* Berumen le da 16 puntos arriba a Yunes
Linares * Reforma coloca un punto abajo a Yunes Landa * El 3 en 3 a
la ex de Héctor * El espinoso tema de las propiedades * Regina:
seguir el móvil de su trabajo periodístico * Cinco focos rojos para el
PRI en Coatza * Saúl Wade no paga y se queda con el cambio
Mussio Cárdenas Arellano | 30
abril de 2016
Tribuna Libre.- Misma fecha, mismo
escenario, mismos personajes y un resultado fuera de lugar. Son las encuestas
de Berumen y Reforma, ambas sobre Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares arriba,
en una por 16 puntos y en la otra por sólo un punto porcentual. ¿Cuál miente?
Ni Yunes azul ni
Yunes rojo creen en las encuestas. Se jactan de ello. Creen en la encuesta del
día de votación, cuando el ciudadano premia o castiga, cuando el elector acude
a las urnas o desdeña el proceso electoral.
O creen cuando la
intención de voto les favorece, los coloca en la punta, liderando la contienda.
Ufano, presumía
Héctor Yunes Landa, el priista, el candiDuarte al microgobierno de Veracruz,
que arrancaba en enero 21 puntos arriba de Miguel Ángel Yunes Linares, su
primo, el candidato de la coalición PAN-PRD.
“No es
coincidencia que traigo yo, arriba, 11 puntos en votación bruta, del PAN-PRD, y
21 puntos de votación efectiva del PAN-PRD”, alardeaba el priista.
Le favorecían los
números de la encuestadora Ulises Beltrán y Asociados. “Es precisamente el
encuestador más serio y más respetado que hay en el país y en América Latina, y
es con quien he estado dando seguimiento sobre cómo hemos ido. En noviembre
traíamos 4 puntos arriba, en diciembre traíamos 7 y a finales traíamos 11”.
¿Y entonces por
qué se cayó?
Le respondió Yunes
Linares con el resultado de la encuestadora Covarrubias y Asociados, que le
daba al panista 5 puntos de ventaja.
Un mes después, el
galimatías fue mayor. Refería Héctor Yunes que su ventaja era de cinco puntos.
Y se vanagloriaba. Seguro alguien no le dijo que de 21 a cinco hay un desplome
de 16 puntos en la intención de voto.
“No le salen las
cuentas”, acotó entonces el líder del Partido de la Revolución Democrática en
Veracruz, Rogelio Franco Castán.
Nada le dijo
entonces Miguel Ángel Yunes. Lo dejó correr. Expresaba a su gente, su círculo
azul, que su ventaja era 15 puntos pero que bastaba con decir que superaba al
PRI por 5 puntos en la intención de voto.
Berumen y
Asociados fue la primera en revelar —24 de marzo— cómo se perfilaba el sentir
del elector. Otorgó 10 puntos de ventaja a Yunes azul, convulsionado al
priismo, sacudido el hectorismo, prendidas las alertas.
Le siguió Votia.
Daba la encuestadora 6 puntos de ventaja al PAN-PRD sobre el PRI, mientras
Yunes Landa sólo atinaba a decir que en sus encuestas iba en la cúspide y que
esas “son encuestas a modo”.
Abril 11. El
Financiero reveló el sondeo realizado en Veracruz: Yunes Linares 43 por ciento;
Héctor Yunes 35, y Cuitláhuac García, 16.
La de Gabinete de
Comunicación Estratégica: Yunes Linares, 24.1 por ciento de intención de voto;
Héctor Yunes, 19; Cuitláhuac García, de Morena, 15.1. El voto negativo —por el
candidato que nadie quisiera votar— está del lado del priista: 47 por ciento;
Yunes Linares en segundo lugar con 12.2, y Cuitláhuac, 4.8. O sea, la mitad de
los veracruzanos rechazando al PRI.
Otra. La de
Estadística Aplicada, difundida por Excélsior: Yunes Linares 38 por ciento;
Héctor Yunes 29; Cuitláhuac García, 24.
Una más. El Mundo
de Córdoba difundió —abril 15— que Yunes Linares llevaba 33.2 por ciento;
Héctor Yunes 22.9, y Morena, 19.9.
Exhibió Yunes
Linares más sondeos. Echó mano de trece mediciones el día del debate en
Coatzacoalcos, auspiciado por la televisora Olmeca TV. En las suyas y en las
que Héctor Yunes patrocinó, su ventaja —dijo— se mantenía intacta, en un rango
de 8 a 10 puntos.
Días agrios para
el duartismo, amagado Javier Duarte con parar en la cárcel si Yunes Linares
triunfa en la elección del 5 de junio, denunciado ya por enriquecimiento
ilícito y el uso de una red de prestanombres para adquirir propiedades en
México, Estados Unidos y España, ordenó otro sondeo para saber cómo le podría
ir al PRI. Y salió mal.
Citaban fuentes
del gobierno de Veracruz a INFORME ROJO que el candiDuarte Héctor Yunes traía
una desventaja de 8 puntos.
Comenzó entonces a
sacudirse Yunes Linares. Inició la campaña y lo atrapó el caso Panama Papers,
señalado su hijo Omar Yunes Márquez como uno de los empresarios mexicanos que
pretendió constituir un fideicomiso en Nueva Zelanda, un paraíso fiscal, que
finalmente se canceló.
Desdeñó Yunes azul
la imputación. Dijo que se trataba de un homónimo. “Hay como 20 Omar Yunes”,
alardeó. Pero luego la revista Proceso exhibió más documentación para acreditar
que sí se trataba del hijo del candidato.
Recibió un segundo
golpe.
Filtrada una
conversación entre Yunes Linares y Omar Yunes, se supo de la adquisición de la
mansión en Nueva York por 58 millones de dólares. Aclaró que no era adquirida
con recursos de la familia Yunes sino que se trataba de una intermediación para
inversionistas extranjeros, aunque se escuchaba hablar de una “rentita” de 83
mil dólares al mes.
Tercer golpe.
Siguió la compra
de dos departamentos, también por parte de Omar Yunes, en Nueva York. Lo
publicó el periódico El Economista. La inversión fue de más de 4 millones de
dólares.
Cuarto golpe.
Le imputan que
manifestó tener una minifortuna de 11 millones de pesos y le aparecen 140
millones en total.
Le pegaría en la
intención de voto. Le bajaría adeptos y fans. Lo pondría en el riesgo de perder
la elección.
No ocurrió. O
supuestamente no ocurrió.
Berumen y
Asociados volvió a medir la intención de voto en Veracruz y Yunes Linares
aumentó su ventaja. En preferencia bruta 12 puntos por encima de Héctor Yunes.
En preferencia efectiva, 16 puntos por arriba del PRI.
Son los números de
Berumen —abril 27—: PAN-PRD, 32.2 por ciento; PRI y sus aliados, 20.8; Morena,
10.8. La preferencia efectiva es más contundente: PAN-PRD, 45.2 por ciento;
PRI-aliados, 29.2, y Morena, 15.2.
Dice ahora el
diario Reforma —abril 28— que no es tan catastrófico para el PRI. Sí pierde
pero por menos. Le da 33 puntos a Yunes Linares, 32 a Héctor Yunes y 24 a
Cuitláhuac García Jiménez de Morena.
Hay felicidad en
el PRI. De una debacle, aspiran a un empate técnico o a una derrota honrosa.
Un punto abajo se
remedia con fraude. A menos, claro, que lo dicho por Reforma no sea verdad.
Nadie pasa de 21 puntos a favor a 16 puntos en contra y en cosa de días se
halla en empate técnico. ¿Fantasía o tomadura de pelo?
Reforma sostiene
que realizó mil entrevistas en vivienda, adultos con credencial de elector, en
mil puntos tomados del listado de secciones electorales del INE, sin
especificar en qué municipios de Veracruz. No se estableció si fue en
territorio priista, de Morena, difícilmente yunista azul.
Una noche antes,
el miércoles 27, el área de prensa del gobierno de Javier Duarte remitía el
resultado de la encuesta de Reforma a los medios de comunicación de Veracruz.
Eso se llama intromisión en el proceso electoral. Eso es usar el aparato oficial
para evitar la caída del candidato del PRI.
Refuta todo
Cuitláhuac García. Por si no bastara con la danza de cifras, acusa que el líder
de la contienda es él.
Así lo expone el
portal Al Calor Político:
“La verdad es que
yo estoy en la punta, somos los punteros y lo quieren ocultar con esas
encuestas.
“Esa encuesta es
falsa y te voy a decir por qué: Héctor Yunes no está en segundo, eso es falso,
está en tercero; lo rebasé desde hace tiempo pero nadie lo ha querido sacar, ya
dije que esta pelea es entre Miguel Ángel y un servidor.
“Los que
rechazaron la encuesta son un gran número, ya no confían en las encuestas,
entonces cuando les preguntan sobre por quién va a votar dicen: no sé y
agregarle también a los indecisos; entonces son dos cosas, y entonces si no se
tienen mediciones sobre eso, la metodología que se usa queda fuera, no sirve
para predecir qué va a pasar”.
¿Cuál encuestadora
miente?
El sondeo de
Berumen se realizó entre el 23 y 24 de abril.
El sondeo de
Reforma se practicó entre el 21 y 25 de abril.
O sea, en la misma
fecha, con el mismo sentir, con la misma percepción hacia el desgobierno de
Javier Duarte, el escándalo por las propiedades de Miguel Ángel Yunes, la
vinculación de Héctor Yunes a su pasado fidelista y duartista, los electores
piensan en un contrasentido.
Alguien miente. No
se sabe si es Berumen o Reforma.
Como sea, en una
la ventaja es para Yunes Linares por 16 puntos y en la otra también para Yunes
Linares por un punto, pero en franca caída.
Alguien no está
diciendo la verdad.
Archivo muerto
El 3 en 3 a la ex
de Héctor Yunes. Lo publica AGN Veracruz, portal de la periodista Silvia Núñez
Hernández, autora de Fuera de Foco. El 3 en 3 a Liliana Azucena Yunes Rojas,
pues se presume que en el divorcio obtuvo una buena cuota de propiedades. Dice
la información que cuando un reportero le tocó el tema, Héctor Yunes Landa, el
candiDuarte, se dio la vuelta y no respondió. Otro portal —Notiinfomex— cita la
información y agrega que entre los bienes que un día fueron de Héctor Yunes
figuran casas dentro y fuera de México. “Logró acaparar (su ex esposa) un gran
porcentaje de toda la fortuna del candidato priísta, Héctor Yunes Landa, que
incluye casa en Cancún, Acapulco, Baja California; casa en las Ánimas de
Xalapa; casa en Costa de Oro de Boca del Río, Veracruz; departamento en
Polanco; dos ranchos en Córdoba, otro más en Xalapa, además de una casa en
Salamanca, España, lugar donde estudió su hija”. Nadie entre los hectoristas se
mueve. De lo mismo que se acusa a Yunes Linares. Dirá Héctor que es infamia,
que es lodo, que es perversidad. Fidelista, primero, duartista más tarde,
Liliana Yunes Rojas fue titular de la Coordinación General de Promoción
Turística y Económica del Gobierno de Veracruz en el Distrito Federal, en el
gobierno del sultán de Nopaltepec. Con Javier Duarte figura como asesora de la
Secretaría de Turismo, que regentea Harry Grappa. O sea duartista, como su hija
Liliana —Liz— Yunes Yunes, ex subdirectora de Inspección y Notarías, a quien le
purga que se lo expresen. Pero así fue, así es y así será… Por lo que escribía,
no por el móvil del robo, debe investigarse el crimen de Regina Martínez. Lo
demandan sus familiares, compañeros y amigos. Rebautizan Plaza Lerdo, en
Xalapa, como Plaza Regina, en honor a la ex corresponsal de la revista Proceso,
ultimada el 28 de abril de 2016. Ahí reiteran la exigencia. No la mataron por
robarle. Murió por sus denuncias, por exhibir la corrupción entre la policía y
el crimen organizado, por los excesos, la deuda descomunal, el endeudamiento,
la violencia de las mafias, la violación a los derechos humanos, la violación y
asesinato de la indígena de Soledad Atzompa, en la sierra de Zongolica,
Ernestina Ascensión. Debe seguirse la pista de su trabajo profesional, su labor
periodística, lo que no quiere tocar Javier Duarte. Van cuatro años y sigue la
impunidad. A Regina, en cuatro años, no se le ha hecho justicia. Por lo menos
son cinco focos rojos. Dos en el poniente de Coatzacoalcos —Barrillas y Ciudad
Olmeca—, Gaviotas, 20 de Noviembre y Prócoro Alor. Ahí se espera una felpa al
PRI. No hay operación política. No hay intención de voto para Héctor Yunes,
brillando por su ausencia los marcelistas. Dicen los priistas que aman a su
partido pero que las promesas incumplidas del candiDuarte al microgobierno de Veracruz,
sus vínculos con el duartismo, el desdén del ayuntamiento de Coatzacoalcos, el
escenario de derrota, los dejó sin argumento para pedir el voto. Y a todo esto,
¿en qué pierden su tiempo los hectoristas? De entrada dicen que no hay dinero
para operar, que Héctor "Duarte" no los refacciona económicamente,
que Marcelo Montiel es más leyenda que verdad, que ya no jala, que ya no
prende, que va a sepultar al candidato del PRI. Pero en la encuesta de Reforma
hay empate. Ajá… Son 442 millones de pesos y es el presupuesto que Saúl Wade se
quiere comer. Ahí se consigna que hay una nómina, salarios y quinquenios,
prestaciones y beneficios para el trabajador. Supuestamente se ejerce, se
consume y no queda nada por gastar. Sólo que a los empleados municipales el tesorero
Wade, alcalde real de Minatitlán, les paga menos. Les conculca sus derechos,
les rasura cantidades. ¿Entonces por qué dice L’enfant terrible que del
presupuesto anual se ejerce hasta el último centavo? Si a los trabajadores les
queda a deber, dónde están los más de 5 millones que retiene, de los que no da
cuenta, de los que se presume que al final de su gestión como alcalde real
llegarán a ser 23 millones. Esa es una. La otra es peor. Tiene que ver con un
descomunal engaño al SAT…