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julio 26, 2017

De amigos a delatores de Javier Duarte

* Dichas acusaciones como testigos protegidos las emitieron Arturo Bermúdez, Alfonso Ortega, José Juan Janeiro y Moisés Mansur.

Xalapa, Ver. | 26 Julio de 2017
Tribuna Libre.- Cuatro hombres de la confianza de Javier Duarte de Ochoa lo delataron ante la Procuraduría General de la República (PGR). Con sus señalamientos penales integraron la llamada “prueba reina”, que hoy tiene al exmandatario preso en el Reclusorio Norte, acusado de lavado de dinero y delincuencia organizada.

Dichas acusaciones como testigos protegidos las emitieron Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública; Alfonso Ortega López, abogado fiscalista; José Juan Janeiro Rodríguez, operador financiero; y Moisés Mansur Cisneros, amigo desde la infancia Javier Duarte.

“Si se va Bermúdez me voy con él”: Duarte de Ochoa

Al menos en tres ocasiones Javier Duarte de Ochoa, como gobernador de Veracruz, abogó por su secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez, señalado desde 2014 por ordenar o solapar ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. No obstante, el apodado Capitán Tormenta fue el primero que declaró en contra de su promotor político y superior.

Dicha información se conoció en la audiencia de extradición contra Duarte, el pasado 20 de abril de 2017, en Guatemala, donde en declaraciones Bermúdez Zurita habría detallado propiedades en favor de la familia del exmandatario; reuniones con su círculo de cómplices; e indicaciones a empleados estatales para desviar recursos públicos en favor de empresas fantasma y particulares.

Dichas aseveraciones fueron ratificadas por los fiscales de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales, dependiente de la PGR, durante las audiencias de imputación y vinculación a proceso contra Duarte de Ochoa.

En las declaraciones de Bermúdez Zurita, se conoció que, en 2014, el entonces tesorero de la Secretaría de Finanzas, Tarek Abdalá Saad, le informó que por instrucciones del gobernador a partir de esa fecha todos los programas y recursos federales en materia de seguridad ya no los iba a recibir la Secretaría de Finanzas, sino que deberían ser recibidos por Seguridad Pública (SSP), para a su vez reintegrarlos a Finanzas.

Bermúdez Zurita, hoy detenido en el penal de Pacho Viejo por enriquecimiento ilícito, declaró que dicha estrategia en la dependencia de la que estaba a cargo era replicada en las Secretarías de Salud (SS); Secretaría de Educación de Veracruz (SEV); y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPA).

El ex titular de la SSP también señaló que en distintas ocasiones acudió a reuniones en condominio de lujos tapizados con fotografías de la familia de Javier Duarte, el primero ubicado en el sexto piso de la Torre Pelicano, en Boca del Río y otro en la avenida Campos Elíseos en Polanco, en la Ciudad de México.

En dichas propiedades, según Zurita, Duarte de Ochoa sostenía reuniones con otros secretarios de la administración, y en algunas ocasiones se quedaban a cenar y el exgobernador presumía más bienes inmuebles, entre ellos el rancho “El Faunito”, ubicado en el municipio de Fortín, al centro de Veracruz.

En el inmueble, Bermúdez dijo advertir la presencia de cuadros y fotografías familiares en la sala, el comedor y el estudio. Mencionó que Duarte de Ochoa se ostentaba como propietario del inmueble.

Conoce el indicio que vincula fosas de Tierra Blanca, Santa Fe y del rancho El Limón

Duarte abogó tres veces por Bermúdez

Javier Duarte salió a la defensoría de su secretario de Seguridad, hasta en tres ocasiones, cuando éste era señalado por familiares de desaparecidos y personas asesinadas, como promotor de la inseguridad en Veracruz.

La primera vez fue a inicios de 2014, cuando elementos de la SSP fueron relacionados con la desaparición forzada y muerte de tres jóvenes, entre ellos Gibrán Martíz Díaz, ex cantante de La Voz México.

El caso se convertiría en la primera recomendación en Veracruz, de parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y pese a ello, Duarte ratificó a Bermúdez Zurita y ante las exigencias de su renuncia, aseguró que “Si se va Bermúdez me voy con él”.

Dos años más tarde, el 15 de febrero de 2016, las críticas contra el Capitán Tormenta regresaron tras ponerse en descubierto un nuevo caso de desaparición forzada, esta vez en contra de cinco jóvenes, en el municipio de Tierra Blanca.

Tras conocerse mediante videograbaciones que al menos siete policías habían intervenido a los jóvenes originarios de Playa Vicente en la zona de la Cuenca del Papaloapan, Duarte ratificó a Bermúdez en un evento público, en las instalaciones del WTC, en Boca del Río.

“El Secretario de Seguridad Pública continuará realizando esta labor que ha venido desarrollando de manera coordinada con la federación, particularmente con el Ejército y la Marina. Un esfuerzo importante, titánico, de mucho tiempo, lo que nos ha permitido resultados”, opinó al respecto Duarte de Ochoa.

Finalmente, en agosto de 2017, el gobernador priista salió a la defensa de Bermúdez Zurita luego de que éste fuera evidenciado como propietario de residencias en el complejo Woodlands, valuadas en total por 2.4 millones de dólares. Aseguró que se cese estuviera relacionado con el incremento de la incidencia delictiva.

"En este caso particular Bermúdez Zurita renunció por un caso de un tema patrimonial no por un tema relativo a lo que es su responsabilidad en materia de seguridad pública. Si acepté su renuncia es para que demuestre la legitimidad de su patrimonio", declaró.

"Toda administración pública, todo gobierno, es susceptible de ser infiltrado por la corrupción y para ello existen instituciones encargadas para investigar y en su caso para determinar si existe alguna conducta que confirme si existió algún elemento de delito relativo a la corrupción en lo que se refiere al desarrollo de su responsabilidad", declaró el titular del Ejecutivo.

Alfonso Ortega López, de abogado defensor a delator

Alfonso Ortega López, fue un abogado fiscalista, allegado a Javier Duarte de Ochoa. Ambos tuvieron un amigo en común, que era Moisés Mansur Cysneiros, otro que terminó por delatar al exmandatario en delitos de corrupción.  

En el caso de Ortega López, él tenía una orden de aprehensión en su contra, que libró gracias a su colaboración con la PGR y la descripción de los desvíos de recursos y nombres de colaboradores en la red de delincuencia organizada.

Desde el año de 2010, Ortega López fue relacionado con Duarte de Ochoa, operador financiero, al constituir decenas de empresas fantasma, y realizar inversiones millonarias en bienes inmuebles, joyas y objetos de lujo, por instrucciones del cordobés.

De acuerdo con el propio Ortega López, en 2016, cuando los escándalos de corrupción ahorcaban a la administración duartista, buscó explicaciones del gobernador, quien le habría contestado “no te puedes salir de esta, estás involucrado, todos sabíamos que los fondos para las inversiones provenían del gobierno de Veracruz”.

De acuerdo con las declaraciones del abogado Alfonso Ortega, que forman parte de la causa penal 97/2017, entre los principales prestanombres de Duarte están José Juan Janeiro, Rafael Rosas Mario Rosales y Moisés Mansur Cysneiros, su amistad en común con Duarte de Ochoa.

José Juan Janeiro Rodríguez, consiguió su libertad a través de Duarte

Considerado cerebro financiero de Javier Duarte y creador de empresas fantasma, José Juan Janeiro negoció su libertad con la PGR a cambio de la devolución de bienes en información que fincaran responsabilidades en contra de su amistad cercana, Javier Duarte de Ochoa.

Janeiro Rodríguez, habría recurrido a la prueba anticipada, recurso legal previsto por el Nuevo Sistema de Justicia Penal, tras ser capturado en el país de España, el pasado 17 de octubre de 2016. Su confesión habría sido registrada en al menos 150 cuartillas.

De acuerdo con el diario Reforma, Janeiro Rodríguez confesó sobre un desvío de recursos valuado en los 350 millones de pesos, que se suma a la acusación por los mil 670 millones que fueron saqueados del erario público.

Janeiro habría aceptado que el gobierno de Veracruz depositó directamente dicho monto a empresas fantasma, sin haber realizado algún contrato, licitación ni adjudicación directa. Únicamente se hizo el depósito directo a cuentas bancarias, para después dispersar el dinero en el sistema financiero, según la declaración que rindió el 2 de febrero en España.

El testigo destacó que los recursos llegaron, finalmente, a manos de Duarte y su principal prestanombres, Moisés Mansur Cisneyros. Relató que Mansur le presentó a Duarte, y luego le ofreció "gestionar" empresas que manejaran "facturación y dispersión" de un crédito que había conseguido.

¿Por qué José Juan Janeiro es un hombre clave en el caso Javier Duarte?

Moisés Mansur Cysneiros, nombró a Duarte de heredero a delincuente

Moisés Mansur Cysneiros, considerado uno de los principales prestanombres de Javier Duarte, para librar la orden de aprehensión en su contra delató a quien fuera su amigo desde la infancia, apoyando así al gobierno de Veracruz a recuperar bienes hasta por 400 millones de pesos.

Mansur Cysneiros habría sido de los primeros en delatar al exmandatario, tras revelarse una videograbación en un encuentro privado con autoridades federales, en Vancouver, Canadá. En dicha grabación confesó que entregó una tarjeta de crédito a Karime Macías Tubilla para que cubriera sus gastos.

La ex primera dama, habría gastado alrededor de ocho millones de pesos, distribuidos en ropa, hospedaje, joyería, servicios en salones de belleza en México, Brasil y los Estados Unidos.

Él es quien heredó a la familia Duarte-Macías

En la grabación Mansur Cysneiros se refirió a José Antonio Chara Mansur Beltrán, ex secretario de Finanzas, como supuesto dueño de 16 propiedades en Texas, cuyo valor se 7 millones de dólares, a José Armando Rodríguez Ayache, concuño de Duarte, supuesto dueño de propiedades en los Estados Unidos.

Otro de los escándalos en los que se vio involucrado el empresario de 30 años fue cuando el diario Reforma reveló que nombró en su testamento a Javier Duarte de Ochoa como principal beneficiario de tres propiedades, entre ellas dos residencias en la Ciudad de México.

En el testamento, Mansur también estableció que en caso de que Duarte rechazara o no pudiera recibir la herencia, entonces los beneficiarios serían los hijos del mandatario, o su esposa, Karime Macías Tubilla.

El empresario aceptó que, pese a no ser familiar de Duarte de Ochoa, lo nombró heredero en el año de 2006, cuando éste era Secretario de Finanzas en el gobierno de Fidel Herrera, y dijo, no estaba al tanto de que se convertiría en gobernador de Veracruz.


De acuerdo con los señalamientos en contra de Mansur, él se encargaba de coordinar los movimientos de recursos entre empresas fantasma, así como la adquisición de propiedades. A Mansur también se le relacionó como copropietario del rancho Las Mesas, en Valle de Bravo el cual presuntamente fue adquirido con recursos desviados de Salud y Educación en Veracruz. 

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