¡Coman
mosquitos!, ¡cuá ra cuac cuac!
Jorge Arturo Rodríguez | 19 mayo de 2016
Tribuna Libre.- Dijo don Quijote de la Mancha hace ya mucho
tiempo que el trabajo y peso de las armas no se puede llevar sin el gobierno de
las tripas, lo cual me indica que no se puede hacer nada sin comer, salvo
atenerse a las consecuencias. Vaya, que el hambre es canija, y de eso se
aprovechan los políticos y autoridades, por ahí entran muchas enfermedades…
Recuerdan la canción de Cri-Cri que dice: “¿Quién es el que anda ahí? ¡Es
PRI-PRI! ¡Es PRI-PRI!”, perdón, no, aquella de “La patita” que va al mercado a
comprar cosas del mandado y que se enoja de lo caro que está todo, y de pilón
su pato es un güevón que no da pa’ comer, ‘tons la patita les dice a sus
retoños: “¡Coman mosquitos! ¡cuá ra cuac cuac!”. Y sí, ¿qué vamos a comer si no
hay trabajo y ni siquiera rinde el salario mínimo? Para hablar de los que están
más o menos bien. Pero qué tal los que padecen la miseria, los de la pobreza
extrema que van en aumento.
Un amigo me comentó hace poco que ya le
bajara una rayita a mi tono pesimista cuando escribo. Quizás tenga razón;
quizás lo haga. Pero de qué carajos voy a hablar si, dicen, somos lo que
tragamos, y muchos no tragan nada, y los que sí tragan, tragan mierda y media.
Hay medios de comunicación que hasta florecitas le ponen a sus escritos, pos
ahí véanse. Sí, la vida aún es bella, pero hay pendejos que nos la complican.
En fin, fue un paréntesis.
Ambrose Bierce, en su Diccionario del Diablo, definió la política como un
“conflicto de intereses disfrazados de lucha de principios. Manejo de los
intereses públicos en provecho privado”. Ahí nada, pescadito. Quizá por eso
muchos somos los que no creemos en los políticos, aunque hagamos política.
Gael García Bernal cree que “es fundamental
que el arte se empiece a incorporar en la política. Por ejemplo, hablemos de
México. ¿Cómo unificar un país tan heterogéneo, tan diverso en cultura, tan
complejo, tan vivo en lenguajes, en intereses? La única forma es a través del
arte. Y a partir de ella se crea un nuevo país, un nuevo significado. Eso lo hicieron nuestros poetas en el siglo XX y
de lo que carecemos hoy en día y necesitamos. He estado pensando mucho en los
políticos que han incluido una perspectiva poética en su filosofía de poder.
Porque esto implica fragilidad, vulnerabilidad, pero también mantiene un cierto
sentido de idealismo y romanticismo tan importante para impulsar un país y lo
cierto es que encuentro muy pocos ejemplos de ellos en la actualidad". (El
Universal/16-0516).
Está difícil el asunto, ¿no? Imagínense a
nuestros políticos con “una perspectiva poética en su filosofía de poder”. ¿La
tendrán? ¿Saben cómo se come eso?
A estas alturas, hace falta renacer y
reconstruir. Alejandro Jodorowsky expresó hace poco que “tenemos que aprender a
sembrar conciencia. Antes, la democracia era una maravilla, pero ahora es una
catástrofe porque la gente no preparada es una inmensa mayoría”. (“Revista R”,
Reforma/15-05-16). Educación=solución. Pero cuando se tiene hambre…
El que tenga oídos, oiga.
Los días y los temas
Durante la campaña electoral de 2012, Enrique
Peña Nieto, candidato a Presidente de la República, firmó ante notario público
266 compromisos a cumplir durante su gobierno. ¿Cuántos lleva cumplidos? Digo,
es pregunta.
De cinismo y anexas
Para Ambrose Bierce, “Candidato” es un
caballero modesto que renuncia a la distinción de la vida privada y busca
afanosamente la honorable oscuridad de la función pública.