* Fiscal anticorrupción, titular del IVAI y
contralor, a la medida * Portilla,
Deantes, García, tapaderas * Hasta un
presunto sobrino de Fidel se metió *
Amadeo debe irse: Gudiño * Otro ataúd
frente a palacio * Renato se bajó del
carro azul * Golpe de timón para
hundirse con Héctor Yunes.
Mussio Cárdenas Arellano | 29 junio
de 2016
Tribuna Libre.- Como un rufián,
Javier Duarte crea un andamiaje inmoral, antiético, que desvincule a la
Fiscalía del próximo gobernador, que dé autonomía al contralor, que preserve la
información crucial, sus esbirros convertidos en cómplices para hacerlo inmune
a la ley. Así se quiere blindar.
Rebasado por la
corrupción, exhibido con las manos en el botín, su riqueza personal a la vista,
su red de prestanombres, mínimo 3 mil millones de pesos desviados, denunciado y
exhibido, aletea el gobernador de Veracruz para hacerse del control del aparato
judicial más allá de su sexenio.
Quiere para sí la
Fiscalía Anticorrupción, el enclave que lo mantenga en la burbuja de
corrupción, con un operador a modo, inmerso en el duartismo, cómplice de sus
trapacerías y del saqueo a Veracruz.
Quiere también la Contraloría
y el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, dos áreas clave, en una
la información de los trastupijes solapados, contratos y convenios, el
organigrama, la nómina, los “aviadores”, lo que se hizo y no se debía hacer; en
la otra el filtro de la información que por ley debía ser pública, con reservas
para mantener en la opacidad lo que por mandato constitucional debe ser del
conocimiento de todos.
A ello se agrega
la creación de una Sala de Combate a la Corrupción en el Tribunal Superior de
Justicia con magistrados a modo, última instancia para resolver denuncias sobre
corrupción.
Clave para evitar
que Javier Duarte viva sus últimos días en prisión, por la dimensión de lo
robado, la Fiscalía Anticorrupción tiene por lo menos ocho prospectos, unos
manchados y otros sucios, los menos ajenos a la contaminación de la banda que
acabó con el futuro de los veracruzanos, de entre los que destaca el ex
procurador Francisco Portilla Bonilla, un sátrapa de formas rudas y descalabros
mayores.
Portilla apunta a
ser el fiscal de la complicidad, oriundo de Córdoba, marrullero como pocos. Fue
alcalde cordobés, fue diputado y cuando pretendió volver por una curul, el
electorado lo reventó. Tiene en su haber protestas de comerciantes, un acto de
repudio en un parque público que culminó en una represión total.
Acusado de actos
de corrupción en la Dirección de Comercio municipal, quiere ahora ser el fiscal
anticorrupción. Es el perfil que mejor le va andamiaje duartista.
Con Portilla van
otros siete que libraron los primeros filtros: Fernando Rojas Calderón, Marco
Arturo Rodríguez Nolasco, Manuel Gerardo Basilio de la Vega, Humberto Beck
Chiquini, Gustavo Adolfo Payán Meza, Ana Luz Herrera Hernández y Juan Manuel
Herrera Sosa.
Unos provienen del
panismo, otros de los días en que Agustín Acosta Lagunes capoteaba el vendaval
de la violencia, no de los cárteles de la droga sino de los caciques priistas
que reclamaban sus cotos de poder.
Herrera Sosa es,
sin embargo, una pieza del fidelismo, que no hace ruido, pero que en redes
sociales su ufana de llegar al grupo del que saldrá el fiscal que encubrirá al
artífice del montaje para evadir la ley: Javier Duarte.
“Hemos pasado el
segundo filtro para la designación del Fiscal Especializado en Combate a la
Corrupción de Veracruz”, se jacta el fidelista.
Formó parte del
gobierno fidelista entre 2008 y 2009.
Cómplice también,
el Congreso de Veracruz le cumple todas a Javier Duarte. Creó la Fiscalía
Anticorrupción, con autonomía del próximo gobernador, sujeta sólo a “Culín”,
alias al fiscal general Luis Ángel Bravo Contreras, para atajar las acciones de
Miguel Ángel Yunes Linares, ganador de la elección el 5 junio, cuyo discurso
versa sobre la cárcel que le prometió al duartismo y su líder.
Otro enclave es la
Contraloría de Veracruz, igualmente autónoma, blindada para evitar que Yunes
azul disponga de información para llevar al Cártel de Duarte a prisión.
Una tercera pieza
es el Instituto Veracruzanos de Acceso a la información (IVAI), donde el
titular, aprobado por el Congreso estatal, será Gabriel Deantes Ramos, quizá el
personaje con mayor desprestigio del gobierno duartista, obvio después de
Javier Duarte, el jefe de la banda.
Dinero en mano
—dinero de los veracruzanos, obvio—, Gabriel Deantes opera en lo electoral. O dice que opera.
Mejor dicho, le unta la mano a políticos de oposición, los corrompe, los
convierte en rivales a modo, el rival más débil, para que el PRI pueda ganar
cualquier elección.
Dinero en mano,
salió Deantes de compras en la elección del 5 de junio y falló, derrotado y
humillado el PRI, frustrado el sueño de Héctor Yunes Landa de ser gobernador.
No es efectivo pero sí audaz.
Protagoniza el
cómplice duartista un audio exhibido por el PAN en campaña. Se le oye contar
cómo le dijo al gobernador Javier Duarte que creara un fondo de contingencia
para el próximo gobernador, si fuese del PRI, con el aval del Congreso. Con ese
anzuelo, 20 mil millones en las arcas públicas, Héctor o Pepe Yunes, o quien
fuera pero del PRI, se vería obligado a no tocar al gobernador saliente,
aceptarle candidatos a diputados y tener en el próximo gobierno funcionarios
duartistas. Todo un blindaje para el Cártel de Duarte.
Así de inmoral es
el futuro comisionado del IVAI, implicado en las denuncias que interpuso la Auditoría
Superior de la Federación por el desvío de 8 mil millones de pesos, siendo
subsecretario de Finanzas del duartismo, según Yunes Linares.
Todo un caso. Tres
de las denuncias radicadas en la Procuraduría General de la República, dadas
conocer por la periodista Sandra Segura, de Notiver, le imputan
responsabilidad: una, fechada el 13 de noviembre de 2014, oficio
DGJ/C1/2368/2014 por daño patrimonial de 405 millones 911 mil 099.51 pesos, por
desvío de recursos del área de salud; la segunda, de fecha 12 de noviembre
2014, oficio DGJ/C1/2228/2014, por mil 784 millones 22 mil 507.84 peso, y la
tercera, de fecha 22 de Octubre 2015, oficio DGJ/C1/2551/2011, por mil 602
millones 185 mil 792.78 pesos. Sólo ahí, más de 3 mil 700 millones de pesos de
daño patrimonial.
Por ello, Miguel
Ángel Yunes conmina al Congreso a no avalar el blindaje duartista y advierte
que de hacerlo, “hasta los automóviles tienen reversa”.
“No deben perder
de vista las diputadas y diputados que también están sujetos al cumplimiento de
la Constitución y la Ley; también ellos tienen deberes legales que cumplir y
que si los incumplen pueden ser objeto de sanción y hasta los coches tienen
reversa, no tengan ninguna duda”, les dice. Los conmina a “actuar en
conciencia”.
Y agrega:
“Vengo a insistir.
Están ante una oportunidad histórica, no encubran la salida de un delincuente y
una banda, no les den blindaje para que Duarte huya. Diputados, Duarte debe
hacer una entrega institucional del estado, del gobierno que tuvo a su cargo.
Ustedes no le pueden blindar su huida, ustedes diputadas y diputados fueron
electos por el pueblo de Veracruz para actuar en su beneficio y no en beneficio
de Duarte. Sé que hay una subasta de votos, que el día de ayer fueron
convocados a la Casa Veracruz para ofrecerles recursos. No vendan su
conciencia, no vendan su futuro, no vendan la imagen de su familia y de sus
hijos, no queden como corruptos frente a los veracruzanos. Tengo confianza en
que van a actuar en conciencia y en que no van a permitir que Duarte cometa
estas arbitrariedades y no van a blindar su salida.
“Hoy quiero
nuevamente pedirle a las diputadas y diputados locales de todos los partidos a
que no voten ni por el fiscal anticorrupción, cómplice de Duarte, al que han
propuesto para el cargo Francisco Portilla Bonilla ni a favor de los
magistrados que integrarán la Sala de Combate a la Corrupción que propondría
Duarte, porque también son sus cómplices y que no permitan de ninguna manera la
burla de los veracruzanos nombrando como consejero del Instituto Veracruzano de
Acceso a la Información a Gabriel Deantes, un individuo que ha sido denunciado
por haberse robado casi ocho mil millones de pesos del Seguro Popular.
“Diputadas y
diputados: no se hagan cómplices de esta huida de Javier Duarte, de este blindaje
para huir, no se hagan cómplices tampoco de esta decisión de dejar bombas
financieras sembradas en el camino para que Veracruz entre en crisis. No
permitan que este gobierno que llevó a Veracruz a la quiebra el día de hoy
pueda, con estas acciones, terminar de llevarnos al fondo del precipicio”.
Difunde una carta
al presidente Enrique Peña Nieto en que lo insta a intervenir en Veracruz para
atajar la corrupción. Y está fuera de norma pues Javier Duarte, según la
Auditoría Superior de la Federación, desvió 50 mil millones de pesos de origen
federal, entre 2011 y 2014. Los ejercicios 2015 y 2016 serán auditivos al 100
por ciento, no solo una muestra del dinero enviado a Veracruz.
Avizora un caos
financiero, asignando con el aval de la pandilla legislativa, presupuestos que
mermarán la capacidad del próximo gobierno, basificará a la burocracia
duartista desde el nivel de subdirector, eximirá del pago de impuestos
disminuyendo la captación del gobierno entrante.
Y le dice:
“Hoy, cuando
enfrentamos la más terrible ola de violencia, de desempleo, de quiebra de las
finanzas públicas, Duarte se ocupa solo de blindar su salida y terminar de
destruir las finanzas del Estado.
“Javier Duarte ha
tomado la decisión de orillar a Veracruz al precipicio, provocando una reacción
de la sociedad que puede salirse las vías institucionales.
“Su gobierno no
puede, no debe encubrir a quienes llevaron a Veracruz a la crisis social más
grave de su historia como consecuencia de una corrupción que brota por todos
lados y que se debe sancionar severamente, tanto en el orden federal como en el
local”.
Aún así, el
blindaje va. Tiene el gobernador a un Congreso de mayoría priista, mercenario,
de a tanto el voto, redituable el silencio, proclive al pastoreo y la
complicidad.
Confía, pues,
Javier Duarte en que sus cómplices lo salven.
Archivo muerto
Amadeo Flores, por
si no lo sabe, debe irse. No es suyo el PRI, no es su franquicia. Su ciclo,
apunta Gustavo Gudiño Corro, terminó. Y el desastre habla por sí solo. Dice el
legislador: “Creo que los ciclos se cumplen y los trabajos se cumplen y Amadeo
ya cumplió su ciclo y quien llegue a la dirigencia estatal debe ser un priista
convencido que aglutine la unidad dentro del partido, de todos los grupos
sectores y que sea avalado por la mayoría de todos ellos y que cuente con la
oportunidad de realizar un buen trabajo”. Cita: “El presidente del PRI Amadeo
Flores ha realizado un trabajo que le correspondió en la pasada campaña a la
gubernatura y creo que aportó toda su experiencia, todo su conocimiento, toda
su sabiduría y realizó su trabajo en la medida en que pudo y ya tiene que
permitir que otros inicien el nuevo trabajo pues tenemos muy poco tiempo para
el inicio del nuevo proceso electoral”. No lo elogia, no le reconoce mérito. Urge
el cambio y que el relevo en la dirigencia estatal del PRI “aglutine la
unidad”, desvencijado como anda el tricolor por la derrota de Héctor Yunes
landa en la elección de gobernador. Así piensan los priistas pero Felipe Amadeo
no suelta el PRI, acentuando el caos, generando un escenario de derrota en la
elección de alcaldes, en 2017… Otra vez la muerte frente a palacio. Con rabia y
dolor, familiares y amigos se plantan a unos metros de la sede de gobierno, en
Xalapa. Reclaman justicia para Iván de Jesús Ayala Morales, abatido por
policías en la colonia Carolino Anaya, la semana pasada, en un acto represivo
de elementos de Seguridad Pública del Estado, la policía del secretario Arturo
Bermúdez. Transitaba una patrulla por el lugar. Un individuo les gritó “putos”
y la reacción fue demencial. Persiguieron a quienes se hallaban en el lugar de
donde provino el insulto, allanaron un domicilio y le quitaron la vida a Iván
de Jesús. “Tenemos pruebas y videos de cómo los mataron y no querían que
llegaran las ambulancias. Tardaron más de 40 minutos para llegar y queremos
justicia por mi hermano. Alguien que dé la cara”. Una más para el currículum
del gobernador Javier Duarte y su secretario Bermúdez… Era sombrío y ahora es
peor. Su futuro pinta oscuro, a salto de mata Renato Tronco, perseguido por la
justicia, complicado porque su apuesta política finalmente se extinguió.
Acusado de un crimen, el del ex regidor Alfredo Pérez Juárez, imputado como
autor intelectual, el que instruyó quitar del camino al edil, según la Procuraduría
de Veracruz, hoy Fiscalía General, la libró en los días en que Fidel Herrera
era gobernador y quería para operar lo turbio, los giros negros, el paso de
migrantes, el fraude electoral, votos que le sirvieran al PRI para mantenerse
en la “plenitud del pinche poder”. Luego cayó de la gracia de Fidel y más tarde
de la de Javier Duarte, envalentonado desde el Congreso donde Renato irritaba a
todos, presumiendo que cobraba como diputado sin asistir a la sede legislativa,
un vil “aviador”, con desplantes de gran señor. Reactivada la orden de
aprehensión, fue desaforado y huyó. Se sabía que el tronquismo operaría para
Miguel Ángel Yunes Linares, suponiendo que así, y con un amparo en la mano,
Renato Tronco podría librar la persecución. Pero algo pasó. Una semana antes de
la elección, el tronquismo se definió hectorista, se sumó al Partido Verde
Ecologista de México, se trepó de nuevo en el carro de la Revolución. Y perdió.
Vencido Héctor Yunes en la elección del 5 de junio, con el que traía acuerdos
desde hacía años, el minicacique se enfila a su cita con la justicia, prendidas
las veladoras para que el recurso de revisión no derrumbe el amparo. Una semana
antes de la elección, refrendó su pacto con Héctor Yunes y cayó con él. Lo que
es no oler bien el peligro…