* La desgracia y los sueños * Pepe, según Héctor, puede esperar * Se les olvidó contemplar la derrota * Modifica el pacto y va por la de 2018 * Morena perfila a Zoyla Balderas en
Nanchital * Réplica de Emilio León * Ni vival ni mercenario, dice * Piel de señorita * Amago de cárcel a disidentes del Itesco
Mussio Cárdenas Arellano | 28 junio
de 2016
Tribuna Libre.- Demolidos ellos, humillado el PRI, Héctor y Pepe Yunes van del pacto al
regateo, del acuerdo a la disputa, riñendo por una candidatura, la de
gobernador en 2018, pujando por las alcaldías en un año más, reprochando la
ausencia de Pepe en campaña, el clima de sospecha, la insidia de los que cuando
hablan, hieren, el ambiente de traición.
Carga Héctor Yunes
la vergüenza de perder. Trasluce frustración. Lo destroza el repudio al PRI, a
Javier Duarte —“mi jefe político”—, a Fidel Herrera —del que fue subsecretario
y líder de Congreso—, a la violencia y el saqueo, a la corrupción y el enredo
del duartismo con los cárteles, al mismo Héctor con su perfil de timador,
demagogo, engañador.
Dice ahora que el
pacto con Pepe —José Francisco— Yunes Zorrilla sería impecable de no haber un detalle:
olvidaron que la derrota existe. Y que la derrota modifica todo. Y al no lograr
el microgobierno de Veracruz el 5 de junio, quiere ahora la candidatura de
seis, en 2018, pues no pudo estar en el poder dos años. Y tácitamente, que Pepe
puede esperar. Al fin que vida le sobra.
Héctor, el
derrotado, razona al revés. Ingresa a la historia por el drenaje: primer
priista que pierde una elección de gobernador. Y así quiere volver. Suyo el
fracaso, habla como si la guerra de lodo le hubiera sido útil, como si tuviera
autoridad moral.
No le pesa el
escarnio de los priistas, ni la felpa que le propinó Miguel Ángel Yunes
Linares, su primo panista, ni el abandono de los caciques y los caudillos del
PRI, sus aliados ficticios, ni el revés del electorado, ni la embestida del
PAN-PRD y el avance de Morena.
No será gobernador
por los próximos dos años y quizá nunca, pero se resiste a cumplir el pacto con
Pepe Yunes Zorrilla. Habla, alardea, se ufana de ser factor de decisión, figura
y líder. Habla como si no hubiera perdido la elección.
Su pacto era
ganador a ocho años —dos para Héctor, seis para Pepe— como si el PRI hubiera
tenido con qué ganar, como si el voto de castigo no contara, como si la
elección plebiscitaria no existiera, como si la oposición, PAN-PRD o Morena, no
concentrara la ira social.
Hablan los Yunes
rojos desde un escenario de simulación, sospechando los hectoristas de los
pepistas, imputando que Pepe contribuyó al revés electoral por indiferente,
ajeno a la campaña, reacio a aceptar la coordinación general, más pasivo que
activo, sin mover sus piezas, sin compromiso real.
Maniobra, pues,
Héctor Yunes para desplazar a Pepe. Su código no admite que quien pierde una
elección no tiene derecho a nada, que su luz se extinguió.
¿Quedó tocado
Héctor Yunes? Seguro que sí.
Es un caos. Se
proclama ganador sin serlo. Calla cuando el conteo rápido lo pone en
desventaja. Cita a los medios, refiere que las cifras no le favorecen,
tácitamente la aceptación del fracaso. Reclama votos nulos y pide recuento.
No percibe que es
una trampa y se hunde en ella. A medida que se realiza el conteo físico, en
casillas específicas, en decenas de distritos de Veracruz, se reitera que la
victoria es para el candidato del PAN-PRD, la coalición denominada “Unidos para
Rescatar Veracruz”, Miguel Ángel Yunes Linares, su primo y verdugo.
Suben los votos
para el PRI, también para Morena, también para el PAN-PRD. De 106 mil votos de
ventaja, aumenta Yunes Linares a 126 mil. Queriendo bajarlo, lo encumbra.
A diario Héctor
Yunes se reinventa. Un día amanece ganador, al siguiente derrotado. Otro día
afable, al que sigue inaguantable. Dice que hasta que se resuelva la
impugnación del PRI a la elección en los tribunales, nada es definitivo, y
ahora admite que por la derrota modifica el pacto con Pepe Yunes.
Patético, el
espectáculo es un insulto para el de Perote, responsabilizado por los
hectoryunistas de haberlo dejado morir.
No asumió Pepe
Yunes la coordinación de la campaña y eso es traición.
No se metió de
lleno Pepe Yunes y eso es traición.
No activó a sus
huestes, apenas si pudo ganar el PRI en el distrito de Perote, y eso es
traición.
Del alarde vive
Héctor Yunes, sin éxito en la elección crucial, la de gobernador de Veracruz.
Intransigente, sin brújula, no advierte que si el PRI anda mal, peor será si
los protagonistas del fracaso vuelven a figurar.
Pepe Yunes es
convidado a integrarse a la comparsa. Va al encuentro con Felipe Amadeo Flores
Espinosa, líder espurio del PRI en Veracruz, con ellos Héctor Yunes, en torno a
una mesa de café.
Sigue ahí Amadreo
cuando su líder nacional, Don Beltrone, alias Manlio Fabio Beltrones Rivera, ha
dejado la dirigencia nacional del PRI por el fracaso electoral del 5 de junio,
siete de 12 gubernaturas perdidas. Pero en Veracruz Amadreo Flores se queda.
Reflejan los
medios a un Pepe Yunes molesto, horas después, cuando se le inquiere sobre el
empeño de Héctor a regatear la candidatura al gobierno de Veracruz en 2018.
“Para el 2018 no
tengan la menor duda, pero sin lugar a dudas buscaré la candidatura. Eso es
definitivo, total, y estaremos haciéndolo en condiciones de competencia y
respeto”.
Él, dice, sí
trabajó para que el proceso interno de 2016 fuera “satisfactorio para el
partido”. Y lo fue, impidiendo que Javier Duarte impusiera candidato, para
Héctor Yunes el sueño de gobernar Veracruz por dos años.
Agrega:
“Desde entonces
estoy puesto para competir para el 2018 y competiré con quienes se enlisten. En
el 2018 yo estaré trabajando en mi candidatura, con mucho respeto, de manera
muy franca, pero es una candidatura que públicamente ya está hablada con
ustedes, los medios”.
Sin decirlo,
enfrenta a Héctor Yunes, pues para llegar a 2018 hay que pasar por 2017, en
disputa las alcaldías de Veracruz.
“Lo que estamos
haciendo hoy —precisa— es tratar de no adelantarnos de más en el 2018. En este
sentido reconocer que el papel que tiene que desempeñar el Revolucionario
Institucional, implica mucha prudencia de sus militantes e implica un rediseño
de su rol y en este sentido el rol será, de confirmarse lo que ya confirmó el
OPLE, pues de alguna forma ser una oposición responsable”.
Describe a un PRI
en picada, despeñado por el efecto Duarte, con una repulsa social descomunal,
fracasada la candidatura de Héctor Yunes, en riesgo el 2017 en que puede perder
las principales alcaldías de Veracruz.
Admite que es
buena la relación con Héctor Yunes “pero la candidatura la voy a buscar. Yo no
me voy a quitar”. Suena a advertencia.
Hay indicios de
tensión, acusado Pepe Yunes de traición, de no meterse en la campaña del PRI,
de dejar morir solo a Héctor.
Son varias las
telarañas mentales de Héctor Yunes. Una es la derrota en las urnas. Otra la
traición de Pepe. Una más ser candidato de nuevo en 2018.
Sin padrino a la
vista, Don Beltrone reducido a Beltronillo, fuera de la dirigencia del PRI,
rechazado por las corrientes priistas que lo dejaron solo y que le enviaron
voto en contra, hincado ante Javier Duarte, Héctor Yunes apesta como el muerto,
y el muerto huele a derrota.
Su prestigio es un
cascarón, despeñado políticamente, abandonado hasta por el hectoryunismo del
sur, que no operaba ni amarraba con núcleos de votación priista.
Sobran los
mensajes de texto en que trasluce la guerra entre fans de Héctor Yunes, los
reproches al marcelismo en Coatzacoalcos, los reclamos a la propia gente del
candidato por vivir en la luna y dormir en los laureles.
Dice Pepe Yunes
que no hay conflicto. Sí lo hay. Al no ganar la elección de dos años, Héctor
Yunes afirma que la derrota modifica el pacto. Y así buscará ser candidato en
2018.
Y Pepe Yunes, y
cualquier otro priista, tendrá que esperar.
Archivo muerto
Madrugando, Morena
ya perfila candidatos a alcaldías. Recurre para Nanchital a un fantasma, el de
Chico Balderas, otrora líder de la Sección 11, en la figura de su hija Zoyla,
que políticamente nada representa y que nadie tiene la certeza si la señora
pretende participar, ni lo que queda del balderismo. Se cocina la candidatura
en el Clan de la Succión, la familia Robles, que de entrada ya se asumen como
los nuevos dueños del sur de Veracruz, por la caída del PRI, por la votación de
Morena, sus triunfos en cuatro distritos por el voto del hartazgo, y sobre todo
porque la franquicia AMLO es suya y de nadie más. Que se sepa, los muertos no
votan. Que se sepa, los fantasmas no son candidatos. Que se sepa Chico Balderas
murió y lo que hizo por Nanchital se pierde en el tiempo. La mayoría de quienes
hoy votan ni idea tienen de quién fue, qué hizo, a cuántos trabajadores les
concedió ingresar a Pemex, a cuántos los marginó, a cuántos disidentes los
reprimió, golpeada Elda Luz Palma en el aeropuerto de Canticas por la mano del
cacique en plena gira de Fernando Gutiérrez Barrios. Y a todo esto, Zoyla
Balderas ¿qué ha hecho por Nanchital?… Réplica de José Emilio León Villa a lo
aquí publicado, las bajezas contra Luz Martha Medina, tildada de “mercenaria”
por haber trabajado el voto para Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del
PAN-PRD, y para Amado Cruz Malpica, de Morena. Rechaza ser vival y
malintencionado y pide este reportero una disculpa. Aquí la réplica: “En
estricto apego a mi derecho de réplica, y en mi carácter de Representante
General del PAN y encargado de la Coordinación política de una zona, quiero
hacerte unas precisiones sobre la publicación que hicieran en mi página de Face
y a lo comentado en tu columna ‘Informe Rojo’ con relación al escarnio y la
denostación hacia Luz Martha Medina (…) Quiero señalar puntualmente que dicha
señora trabajó para nosotros durante aproximadamente 4 semanas en las cuales se
le abrieron todas las puertas y se le brindaron todos los apoyos, incluido un
vehículo con gasolina a libre demanda el cual utilizó para su uso personal
hasta para viajar en asuntos particulares, 3 semanas antes de la elección ella
decide ya no continuar argumentando cuestiones personales; EN NINGÚN MOMENTO
ELLA NOS EXPRESÓ NI MUCHO MENOS PACTO CON NOSOTROS QUE OPERARÍA UN ‘VOTO
CRUZADO’, y desde luego jamás lo hubiéramos aceptado, ya que como te señalo
líneas arriba, a ella se le brindaron todas las facilidades para realizar el
proselitismo a favor de nuestros candidatos de la alianza PAN-PRD, incluyendo a
la Candidata a Diputada y de lo cual te envío foto donde Luz Martha está en
eventos junto con María Inés (…) El trabajo de proselitismo que ella realizó
fue gracias a dos personas que creo valen la pena mencionar: Desiree Hernández
Bocanegra y Mau Ramirez Piquet, quienes debido a los desplantes y malos tratos
de la Señora, decidieron continuar trabajando con nosotros, decidieron
continuar en el proyecto del PAN-PRD (…) Te puedo asegurar sin temor a
equivocarme, que la Sra. Luz Martha Medina NO contribuyó con votos para la
alianza PAN-PRD, pero TAMPOCO contribuyó en nada al triunfo de MORENA, a
quienes benefició el hartazgo contra el partido oficial y el voto de castigo
fue muy fuerte, de ahí que concuerde con la persona que amablemente la publicó
en mi face llamándola ‘mercenaria política’, sin lugar a dudas acertada la
definición, ya que no se vale colgarse medallas ajenas y querer hacer creer a
los hoy Diputados Electos, que gracias a ella ganaron (…) Mi estimado Mussio,
siempre he admirado tu trabajo de análisis político, el cual considero veraz y
certero, por lo que lamento profundamente que defiendas lo indefendible (…)
NOSOTROS NO SOMOS NI VIVALES NI MERCENARIOS; siempre hemos enfrentado las
adversidades políticas de frente y sin temor al escarnio público, y nos hemos
mantenido (y seguiremos) firmes en una línea (…) Quiero aclararte y
puntualizarte que NO existe alguna línea o instrucción de atacar o denostar a
dicha señora, para nosotros es caso cerrado y vuelta la página, ella sola con
sus actitudes y acciones se está enterrando políticamente (…) Por lo regular no
hago caso de lo que se publica de tu servidor, pero lo que señalas en tu
columna da a entender que de inicio estábamos de acuerdo en manejar un voto
cruzado y con ello afectar a nuestra candidata a Diputada, por lo que sí
considero prudente refutar lo escrito en tu columna, donde al final nos
describes como ‘basura’, definición que no creo que tú con la amistad de tantos
años que tenemos, hayas puesto de tu propio puño, y por lo cual de mi parte te
solicito atentamente una disculpa, ya que he tratado de comunicarme vía
telefónica contigo sin éxito (…) A tus órdenes para cualquier duda y/o
aclaración (…) Atte. Lic. José Emilio León Villa, Regidor Décimo Suplente”.
Contrarréplica: tiene piel de señorita Emilio… Amenazas, amagos de cárcel,
intimidación contra la disidencia magisterial y estudiantil en el Itesco.
Dícese “secuestrada” la lideresa sindical Ana Isabel Hernández Jacobo, pieza
del ex director Ricardo Orozco Alor, cuando maestros y alumnos se presentaron a
la sede sindical. Ahí solicitaron documentos oficiales que la dirigente negó y
conminó a bajarlos de un portal en internet, que por cierto nunca los
suministra. Hasta el notario público que acudió, llamado por la pandilla de
Ricardo Orozco, expresó que ahí no había secuestro alguno. Horas después, una
fuente de la Fiscalía Regional reveló que había denuncia y que procederían
contra el grupo disidente. Algo así como lanzarle gasolina a la hoguera, justo
cuando la revuelta magisterial sacude al sistema, golpea a Enrique Peña Nieto,
fortalece a Andrés Manuel López Obrador. Se lo va a agradecer la Secretaría de
Gobernación a Ricardo Orozco. Faltan, pues, los encarcelados del Itesco para
acreditar que Ricardo Orozco, el que no será diputado ni alcalde de Minatitlán
porque el repudio social lo destrozó, usa la violencia y la represión, la
intimidación y el miedo, para aplastar a sus adversarios…