* Fue ejecución, no intento de secuestro *
Videos muestran el ataque * Ahora sí revela líneas de investigación
* Caso Anabel: un distractor * 800 calígrafos para falsificar actas
* Taller clandestino en Coatepec * Héctor Yunes, aislado * Yohan
Hillman: denuncia inminente * Nula, la escritura de Santa María
Mussio Cárdenas Arellano | 09
mayo de 2016
Tribuna Libre.- “Culín” es audaz.
Le pega al duartismo la violencia y lo destroza. Lo exhibe frágil, vulnerable
ante el embate del crimen organizado que asalta y secuestra, fuera de control
la inseguridad. Y el fiscal responde balconeando a un jefe de plaza.
Osado, refiere
Luis Ángel Bravo Contreras que en el crimen del colegio Anglo Mexicano no hubo
intento de secuestro. Fue ejecución.
Lo dicen los
videos que registran el momento del ataque, a eso de las 13:15 del miércoles 4,
a las puertas del plantel, en Coatzacoalcos.
Cita el comunicado
de la Fiscalía de Veracruz:
“Las autoridades
ministeriales del área de periciales, después de analizar los videos del
momento en que ocurrió el hecho donde dos personas fueran privadas de su vida
con arma de fuego en la ciudad de Coatzacoalcos, determinaron que el móvil de
intento de secuestro ha sido descartado.
“En el video,
analizado por el área forense de la FGE, se aprecia como dos sujetos vistiendo
chalecos fluorescentes se dirigen directamente primero al conductor de la
camioneta GMC Yukon color blanca, y sin que mediara comunicación alguna le
disparan con un arma de fuego; después, le disparan a la otra ocupante del
vehículo, para posteriormente huir de la escena del crimen.
“Una de las líneas
de investigación de la FGE es el parentesco de una de las víctimas con un
sujeto detenido en el año 2012 por la Secretaría de la Defensa Nacional
(SEDENA), quien era considerado en aquel momento como el principal operador de
trasiego de estupefacientes en la zona sur-sureste del país; en el año 2014,
esta persona, también conocida como ‘Comandante H’, fue absuelta por la
justicia federal y puesta en libertad”.
Siempre hermético,
Fisculín difícilmente revela sus líneas de investigación. Ahora lo hace,
premeditada la intención: encaminar el móvil hacia un supuesto jefe de plaza.
Señala la Fiscalía
que existe un parentesco entre una de las víctimas —Leticia Candelaria González
Chavez o su chofer Antonio González— sin precisar de quien se trata.
Sin embargo,
enfatiza sobre una detención al “Comandante H” por parte de militares, en 2012,
su consignación y su absolución al final del juicio.
No dice más. No
alude a otra línea de investigación. Deja en claro que intento de secuestro no
fue sino una ejecución.
Dice que los dos
sicarios habrían portado chalecos fluorescentes. Son los que se dirigen al
chofer de la camioneta de Leticia González. No media palabra alguna. Perpetran
el ataque y se desploma sobre el pavimento.
Luego van por la
empresaria, dueña de un negocio de juegos infantiles llamado Smiling Games.
Según el comunicado, le disparan y huyen. No refiere que haya habido en ambos
casos tiro de gracia, característico en el proceder de los sicarios.
Bravo Contreras
remite la información a la prensa veracruzana y nacional. Se lee en Excélsior,
La Silla Rota. Se difunde en portales en internet y medios de comunicación.
Corre en las redes sociales.
¿Cuál fue el
interés del fiscal Bravo Contreras de balconear al “Comandante H”?
No lo dice y no se
sabe. Distinto a su estilo, Bravo Contreras no se reserva esa línea de
investigación. La suelta aún sin que se lo requieran.
Otro que se sacude
con la violencia es Joaquín Caballero. Trasluce impotencia el alcalde, llamando
al gobierno federal a tomar por su cuenta el caso Coatzacoalcos.
“Urge sostener una
reunión con el Gabinete Nacional para ver que se puede hacer por
Coatzacoalcos”, dice.
Coatzacoalcos vive
una oleada de violencia. Hay secuestros y levantones, asesinatos y robos. Se
percibe el miedo, la intranquilidad, la angustia de la sociedad.
Refiere el alcalde
Caballero, marcelista, que exigirá al gobierno estatal y federal un comisionado
para Coatzacoalcos y aportar “lo que se necesite” para integrarse a un sistema
que investigue “a fondo este tipo de hechos y se deje de lastimar a la
sociedad”.
¿Será? ¿Por qué
ahora sí y antes no? ¿Por qué ahora requerir la intervención del gobierno
federal y antes no, porque era ir en contra de la línea del gobernador y de su
“general” Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública?
¿Será que ahora
sí, ya en el ocaso del duartismo, se puedan vulnerar los negocios de Bermúdez
con la seguridad de Veracruz, las empresas de seguridad privada que le quitaron
la clientela al IPAX, el uso del IPAX para armar a los guaruras y también a los
políticos con permisos de portación, engañando a la Secretaría de la Defensa
Nacional y a Gobernación, la foto con el disfraz de policías en las fichas de
control, como ocurrió con el padre y los hermanos del candidato del PRI, Héctor
Yunes Landa?
Algo tarde quiere
el alcalde Joaquín Caballero que la seguridad le sea arrebatada a la pandilla
duartista, a Javier Duarte y sus 40 ladrones.
Andan desatados
los marcelistas. Los alebresta la violencia. La ven venir como si fuera fuego
que quema en campaña, que revela que si está Veracruz así es por el predominio
priista en el poder, corrompiéndose y socavando a las instituciones.
Ven a la violencia
con el mayor negativo cuando se presentan a requerir el voto. Es la violencia
un lastre. Son los secuestrados, los extorsionados, los torturados, los
muertos, los mutilados, los calcinados, la peor carta de presentación en
campaña. Es lo que tiene en la mente el elector. Llegó la violencia por culpa
del PRI.
Víctor Rodríguez
Gallegos reniega del Mando Único Policial. Ahora sí, a años de distancia, el
candidato priista a diputado por el distrito Coatzacoalcos Urbano —inelegible
porque su domicilio electoral, el real, el de la Frutos de la Revolución, el
que aparece en la lista nominal, está ubicado en el distrito 30, el Coatza
Rural— quiere que se vaya la policía de Bermúdez y que llegue la Gendarmería
Nacional.
“Estamos hartos de
tanta violencia, inseguridad e impunidad en Coatzacoalcos —dice a horas del
crimen del Anglo Mexicano, a 36 horas del arranque de su campaña—. Exigimos la
inmediata entrada de la Gendarmería. El Mando Único no puede. Está rebasado”.
Ojo: el Mando
Único no puede, está rebasado. O sea, la Naval no puede, está rebasada. O sea,
los navales sometidos al mando policíaco estatal y no al revés, y están
rebasados. Eso sí que es agravio.
Aplica el Método
Héctor Yunes. Le faltó a Víctor Rodríguez confesar que lo que pide, la llegada
de la Gendarmería, es lo mismo que reclama el candidato del PRI al microgobierno
de Veracruz, y también Pepe Yunes, el senador que mejor se guardó para la
contienda de 2018 y aventó al ruedo al tío para enfrentar al panista Miguel
Ángel Yunes Linares.
Luego apunta
Víctor Rodríguez:
“Acaban de ser
asesinados dos ciudadanos más hace unas horas. No podemos seguir así. Nos
duele, nos lastima. Hago un llamado urgente de auxilio al presidente Enrique
Peña Nieto, al gobernador Javier Duarte. A los senadores Pepe Yunes y Erika
Ayala.
“Necesitamos su
ayuda, su auxilio. Basta de violencia. Basta de impunidad. Lo digo como
ciudadano, como padre de familia, como hijo.
“Hay que
replantear y modificar el esquema de seguridad. Esto Presidente, gobernador, no
es para el siguiente mes o el próximo año. Lo necesitamos hoy”.
Oportunista, quiere
arrebatarle a Bermúdez, y por consiguiente a Javier Duarte, el control de la
seguridad. O mejor dicho, allanarle su territorio. Quiere el candidato del PRI
que los giros negros y los giros chuecos, la renta de los territorios al narco,
las rutas del trasiego, queden bajo otro control.
No hay nobleza en
lo que dice Víctor Rodríguez. Es un ardid de campaña, lucrando con la tragedia
del Anglo Mexicano, que ahora dice la Fiscalía de “Culín” Bravo Contreras,
alias el fiscal, no fue por intento de secuestro sino ejecución.
De ser así, ¿qué
viene? ¿Una vendetta? ¿Coatzacoalcos, el pueblo, entre fuego?
En tiempo de
campaña, en disputa el gobierno de dos años y el Congreso de Veracruz, provoca
suspicacia que llegue la Gendarmería Nacional. Debió tomar el control hace un
año, no a un mes de las elecciones porque suena, por perverso que parezca, que
la violencia es motor del voto. La provocan y la sofocan, como dice Galio
Bermúdez, el personaje de Aguilar Camín en La Guerra de Galio.
Hay una caja
china, un distractor. Vía el caso Anabel Flores Salazar, la Fiscalía distrae.
Dice ahora tener aclarado el asesinato de la periodista, reportera de El Sol de
Orizaba.
Sin revelar
nombre, presenta a un sujeto que dice fue el autor material del crimen de la
periodista y expresa lo que de origen el gobierno de Javier Duarte negó: que la
mataron por su oficio, por lo que escribía.
Asegura Fisculín
que el asesino de Anabel Flores —levantada el 8 de febrero cuando se hallaba en
su domicilio— pertenece a una célula del crimen organizado, pero no identifica
de qué cártel. El comunicado de la Fiscalía sólo lo presenta como G.P.V.
Se trata de
Gonzalo Paulino Vélez, según información de la revista Proceso. “Era integrante
de una célula de la delincuencia organizada que tuvo participación en los
hechos”, cita el comunicado.
Se refiere al
cártel de Los Zetas y para “Culín” a Anabel Flores la mataron “por unas
publicaciones que afectaban los intereses de un grupo delincuencial al que
pertenece el capturado”.
¿Y el “Chichis”,
Josele Márquez Balderas, jefe de plaza que supuestamente era el autor
intelectual? ¿Y “El Cachorro”, hijo de un ex jefe policíaco de Ciudad Mendoza,
que habría quedado al frente de la organización cuando encarcelaron al
“Chichis”?
“En el
esclarecimiento del homicidio fueron agotadas todas las líneas de
investigación, que incluyeron el análisis del entorno de la finada, es decir,
su quehacer profesional, su vida personal y las relaciones que en vida
estableció”, dijo el fiscal.
O sea, carpetazo
el mismo día que en Coatzacoalcos eran asesinadas dos personas a la puertas del
colegio Anglo Mexicano.
Es caja china, sin
duda.
Olvida “Culín” que
a Anabel Flores no la levantó un individuo sino un comando. Y ese comando le
quitó la vida, su cuerpo hallado en Puebla, a pie de carretera, rumbo a
Tehuacán.
Son los enredos de
“Culín”.
Archivo muerto
A punto, la
maquinaria del fraude priista. Suman ya 800 calígrafos que tendrán la misión de
confeccionar las actas de escrutinio apócrifas con la super votación ficticia
que le dé al PRI la gubernatura de Veracruz y el Congreso. Son 800 calígrafos
que dispondrán de información privilegiada, entre ella las firmas de los
representantes de los partidos políticos, obvio los de oposición. Donde el PRI
registre escasa votación o pierda en toda la línea, habrá sustitución del acta
de escrutinio. Los documentos se imprimen en un local de Coatepec, vinculado al
secretario de Trabajo estatal, Gabriel Deantes Ramos… Aislarse es un suicidio.
Así es en política. Le comienza a ocurrir a Héctor Yunes Landa, metido en una
burbuja inexpugnable, lejos de muchos, sin ver ni oír, mareado con las
encuestas donde lleva 124 por ciento de intención de voto. Cuentan que ahí lo
tiene Jorge Moreno Salinas, su operador cercano, luchando infructuosamente porque
alguien le crea una sola de sus promesas, soñando con que el lodo que vacían
sobre Miguel Ángel Yunes Linares, recibiendo el lodo que Yunes azul le envía y
los embates de Cuitláhuac García, el candidato de Morena, que ya lo remite al
tercer lugar. Si en contacto con la gente Héctor Yunes apenas permea, aislado
se va condenando a la derrota… Nubarrones en el futuro inmediato de Yohan
Hillman Chapoy. Declara un juez nula la escritura con la que los herederos de
la señora María del Carmen Gómez de Valencia se ostentaban con dueños del
predio donde se ubica la colonia Santa María, el Palacio de Justicia Federal y
el estacionamiento del penal Duport-Ostión, en el poniente de Coatzacoalcos.
Con esa escritura se pretendía cobrar la afectación por el asentamiento
irregular de colonos. Pero el sueño se esfumó. Mega fraude que toca a Antorcha
Campesina, invasores profesionales; a Yohan Hillman, el notario hermano del ex
alcalde Iván Hillman Chapoy, que realizó la escritura; a Juan Carlos y Eva
Cristina Valencia Gómez, quienes sabían que su propiedad no llega hasta el
penal; a la lideresa Julia Francisco Julián, de Antorcha Campesina, que han
hecho de la invasión una industria, y el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol y el
regidor José Chagra Nacif. Siendo nula la escritura, se derrumba el convenio
con el gobierno de Veracruz para regularizar los predios. Mega fraude que
implicaba una considerable suma de millones de pesos. Mega fraude procesal que
atrapa al notario Yohan Hillman…