*Duarte: buena persona, acusado injustamente
*¿Por qué lo odia Miguel Angel Yunes?
*Ramón Poo, apoderarse del PRI de Veracruz
Marco Antonio Aguirre
Rodríguez | 07 julio de 2016
Tribuna Libre.- Javier Duarte saca
una vez más su megalomanía a flote y publica tres tuits, con los cuales quiere
justificar sus acciones de dinamitar el aparato gubernamental y en cambio
afirma que las acusaciones que Miguel Ángel Yunes le hace son por odio, un odio
jarocho, y sin fundamento.
Javier Duarte
publicó tres tuits, que es su forma de manifestarse, porque no se atreve ya a
estar en público, en un lugar abierto, para no repetir la experiencia de que lo
vuelvan a abuchear, como le ocurrió con los profesores.
Sus tres tuits los
colocó para mostrarse como una buena persona, a quien acusan injustamente, y
señalar a Miguel Ángel Yunes de que lo odia… ¿y porqué lo odia, si él es tan
bonito, tan bueno, tan centrado, tan inteligente, tan eficaz?.
¡Miguel Ángel lo
odia porque es malo!.
Eso piensa, eso ve
desde su megalomanía.
¿Qué es la
megalomanía?.
Es un trastorno
mental que padecen quienes se creen socialmente muy importantes, poseedores de
enormes riquezas y capaces de hacer grandes cosas.
Por desgracia, en
el caso de Javier Duarte los primeros dos puntos son reales, mientras que el
tercero sí está sólo en su cabeza.
Duarte sigue
siendo socialmente importante. Hoy por hoy es el causante de que los jubilados
y pensionados adscritos al Instituto de Pensiones del Estado tengan 6 días de
atraso en el pago, de provocar un desorden en la siguiente administración
pública con todo el llamado “paquete de impunidad” que busca dejar, y el pago
asegurado para sus empresas y las de sus socios y amigos.
Por desgracia, sí,
Javier Duarte sigue siendo importante, por todo el mal que hace. Aunque él se
considera trascendental porque está autoconvencido de que hizo un gran
gobierno.
¿Cómo fue que tal
disparate se le metió en la cabeza?
También es verdad
que posee enormes riquezas, incuantificadas, acumuladas con el saqueo hecho a
las arcas del gobierno del estado y –probablemente- por otras actividades no
mencionadas por él hasta ahora.
Y por esa riqueza
malhabida se cree trascendental. Su ego debe tener una gran distancia de
separación de su ser.
Pero en donde su megalomanía
brota en todo su esplendor, es en su creencia de que puede hacer grandes cosas.
En todo su sexenio
no hizo absolutamente nada que fuera valioso para Veracruz.
¿Qué es lo más
llamativo que tuvo?, ¿los Centroamericanos?. Esa fue una actividad que
consiguió Fidel Herrera y en la que al final de cuentas el gobierno federal
tuvo que intervenir en la organización para que no se cayera.
¿Qué más hizo?.
Cualquier cosa
insignificante.
Este es su
principal rasgo de megalomanía, pero está alimentado por los otros dos.
De sus tuits, en
el primero Duarte tiene razón:
“El pleito y el
enfrentamiento pueden servir en la coyuntura a un gobernante para ganar
simpatías pero al final la que pierde es la sociedad”.
En esta coyuntura,
Javier Duarte con sus tuits busca la aceptación que poco a poco fue perdiendo y
que hoy debe andar en niveles cercanos a cero. Tan sólo antes de la elección,
el nivel de aprobación que tenía era del 11% de la población de Veracruz… 11%,
un porcentaje que nadie, ni el peor gobernante de la historia, había tenido…
Javier Duarte es
quien tiene el pleito, con todas las medidas que está tomando en su guerra de
tierra arrasada, pero no está ganando simpatías, si no por el contrario, cada
día se hace menos querible.
¡Qué parádoja!.
Obtiene lo contrario de lo que busca.
En cambio, el
segundo de los tuits es debatible:
“Respeto la
decisión de M. Yunes de continuar su campaña de odio, puede denunciar todo lo
que quiera, sin embargo sus denuncias son puro show”.
De este tuit
podríamos discutir el correcto uso de los signos de puntuación, pero lo dejamos
ahí.
En cambio sí debe
mencionarse que desde el principio manejaron que la campaña de Miguel Ángel
Yunes era de odio, tratando de desprestigiarlo con esto, pero aún así agarró la
suficiente fuerza como para imponerse con el triunfo electoral.
Entonces, decir
que continúa con “su campaña de odio” no le es redituable.
En cambio, todo lo
que Javier Duarte hace en busca de la impunidad, en el entorpecer al próximo
gobierno, muestra que él es quien está enfrascado en esa campaña de odio, de
destrucción.
¿Qué las denuncias
que pone Miguel Ángel Yunes son puro show?.
Puede ser.
Pero también están
las denuncias interpuestas por la Auditoría Superior de la Federación y las
averiguaciones previas iniciadas por la Procuraduría General de la República
¿esas también son puro show?.
Igualmente están
los llamados de los dirigentes priistas nacionales para que deje de estar
dinamitando el aparato institucional del gobierno del estado, pero no hace
caso, a lo mejor porque considera que esas también son parte del espectáculo.
Y el tercero de
los tuits, es una burla total a si mismo (probablemente brotó muy del fondo de
su subconsciente):
“Mi postura
personal siempre será firme, seria y sin titubeos, en todo momento en favor del
respeto, la legalidad y el bien común”.
Por Dios. ¿En
verdad espera que alguien le crea eso?.
¿Cuál respeto?,
sus últimas actitudes muestran que lo perdió, que no lo puede dar hacia las
instituciones públicas, ni la política, ni los veracruzanos, ni mucho menos a
quien lo sucederá.
¿Legalidad?. ¿Cuál
legalidad?. Torcer la ley para adecuarla a sus propios intereses no es nada
legal, aunque tenga una Cámara de diputados presta a avalarlo. Eso es
autoritarismo, imposición, despotismo, absolutismo.
Esas son actitudes
de dictador.
¿Legalidad?. Ja.
¿El bien común?.
¿Cuál bien común?. ¿El suyo y el de su camarilla?.
Duarte está tan
lejos del bien común que ni siquiera Miguel Alemán quiso avalarlo durante su
última visita a Veracruz.
¿Cómo puede decir
que actúa por el bien común?.
RAMÓN POO,
APODERARSE DEL PRI DE VERACRUZ. Otro que parece alucinar que todo le es color
de rosa, que su gobierno ha sido lo mejor, cuando en realidad tiene hecho un
desastre el municipio, es Ramón Poo, el presidente municipal de Veracruz.
El alcalde del
puerto quiere adueñarse del PRI de Veracruz ciudad, quiere imponer sucesor.
Sueña, alucina,
que por su imagen y presencia el PRI podrá ganar la elección de presidente
municipal de Veracruz en la próxima contienda.
Y para “amarrar” a
quien será su candidato, quiere primero que nada adueñarse del PRI municipal.
Su deseo es desenquistar al ineficaz y anodino dirigente actual, Raúl Díaz
Diez.
Su carta ya no la
tiene bajo la manga, si no que la expone, creyendo que será motivo de
aceptación y que todos correrán a abrazarla, a levantarla en brazos, a
placearla, para que encabece la gran ola priista que barrera a la fuerza azul.
Su candidata es su
jefe de prensa, Elisa Tagle, tan ineficiente que la imagen de Ramón Poo como
presidente municipal es tan mala que sus niveles de aceptación popular andan
por abajo del 30%, de quienes lo conocen.
Elisa Tagle
aprovecha la posición y se autopromueve, tanto que algunos medios le hacen
“entrevistas exclusivas”, exige y empuja para ser oradora en actos oficiales;
se coloca en primera fila para salir en las fotos.
En ese camino poco
le importa ir dejando a quienes fueron colaboradores eficaces tirados a un
lado, sacrificados, para que ella pueda seguir.
Elisa Tagle sueña
que puede ser la candidata a la presidencia municipal, o por lo menos ocupar el
número uno de la lista de regidores para la próxima elección.
Suspira por poder
tumbar a Salvador Barbes, el director de Obras Públicas del ayuntamiento, de
las preferencias de Ramón Poo para que lo suceda.
Pero Salvador
Barbes nada tiene que hacer en la próxima contienda.
Cada obra no
realizada o mal ejecutada, es una nota en contra.
¿Qué ha hecho el
ayuntamiento de Veracruz en obra pública?.
Nada, sólo unos
cuantos bacheos. Y los han cobrado muy caros.
Pero Ramón Poo
sueña que puede ganar la próxima elección para la presidencia municipal; Elisa
Tagle suspira porque la reconozcan como la gran política que ella cree que es y
Salvador Barbes ¿todavía creerá que puede ganar en el 2017?.
Sueños de unos que
se creen místicos en las noches del eterno verano jarocho.
CURSO PARA
PERIODISTAS NUEVO SISTEMA DE JUSTICIA PENAL. El próximo viernes a las 5 de la
tarde empezará un curso de actualización para periodistas sobre el nuevo
sistema de justicia penal, el cual será impartido en el Tribunal Superior de
Justicia del Estado por expertos en la materia.
El curso es
básico, para poder comprender el procedimiento de los juicios orales y el nuevo
sistema de justicia penal.
Esto mismo lo
vuelve necesario para los reporteros tanto de información general como
policiaca, además de que se les dará un reconocimiento a los asistentes.