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Acepta ser extraditado * La fingida
inocencia * La risa y la trampa * Miles de millones robados * Los enredos de Morena * Avalan diputados desafuero de Eva
Cadena * Y validan que el dinero era
para AMLO * En CMAS los reciben con la
policía * Despidos en EXA * Sólo se queda Maythé Morales * Azteca igual
Mussio
Cárdenas Arellano | 29 Junio de 2017
Tribuna Libre.- Más olvidado que un perro —Karime, su esposa,
y los Tubilla en Londres, gastando en abundancia—, Javier Duarte quiere volver,
allanarse a la extradición, así deba convivir con zetas y golfos en cárceles mexicanas,
así pregone que nada le debe a Veracruz. Son los alardes de un loco.
Ríe y sonríe el ex gobernador con estampa del
desquiciado que finge cabal salud, dueño del escenario, dominador,
sobreactuando en su desmesura, emitiendo un mensaje de revancha por la afrenta
de verse en prisión.
Se allana a la extradición. Acude Javier
Duarte a su audiencia en la Corte de Guatemala, que promovió fuera privada y a
fin de cuentas se le negó. Llega sonriente, bromista —pinta de vagabundo, barba
de harapiento, cabeza casi a rape, vientre del que se nutre bien—, hablándole a
los medios de comunicación, dialogando con su abogado, corrigiendo a la fiscal
hasta ganarse una amonestación, recibiendo flashazos, captado en las lentes de
las cámaras, la foto, el video.
¿De qué tanto se ríe el infame que llevó a la
quiebra a Veracruz, robando sin pudor, saqueando los efectivos y operando
traspasos bancarios que provocaron la parálisis institucional, pactando con el
crimen organizado, haciendo de su policía una policía criminal?
Su risa es tan frágil, fingida e impostada,
como aquella con Carlos Loret de Mola, en el noticiario Despierta, el 12 de
octubre de 2016, cuando anunció que se iba del gobierno de Veracruz para
encarar a su sucesor, Miguel Ángel Yunes Linares, para demostrar que el rufián
era Yunes, que el que había saqueado las instituciones era Yunes, que el que se
había enriquecido de manera insultante era Yunes.
Y horas después la sonrisa mutó. Se volvió
rabia. Se volvió ira, la ira del que engañado fue obligado a dejar el poder.
Así como este martes 27 en la Corte de
Guatemala, Javier Duarte caía en la trampa. Dejó el gobierno de Veracruz y no
tuvo tiempo de ir por Miyuli.
Frente a Loret sonreía como hoy, alardeaba
como hoy, se jactaba de su honestidad como hoy.
Y de ahí se volvió prófugo de la justicia,
escondido como un rufián, buscado por la Interpol hasta que el 15 de abril, en
el hotel La Riviera de Atitlán, en Panajachel, Departamento de Sololá, en las
montañas de Guatemala, Karime y los Macías y los Tubilla, le pagaron la
abundancia y la riqueza con traición.
Vive su encierro solo. Vive en una celda
inhóspita. Come alimentos que primero, se queja, le son arrojados al suelo
aunque no pierda un gramo, abultado el abdomen, redondo el rostro.
Sabe hoy lo que es el olvido, el frío del
silencio, la ingratitud de sus cómplices. Y acepta la extradición a México.
Su perorata es para los bronces:
“He determinado allanarme para enfrentar lo
más pronto posible la justicia ante las autoridades judiciales de mi país. En
términos coloquiales, acepto la extradición que el gobierno fallido de la
administración actual está haciéndome entorno a este caso”.
El “gobierno fallido” de Yunes, al que le
heredó violencia y muerte, saqueo y arcas vacías.
No dijo que el suyo fue un gobierno ladrón.
Contra Javier Duarte, arguyó, hay
“acusaciones infundadas, ligeras, vagas e imprecisas” pues cree que sólo se le
acusa de depositar de 220 millones de pesos de una cuenta de gobierno a otra
cuenta de gobierno del estado.
Habrase visto semejante ignorancia.
“No hay una extracción del dinero público, y
esa transferencia está fundada en oficios, en donde no participé, no firmé. El
gobernador no tiene esa competencia. Para eso existen los secretarios de cada
dependencia”.
O sea que son culpables Salvador Manzur,
Tomás Ruiz, Carlos Aguirre, Fernando Charleston, Mauricio Audirac, Antonio
Gómez Pelegrín, no él.
Decía al juez de la causa que en sus
acusadores hay despilfarro, dinero del erario usado para acusarlo y joderlo.
“Vino hasta acá el fiscal general del estado
—refiere—, con dos acusaciones que son irrisorias. Me acusa de incumplimiento
de un deber y tráfico de influencias, cuando ya no era servidor público, y eso
me hace irrisorio para el tiempo de este Tribunal y las autoridades de
Guatemala”.
Javier Duarte anda en otro mundo. No le
imputan 220 millones de pesos. Son miles de millones, los que salieron vía
efectivo, los que pasaron de cuenta en cuenta a través de empresas fantasma que
cobraron por obras o servicios no prestados al gobierno de Veracruz.
Pesan sobre Javier Duarte los desvíos de
dinero, la saturación de las tuberías de la red de corrupción, como dijo a la
Procuraduría General de la República su operador Alfonso Ortega; la compra de
viviendas en México y el extranjero; casas en Woodlands, el rancho Las Mesas en
Valle de Bravo, edificios en el ex DF, casas y hoteles en Europa, los caprichos
hípicos de Karime con cargo al erario, la merecida abundancia, la merecida
corrupción, el desvío de 41 millones en el DIF. Y los flujos de dinero que
corrían por millones, cientos de millones, miles de millones.
Duarte sonríe. Esa es su máscara. Así oculta
su desgracia, ofertándose como el dueño del escenario, el que domina su
destino, el que se impone a Veracruz.
Supone que en el episodio de la fuga con el
helicóptero que le facilitó el ex gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado,
para trasladarse de Xalapa a Coatzacoalcos, y de ahí a Guatemala, concluye su
persecución.
Le responde Yunes azul con una proclama muy
suya: el que lo denuncié fui yo, el que lo encarcelé fui yo, el que lo hago
volver soy yo.
Dice su comunicado:
“El pueblo de Veracruz reclama justicia;
quiere que se castigue a los culpables del atraco a los recursos públicos y que
devuelvan lo que se robaron.
“Durante doce años Veracruz fue gobernado por
una banda de delincuentes que asaltó las arcas públicas y provocó una crisis
social y de seguridad sin precedentes.
“Apostaban a la impunidad. Fidel Herrera fue
perdonado por Duarte porque eran parte del mismo grupo delictivo. Duarte apostó
a que también serían encubiertos sus atracos; no contaba con que en las
elecciones del año 2016 los veracruzanos optarían por el cambio y exigirían
castigo a la banda que asaltó la tesorería del Estado.
“La extradición de Duarte de Guatemala a
México es apenas el primer paso. Se trata de que pague con cárcel el daño
brutal que le hizo a más de 8 millones de veracruzanos y que devuelva lo que se
robó.
“Me siento muy orgulloso de haber sido quien
logró la detención y encarcelamiento de Duarte a partir de las investigaciones
y denuncias que hice como ciudadano, desde antes de ser Gobernador.
“Durante muchos años luché con valor y
tenacidad contra un régimen corrupto que se negaba a entregar el poder.
“Aguanté todo. Mi familia, mis compañeros y
yo corrimos todos los riesgos, pero al final logramos la transición, el cambio
democrático que ha hecho posible lo que nadie creía: encarcelar a Duarte y a
varios miembros de su banda que hoy están sometidos a proceso penal.
“Ver a Duarte en la cárcel era una demanda de
millones de personas. Ya está en la cárcel. Lo logramos”.
Yunes lo encausó penalmente el 3 de abril de
2016, al arrancar su campaña al gobierno de Veracruz, cuando le interpuso una
denuncia que desnudó la red de prestanombres con los que adquirió inmuebles,
pagados con recursos del erario, más de 3 mil millones desviados de las arcas
públicas.
Sus cómplices fueron amigos y subalternos,
familiares Duarte y familiares Macías Tubilla, los Mansur y los Manzur, los
Janeiro y los Cysneiros, los Bandín y los Ortega, los Spinozo y los Tavo Ruiz,
y así la pandilla que lo ayudó a robar.
Es la red y es la ruta del dinero. Son los
operadores y los que adquirieron los bienes. Son sus testimonios ante la PGR y
en los videos del clan Yunes. Es la trama, las cuentas bancarias, las empresas
de papel, los vuelos en helicóptero y el centro de acopio, un edificio de la
Ciudad de México donde era llevado el efectivo. Es el delito fiscal, el lavado,
la defraudación.
Fuera de sí, Javier Duarte imagina, como en
octubre de 2016, que la justicia lo absolverá.
Sólo un loco piensa así.
Archivo
muerto
A ciegas, o con maña, votó Morena por el
desafuero de Eva Cadena. Y tácitamente valida que el dinero recibido por la
diputada por el distrito Coatzacoalcos Rural implica a Andres Manuel López
Obrador. Con la venia de los 11 legisladores del pejepartido, Morena aprobó el
dictamen que retiró la inmunidad a la diputada por el distrito Coatzacoalcos
Rural para ser juzgada, si es que la Fiscalía de Veracruz y la Fiscalía
Especializada para la Atención de Delitos Electores logran acreditar que el
medio millón de pesos entregado por los empresarios de la línea amatista tenía
como destinatario al Dios Peje. Reza en diversas partes del dictamen elaborado
y aprobado por la Comisión Instructora y luego avalado por 41 legisladores en
el pleno del Congreso de Veracruz: “Se advierte al identificar y transmitir los
audios que Eva Felícitas Cadena Sandoval recibió la cantidad de 500 mil pesos
para entregarla a ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR”. En otro párrafo cita el
dictamen la declaración de su auxiliar, Ulises Flores Meza: “Que diga el
entrevistado con qué finalidad fue entregado el dinero a su jefa, Eva
Felícitas?. Respuesta: para la campaña o proyecto de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR”.
Georgina Téllez Reyes, dirigente de Morena en Las Choapas, refirió: “Me
respondió que no me alegrara, que no era para su campaña (a la alcaldía), que
se los tenía que entregar a ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR”, para el proyecto del
Movimiento de Regeneración Nacional, partido político denominado Morena y que
era dinero de un grupo de empresarios que buscaban el acercamiento con Andrés
Manuel López Obrador”. Uno más, de Rogelio Méndez Montalvo: “Eva me comentó que
el día d la reunión en el hotel Terranova, le habían dado 500 mil pesos un
grupo de amigos empresarios para la campaña de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR”. Se
enfatiza en mayúsculas el nombre de líder de Morena y se reitera en decenas de
párrafos que AMLO sería el destinatario de los recursos ilícitos. Eso fue lo
que votó Morena en el Congreso de Veracruz. Con tal de echar a Eva Cadena,
validan la tesis de que el beneficiario se llama Andrés Manuel y se apellida
López Obrador… Fueron por agua, por soluciones, por respuestas y les enviaron
al Mando Único Policial. Habitantes de Villas de San Martín exigen parques y
zonas recreativas al ayuntamiento de Coatzacoalcos, y a la Comisión Municipal
de Agua y Saneamiento (CMAS) mejor servicio, suministro permanente al
fraccionamiento ubicado al poniente de la ciudad. Y en la sede de CMAS, lejos
de ser recibidos por el director, Rafael Abreu, o su cuadro directivo, para
entablar diálogo, “lo único que pudieron ‘pensar’ fue mandarnos a la policía”.
Circulan las fotografías en las redes y la queja tendrá impacto político. Se
trata de un grupo de colonos organizado, que reclama sobre argumentos de ley,
que se ha opuesto a los vivales que invariablemente han tomado a la CMAS de
rehén. Ningún ciudadano que exige respeto a sus derechos, que se ha cansado de
tramitar que la constructora Roma cumpla con la dotación de servicios, está
obligado a admitir como respuesta la intimidación que implica el uso de la
fuerza policial. Otra pifia del yunismo… Mega reestructuración en EXA
Coatzacoalcos. Se fueron todos. Sólo quedó Maythé Morales, conductora de las
dos emisiones del noticiario Radio Noticias. Hace una semana, la reportera
Teresa Morales lanzó un “hasta siempre EXA” en Facebook y a partir de ahí
arrancó el éxodo. Dejan EXA, el consorcio radiofónico con asiento en Chiapas,
antes grupo FM de Veracruz, Teresa Morales; la corresponsal en Agua Dulce,
Gloria Rosas, y dos editores, a quienes esta semana se les comunicó su
liquidación. No afecta en mayor medida a su auditorio pues la mayor parte de
las notas tienen su origen otros medios de comunicación que, tras una
barnizada, salen al aire. Hará una semana, consultado en directo, su gerente,
Ricardo Alfredo Mendoza Caballero, negaba los despidos. “Es una
reestructuración digital, pero a nadie se le ha corrido”, señaló. Más que eso,
fue un limpia total, justo cuando se terminaban las campañas electorales para
renovar la alcaldía de Coatzacoalcos. Otro medio en que también hubo despidos,
es Azteca Coatzacoalcos. Concluyó el proyecto regional para el sur y ahora sólo
hay una corresponsalía adscrita a Azteca Veracruz. Salieron Roldán Flores
Zapata, Rey David Sánchez y un editor. Su responsable de publicidad, Fany
Sorroza, precisa en las redes sociales que con ella continuará la contratación
de espacios. Quedan en la corresponsalía azteca, Heidi Castellanos y Miguel
Cisneros…