* “Le
facilité un helicóptero oficial” * Lo
refuta Miyuli * Chiquiyunes y el
atentado * Sánchez Macías en la Fiscalía
Anticorrupción * La burla de Héctor * Basurero de Allende, primer reto de
Morena * Garrido Cartagena
convalece * El magistrado también
baila * Reventón entre amigos
Mussio Cárdenas
Arellano | 30 Junio de 2017
Tribuna Libre.- Con petardos verbales, raspa Javier Duarte a
Yunes Linares, el gobernador, y a su hijo Miguel Ángel, pasando su defensa por
el robo a Veracruz de las cortes y las fiscalías a la estridencia mediática, al
ruido, la confusión, la diatriba en redes sociales.
Yunes, según Javier Duarte, también vuela. Y
habría requerido un helicóptero oficial en 2012 para viajar al norte de
Veracruz.
Chiquiyunes, según el ex gobernador, también
habría volado en nave del gobierno, por partida doble, el 2 de febrero de ese
año.
Así que, en la lógica del reo en cuestión,
todos pecan del mismo dolor.
Se defiende a salivazos el gordobés, acusado
de huir en un helicóptero oficial, proporcionado por su célebre embaucador,
Flavino Ríos Alvarado, el gobernador interino, volando del Agrocentro, en las
cercanías de Xalapa, a Coatzacoalcos, horas después que había dejado de ser
gobernador.
Si a esas van, expresa en Guatemala, donde se
le sigue un juicio de extradición, y luego en un comunicado circulado en la
prensa, de Señor de los Cielos todos tienen un poco. Y eso incluye a los Yunes
azules.
Lo refuta Miguel Ángel Yunes Linares. Y se
vuelven a trenzar.
Al Tribunal de Guatemala le habló Javier
Duarte, el martes 27, de la improcedencia de las denuncias, la del uso de un
helicóptero oficial sin ser funcionario de gobierno.
Un día después, el miércoles 28, soltó un
comunicado en que detalla cómo habría sido el uso de las aeronaves por parte
del gobernador y su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, alcalde de Boca del Río, y
lo que se le imputa en el robo al erario.
“La primera —expresa Duarte— se desprende de
un viaje que hice siendo ya ex Gobernador en el helicóptero matrícula XC-GEV,
propiedad del gobierno del estado, del mpio. de Emiliano Zapata a la ciudad de
Coatzacoalcos.
“Si eso fuera delito entonces Miguel Ángel
Yunes Linares debería estar en la cárcel ya que en el 2012 siendo yo Gobernador
él me solicitó que le facilitara un helicóptero para viajar al norte del estado
ya que tenía una urgencia que atender, lo cual hice y viajó en el helicóptero
Bell 430 matrícula XC-XAL, propiedad del gobierno del estado, la copia de la
bitácora del vuelo obra en mi poder.
“Lo mismo que su hijo Miguel Ángel Yunes
Márquez quien realizó dos vuelos el 2 de febrero de 2012, el primero en el
helicóptero matrícula XC-GEV, propiedad del gobierno del estado, del mpio. de
Álamo al aeropuerto de Veracruz y el segundo en el avión Learjeat 40 matrícula
XC-TJN, propiedad del gobierno del estado, del aeropuerto de Veracruz al
aeropuerto de Toluca, las copias de las bitácoras también obran en mi poder,
así como el archivo fotográfico de los vuelos”.
Yunes responde:
“Es absolutamente falso —dice— que yo haya
usado una aeronave oficial durante el gobierno de Javier Duarte. No las uso ni
hoy que soy gobernador”.
Agrega:
“Duarte, si es que él hizo la declaración,
pretende enlodar, pretende ensuciar a alguien que lo llevó a prisión. Es un
presidiario. Es una persona que le hizo un enorme daño a Veracruz”.
Y en torno a la imputación a su hijo Miguel
Ángel, alcalde de Boca del Río, precisa:
“La única ocasión en que alguien de la
familia Yunes usó una aeronave oficial durante el gobierno de Duarte, fue el
día 2 de febrero del año 2012; mi hijo Miguel Ángel Yunes Márquez fue atacado
por un grupo armado entre Álamo y Castillo de Teayo. Lo rescató la
Marina-Armada de México y en una aeronave oficial lo trasladaron a Xalapa.
“Desconozco si fue aeronave del Gobierno del
Estado o aeronave del Gobierno Federal; única ocasión.
“Ese día, yo me encontraba en la Ciudad de
México en una reunión de trabajo. Es absolutamente falso”.
De aquel episodio consta en información del
periódico Reforma, el 3 de febrero de 2012, cómo fue el atentado a Yunes
Marquez, entonces delegado del programa Federal Oportunidades en Veracruz. Se
presumía un intento de secuestro.
Cita Reforma:
“Tras la agresión, Yunes Márquez fue
trasladado a la cabecera municipal de Tihuatlán para refugiarse en el Palacio
Municipal, donde fue resguardado por elementos de la Secretaría de la Defensa
Nacional y de la Marina.
“Posteriormente, el funcionario local fue
trasladado en un helicóptero de la SSP estatal a otro sitio para su seguridad”.
Otra parte del alegato duartista va en cuanto
a robo del erario.
“La segunda imputación —dice el es
gobernador— es por la transferencia de 220 millones de pesos, QUE ES MUCHO
DINERO, de la cuenta bancaria de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz
(CAEV) a una cuenta bancaria de la Secretaría de Finanzas y Planeación
(SEFIPLAN), del gobierno del estado, respaldada en un oficio firmado por el
Subsecretario de Egresos de la SEFIPLAN.
“Subrayo, el recurso fue transferido de una
cuenta de una dependencia del gobierno del estado a una cuenta de otra
dependencia del gobierno del estado.
“Ninguno de los oficios con los que está
amparada dicha operación bancaria están firmados por mí, ni fueron hechos por
instrucciones mías.
“Eso es lo ridículo e irrisorio de sus
acusaciones, que no tienen sustento y que sólo responden a la desesperada
necesidad del gobernador temporal Yunes de querer distraer la atención de la
sociedad de lo catastrófica y fallida que ha resultado su administración.
“Vergüenza me da Yunes de querer tapar el sol
con un dedo.
“Pena y ternura me da que mandó a su títere
el inepto Fiscal General de Veracruz a Guatemala cuando tiene al estado en
llamas; aparte de que vino sólo a hacer el ridículo porque nadie le hizo caso.
“Yunes: sé que soy muy importante para ti,
pero te doy un consejo gratis: deja de pensar en mí y ponte a trabajar que no
haz hecho nada y tienes a Veracruz peor que nunca.”
Beligerante, soberbio, Javier Duarte es
histriónico y frente a jueces y fiscales, en Guatemala, sobreactúa. Se explaya.
Sonríe. Saluda a las cámaras. Vuelve a sonreír.
Y luego, nada. Sigue siendo el mismo reo
sujeto a la extradición.
Minutos después es otro. Esposado, custodiado
por policías, atosigado por reporteros, llevado de nuevo al vehículo en que
regresaría a la cárcel donde se halla confinado, sólo evade.
“Sin comentarios”, decía una y otra vez. “Sin
comentarios” a la imputación del dinero robado. “Sin comentarios” al abandono
de su esposa Karime. “Sin comentarios… sin comentarios… sin comentarios”.
Y de los secretarios de Finanzas que habrían
desviado recursos, miles de millones de pesos que pasaban a cuentas no
autorizadas, a la licuadora donde se usó el dinero para fines distintos a los
que estaban etiquetados, volvió a evadir.
“No recuerdo”, respondía.
Pregonaba que también Yunes usó aeronaves
oficiales. Lo cuenta así en el comunicado difundido el miércoles 28, sin que
hasta el momento desmienta, él o sus abogados, que es de su autoría.
Suele disparar así Javier Duarte a sus
enemigos. Y fallar.
A Yunes, por ejemplo, le enfiló una denuncia
en agosto de 2016 por enriquecimiento ilícito. Varios de los bienes de costo
millonario señalados son reales. Los detenta el gobernador de Veracruz y su
familia. Pero otros no.
Le imputa Javier Duarte a Leticia Márquez,
esposa del gober azul, locales y viviendas en Minatitlán que fueron vendidos a
particulares años atrás.
En su riqueza, erosiona a Yunes Linares,
quien aplica la máxima de Carlos Hank: político pobre, pobre político. Y él
mejor atesora riqueza.
Pero en lo del helicóptero, Javier Duarte
erró.
Su estrategia es la estridencia, el golpe
directo, todo lo que pueda cimbrar a un Yunes disminuido por la violencia, las
ejecuciones, el reto de los cárteles y la muerte de inocentes.
Judicialmente, su caso no tiene remedio. Así
librara las denuncias de índole estatal, le aguardan las que le enderezó la
PGR, entre ellas delincuencia organizada, lavado de dinero, defraudación
fiscal.
Su dilema se mide en miles de millones de
pesos. Su libertad se ve lejana.
De ahí el grito. Si él viajó en un
helicóptero oficial, sin ser ya gobernador, Yunes igual.
Aunque Yunes lo refute, en el alarde finca
Javier Duarte su salvación.
Lo medular es cimbrar a Yunes.
Archivo
muerto
Dan lo mismo a Héctor Yunes las hieleras de
Pancho Colorado, el empresario preso en Estados Unidos por vínculos con los
zetas, que tener escoltas de la tercera edad, los Poliyunes, su padre y sus
hermanos inscritos en la nómina de la Policía Auxiliar (IPAX), disfrazados con
uniforme, asignadas armas, cargador, cartucho y permiso de portación. Da lo
mismo, pues, si hoy la Fiscalía Anticorrupción, impulsada por Héctor Yunes
Landa desde el Senado, impone a Stalin Sánchez Macías como coordinador de
asesores sin que haya fiscal aún. Lo in es estar en la nómina. Lo out es la
fama que precede al cita miembro del Clan Sánchez Macías, que en el duartismo
hallaron poder y dinero a granel. A Stalin le entregó Javier Duarte un predio de
una hectárea, vía la Asociación Civil Transformando el campo de Veracruz, en
Martínez de la Torre, recuperado por el gobierno yunista, que llevó a otro
integrante de la familia, Francisco Sánchez Macías, a interponer una denuncia
por despojo, alegando que el predio es de su propiedad. Algo así como fraude
procesal, simulación de actos jurídicos, falsedad de declaraciones ante la
autoridad. Impresentables, los Sánchez Macías se llenaron los bolsillos en los
tiempos en que el duartismo saqueaba a Veracruz, y ellos desde su cadena de
periódicos El Heraldo le jalaban lo que podían al erario. Hoy, de la mano del
senador Yunes Landa, se infiltran en la Fiscalía Anticorrupción. A ese paso,
Héctor Yunes seguro propondrá a Javier Duarte para fiscal, así tenga que despachar
desde algún reclusorio federal o desde Pacho Viejo. Qué más da… Primera bronca
para Morena, sin duda, será el basurero de Villa Allende. Así arrancará su
gestión Víctor Manuel Carranza Rosaldo al frente del ayuntamiento de
Coatzacoalcos, en enero de 2018. Hay inquietud, repudio, hartazgo de los
habitantes de la congregación a su condición de traspatio en que el gobierno
joaquinista los convirtió. Cerrado el tiradero de Las Matas, junto a la
autopista a Minatitlán, los desechos pasaron a un predio en Moloacán, sin
ajustarse a las normas ambientales federales, y luego a Villa Allende donde se
advierte ya una repulsa social por los estragos a la salud al entorno
ecológico. Apenas inicie el nuevo ayuntamiento, bajo la rectoría del
pejepartido, la demanda de los allendenses —encuerdados por grupos priistas—
será el cierre del basurero. Habrá que preguntarse dónde irán a parar las 400
toneladas diarias de desperdicios que se generan en Coatzacoalcos. Primer reto de Morena…
Delicado de salud, el ex regidor José Manuel Garrido Cartagena, de extracción
cetemista, una de las mejores cartas de Carlos Manuel Vasconcelos Guevara.
Luego de una intervención quirúrgica, convalece y se le mantiene en
observación. Animoso, Garrido Cartagena se apresta a participar en la próxima
campaña a la gubernatura de Veracruz, en el equipo del senador Pepe Yunes. Un
tipazo, concitador de afecto, a José Manuel se le desea pronta recuperación…
¿Quién es ese influyente magistrado que el pasado viernes 23 armó tremendo
reventón, rodeado de jueces, amigos, empleados —no se sabe si hubo nenas y
otras cosas— hasta que el cuerpo dijo “ya no puedo más”? Para que vean que no
sólo Checo y Chico son todo carnaval. El magistrado también baila…