* La síndica y el fantasioso robo * Lu-pilla:
renuncia o te mueres * Los votos que pierde Héctor en Coatza * Eran
500, no 100 millones para hospital de Coatza * ¿Y lo que depositó el
gobierno federal? * Mónica, Quintanilla y PVEM, al tribunal * Víctor
Rodríguez, ahora naranjero * Analfabetas serán funcionarios de casilla
Mussio Cárdenas Arellano | 03 mayo de 2016
Tribuna Libre.- Quizá en su
juicio, quizá no, Alejandra Theurel Cotero, alias Peri Buchanans, retrata lo
que el priismo de Coatzacoalcos es: se roban y se amenazan, se agreden y se
retan, se enfrascan en su propia guerra de lodo por el poder. Y el que pierde
intención de voto es Héctor Yunes.
Sacude a todos la
síndica municipal, hermana incómoda del ex alcalde Marco César Theurel Cotero
—“Te rompo tu puta madre”—, con un galimatías político que enreda el sueño de
ser diputada local de su cuñada Guadalupe Félix con un conflicto de millones de
pesos con el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol.
Se dice robada,
vulnerado su hogar, sustraídas las botellas de licor —preciada joya familiar—,
sin rastro del equipo de cómputo en que se aloja la grabación del sistema de
cámaras de videovigilancia —qué conveniente, ¿no?— y un mensaje escrito en que
se conmina a Lu-pilla de Theurel a renunciar a su candidatura a diputada por el
partido Alternativa Veracruzana en el distrito 29, el Coatzacoalcos Urbano.
Cuenta una
historia digna de García Márquez. Le abrieron el portón de su mansión, ubicada
en el exclusivo fraccionamiento Paraíso, con una barreta. Nadie lo notó.
Ocurrió la noche del jueves 28 de abril.
Halló un desorden.
Detectó que ya no estaban algunos objetos, entre ellos las botellas de licor.
Presume que ahí bebieron los asaltantes. Y se percató que la computadora que
registra las imágenes captadas con la cámara de videovigilancia se la habían
llevado. O sea, el trago y el robo perfecto.
Se supo del caso
por la mañana del viernes 29 de abril. Horas después, en la tarde, citó a conferencia
de prensa. Leyó un texto medianamente coherente y describió su terrible
experiencia. Las botellas duelen.
Un dato resulta
clave: la amenaza a su cuñada Lu-pilla Félix. Deja de ser candidata o acaban
con todos.
Se trata, pues, de
un robo político. O de un montaje político.
“Dile a tu cuñada
que renuncie o se los va a cargar su madre a todos. Último aviso”, refería el
mensaje.
No se sabe cuál
fue el primero o si hubo más avisos. Directo, contundente, el amago es para
Lu-pilla de Theurel, ex primera dama de Coatzacoalcos, que ahora pretende ser
diputada local por el distrito Coatza Urbano.
Liga entonces la
síndica municipal la amenaza con el ex alcalde Marcelo Montiel Montiel, mentor
de su hermano Marcos hasta que se lo arrebató el ex gobernador Fidel Herrera
Beltrán; con el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol y con el candidato priista a
diputado local, Víctor Rodríguez Gallegos.
Señala a Marcelo y
Víctor Rodríguez de ser responsables directos de la amenaza, incómodos e
irritados por la candidatura de Lu-pilla Félix, cuyo público electoral está en
el PRI, no en la oposición. Sus votos son priistas y no le resta intención de
votos a Morena o a la coalición PAN-PRD.
Es, pues, un
pleito de poder entre priistas. De guerra de baja intensidad escala y se
transforma en un conflicto abierto entre el marcelismo y el hijo desobediente
de Marcelo Montiel, el bipolar Marcos Theurel, terrible en sus días de alcalde,
denostando a regidores, derrochando recursos, dilapidando en la construcción de
la imagen de su esposa hasta incurrir en un sobregiro de más de 100 millones de
pesos, durante el ejercicio 2012.
Torpemente liga la
amenaza Peri Buchanans con el manejo financiero del ayuntamiento, ella en
posición de síndica, no por mérito alguno, que no lo tiene, sino por imposición
del bipolar consanguíneo, que así se aseguró de cuidar su cuenta pública, el
derroche, los fraudes, la transgresión a la Ley Orgánica del Municipio Libre,
el desaseo del programa de obras, al grado de otorgarle contratos a
funcionarios municipales que a su vez son parte del pull de empresas
constructoras con las que venía trabajando desde que era secretario de
Comunicaciones del gobierno fidelista, con un récord impresionante en
observaciones de la Auditoría Superior de la Federación y un puente que se le
desplomó en Xalapa.
Lanza lodo Peri
Theurel, implicando en la espiral de corrupción al alcalde Joaquín Caballero
Rosiñol, también marcelista, acusándolo de presionarla para que suscriba un
crédito de 100 millones de pesos para solventar la patética situación
financiera del ayuntamiento de Coatzacoalcos. “Me dijo que era urgente, lo que
me pareció extraño y turbio”, enfatizó.
Dice que se negó.
El lunes 25 de abril habría insistido el alcalde y ella volvió a responder que
no.
Relata que desde
hace 10 meses firma los estados financieros bajo protesta, que pese al recorte
de personal y a la baja de los salarios del personal de confianza cada mes se
incrementa la nómina.
De la amenaza a su
cuñada y el robo de las botellas y otros objetos de menor valor, sostiene
Alejandra Theurel que ya denunció ante la Fiscalía General de Veracruz. Del
caos financiero municipal, ofrece llevarlo hasta instancias federales.
Implica al
tesorero municipal, Alfonso Morales Bustamante, con el argumento de que él y el
alcalde “no han explicado satisfactoriamente la debida aplicación de esos
recursos municipales”.
Del sainete, nada
dicen Marcelo Montiel ni Víctor Rodríguez. La dejan pasar. Sólo responde el
alcalde Joaquín Caballero Rosiñol y le dice que del crédito de los 100 millones
de pesos, no hay nada.
Como celadora de
prisión defiende Peri Buchanans los dineros del erario, que no se dilapiden,
que no se los roben, a menos que se trate de su caja chica, como aquella que
usó como pretexto para suscribir un documento que validó la entrega del
gimnasio de la colonia Teresa Morales. Si no le liberaban sus recursos no había
firma.
100 millones
alarman a Alejandra Theurel. Pero si hubiera sido parte del ayuntamiento de su
hermano Marcos se habría infartado por el nivel de corrupción.
Por ejemplo,
suscribió el bipolar de palacio, en 2012, un crédito de 350 millones de pesos
con Banobras para liquidar 150 millones de otro préstamo heredado por Marcelo
Montiel en su segunda alcaldía. Los 200 millones restantes los aplicaría en
introducción del drenaje en colonias del poniente de la ciudad. Fue en realidad
un negocio con empresas afines, la de la termofusión de ductos.
¿Alucina Peri
Theurel? Depende.
¿Es moralmente
solvente? No. Su principal detractor es Marcos Theurel —“Te rompo tu puta
madre”—.
Un episodio la
pinta. Hacía el recuento de daños Theurel Cotero, casi derrotado por Gonzalo
Guízar Valladares, entonces del PAN, en la elección por la alcaldía en 2010.
Ganó el fidelista por 6 mil votos, con fraude, arrebatando el triunfo. Y ese
día estaba más bipolar que nunca.
Despotricaba
contra Víctor Rodríguez Gallegos, clave en el operativo marcelista, acusándolo
de operar en contra, arrebatado Theurel Cotero, encolerizado, y si no lo
contienen entre varios, habría tundido a golpes al hoy candidato del PRI a
diputado por Coatzacoalcos.
Rajó también
Marcos Theurel contra Peri Buchanans, su hermana. “Me robó”, reclamaba asomando
las lágrimas de la rabia en la mirada.
Tenía Peri
Buchanans a su cargo el pago de los representantes en casilla. Y no les pagó.
Convocados a las instalaciones de la Expo Feria, muchos esperaban ahí su pago y
no se les dio.
Cuentan los insiders que
Marcos Theurel expresó que lo hurtado ascendía a 20 millones de pesos. Y cuando
se suponía que el rompimiento era total y para siempre, Peri Buchanans volvió
al redil.
Le dio su hermano
el negocio del Carnaval y la organización de eventos sociales por muchos
millones, que en su faceta de proveedora no reparó en cobrar vía un
prestanombre llamado Aureliano Centeno.
Hoy, Peri Theurel
es la pieza para confrontar a Marcelo Montiel, implicarlo en una amenaza de
muerte, someterlo y desgastarlo en los tribunales. Agréguese ese sainete a las
denuncias penales por malversación de recursos de la Sedesol federal y obras
fantasma en sus días como delegado de la dependencia en Veracruz.
Su misión es
enredar en la denuncia a Víctor Rodríguez y llevarlo a un escenario de derrota,
robándole votos priistas, los que se lleve Lu-pilla Félix, partiendo al priismo
de Coatzacoalcos, sin importar si a la esposa de Marcos Theurel le da para
ganar la diputación.
En alta, pues, la
guerra de lodo entre priistas, confrontados los marcelistas con los theurelistas
por el poder.
Y mientras los
priistas riñen en Coatzacoalcos, Héctor Yunes, el candidato al microgobierno de
Veracruz, observa cómo se desploma su intención de voto.
Tiene su precio el
desgreñe.
Archivo muerto
100 millones es
una minucia, una pizcacha, un diezmo si acaso, de la inversión para erigir el
Hospital de Alta Especialidad de Coatzacoalcos. 100 millones sostiene Karime
Macías de Duarte es lo que le inyectará el desgobierno que encabeza su esposo y
no los 500 millones que le aportó el gobierno federal desde 2014. Con tufo a
corrupción, pestilente la maniobra, vende la pareja real otro sueño para
engañar, sacando votos de donde no lo hay. Y los que hay se van para Morena y
la coalición PAN-PRD. De entrada hay una violación a la veda electoral. Sus
transgresores son Javier Duarte y Karime, pues encabezan —abril 29— un evento
masivo, vestido con acarreados de colonias y empleados municipales, difundido
con toda profusión. Luego las cifras que no les dan. Dice Karime Macías que son
100 millones para el inicio de la construcción. ¿Y los otros 400 de origen
federal? ¿Y los más de 500 que debe aportar el gobierno de Veracruz? Fechas y
hechos: 4 de julio de 2014; anuncia el director general del Financiamiento de
la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), Antonio Chemor
Ruiz, el envío de 500 millones al gobierno de Veracruz para la construcción del
Hospital de Alta Especialidad de Coatzacoalcos. Casi dos años después, cuando
la lumbre del yunismo azul los alcanza y amaga con enviarlos a prisión si el
panista gana la elección de microgobernador, el 5 de junio, acuden los
Duarte-Macías a colocar —por segunda vez pues la anterior se realizó en un
predio que no era del gobierno de Veracruz— la primera piedra —¿o la segunda?—
y dicen que esta vez sí habrá hospital. Suena a tomadura de pelo. Suena a
engaño para rescatar los votos perdidos del PRI. Suena a robo ya que el
gobierno federal aportó los 500 millones que le correspondía y en dos años
Javier Duarte nada hizo por el Hospital de Alta Especialidad. Y ahora lo
anuncia en plena veda electoral. Algo así como coloco la primera piedra y
reporto que la obra está en proceso de ejecución… Al banquillo de los acusados
el Partido Verde, su dirigencia estatal, Mónica Robles y los candidatos a
diputados locales en el distrito 29, Jaime Quintanilla Hayek y Andrés Azuela
Berchelman. Impugna su candidatura Diego Fernández Olivares. Acude al Tribunal
Electoral del Estado de Veracruz y desnuda la imposición, el engaño, el
atropello a los estatutos del PVEM, el fraude, la deshonestidad de la diputada
roblista y sus acólitos verdes al registrarse ante el OPLE del distrito
Coatzacoalcos Urbano arguyendo que ya contaban con el registro supletorio ante
el Consejo General del OPLE estatal. Recibe el Tribunal la impugnación —abril
29—, bajo el número 78/2016, notifica por estrados y da un plazo para que el
partido y el órgano electoral justifiquen la candidatura Quintanilla-Azuela, en
qué asamblea fue validada, con qué documentos se realizó el registro supletorio
ante el OPLE. Vence el plazo a las 20:15 del martes 3… Y ahora pasa Víctor
Rodriguez de devorador de galletas de animalitos a naranjero. Así se forja la
imagen del candidato del PRI a diputado en el distrito 29, el Coatza Urbano. En
sus videos promocionales se le ve trotar por la mañana, estilo Rocky,
gesticulando Víctor Rodríguez, rodeado de unos cuantos. En otro presume sus
galletas favoritas, las de animalitos, y luego cargando su saco de naranjas
sobre el hombro. Lo que hay que hacer para treparse al poder… Lío en el OPLE de
Coatza Urbano. Se detectan nombramientos de funcionarios de casilla que ya no
residen en la sección electoral a las que se les está asignando. Otros no saben
leer ni escribir. Hay evidencia en tres colonias del poniente de Coatzacoalcos…