El Gobierno da a los campesinos despensas chatarra, pero no les ayuda a reactivar cultivos: Universidad Autónoma de Chapingo
Ciudad de México. | 09 octubre de 2017
Tribuna Libre.- Ante una nueva oportunidad de voltear a ver y
atender el problema de la autosuficiencia alimentaria, ahora en zonas rurales y
urbanas que fueron afectadas por sismos y huracanes, la Universidad Autónoma de
Chapingo llamó a detener “el paternalismo gubernamental de entrega de
despensas”, cuando lo urgente es reactivar la producción alimentaria local y
solucionar el problema de fondo y no solo momentáneamente.
Muchas de las zonas afectadas son puntos
importantes en la producción de alimentos, pero nunca desde el nivel federal se
han atendido las afectaciones que provocan los fenómenos naturales, como las
modificaciones genéticas que sobre todo las semillas originarias pueden
presentar luego de las alteraciones que deja un huracán o un sismo.
De acuerdo con la Universidad de Chapingo,
los sismos y los huracanes que azotaron en el país en agosto y septiembre
pasados, sí dañaron la agricultura al generar una devastación de semillas, por
lo que podría cambiar la flora y fauna de muchas regiones.
Y el problema, es que en lugar de empezar a
realizar investigaciones y estudios al respecto, se ha optado por repartir
despensas.
Para Pedro Ponce Javana, subdirector de
Servicio y Extensión de la Universidad de Chapingo, la ayuda en las zonas más
pobres y marginadas debe ser con una perspectiva de mediano y largo plazo, no
momentáneo como ocurre con las despensas.
Actualmente, la Universidad ya cuenta con más
de 10 alternativas para impulsar las regiones más dañadas por estos fenómenos
ya que “preocupa el paternalismo para uso político electoral”.
“En Chapingo estamos preocupados. Está muy
bien que después del sismo haya quedado demostrado que hay un gran capital
social, pero eso resuelve el problema de manera inmediata, cuando a mediano y
largo plazos subsistirá. En este momento estamos resolviendo el problema
inmediato pero, después, ¿qué seguirán produciendo? Ahorita las familias
campesinas están abocadas en reconstruir sus casas y están descuidando de
alguna manera sus cultivos. Habrá que ver cómo van a vivir después porque
tienen que alimentarse, y no se vale que les lleven desde afuera alimentos
chatarra o exógenos a los que de alguna manera no están acostumbrados”, dijo en
entrevista con SinEmbargo el también doctor en Problemas Económicos de la
Agricultura Mexicana.
El especialista agregó que la ayuda a las
comunidades se tiene que repensar a partir de sus modos de vida y sobre qué es
lo que producen, qué es lo que consumen. La Universidad, con el apoyo de sus
brigadas participarán conjuntamente con la gente en la producción de sus
alimentos básicos, hortalizas y condimentos asociados con la agricultura
familiar y ganadera.
Al respecto, la investigadora y directora de
la organización Semillas de Vida, Adelita San Vicente, comentó que en este
momento, frente al desastre, se debe analizar la ayuda que requiere cada región
y dar apoyos directos para la producción de alimentos –básicamente de maíz,
frijol y arroz, los alimentos básicos, crear un esquema de hortalizas básicas y
revisar la infraestructura que pudo sufrir daños, como el molino de arroz que
cayó en Morelos y que servía a los únicos productores de un arroz de calidad,
que produce en la región con métodos artesanales.
Sin ir más lejos, agregó el caso de San
Gregorio, que fue de las zonas más golpeadas en la Ciudad de México y que es un
sitio importante en la producción de lechugas y brócolis.
“La fecha política, con las elecciones
presidenciales cerca, no ayuda mucho. En Juchitán la ayuda se está guardando
para ser repartida por políticos. El tejido social que se crea alrededor de
regalar la ayuda, es muy perverso. Ya sabemos que cualquier líder saldrá y se
lo adjudicará. En cambio, reconstruir el país con relaciones comunitarias y de
producción, sería una cosa muy diferente. La soberanía no es solo alimentaria,
sino de cómo reconstruimos este tejido que está deshecho por todas las
relaciones de poder de dar despensas a cambio de votos. Nadie debe favores a
nadie”, sostuvo San Vicente.
“El Gobierno federal siempre quiere ser
intermediario de la ayuda y ante la efervescencia de la sociedad civil, es muy
importante dar pasos siguientes; es un momento que de manera más organizada se
hagan propuestas estructurales para atender los daños estructurales”, agregó la
ingeniera agrónoma.
LAS AFECTACIONES DIRECTAS
El doctor Ponce Javana explicó las
afectaciones que tanto la tierra como las semillas pueden sufrir luego de
movimientos telúricos e inundaciones.
“Cualquier movimiento telúrico, cualquier
efecto del cambio climático, cualquier inundación o huracán, trae alteraciones
en la vida del medio ambiente. Por ejemplo, al interior de las plantas hay una
alteración fisiológica, la fotosíntesis cambia por los efectos de la luz solar,
en la polinización, los insectos se desorientan y ya no encuentran el lugar
preciso para polinizar. Y son los efectos tanto del cambio climático, como de
los sismos y las inundaciones. Eso tiene que ver con la longitud de onda, con
cuestiones microscópicas y es importante que ahora los investigadores o grupos
multidisciplinarios se aboquen más a profundidad a este tipo de estudios”,
planteó Ponce.
La iniciativa de la Universidad se enfoca en
iniciar estudios para el cuidado de las semillas y la tierra posterior a los
fenómenos naturales porque no se ha estudiado la longevidad de una semilla; se
sabe hasta dónde una semilla puede ser productiva hasta un momento en que ya no
se puede seguir reproduciendo.
“Nos falta hacer una investigación profunda
sobre si con los efectos de los sismos, esas semillas pueden conservarse para
su reproducción o ya no pueden hacerlo. Sobre todo hablamos de las semillas
nativas, los productos nativos, endémicos que hemos descuidado en nuestro país
para su reproducción, estos son el maíz, el chile, la calabaza, el aguacate y
el amaranto […] Este tipo de medidas nunca se han realizado, hasta ahora que sí
nos empezamos a preocupar porque no solamente se trata del sismo, también están
los huracanes. Entonces habrá especies que se pueden perder o que quizá puedan
resistir esos cambios o si habrá incluso nuevas especies. Hay especies
vegetales y animales que con estos efectos van a sufrir alteraciones
microscópicas que tienen que ver con la genética y por lo tanto, con su
evolución”, agregó.
San Vicente, por su parte, consideró que se debe
retomar el tema de la soberanía alimentaria y a la producción local de
alimentos y no nuevamente buscar suplir todas las necesidades de la gente con
el tratar de llevar la ayuda a todos los espacios donde hace falta, ya que hay
tantos pueblos devastados, que la sociedad civil que no puede llegar a todos
con todos los alimentos.
“La propuesta es empezar a volver a producir
los alimentos. El gobierno ha impuesto en el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) que la importación de alimentos y con el modelo
impuesto por Rosario Robles en el programa de la Cruzada contra el Hambre,
llevar alimentos del exterior y darles a las comunidades más pobres tarjetas
para que puedan comprar alimentos industrializados, en lugar de darles apoyo a
las comunidades para que produzcan su maíz y su frijol […] Se ha optado por
repartir despensas, que es algo que saca de un apuro pero, además, con muchos
alimentos chatarra y eso resulta hasta contraproducente”, dijo.
Puso como ejemplo las despensas de la cadena Comercial
Mexicana, que aseguró que por cada despensa que se comprara ahí, la empresa
donaría otras dos y las llevaría a localidades afectadas. Sin embargo, esa
despensa de 100 pesos tiene, entre otras cosas, sopas marchan, puré de tomate,
un cereal.
Finalmente, de acuerdo con Pedro Ponce
Javana, Chapingo ya inició pláticas con la Cámara de Diputados para hacerles
ver que el problema no sólo es una cuestión de emergencia, sino de más mediano
y largo plazo y sobre la alimentación que requieren los damnificados y las
zonas dañadas.