Ángel Rafael Martínez Alarcón | 27 enero de 2017
Tribuna Libre.- El 20 de enero del 2017,
tomó posesión como Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, el
empresario Donald Trump, como el
mandatario número 45, en los 240 años de historia de los Estados Unidos. Su
discurso de inauguración de su presidencia, tuvo mucho de referencia al
invierno de 1933, en la República de Alemania, cuando Adolfo Hitler se hizo del gobierno de esa nación europea,
el fin todos los sabemos, doce años después el resultado fue 60 millones de
muertos y una docena de naciones destruidas, gracias al populismo y odio racial
de esos años en el mundo.
Si, desde hace un
año, un fantasma recorre el mundo, el fantasma de Donald Trump, con un discurso
de odio y racismo, situaciones que parecían superadas en Norteamérica, en
particular desde 2008, cuando eligieron a un candidato afroamericano, Barack
Obama. Los próximos cuatro años no serán fáciles para el mundo, por el discurso
incendiario del nuevo presidente, con nula trayectoria política, y una exitosa
carrera en el mundo empresarial.Con falso nacionalismo de la supremacía sajona,
hoy en la nación de las libertades todas las minorías están amenazadas por el
anuncio de las nuevas políticas. Once millones de mexicanos están en riesgos de
ser acosados y un número importante de ser deportadas a nuestra nación; es su
derecho como Presidente de los Estados Unido,
“primero América”, pero sólo piensa en la América sajona, olvidando que
dicha nación desde siglo XVII se construyó con la migración.
El Conde de Aranda,
en el año de 1781, informaba al monarca ibérico Carlos III, sobre el peligro que representaban la recién
formada nación norteamericana, y proponía que los virreinatos en el continente
Americano se convirtieran los reinos, y Madrid, la capital del imperio ibérico.
Los norteamericanos apoyaron desde su pequeño territorio, a los luchadores por
la independencia de los virreinatos. Nuestros vecinos siempre tuvieron grandes
apetitos de nuestros territorios, en su mayoría despoblados desde tiempos de la Nueva España.
Es el Presidente James Monroe, reconoció a la recién nación
liberada, cabe señalar que España y Roma reconocieron a México en 1836. Es durante
la administración de Andrew Jackson, cuando el Estado de Texas se separa de
México, para más tarde sumarse a los Estados Unidos. Con el Presidente James K
Polk, sufrimos la intervención militar
de los norteamericanos en todo el territorio nacional entre los años de
1846-1848, con fatales resultados para el territorio nacional.
En el siglo XX,
también fue testigo de las grandes apetencias imperialistas de los
norteamericanos sobre México. En 1914, la invasión al puerto de Veracruz,
durante la presidencia de William H. Taft, logrando una injerencia sobre el
derrocamiento al primer gobierno federal electo por la mayoría de los
mexicanos, al presidente Francisco I
Madero, en febrero de 1913. Es muy larga toda la lista como el ejecutivo
federal de los Estados Unidos de Norteamérica, ha sometido a los gobiernos de
México, las famosas certificaciones a
nuestro gobierno durante la presidencia de Ronald Reagan, certificación por las políticas públicas en
materia de narcotráfico. Sin tampoco olvidar toda la dependencia en lo
económico.
Donald Trump, siempre ha demostrado sus interés económicos,
y México no puede esperar nada bueno de la presente administración, lo
lamentable es la postura de Enrique Peña Nieto, que ha tenido una actitud de
sometimiento a las ocurrencias del Sr. Trump, desde su visita a la Residencia
Oficial de los Pinos, en agosto del 2016,
la designación del canciller Luis
Videgaray, lacayo de Trump, y el regalo de la extradición del Chapo Guzmán, faltando unas horas para asumir la presidencia
de los Estados Unidos de Norteamérica.
El fantasma de Donald Trump, se convierte en un peligro para la
Humanidad.
A tan sólo seis días de haber tomado posesión como
Presidente Donald Trump, y seis días para la primera visita de Enrique Peña
Nieto; el 25 de enero firma la orden
ejecutiva para construcción del muro fronterizo de ambas fronteras. Y toda la
nueva política anti migrantes, por fin el discurso de la construcción del muro se empieza a hacer realidad. Para creerle a
Enrique Peña Nieto, deberá suspender su visita a los Estados Unidos programada
para el 31 de enero del año en curso.
Andrés Manuel López Obrador, ha sacado su intimó priísta
que siempre ha llevado en su corazón, todo su respaldo al Presidente de México,
como pagando factura de todos los beneficios recibido desde los Pinos, para su
instituto político.