaste en
abogados para darle seguimiento a los asuntos. Se denuncia menos del 5% de los
delitos, y se investiga menos del 5% de las denuncias, y se encarcela a menos
del 5% de los delincuentes que han sido denunciados e investigados. Prácticamente tiende a cero la procuración y
administración de justicia en México.
En la cdmx (ciudad de México) tienen otra vez contingencia ambiental.
Tienen números seguros de muertos y costos por la contaminación y ni así hacen
lo que deben. Mancera y su gente se hace tonta. Permiten manifestaciones que
implican mayor generación de contaminantes. Desde el peje con sus ocultos
segundos pisos, en adelante se construyen nuevas vías para los autos en lugar
de privilegiar la construcción de mejor transporte público. Se permitió y solapó la corrupción en los
verificentros. No se estimula el uso de
de vehículos eléctricos o diésel que no producen ozono. En fin, no se hace lo que se debe, sino lo
que conviene.
Cada año la autopista que va de la cdmx a Veracruz (el primer puerto
mercante del país) es bloqueada en diversas fechas por diversos grupos. La mayoría de las veces estos grupos la
bloquean por desatención de las autoridades locales o federales. Mientras duran
los bloqueos, miles de mexicanos sufren una violación a su libertad de
tránsito, sufren asaltos en sus propios vehículos pues al pasar la noche en
carretera sin poder moverse, grupos de delincuentes caminan entre los coches,
tocan las ventanas y asaltan con plena tranquilidad, al no haber autoridad que
prevenga esos delitos. Total la PF, y el
resto de las autoridades de prevención de delitos se hacen tontas. Si consideramos el dinero que se pierde por
la paralización del transporte de bienes perecederos (que se pierden) y no
perecederos que también cuesta cada minuto que no llegan a su destino, son
cientos de millones de pesos que se pierden. Y todo porque unos funcionarios no
atendieron a tiempo a los manifestantes y otros funcionarios como el secretario
de gobierno Osorio Chong tampoco cumplen con su función de mantener el orden en
el país, sobre todo en territorio federal.
Apenas leía una acusación del
gobernador Duarte, señalando a los presidentes municipales por no cumplir su
función de prevención de delitos en su municipio y dejarle todo al mando único,
aprovechando que no gastan un peso en seguridad y todo lo absorbe el
estado. Allí hay dos áreas que se hacen
tontas. La primera es el propio estado, pues en los convenios de mando único,
se les olvidó considerar los costos del mismo, así que el propio estado se puso
la soga al cuello y ahora no tiene recursos para que ese mismo mando único
funcione mejor. Por el otro lado, los
alcaldes se hacen tontos. Pudiendo establecer una policía preventiva sin que
desaparezca el mando único en sus municipios, no lo hacen, y se hacen
tontos. La razón es que el dinero que
ocupaban en pagar policía y tránsito los ayuntamientos antes de la llegada del
mando único, que hoy sigue en manos de los ayuntamientos, ya se usa para pagar
a más empleados municipales o para otros gastos del propio ayuntamiento y no
quieren aplicarlo para lo que es, el atener las verdaderas necesidades de la
población del municipio. No! Mejor lo reparten entre correligionarios de su
mismo partido, además de eludir la responsabilidad que por ley les corresponde.
En la aduana de ciudad Juárez, los camiones de carga con exportaciones
mexicanas tardan más de seis horas en cruzar cuando es hora pico. Y la culpa no es de la aduana americana, si
no de la mexicana. Nadie en la
secretaría de hacienda entiende que se pierden millones de pesos por los
retrasos, además de que el país pierde competitividad como fuente de
abastecimiento y fabricación de productos para los gringos. Algo que sería muy fácil de resolver en bien
de México, se deja en el olvido, esperando que todos se adapten a la
ineficiencia, cultivando una vez más el arte de hacerse tontos.
Todo México sabe que los agentes de migración en el sur del país,
comercian, trafican y se benefician del flujo de migrantes de centro américa
hacia Estados Unidos. Ninguna autoridad
le pone freno, sólo medidas paliativas y de simulación como establecer que ya
no es delito transitar por el país. Sin
embargo el negocio con seres humanos sigue viento en popa, y ningún funcionario
lo resuelve. Prefieren hacerse tontos,
como se harán también con los Panamá Papers y con cualquier otra cosa que surja
en nuestro querido y sufrido México, sede de los mayores y mejores integrantes
del P.U.P. (Partido Único de Pendejos), quienes tienen su post doctorado en el
arte de no resolver y hacerse pendejos en su puesto.