* Le exige a AMLO cero tolerancia * Eva Cadena no habría actuado sola * Dirigentes implicados * A la Fiscalía en Mercedes * Gina y Silva, deplorables * Desfalcos y empresas fantasma * Represión a periodistas * El miedo de Tony Macías * El túnel de la corrupción * Impone Héctor Yunes al yerno * Repudio en Boca
Mussio Cárdenas Arellano | 28 abril de 2017
Tribuna Libre.- Santos juicios los de
Alejandro Solalinde, que de tajo desdeña la versión de inocencia de Eva Cadena
—“no creo que haya salido de ella nada más”, dice el sacerdote— y como la
diputada, apunta, hay otros militantes de Morena que incurren en corrupción.
“Tengo los nombres”, presume
este hombre de Dios que va por el mundo pregonando la causa de los migrantes,
sus desventuras y su martirio, su destino violento a manos de los cárteles del
crimen organizado y las fosas que van conformando cementerios clandestinos, el
de Veracruz el más grande de México.
Lo que dice Alejandro
Solalinde Guerra no es para olvidar. Su voz advirtió que Javier Duarte se
escondía en ranchos de Chiapas, los del suegro incómodo Tony Macías, su clan
ganadero, y de ahí se conectaba a Guatemala. Y así fue.
Refiere ahora el coordinador
de la Pastoral de Movilidad Social del Episcopado Mexicano en el Pacífico Sur y
director del albergue Hermanos en el Camino, que opera en Tuxtepec, Oaxaca, que
al dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, hay que darle la identidad de
quienes entre la militancia son proclives a la corrupción. Y que actúe.
“En su momento —acusa— lo
diré por honestidad a Andrés Manuel López Obrador, porque deben ser
denunciados”.
Habla ante los medios de
comunicación en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), en
Xalapa, este miércoles 26, a dos días del escándalo suscitado por el periódico
El Universal, que reveló, vía un video explícito, con imagen y subtítulos, un
soborno de medio millón de pesos entregado a la diputada del Movimiento de
Regeneración Nacional en el distrito 30, el Coatzacoalcos Rural, Eva Cadena
Sandoval, instruida que debía trasladarlo a López Obrador.
Tercia, pues, Solalinde con
un ingrediente que enrarece aún más el ambiente de Morena, cuando el Dios Peje
y sus acólitos lanzan bolas de humo, replicando en el Congreso federal, a
través de su coordinadora parlamentaria, Norma Rocío Nahle García, que se
adueña de la tribuna y realiza su mejor pieza teatral.
Sí al punto de acuerdo
—admite Nahle— que propone la mafia en el poder, o sea el PRI-AN. Que se
investigue y llegue a fondo. Que se sepa quién citó a Eva Cadena Sandoval el 6
de abril. Que se identifique a quien aparece entregando el medio millón de
pesos. Que se esclarezca quién urdió el “compló”.
Y acto seguido, la ingeniero
Nahle soltó el resultado de su investigación: Erick Lagos, diputado federal de
cuna fidelista, y Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz,
respresentantes ambos de la mafia en el poder.
Invocó al FBI y a la KGB
rusa, desaparecida hace años, pero sólo para que ven que sabe de espionaje
internacional. No aludió al Cisen porque nada del sale bien.
Morena se mueve en la
estrategia de la autocompasión. A Eva Cadena la agarraron con las manos en la
lana, pero el delito no es suyo sino de los que la grabaron y le llevaron el
video a El Universal, el periódico “gacetillero” del peñanietismo, según lo
definió el Peje López Obrador.
Es demencial la tesis de
Morena: lo grave no es ver cómo supuestos empresarios le ponen en sus manos 500
mil pesos a la legisladora morenista con la encomienda de entregárselos a AMLO.
Ese no es delito. Lo es que hubiera cámaras ocultas para dar cuenta de ese acto
de corrupción.
Morena sostiene que el
delito no está en tomar un dinero y admitir que lo llevaría con el aspirante
presidencial, sino que haya sido una celada fraguada por Yunes azul y operada
por su enemigo fidelista, Erick Lagos.
Dice Eva Cadena que fue “un
error” y que ya aclaró. Recibió el medio millón de pesos, ofreció llevarlo con
López Obrador, se retractó y lo devolvió y exorcizó sus demonios. Ni el papa
Francisco lo hubiera hecho mejor.
Opina distinto la Fiscalía
Especializada Para la Atención de Delitos Electorales, que ve responsabilidad
en Eva Cadena, que asegura hay uso de recursos de procedencia ilícita, que
puede allegarse una sentencia de entre 5 y 15 años.
A la par, Eva Cadena acude a
la Fiscalía General de Veracruz y ahí denuncia a quienes la citaron y la
grabaron. O mejor dicho, a quienes la citaron, le dieron el medio millón de
pesos para que los entregara al Dios Peje, la grabaron, difundieron el video y
la desprestigiaron al punto de erosionar la credibilidad de Morena. El
corruptor comete el delito; el que se corrompe no.
Sus dichos fueron opacados
por su llegada en un automóvil Mercedes Benz, a todo lujo, que no es suyo sino
del abogado que la representa. Otra falta de prudencia de la diputada local.
Ni en Morena ni en Eva
Cadena va funcionando la exculpación. Y no se da porque fue la militancia que
al ver el video, retomado por el noticiario Despierta, de Carlos Loret de Mola,
se tiró a matar y la linchó.
Destrozada en las redes
sociales, acusada de corrupta, rata, indigna, traidora, Eva Cadena pudo
entender que para salvar a Morena hay que sacrificar a los morenistas, y para
preservar a López Obrador hay que pasar por la guillotina a los
lopezobradoristas.
Solalinde, ahí mismo, en
Xalapa, le receta otra pela. Sospecha de otros morenistas, dirigentes y no
dirigentes.
“No creo que haya salido de
ella nada más —apunta el activista de los migrantes—. No fue una ocurrencia. Se
debe de cuestionar a las cabezas de Morena y ver si esas cabezas son honestas y
que tuvieron que ver, y desde ahí cuestionarlas”.
Morena tiene varios
intendentes en Veracruz. Manuel Huerta Ladrón de Guevara es el dirigente
formal; Rocío Nahle manda en el sur; Cuitláhuac García Jiménez es el
controlador de centro, ex candidato al gobierno estatal y repetirá en la
elección de 2018.
Hoy nadie se quema por Eva
Cadena. Fue candidata por acción espontánea. Es diputada por el voto de los
olvidados. Fue candidata a la alcaldía de Las Chiapas or capricho de Manuel
Huerta.
Como Pedro, el apóstol,
Manuel Huerta niega ahora a su diputada. No la propuso, alega. No la impuso,
agrega. No la hizo candidata a la alcaldía de Las Choapas. Y miente.
Febrero de 2016. Restaurant
Vips, en Xalapa, a unos metros del Poder Judicial de Veracruz. Ahí exalta a Eva
Cadena. Pregunta referencias, su imagen pública, su solvencia moral. Y da la
exclusiva: será mi candidata a la diputación por el distrito 30.
Hoy se deslinda. Quizá sea
por aquello que con tanta seriedad afirma el sacerdote Solalinde, los otros
implicados: “Se debe de cuestionar las cabezas de Morena y ver si esas cabezas
son honestas y qué tuvieron que ver”.
Solalinde es implacable, así
catalogue al Peje como el político más honesto de México y a Morena como la
última esperanza. Su primera reacción al escándalo del video de Eva Cadena, la
dio en Twitter. Ahí encajonó a López Obrador:
“Le recuerdo a AMLO que el sistema
capitalista y el político nacional corrompen, por lo que espero de usted cero
tolerancia ante malos militantes.
“Yo no milito en Morena,
pero este movimiento-partido es la esperanza de un cambio real. No se pueden
tolerar militantes corruptos y mañosos.
“Ofrecí ayudar como aval
moral. Morena y UD, no son propiedad privada; son el último recurso para buscar
un cambio pacífico para México”.
Alguien embarca a Eva
Cadena. Le dice que denuncie en la Fiscalía de Veracruz. No le cuenta que el
delito que se le terminará imputando participan el que da y el que recibe. “Le
entrego medio millón para López Obrador, diputada, por favor”, le dice la mujer
que le tiende la trampa. “Ah, okey. Se lo entrego directamente a él”, responde
la diputada de Morena.
Ahí está su delito y no lo
ve. Es uso de recursos de procedencia ilícita.
Nadie va a una cita ciegas
en días de inseguridad y violencia. Nadie toma medio millón de pesos de un
desconocido. Nadie se exculpa con sólo decir que “fue un error y ya se aclaró”.
Y ahora Solalinde encajona a
Morena. Eva Cadena no es la única. Hay más.
“Tengo los nombres”.
Archivo muerto
Deplorables Javier Duarte,
Gina Domínguez, Alberto Silva, el Pato de Tuxpan. Deplorable su alma y criminal
la mano del tripulador de cabecera del ex gobernador, que en su inquina contra
la prensa crítica, la prensa incómoda, la que le alzó la voz al gordobés, les
fabricó delitos, los asedió, los reprimió, los llevó a prisión, puestos al
alcance de Los Zetas o de Los Golfos o de la policía estatal que en los días
del duartismo actuaba como un cártel del narco. Brutalmente golpeado, Carlos
Jesús Rodríguez, director de gobernantes.com, casi pierde la vida cuando la
acción judicial fue usada para saciar los instintos criminales de Javier
Duarte. Y qué decir de la extorsión prefabricada por el infame Silva, cuya
mente diabólica lo llevó a usar el aparato de poder y embestir a Jorge
Manrique, autor de la columna Del Otro Lado del Cristal, por hallarle
corrupción de sobra en el ayuntamiento de Tuxpan y una vida de sultán con cargo
al erario, hijos fuera del matrimonio y una pareja rapaz, implacable para
exprimir al tonto en turno. Se trenzan hoy María Gina Domínguez Colío y Alberto
Silva, también apodado El Cisne, en que si él la golpea filtrando información o
que si él es el verdadero defraudador, vía empresas fantasma en la que está la
mano de sus amigos y cómplices. Sobre Gina Domínguez pesan imputaciones de
funcionaria voraz, que siendo vocera de Javier Duarte metía la manos en los
medios de comunicación, instruía a los dueños qué informar y, sobre todo, qué
callar, a qué columnista cerrarle el espacio, a qué reportero echarlo a
patadas. Y El Pato Silva, de copa en copa, ordeñando los sobres de los
textoservidores, o pagándole a sus empresas consentidas, o presumiendo una
fortuna que no proviene de la honestidad, o abusando del poder . Con él,
asaltando la candidatura en Tuxpan, hoy vemos a Norma Gibb y Castañeda Nevárez.
Deplorables una y el otro, María Gina y Silva, denunciada la presidenta de la
Fundación Colosio y pronto denunciado el susodicho Cisne porque son hermanos
del mismo dolor, el duartismo y la corrupción… Algo que se llama miedo mueve a
Tony Macías. Se autograba el “suegro incómodo” y en Milenio responde a
Televisa, a Carlos Loret de Mola, a Yunes Linares, el gobernador de Veracruz,
que él es honesto, su fortuna lícita, su suerte única, sus bienes sustentados
en la ley. Eso que se llama miedo saca a Jesús Antonio Macías Yazegey de su
madriguera y lo lleva a decir, una vez más, falacias. Una es la de la lotería
nacional, cuyo billete o billetes, la serie completa, adquirió de su peculio y
—suerte única— le dio al gordo el 31 de diciembre de 2009. Qué tino. Ese año su
yerno Javier Duarte, robándose la elección federal en Córdoba, llegó al Congreso
y acreditó el requisito que marca el PRI —un cargo de elección popular— para
ser candidato a gobernador. Qué tino el de Tony Macías. Y qué tino el de su
cómplice Fidel Herrera Beltrán, que le entregó a precio de ganga la reserva
territorial de Coatzacoalcos, donde se constituyó Parque Tecnológico Puerto
México y la planta Frutas y Verduras de Veracruz, que se crea con más de 300
millones de pesos y luego la compra —o simula que la compra— Tony Macías en 84
millones. ¿Cómo se le llama a eso? Daño patrimonial y fraude. Pero el suegro
incómodo dice que lo que tiene es legal. Sus documentos, sus operaciones, sus
compras y ventas, dice el padre e Karime Macías, están sustentadas y son
legales. Más bien legaloides. Sólo habría que preguntar cómo alguien con cara
de Tony Macías que se saca 150 millones en la Lotería Nacional y que vende
terrenos por otros 150 millones, puede liquidar los terrenos de la reserva
territorial pagando 800 millones. A ver Pitágoras, ilústranos… Marcado por la
corrupción, arranca del túnel sumergido de Coatzacoalcos. Diez años tardó su
construcción y tuvieron que transcurrir cuatro gobierno para verlo en
funcionamiento. Lo aprobó Miguel Alemán Velasco en 2003, inició la obra Fidel
Herrera en 2006, avanzó a los tumbos Javier Duarte y lo concluyó Miguel Ángel
Yunes Linares. Este jueves 27 lo inaugura en el mandatario estatal, sin la
presencia del presidente Enrique Peña Nieto. Queda pendiente la indemnización o
reubicación de los vecinos afectados por la obra, cuyas casas resintieron sensiblemente
la vibración, sus paredes y techos cuarteados; la corrupción de funcionarios
del gobierno de Veracruz, concesionarios y contratistas, con un daño
patrimonial superlativa, pues del presupuesto original de mil 700 millones de
pesos se elevó a más de 5 mil millones. Tuvo que reactivar los trabajos e
invertir los últimos 500 millones de pesos el empresario Carlos Slim Helú, al
convertirse en accionista mayoritario de FCC, la empresa española eje en el
consorcio COTUCO. Hoy arranca el túnel sumergido, sin dejar de recordar que
cobró vidas de dos marinos cuando colocaban el elemento “Karime”, la primera
dovela que servirá para el paso de vehículos bajo el lecho del río
Coatzacoalcos. Ya hay túnel. Es un monumento a la corrupción… Otro honestísimo
es Héctor Yunes Landa. Y muestra de ello es la imposición de su yerno Carlos
Nosti, novio de su hija Andrea Yunes Yunes, como candidato a regidor primero en
la planilla del PRI en Boca del Río. Obvio, están que rajan y bufan los
priistas boqueños , los que ven que un advenedizo sin más mérito que ser el
galán de la hija del senador anticorrupción entrará sin mayor trámite al
próximo cabildo de Boca del Río, gane o pierda del PRI. Toman las oficinas del
PRI, alzan la voz, renuncia el ex candidato a la alcaldía, Sergio Pazos
Navarrete. Y Héctor Yunes, el fallido candidato del PRI al gobierno de
Veracruz, insiste en el discurso de honestidad. Qué cinismo…