Mentira y complicidad
Jorge Arturo Rodríguez | 30 marzo de 2017
Tribuna Libre.- En México no pasa nada y
todo es posible. Es preciso trabajar, pero trabajar cansa. Las leyes están para
ser infringidas, para aplicarse sí, con todo rigor, a quienes no tienen ni en
qué caerse muerto aunque así anden la mayor parte del tiempo, subsistiendo,
esperando que cambie el mundo, el país, el terruño, la pinche -¿suave?- patria.
Porque aquellos que les sobra para sobornar, quebrantar la ley (ésta tiene
muchas fisuras por donde se cuela la impunidad, el juego de la corrupción), no
les importa ni madres su propia madre mucho menos el país. Por desgracia, éstos
son los que controlan a México. ¿Pruebas? Será difícil encontrarlas, puesto que
todo está amañado. ¿Cómo salir del atolladero? Abramos tantito los ojos,
despertemos. Que no nos digan, que no nos cuenten. El chiste es cambiar pero en
serio. No nada más cambiar las fotos del presidente, gobernador y autoridades
en turno que cuelgan en las oficinas (¡Muera el Rey, viva el Rey!), los membretes,
las denominaciones de programas, etc., y que la vida siga igual: México aparte
de jodido, fragmentado frente a un crimen organizado y autoridades y políticos
y empresarios coludidos. ¿Será?
Luis Carlos Ugalde expresó
que “es más difícil combatir la corrupción que al narcotráfico, porque nuestra
sociedad es muy proclive a la corrupción y tiene poca estima por la legalidad”.
Nos movemos en el terreno de las obviedades que daña nuestra capacidad de
asombro, de reacción ante la putrefacción, porque finalmente “corrupción” es
eso y es descomposición, pudrición, podredumbre, pus, desintegración,
depravación, perversión, vicio, degeneración, contaminación, hedor, deterioro,
abuso… Hasta aquí pa’ no abusar de mis lectores.
Por cierto, la palabra
“coludido” (complicidad) tiene 8 letras: 4 vocales (o, u, i, o) y 4 consonantes
(c, l, d, d), ¿estarán coludidas? Coincidencias, pero pienso, con el novelista
Víctor Hugo, que “la aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por
ser complicidad; la cobardía es un consentimiento; existe solidaridad y
participación vergonzosa entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo
deja hacer”. Somos o no somos; estamos o no estamos. O continuamos con el juego
de la corrupción y que nos lleve los pingos –Los Pinos- y la chingada.
Está cabrón, oigo a menudo
por doquier. ¿Qué hacemos? Escribió Epicteto de Frigia que la verdad triunfa
por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad. Bueno, seamos más
suaves, dijo Charles Baudelaire que el amor es un crimen que no puede
realizarse sin cómplice.
Los días y los temas
En la confrontación que se
traen el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y el dirigente de Morena, Andrés
Manuel López Obrador, con eso de las fuerzas armadas y otros temitas, resulta
chistoso e insultante para los ciudadanos que sólo se pidan “disculpas”.
MIYULI: “Yo no estoy de
acuerdo en que un desequilibrado como López Obrador continúe con esto; le exijo
que le ofrezca una disculpa a los soldados y a los marinos, a los mandos del
Ejército y a los mandos de la Marina”. (e-veracruz.mx).
AMLO: “Que él se disculpe
con el pueblo de Veracruz, porque ya endeudó en cuatro meses, que se disculpe
porque quiere imponer a uno de sus hijos a presidente municipal de Veracruz”.
(versiones.com).
Así se resuelve todo en
México: “Ustedes disculpen”.
De cinismo y anexas
Merlina Acevedo escribió el
siguiente palíndromo que le queda muy bien a nuestras autoridades y políticos:
“No dan una, don”.