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El religioso también criticó las relaciones
políticas del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes, con los funcionarios del
sexenio duartista.
Xalapa, Ver. | 27 marzo de 2017
Tribuna Libre.- El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra,
postulado al Premio Nobel de la Paz 2017, criticó a la Iglesia Católica en
Veracruz, pues dijo que obispos estuvieron al tanto de la existencia de fosas
clandestinas y callaron. El motivo de su silencio, “favores que recibieron de
dos sinvergüenzas: Fidel Herrera y Javier Duarte”.
Lo anterior, fue sostenido por el presbítero
en su visita a la ciudad de Xalapa, Veracruz, donde participó como ponente en
el Segundo Foro de Ética y Derechos Humanos, realizado por la Facultad de
Filosofía, de la Universidad Veracruzana (UV).
“Sacerdotes y obispos supieron de todo este
fosario que hay en Veracruz y guardaron silencio. Les reproché, les dije,
‘ustedes cuando estuvo Fidel Herrera Beltrán eran los celebrantes familiares de
sus sacramentos y recibieron favores de él, y no hicieron nada”, recriminó el
también director del albergue Hermanos en el Camino.
Sin dar nombres, aseguró que al menos un
obispo de la entidad se vio beneficiado de manera directa por el ex cónsul de
Barcelona, Fidel Herrera Beltrán y por Javier Duarte de Ochoa, quien a la fecha
permanece prófugo de la justicia. Ante Dios, ellos tendrán que decir los
favores que recibieron de estos dos sinvergüenzas”.
Solalinde Guerra, quien anunció por primera
vez a Veracruz como el cementerio de migrantes más grande de México, abundó que
los representantes de la fe católica, estuvieron al tanto de secuestros,
desapariciones y fosas, sin que la mayoría se pronunciara al respecto.
“Cuando yo me reuní con la provincia
eclesiástica de Veracruz, en una hora y media o dos, les expliqué lo que pasaba
con los migrantes; les dije que había una cueva, (con restos humanos), y el
obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, me contestó que había dos. Pero no se
pronunciaron”, abundó el presbítero.
Solalinde Guerra, también criticó las
relaciones políticas del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, con los
funcionarios del sexenio anterior. Lamentó que, pese a su cercanía, jamás
expuso los temas relacionados con la inseguridad.
“A mí me dio mucha tristeza en Xalapa, que el
Arzobispo (Hipólito Reyes Larios) no les hubiera hablado de eso. ¿Por qué no
les hablan de eso cuando se juntan?, ¿para qué se juntan?, ¿echar la copita?,
¿comer bien?”, reclamó Solalinde Guerra.
Cabe mencionar que, al menos tres sacerdotes
veracruzanos, sí se pronunciaron en contra de la violencia durante el sexenio
de Javier Duarte de Ochoa: Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, obispo de la
diócesis de Veracruz; Miguel Gómez Espinosa, párroco de Nuestra Señora del
Carmen, en Tierra Blanca y Julián Verónica González, encargado de la parroquia
de Amatlán de los Reyes.
El primero, Luis Felipe Gallardo Martín del
Campo, celebró una misa por los desaparecidos en la zona de la Cuenca del
Papaloapan, a raíz de la desaparición forzada de los cinco jóvenes en Tierra
Blanca, Veracruz, en enero de 2016. Demandó que, “las autoridades dejaron
crecer al hampa y se les salió de control”.
Miguel Ángel Gómez Espinosa, párroco en
Tierra Blanca, denunció a pesar de amenazas de muerte en su contra por parte de
“El Comandante”, culpó que la violencia se replicaba en aquel municipio pues
“levantan a la gente hasta por 500 pesos”.
En tanto, Julián Verónica González, no solo
denunció la serie de desapariciones en la zona centro del estado, además
ofreció el templo a su cargo como refugio para familiares de desaparecidos de
todo México, quienes emprendieron la Primera Brigada Nacional de Búsqueda de
Desaparecidos, con un saldo de dos fosas clandestinas ubicadas en el municipio
de Córdoba.
“Arturo Bermúdez debe ser castigados por
delitos de lesa humanidad”: Solalinde
“Qué bueno que esta persona, (Arturo
Bermúdez) esté ahí, (en la cárcel) pero también se necesita participar con más
denuncias, porque el delito de peculado y esas cosas son leves; estos son
crímenes de lesa humanidad que no pueden prescribir. Es una injusticia que los
policías de abajo paguen el pato, cuando recibieron órdenes”, opinó Solalinde
Guerra, sobre la situación judicial del exsecretario de Seguridad Pública con
Javier Duarte.
De 2006 a la fecha, la Fiscalía General del
Estado (FGE) confirmó haber recibido alrededor de mil 459 denuncias por el
delito de desaparición forzada. Por estos agravios- considerados de lesa
humanidad- únicamente 33 policías están sujetos a proceso, de los cuales
ninguno ha recibido sentencia condenatoria.
“No quieren tocar a la gente de arriba,
tenemos que hacer un cambio, México no puede conformarse con curitas,
necesitamos cirugía mayor para que esto cambie, si no van a seguir
desapareciendo a nuestros hijos. Esto es una simulación, tenemos que hacer a fondo
algo y los gobiernos no lo van a hacer, que quede claro”, abundó.
Dijo, la cadena de mando en los delitos por
desaparición forzada tendría que llegar a Arturo Bermúdez, pero también a Fidel
Herrera y a Javier Duarte, “ellos son los principales responsables en estos
delitos y en algún momento se dará a conocer material de muchas cosas que hemos
estado recabando de hace años”, sentenció.