*Más de 31% de los policías de Sinaloa continúa
trabajando a pesar de haber reprobado los exámenes de control de confianza, 30%
de los agentes en Veracruz se encuentran en la misma situación, según datos del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Ciudad de México. | 28 abril de 2016
Tribuna Libre.- Las entidades con
mayor porcentaje de policías no aprobados que permanecen activos son Sinaloa,
con 31.90%; Veracruz, con 30.10%; Michoacán, con 29.73%; Baja California Sur,
con 25%; y Nayarit, con 19.95%, de acuerdo con datos obtenidos del Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con corte al 31 de marzo
de 2016.
En contraste, las
entidades con menor porcentaje de policías no aprobados y que siguen en activo
son: Campeche (0.27%), Guanajuato (1%), Puebla (1.15%), Aguascalientes (1.15%)
y Coahuila (1.20%).
En términos
absolutos, Veracruz, la Ciudad de México y Jalisco son las entidades con el
mayor número de policías no aprobados en control de confianza que continúan en
activo, de acuerdo con los datos del Secretariado.
En Veracruz, mil
934 policías que reprobaron los exámenes de confianza siguen en activo,
mientras que 717 agentes de seguridad de la Ciudad de México y 669 de Jalisco
se encuentran en la misma situación.
La organización
Causa en Común señaló que “resulta preocupante que, ante la debilidad, e
incluso ausencia, de mecanismos de control y supervisión policial, en las
entidades federativas exista un rezago en el proceso de renovación de
certificados de control de confianza”.
Las 10
instituciones estatales de seguridad pública con mayor porcentaje de
certificados pendientes de renovación son: Tlaxcala (38.88%), Yucatán (38.03%),
Sonora (34.20%), Guerrero (26.78%), Michoacán (26.70%), Distrito Federal
(19.83%), Quintana Roo (17.58%), Morelos (16.83%), Chiapas (16.11%), y Estado
de México (15.71%).
Al hacer la
revisión con términos absolutos, las entidades más rezagadas son: la Ciudad de
México, el Estado de México, Yucatán, Chiapas y Guerrero.
Causa en Común
indicó que, en el ámbito estatal, se ha evaluado en control de confianza a 122
mil ocho mandos y operativos de las Secretarías de Seguridad Pública estatales,
que corresponden a 99.67% del estado de fuerza. “De este universo evaluado,
7.19 % resultó no aprobado (8,804) y debe estar en proceso de investigación y depuración”.
En marzo pasado, se
publicó que de noviembre de 2015 a enero de 2016, el nivel de agentes no
confiables incluso se ha incrementado en varios estados.
A lo anterior se
suma otro problema: entere el 15 y el 20 por ciento de todos los exámenes de
control de confianza que en su momento sirvieron para certificar que un policía
era apto ya caducaron, pues se acabó su vigencia legal de dos años.
Lo anterior
significa que hay unos 40 mil agentes que en su momento fueron certificados
como aptos, pero en términos de ley hoy ya no se sabe si lo son.
En enero pasado,
datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelaron que en 25 entidades
federativas hay mandos de la policía, es decir jefes jerárquicos a cargo de una o varias unidades de agentes,
que siguen en el trabajo pese a que no superaron las evaluaciones.
¿Qué es el control de confianza?
El procedimiento
de control de confianza consiste en cinco pruebas que se aplican a cualquier
persona que quiere ser o se desempeña como funcionario de un área de seguridad
pública o procuración de justicia. El objetivo es determinar si se trata de una
persona “confiable” para desempeñarse en ese cargo.
Las cinco pruebas
que componen el control de confianza son el polígrafo (detector de mentiras),
toxicológica (para saber si has ingerido drogas), física (para evaluar tu
desempeño y salud), de conocimientos generales (fundamentos de seguridad, entre
otros) y de entorno socioeconómico
(saber si tu forma de vida es acorde con tus ingresos).
Por ley ninguna persona
que no supere este proceso puede ser policía. Tanto el artículo 21 de la
Constitución como la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública
establecen que los agentes deben pasar por un proceso de certificación para ser
tales y es un requisito insustituible.
Incluso, se
establece constitucionalmente que los policías o aspirantes a policías serán
removidos sin ningún beneficio y sin posibilidad de ocupar ese puesto en
ninguna otra fuerza de seguridad.