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agosto 26, 2016

El nuevo presidente del PRI se reúne con gobernadores, menos con los Duarte y Borge

Ciudad de México. | 26 agosto de 2016
Tribuna Libre.- Y es ahora el líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza, quien al parecer desairó a Javier Duarte de Ochoa, pero no sólo a él sino a otros dos gobernadores sobre quienes pesan denuncias de corrupción: Roberto Borge y Cesar Duarte Jáquez.

Esta tarde el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI se reunió con la Gobernadora y los gobernadores constitucionales y electos de su partido, además de los actuales mandatarios priistas, sin embargo ni el de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo acudieron a la reunión.

Al encuentro acudieron los gobernadores del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas; de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda; de Sonora, Claudia Pavlovich; de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas; de Colima, Ignacio Peralta; de Hidalgo, Francisco Olvera y Omar Fayad.

También estuvieron presentes los de Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí y Durango, Aristóteles Sandoval, Carlos Lozano de la Torre, Juan Manuel Carreras y Jorge Herrera Caldera, respectivamente.

Además asistieron los Gobernadores Egidio Torres, de Tamaulipas; Héctor Astudillo, de Guerrero; Mariano González Zarur y Marco Antonio Mena, de Tlaxcala; Rolando Zapata, de Yucatán; y Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello, de Zacatecas.

En un comunicado, el PRI señaló: “El líder priista refrendó su compromiso de transparencia, combate a la corrupción e impunidad, para acreditar en los hechos la capacidad de gobernar y rendir cuentas del PRI, así como su determinación de construir una nueva y moderna relación entre el gobierno y el partido”.

BORRAR A DUARTE

En un evento de la Heroica Escuela Naval Militar, Javier Duarte de Ochoa fue prácticamente eliminado de la bitácora oficial y de las imágenes publicadas por Gobernación. Con esto, el priista dejó de ser un invitado especial del Presidente al Gabinete federal y se convirtió en un apestado político.

En la agenda no se contempló la participación de Duarte en el recibimiento de Enrique Peña Nieto. Además, ocupó un lugar lejano del Presidente durante el evento y tuvo una mínima aparición en las fotografías oficiales.

Ante esto, el actual Gobernador de Veracruz, afirmó días después que no existía algún rompimiento con el Presidente Enrique Peña Nieto ni con los miembros de su partido.

Duarte argumentó que “tengo que respetar la ley y sobre todo ordenamientos de índole política y, en ese sentido, hasta donde me permita la ley, contará siempre mi partido con mi apoyo”.

EL SALUDO DE LA SOLEDAD

Días más tarde, durante una reunión para formalizar la creación Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) en Los Pinos, Enrique Peña Nieto saludó y charló con gobernadores, a excepción de Javier Duarte de Ochoa, a quien le dio un efímero saludo.

En el evento realizado al interior del Salón Adolfo López Mateos de la Residencia Oficial de Los Pinos se tocaron diversos temas en favor de los derechos de la niñez y la juventud nacional.

Al término de la sesión, Peña Nieto saludó y abrazó afectuosamente a los gobernadores Miguel Alonso, Reyes, de Zacatecas; Juan Manuel Carreras López, de San Luis Potosí; y Mario López Valdez, de Sinaloa, mientras Duarte esperaba su turno y, cuando por fin llegó el momento, el Presidente apenas le brindó una palmada en el hombro.


A pesar de la evidente descortesía, Duarte de Ochoa, quien enfrenta acusaciones por presunto enriquecimiento ilícito, presumió en su cuenta de Twitter una fotografía del fugaz momento.   www.revistarepublica.com   

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