“Chazzarini,
el Secretario Osterizer”
*Duarte
dejó al Estado en ruinas
*Miguel
Ángel lo lleva a las cavernas
*MAYL
tienen más dinero que JDO
Héctor
Yunes Landa | 24 Julio de 2017
Tribuna Libre.- Una de las ofertas de la actual
administración fue precisamente que habría orden en las finanzas y que los
recursos se ejercerían no sólo con transparencia, sino con base en un modelo de
evaluación de resultados, similar al que se aplica desde hace una década en el
gobierno federal.
Pero si el gobierno anterior dejó al estado
de Veracruz en la ruina, la actual administración estatal se ha propuesto
llevarlo a las cavernas. Contra todo principio de planeación y ejercicio
financiero, se decidió prescindir de un presupuesto formal –tal como lo debió
haber aprobado el Congreso- en el que se establezcan metas y objetivos
perfectamente definidos. Esta prerrogativa corresponde hoy sólo al Gobernador
del Estado.
Y en este criterio unipersonal de ejercer el
presupuesto, se ha echado por la borda todos los compromisos establecidos en el
Plan Veracruzano de Desarrollo (PVD) 2016-2018, con lo que el gobierno ha
violado flagrantemente la Ley de Planeación, aprobada ya en esta
administración. En su artículo cuarto bis, se establece que para los efectos de
esta ley, se entenderá por Plan Estatal de Desarrollo el documento en el que se
plasman objetivos, metas, estrategias y prioridades de ejecución del desarrollo
integral del Estado.
A ocho meses de su inicio, nadie sabe si
estos objetivos, metas, estrategias y prioridades forman parte de las tareas
del gobierno y cuánto presupuesto se ha asignado para su cumplimiento. Hasta
ahora lo único que se conoce son los informes simples del ejercicio del gasto,
pero ninguna de las cuestiones que plantea la ley y el PVD. Lo anterior lo
denunció el propio presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso Local, el
diputado perredista Sergio Rodríguez, lo que le costó la presidencia de esa
Comisión.
El Plan Veracruzano de Desarrollo ha sido un
instrumento de política pública ineficaz. No es vinculante, por tanto su
cumplimiento no es obligatorio; tampoco hay sanción si no se cumple con lo que
ahí se establece. Hasta hoy, sólo ha servido al lucimiento político del
gobernante. Es el traje invisible del monarca.
En noviembre pasado, siendo aún gobernador
electo, Miguel Ángel Yunes presentó el Plan Veracruzano de Desarrollo
2016-2018. Sin embargo hasta ahora, no ha quedado en claro si las obras y
acciones que se proponen tienen correspondencia con las capacidades financieras
y presupuestales del Estado, de lo contrario, se convertirá en una falsa
promesa que ya ha sido olvidada.
Y no se tenía que inventar el hilo negro.
Desde hace más de una década se introdujeron cambios sustantivos en el gobierno
federal; se establecieron obligaciones para evaluar los resultados de los
programas sociales y los logros obtenidos por las entidades federativas y los
municipios con recursos federales. El modelo de Presupuesto Basado en
Resultados (PBR) se ha convertido en la esencia de la Administración Pública
Federal.
El PBR está alineado al Plan Nacional de
Desarrollo, de tal manera que programa o acción que no se inscriba en alguna de
sus tres estrategias transversales para alcanzar las cinco metas nacionales,
está destinado a desaparecer. Para lograr esto, se introdujo además, una
metodología única para la elaboración de una Matriz de Indicadores para
Resultados (MIR) a partir de una Metodología del Marco Lógico (MML). Acá, todo
se reduce al ruido ensordecedor de la “licuadora”.
En sólo ocho meses ya llevamos dos
secretarios de Finanzas, el desorden administrativo continúa, y la deuda sigue
creciendo, lo que viene a confirmar que el ejercicio financiero es igual o peor
que con su antecesor, es decir, aplicado de manera discrecional sin el mínimo
orden ni pulcritud.
En este contexto se inscribe el nombramiento
de Guillermo Moreno Chazzarini como nuevo Secretario de Finanzas, a quien a
partir de hoy lo identificaremos como el Secretario Osterizer, porque será el
encargado –a falta de un Presupuesto de Egresos autorizado por el Congreso-, de
ejercer el presupuesto como lo ordene el Gobernador, reactivando la famosa
licuadora, generando una sola bolsa de recursos federales y estatales para
cubrir las necesidades al libre albedrío.
Hoy el gobierno estatal ejerce un presupuesto
base cero. Pero no aquél que consiste en identificar paquetes de decisión y
clasificarlos según su orden de importancia, mediante un análisis de costo
beneficio. En nuestro estado, este presupuesto base cero se refiere sólo al
discurso oficial de que “no hay dinero”, no obstante que el actual gobierno, el
auto llamado "gobierno del cambio" recibe el 23% más de
participaciones federales que el gobierno anterior. Es decir, Miguel Ángel
Yunes tiene más dinero que Duarte, bueno, quise decir más presupuesto.
A Veracruz y a los veracruzanos nos urge un
sistema de planeación que permita ejercer su millonario presupuesto con base en
resultados y no a la decisión unipersonal del Gobernador. Así, no sólo se está
aplazando la salida a la crisis, se está agudizando.
yuneslanda.com
facebook.com/HectorYunes
Instagram: hectoryuneslanda
Twt: @HectorYunes