* Detienen al líder de los 400 Puercos * La venganza de Yunes * El puño de hierro * Nacho Tovar, ¿prestanombre de Duarte? * Benito Argüelles y El Espejo de los
Sapos * Renato llega al PRI * Tras la necropsia, el funeral * Héctor lo termina de hundir * Lu-pilla no aventaja * Jesús Moreno se inquieta
Mussio Cárdenas Arellano | 31 enero de 2017
Tribuna Libre.- Sin piedad, como es él,
aprieta Miguel Ángel Yunes a César del Ángel, el que presumía que hasta con su
vida le impediría ser gobernador, detenido y en prisión hoy, recordando los
días en que sus huestes danzaban desnudos, en calles y plazas, los varones
generando risa, las mujeres morbo, provocando y retando, creyendo en la
impunidad.
Tras las rejas, hoy tendrá
que seguir su protesta, quizá desnudo ahí, el líder de los 400 Pueblos,
acérrimo enemigo del gober azul, al que tilda de represor porque lo metió al
orden en los días en que el chirinismo, o sea Yunes Linares, gobernaba Veracruz
por primera vez.
Cayó el viernes 27. Fue
interceptado entre la ciudad de México y Pachuca, Hidalgo. Se dirigía a Álamo,
en el norte de Veracruz, el feudo de los 400 Pueblos y donde presuntamente
mantienen un conflicto por tierras. Otra versión habla de que la aprehensión ocurrió
cerca de Poza Rica.
Esa mañana trascendió la
detención. Ocurrió en carretera. Horas después ingresaba al penal de Pacho
Viejo, municipio de Coatepec, a unos minutos de Xalapa, bajo cargos de motín,
insistencia en cometer un delito y atentado contra el bienestar público. Se le
presentó a declarar en la Sala de Juicios Orales y más tarde se le internó.
Llegó en una camioneta
blindada, escoltada por policías ministeriales, provocando que Veracruz se
sacudiera pues es el primer trofeo del yunismo,, sometiendo al porro de Fidel
Herrera, al aliado de Javier Duarte, exhibiendo la mano dura y el puño férreo,
golpeando al líder del nudismo político que no sólo lo increpó y hostigó en la
campaña política de 2016 sino también en la de 2010, que llevó su rabia hasta
el punto de la agresión.
Paró en la cárcel César
Augusto del Ángel Fuentes por tentar al diablo, por aquella embestida violenta
a las puertas del Congreso de Veracruz, el 29 de junio de 2016, en los días en
que Yunes Linares era gobernador electo y acudió al recinto legislativo a ser
escuchado por la diputación duartista, las rémoras de Juan Nicolás Callejas
Arroyo. Lo ignoraron. Entonces habló a los medios de comunicación y se retiró.
Había traspuesto apenas la
reja del Congreso, cuando frente a él estaba César del Ángel. Se vieron. Alzó
la mano el líder de los 400 Puercos y con un ademán claro ordenó que iniciara
el hostigamiento.
Caminaba Yunes Linares por
la calle Encanto. A su lado iba el senador panista Santiago Creel Miranda, ex
secretario de Gobernación del foxismo, y el líder nacional del PAN, Ricardo
Anaya. Un cordón seguridad los protegía. Otros panistas los circundaban. Eran
más de 300 tipos allegados a César del Ángel. Volaban las piedras, los palos,
las botellas, diseminándose los cristales y las astillas sobre el pavimento,
habiendo cortado a algunos. Intentaban romper el cerco humano, usando a las
mujeres de los 400 Pueblos.
Como pudo llegó el grupo
panista a los automóviles. En el trayecto los vándalos de César del Ángel —unos
con corte de cabello tipo militar— correteaban a los yunistas. Acorralados,
recibían patadas y puñetazos. Lo mismo ocurría con periodistas que cubrían la
agresión. Hubo al menos cuatro heridos.
Y entonces las piedras
arrojadas por los porros de César del Ángel se estrellaron contra los cristales
de las dos camionetas en que intentaban huir Yunes Linares y su gente.
Ocurría todo ante la mirada
impasible, pasivos y complacientes, los policías de Seguridad Pública, la
policía criminal de Arturo Bermúdez Zurita, la policía que levanta inocentes y
los desaparece, la policía de Javier Duarte.
Minutos después comenzó la
reacción. Escribió Ricardo Anaya en Twitter: “Fuimos brutalmente agredidos por
enviados de Javier Duarte. No a la legalización de la corrupción. Ni un paso
atrás!”.
Lo mismo hizo el PRD
nacional: “Cobarde ataque el de los supuestos 400 Pueblos al gobernador electo
@YoconYunes así como a @RicardoAnayaC en #Xalapa”.
Por el ataque al gobernador
electo, Anaya, Creel y el grupo yunista, se abrió la carpeta de investigación
2715/2016 y su acumulada 2720/2016. En ellas se tipificaron los delitos de
estragos, motín e incitación a cometer un delito,
Aquello no se habría de
quedar así. Y no se quedó.
Hoy César del Ángel está en
prisión. No lo salvan ni los fideles ni los duartes. Tampoco Héctor Yunes
Landa, su aliado en la campaña por la gubernatura de Veracruz que finalmente
perdió por ser más de lo mismo. Tampoco Pepe Yunes Zorrilla, el otro senador,
que en un desatino brutal para sus proyectos de poder, el 8 de enero, apadrinó
a los Del Ángel en Álamo, en la conmemoración de la promulgación de la Ley
Agraria.
Se saben aislados,
abandonados, los 400 Pueblos porque los granujas de la “plenitud del pinche
poder” ya apestan dentro y fuera del PRI, echados del palacio de gobierno de
Xalapa. Servían las huestes de César del Ángel para denostar, retar e infundir
temor a los adversarios políticos y a la población xalapeña, convertida la
capital de Veracruz en muladar y letrina, los parques y las plazas
transformadas en campamentos de un grupo que, marginación y pobreza aparte, fue
usado como ariete para intimidar al rival político, llámese Dante Delgado,
Yunes Linares o Miguel Alemán.
Detrás de los 400 Pueblos o
los 400 Puercos como mejor les venía, estuvo siempre Fidel Herrera, y Javier
Duarte, y Reynaldo Escobar, y Erick Lagos, estos dos piezas de la fidelidad,
los que pactaban, los que se exhibían en público con los badulaques sin ropa
para dejar constancia de quién mecía la cuna y auspiciaba la violencia.
A una de las críticas de
Fidel Herrera y su entenado político, Javier Duarte, Claudia Guerrero Martínez,
titular de la columna Entre lo Utópico y lo Verdadero, le apedrearon su
lavandería y las oficinas del periódico Veraz, del que es propietaria y
directora. Otro día le bloquearon la entrada a su hogar. Y la policía estatal
nunca intervino.
Huérfanos de mecenas, ya no
se ve a su lado al ex secretario de Gobierno de Fidel Herrera Beltrán, Reynaldo
Escobar Pérez, célebre porque en sus días de poder decía que de Los Zetas ni
rastro había en Veracruz. O por los 35 cadáveres que le arrojaron Los Zetas a
Javier Duarte cuando el abogadazo Reynaldo era procurador. Y por andar de
mitómano con las cifras y la identidad de las víctimas, falseo información y
generó la sospecha de complicidad que lo llevó a la renuncia.
Tendrá que bailar, quizá
desnudo, en prisión, el líder de los 400 Pueblos, como lo hacían en Xalapa sus
acarreados, hostigando y generando el morbo, más cuando sus mujeres, sin pudor,
dejaban sus ropas y mostraban carnes caídas, piel arrugada, abdomen inmenso. Y
una chica, por ser menor de edad, motivó una queja y denuncia penal porque eso
se llama perversión de menores.
En unas líneas cuenta el
portal en internet Versiones la historia negra del líder de los 400 Pueblos:
“Cabe mencionar que la
historia negra de este personaje data desde 1967. Un 20 de agosto de ese año en
Acapulco, Guerrero, intervino en las elecciones internas de la Unión Regional
de Productores de Copra.
“El candidato de César Del
Ángel, Luis Berdeja, perdió por mil 500 votos entre 15 mil productores,
entonces, la lucha por el control de esta organización provocó una balacera que
dejó un saldo de casi 40 personas muertas y cientos de heridos.
“Las fuerzas federales
intervinieron y aseguraron más de 70 rifles M1 y varios M2; también seis
escopetas de diversos calibres, 22 pistolas 380 y 30 más calibre 38 súper y
decenas de ametralladoras”.
Sol y sombra, pues, de César
del Ángel Fuentes, al que su hijo Marco Antonio del Ángel Arroyo categoriza
como preso político, del que dice que está tras las rejas como “víctima” de Yunes Linares.
Le pega al gober Miyuli y a
su fiscal, Jorge Winckler, con lenguaje soez, el verbo del ex diputado local
plurinominal del PRI.
“Es una venganza política
—acusa el vástago—. El Fiscal que es un mayordomo de la familia Yunes,
fotógrafo y creo que también payaso, patiño de la familia, está haciendo
venganzas políticas a la carta”.
Le queda al joven Del Ángel
Arroyo sólo el alarde como escape:
“Estoy totalmente orgulloso
de que mi padre sea un preso político de ese hombre represor”.
Sabe ahora César del Ángel
que Yunes Linares no olvida. Y aprieta.
Puede bailar, hacerlo
desnudo, pero en prisión.
Archivo muerto
Benito Argüelles Calzada,
entre otros, figura en una investigación periodística que revelaría que la red
de prestanombres de Javier Duarte y la compra de equipo, armas, chalecos
antibalas, llega hasta Coatzacoalcos. Lo dice Miguel Rojas Salazar, periodista
veracruzano, avecindando en Tijuana, Baja California, ex comentarista de
lagazeta.org, del veterano comunicador David Varona Fuentes. En la trama ubica
a un personaje, Osvaldo Tovar Valdés o Gonzalo Tovar Valdés, alias “Fantomas”.
En Coatzacoalcos es ampliamente conocido. Es Ignacio Tovar, ex trabajador de
Olmeca TV, televisora de los ex alcaldes Marcos Theurel y Marcelo Montiel. En
su columna Espejo de Sapos, bajo el título Red Financiera “Duartista” opera en
Tijuana, Rojas Salazar señala que una investigación judicial implica a Nacho
Tovar y al abogado de Theurel, Benito Argüelles Calzada, ex jefe del
Departamento Jurídico del Ayuntamiento de Coatzacoalcos. “En antecedentes
—señala—, Gonzalo Tovar Valdés hizo socio para ‘acaparar’ recursos de Subsemun
(subsidio federal para seguridad pública en municipios) al Lic. Benito
Argüelles Calzadas, director jurídico en el Ayuntamiento de Veracruz (es
Coatzacoalcos), con más de 10 millones de pesos en patrullas, chalecos
antibalas e insignias policiales”. Involucra el texto a Nacho Tovar con
políticos de Baja California, del círculo del gobernador Kiko Vega de la
Madrid, y reiteradamente señala que es “prestanombrista” de Javier Duarte.
Refuta el mismo Nacho Tovar en Facebook, donde apareció el texto. Conmina a Rojas
Salazar a presentar pruebas, especificar día, hora, llevar con él a los
involucrados; dice haber sido estafado. Miguel Rojas sostiene que Nacho Tovar
tiene doble personalidad y anuncia que habrá segunda entrega. En Coatzacoalcos
se sabe que Nacho Tovar fue cercano a Manuel Velasco de los Santos, ex director
de Olmeca TV, ex jefe de prensa de Marcos Theurel en el ayuntamiento y
contratista de esa administración. El tema de los recursos del Subsemun, las
armas que son la obsesión de Theurel, venta de equipo de radio, patrullas,
chalecos clonados y otros detalles, apuntan más a Fidel Herrera que a Javier
Duarte. Otra versión habla de la red de prestanombres del fidelismo, de lo que
Theurel sabe más de lo que debe… A contrapelo llega Renato Alarcón Guevara al PRI,
a recoger al muerto, a realizar la necropsia, a consumar el funeral. Impugnado,
acusado de desviar recursos públicos para promoverse, el ex delegado del ISSSTE
en Veracruz asume el mando, a su lado los senadores Héctor Yunes Landa —cuya
carrera política arrancó con el encarcelamiento de su principal rival— y Pepe
Yunes Zorrilla —nuevo padrino de los amilanados 400 Puercos—. No la vio el
fidelismo-duartismo que tanto agitó, que echó de una patada a Felipe Amadeo
Flores Espinosa, que promovió a sus peones, que a la vez resultan los cómplices
de la gavilla de asaltantes que acabaron con las finanzas de Veracruz. Asumió
Renato Alarcón con el desaire de los mezzocapos y sotocapos del gang priista.
El capo Fidel ni los peló. No llegó la “lideresa” del sector popular, Erika
Ayala, ni el cetemista Víctor García Trujeque, lo que evidencia una profunda
división en el PRI. Renato Alarcón llega con la bendición del paniaguado Héctor
Yunes, fallido candidato al gobierno de Veracruz, repudiado por el priismo en
campaña, ignorado por el electorado que lo vio como “más de lo podrido”,
extensión del duartismo —“Javier Duarte es mi jefe político”— y militante del
fidelismo con el que llegó a ser subsecretario de Gobierno y líder del Congreso
de Veracruz. Pesa sobre el PRI la sombra de Javier Duarte, aplaudidores los
priistas del ladrón, callados y omisos, hasta beneficiados del saqueo a las
arcas, que a la postre redundó en descalabro electoral del tricolor y la pérdida por primera vez de
la gubernatura. Ni el fraude, ni el uso de los programas sociales, ni la
presión a los votantes, ni la guerra de lodo y otros desechos más sobre Yunes
azul, incluida la pederastia que tanto impulsó su primo y rival, pudieron
imponer a Héctor Yunes para encubrir el peculado y salvarle el pellejo a sus
patrones Fidel Herrera y Javier Duarte, hoy camino a prisión. Si hace horas
naufragaba el PRI, pronto terminará de hundirse. ¿A quién se le habrá ocurrido
que el vilipendiado Fidel pudiera salvar al PRI? Carga el ex cónsul —sin
inmunidad tras renunciar— con denuncias y descrédito, el estigma de la
corrupción, el arranque del caos que hoy se vive, y algo que nadie le va a
perdonar: la imposición de Javier Duarte en el gobierno de Veracruz. Caótico el
escenario del priismo. Se arañan por la dirigencia estatal y terminan heridos,
desahuciados, en terapia intensiva, in articulo mortis… Jodido el panismo de
Coatzacoalcos que se deja avasallar, y sonríe. Se adueñan del escenario los
priistas, el marcelismo y el theurelismo que van por la candidatura a la
presidencia municipal, no por su partido sino por eso que llaman Acción
Nacional. Hasta en el discurso los rebasan. Proclaman los fans de Lu-pilla
Félix de Theurel que la señora ya amarró la candidatura a la alcaldía y de
inmediato salta Jesús Moreno Delgado para contradecir. No hay tal. No camina la
ex primera dama por las colonias. No se le ve conectada con el PAN. Arremete
sutil el ex director del DIF, ex director de Gobernación, ex coordinador de
programas federales, siempre a la sombra de Marcelo Montiel Montiel, caciquillo
en declive a fuerza de denuncias penales. Arremete Jesús Moreno, sabedor que
tres personajes lo apuntalan en el cuartel de mando del yunismo azul: Enrique
Pérez, secretario de Educación estatal; Rogelio Franco Castán, secretario de
Gobierno, y Fernando Yunes Márquez, senador e hijo del gobernador Miguel Ángel
Yunes Linares. A Lu-pilla de Theurel sólo las respaldan su marido, el
impresentable Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— y un costal
de dinero que en campaña es clave. Y el panismo sólo ve, oye y calla. Como los
changuitos…