Tribuna Libre.- La ciudad de Xalapa, a finales del siglo
XVIII y el siglo XIX, fue cuna de importantes personales para la historia de
nuestra nación, siendo la única ciudad del país donde han nacido cuatro
presidente de la República: Antonio
López de Santa Anna, José Joaquín de Herrera, José Echevarría y Sebastián Lerdo
de Tejeda. Así también de historiadores: José María Roa Bárcenas (1827-1909).
Manuel Rivera Cambas (1840-1917). Julio Zarate (1844-1917)
En el marco del VI Congreso Nacional de
Historia, realizado en la ciudad de Xalapa, en la segunda semana de mes de
septiembre de 1943, una de sus actividades hacer un homenaje a tres destacados
historiadores xalapeños: José María Roa Bárcenas, Manuel Rivera Cambas, Julio Zarate ; se colocaron las respectivas
placas en las casas donde nacieron, tan importantes personaje. con el apoyo del Honorable Ayuntamiento
Constitucional de Xalapa, quien aporto las placas de mármol, fabricadas en la
ciudad de Puebla. En dichas placas contienen una breve reseña biográfica del
personaje homenajeado. Julio Zarate, nace en la casa ubicada en la antigua
calle de Belén, hoy Rafael Lucio esquina con Benito Juárez. Hoy todas esas placas están perdidas o
robadas, sin que las autoridades municipales hayan puesta la más minina
atención ni el INAH.
Julio Francisco de Paula Zarate y Ferrer,
nació en la ciudad de Xalapa, el 12 de abril de 1844, fueron sus padres: Manuel Zarate
y Josefa de la Soledad
Ferrer; siendo bautizado en la hoy
Catedra de Xalapa de la Inmaculada, el 21 de abril. Eran los años en que
México, era gobernado por el Presidente
de la República, Antonio López de Santa Anna también nacido en la misma
ciudad. Sus primeros estudios los realiza en su natal ciudad que lo vio nacer,
luego se marcha a la ciudad de Puebla para cursar la carrera de jurisprudencia,
en el Colegio Carolino de la colonial ciudad. La actividad fue de abogado, político,
escritor, periodista e historiador; a los 18 año ya era Diputado Federal, en la
segunda legislatura federal de 1861-1863, vinculado al partido liberal, y en
particular a Sebastián Lerdo de Tejada. Senador de la Republica por el Estado
de Campeche, Ministro de la Suprema Corte de Justicia, Oficial Mayor del
Ministerio de Relaciones Exteriores, Secretario General de Gobierno con el
Gobernador Juan la Luz Enríquez Lara. Así también ejercicio la docencia
impartiendo clases de Historia de México. En la capital del país se une en
matrimonio con la señorita Ana Tablada Acuña, el 8 de diciembre de 1873. Nueve
años tarde tarde nace su única hija descendiente. Muere San Ángel en la ciudad
de México, el 18 de noviembre de 1917, a la edad de 73 años fallece..
Su
generación estuvo marcada por el sello del Porfiriato, y fueron sus
contemporáneos: Manuel Acuña y José María Velasco). Genaro Raigosa, Justo
Sierra, Bernardo Reyes, Pablo Macedo, Gilberto Crespo y Martínez. Porfirio
Parra
Escribió las siguientes obras: Acamapixtli;
Axayácatl; Don Luis de Velasco; Don ]osé María Morelos; Compendio de Historia
de México (1884); Elementos de Historia General (1894); y el Tomo 3 de México a través de los siglos; Los
Estados de la Federación Mexicana; Monografía del Estado de Veracruz (1897);
Catecismo geográfico del Estado de Puebla (1878); El sitio de Cuautla
Su participación en la primera obra general
de historia de México, coordinada por Vicente Rivas Palacios, México a través de los siglos, el tomo III destinado a la Guerra de
independencia entre los años de 1810 a 1821, correspondió su manufactura al
historiador xalapeño de Julio Zarate.
Publicada hace 132 años, durante
el gobierno de Manuel González, el compadre del General Porfirio Díaz. De la
obra de Zarate, se escribe lo siguiente:
El tomo de Zarate destaca por ser el que se
refiere al período de tiempo más corto: los once años de la guerra de
independencia. Pero al autor no parece haberle costado más trabajo que a sus
colegas componerlo. El gran aliado de Zárate es el acontecimiento, la
peripecia, que le permite construir cientos de narraciones entretejidas poco
más de ochocientas páginas, que para algunos pudiera ser “mera” crónica pero
aun así obra historiográfica. Con excepción del análisis geográfico con que
inicia el tomo, de algunas reflexiones sobre la política europea y de mínimas
consideraciones…El volumen tercero es, de los cinco, el tomo central. La faena
que tenía ante sí Zárate era demostrar que la independencia fue un bien de suyo
evidente, a la vez que tenía que ofrecer una versión que fuera aceptable, en lo
posible, para la comunidad de historiadores. Así, dice en la introducción:
“Hidalgo concentra las aspiraciones justísimas de la inmensa mayoría de los
mexicanos”; y páginas adelante lo repite: “la Independencia traducía la
ardiente aspiración de la gran mayoría de los mexicanos”
Mi primer maestro de historia en la
secundaria, fue el historiador Vicente Palacios Santillana., egresado de la
facultad de historia de la Universidad Veracruzana, e investigador de la misma,
una antología de artículos publicados en el siglo XIX. Palacios Santilla,
Vicente. 1987. Julio Zarate (antología)
Universidad Veracruzana, México. 197 pp.